Richard Carapaz
Giro 2022: La historia sólo habla bien de Richard Carapaz
Richard Carapaz no se merece las críticas que ha recibido tras este Giro
Segundo y derrotado en el tramo final de la Marmolada, a Richard Carapaz le ha caído una buena tras perder este Giro.
Como cambian las cosas, en menos de dos años, y cómo se perciben de diferentes dos segundas plazas, cuando recordamos la que consiguió en la Vuelta 2020, casi remontando a Roglic al final, y ésta en Italia.
Pero estadísticamente son lo mismo, cuentan igual para su equipo y el palmarés.
Y no sólo eso, es la prueba fehaciente de que el ecuatoriano es uno de los mejores ciclistas de actualidad, y lo es con pleno merecimiento, por resultados, trabajo y entrega, por aunar en ese palmarés podio en todas las grandes, un Giro de Italia y un oro olímpico en una carrera brutal.
Éxitos que no se pueden olvidar estos días que todo el mundo le está echando en cara el Giro que no ha culminado, como si a Richard Carapaz no le doliera la situación que se ha ido gestando en Italia hasta ver lo que vimos al final.
Cuando el año pasado Carapaz acabó tercero en el Tour, admitimos que era un muy buen resultado pero que le demostraba que tenía un problema, que no era otro que, por mucho que él fuera buenísimo, los había mucho mejores, tipo Pogacar e incluso Vingegaard.
Ahora tenemos el cuadro de este Giro.
Carapaz era para mí claro aspirante.
Desde el segundo cero, cuando la carrera se puso a su favor buscó descolgar rivales, lo intentó en Blockhaus y luego en Turín.
Si en el primer escenario le asistía el beneficio de la duda, en el segundo se percató que Hindley iba a ser un hueso muy duro de roer.
Sensaciones que fueron a más con el paso de los días, Carapaz pasó a un segundo nivel, dejando la carrera a su equipo y, en los momentos clave, a sus rivales.
Empezó a jugar sus bazas, entre las que se puede encontrar, posiblemente, los caretos de sufrimiento, y no le salió.
Para mi Richard Carapaz es el digno heredero de Vincenzo Nibali en el arte de construir un palmarés monumental sin tener las mejores facultades físicas del pelotón.
En el Giro no dio más de sí, pero ello no nos hace olvidar su brutal carrera en Tokio 2021 y el Giro 2019 que gana siendo el más listo de la clase y, a la postre, el más fuerte.
Todo ello le ha dado grandes momentos, pero no sé yo si le será suficiente para lograr otra gran vuelta.
Desde que lo consiguiera en Italia, hace tres años, se han cruzado por su camino rivales de todo tamaño com Roglic, Pogacar, Vingegaard y ahora Hindley, una muestra representativa de los ciclistas que son capaces de ganarle.
Con todo, por eso, que no desista, sabe perfectamente que sigue siendo un ciclista top, sabe lo que es ganar una grande y puede volver a ser capaz de repetirlo, aunque, eso sí, tendrá que saber escoger sus objetivos y ser muy realista, porque, y eso es cierto, muchos ya le han tomado la matrícula.
Imagen: FB de Giro d´Italia
Richard Carapaz
Richard Carapaz, welcome back
El año que acaba ha escrito el retorno de Richard Carapaz
Cuando Richard Carapaz recupera la sonrisa, el ciclismo sonríe.
Suena así, quizá un poco ñoño, demodé, pero es el sentimiento que transmite uno de los corredores más carismáticos del pelotón.
Para Richard Carapaz, la Vuelta recién finalizada es el regreso a una elite que no había dejado pero que le estaba dando calabazas, demasiadas, en forma de caídas, percances y alguna mala suerte.
Lo cierto es que cuando el ecuatoriano hace dos años apuraba sus últimos días en Ineos, ganando tres etapas en la Vuelta, el 2023 pintaba a temporada prometedora, entrando en un equipo, el Education First, que le podía ir como anillo al dedo.
Pero el pasado año ni fue bueno, ni hubo progreso.
Al igual que Enric Mas, Carapaz se dejaba toda la preparación en una cuneta de Euskadi, en la jornada inaugural del Tour de Francia.
Una caída que le hipotecó la ronda francesa y la temporada.
Pero este tipo es un luchador inasequible que sabe leer las verdades de la carretera como nadie y meter toda la carne en el asador si ello es necesario.
Si el plan A no sale, está el B o si procede el C.
El año de Richard Carapaz no iguala sus grandes campañas de 2019 a 2021, pero se equipara y sobretodo le devuelve a los titulares.
Ojo el botín que se llevó del podio, completando el triple-triple, pues ha ganado etapa, vestido de líder y subido al podio en las tres grandes.
El Tour de Carapaz ya fue sintomático, vistió el amarillo en la misma jornada en la que quedó eliminado de la general, pero no fue problema, se reorientó a una etapa y la montaña.
Pasado el trago de no poder defender el oro olímpico, llegó a la Vuelta, empezó con mal pie, pero echó el resto en la gran etapa de Granada para volver a la lucha por la general.
No tiene el punch de antaño, tampoco el factor sorpresa que quizá le ayudó a ganar aquel Giro, pero mantiene el espíritu y el instinto, como cuando casi hace perder la Vuelta precipitadamente a Ben O´Connor en la Herrera, tras acabar con Mikel Landa.
No hay momento en el que no pienses que la puede liar y más con ese equipo que mueve fichas con una eficacia que acorta las distancias con los más grandes.
Esperamos que el «regreso» de Richard no quede aquí, está para el mundial, rodeado de una excelente selección, incluido Narváez.
Si lograra pisar el podio mundialista, pocos se equipararían a su colección de hitos, una mezcla talento y calidad a partes iguales pero sobretodo de instinto.
Imagen:Unipublic/Cxcling/Toni Baixauli
Richard Carapaz
Carapaz en Romandía: La insistencia tiene premio
La victoria de Carapaz en la etapa reina de Romandía pone fin a una injusta sequía
Tiempo, demasiado tiempo ha pasado desde que Richard Carapaz lograra su último triunfo antes de esta etapa en el Tour de Romandía.
Con año y pico en un equipo que se distingue por ser coral, imaginativo y proactivo, Carapaz poco le había podido ofrecer al EF hasta esta jornada.
Destellos de lo que es un gran corredor, pero gafado por caídas o enfermedad, mermado en un pelotón en el que o eres muy muy bueno, o pasas sin pena ni gloria.
Siempre he pensado que Richard Carapaz nunca ha sido el mejor en nada, unos cuantos le superan con creces, pero a su favor tiene dos cosas: olfato y ambición, que mezclados en justa medida dan como resultado el ciclista que tanto nos gusta, el de los pocos pero buenísimos triunfos.
A todo lo dicho añadidle esa pizca de valentía que a veces roza la inconsciencia de salir, por ejemplo, a por Pogacar en La Redoute a sabiendas que puedes hacerte daño.
Pero Richard Carapaz siempre lo intenta, siempre propone, como en la jornada reina del Tour de Romandía, jugando a ganar desde el primer momento.
Supo leer la necesidad de Ineos de tumbar al líder Juan Ayuso y trabajar para Carlos Rodríguez, Egan Bernal incluido.
Luego se soldó a la rueda de Carlos y atacó en el momento justo de la mejor manera que sabe hacerlo: sacando mucho de golpe y luego sufriendo hasta el final.
Aunque la justicia deportiva da y quita como le place, no me habría gustado nada que Florian Lipowitz le hubiera dado caza en la recta final.
Cuando Carapaz le vio venir redobló el esfuerzo y dio con la llave del triunfo.
Aunque ha ganado algunas cosas con el EF, nada es comparable a una victoria en el World Tour, el circuito de los mejores.
Tened por seguro que este ciclista en forma y con moral es posible que no vaya a ganar una gran vuelta, pero nos dará que hablar y será un gustazo verlo, y quién sabe, igual hasta decanta la balanza cuando menos lo imaginemos.
Imagen: FB EF Pro Cycling
Richard Carapaz
La opción de Richard Carapaz siempre es dar la cara
Richard Carapaz sólo sabe morir matando
En el pelotón hay muchos tipos de corredores, pero hay una distinción rápida y palpable, los valientes por norma y los que se esconden en la panza del grupo, obviamente Richard Carapaz pertenece a los primeros.
pero cómo mola Carapaz
— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) June 9, 2023
Atacar como lo hizo en una cota de segunda, tras el primer arreón de otro que tal, Julian Alaphilippe, a la vista de todos y en especial de Jonas Vingegaard, le describe como uno de esos ciclistas que sólo puedes querer.
Sé que suena a cuento de suicidio, Carapaz se llevó soldado al ganador del Tour, que además transmitía unas sensaciones «hors cotegorie» pero no le pudo ni la intimidación ni el complejo que generan algunos ciclistas en la actualidad.
Fue a por todo, con todo, sin síntoma de abrir el codo para pedir relevo, sin mirar para atrás, hasta que Vingegaard le dejó atrás.
Sé que suena romántico, eso de intentarlo al sol, saliendo en la pantalla, siendo valiente, pero es que no veo otra forma de hacerlo.
Hay una capa intermedia de ciclistas que llaman a la puerta de los más poderosos y para echarles el guante, no les queda otra que, al menos, intentarlo.
Sé que las comparaciones son odiosas, pero ver la reacción de otros ante la tormenta, para acabar casi en el mismo sitio, hace que la percepción cambie mucho.
Carapaz hizo gala de su primer arranque, duro, violento y fuerte, pero por detrás apreciar a Enric Mas, Adam Yates y Mikel Landa, completamente engullidos en el grupo, pasados unos metros es decepcionante.
Pero volviendo al ecuatoriano, Carapaz lo intenta, siempre lo prueba, lo hizo contra Pogacar en aquella famosa etapa en la que el esloveno cogió el amarillo en el Tour 21, lo intentó en Dauphiné contra Vingegaard y otras veces más.
Incluso sabiéndose inferior o no en la mejor forma.
Y ¿sabéis qué pasa?
Que a veces salen las cosas, que las cuentas resultan y que los triunfos llegan.
Carapaz saltó ante Roglic y Nibali aquella vez camino de Courmayeur para decantar un Giro, saltó ante velocistas como Caleb Ewan para rebañarles una etapa en sus narices y le echó un pulso a Wout Van Aert para colgarse el oro olímpico.
Porque el ciclismo es Carapaz, es rehacerse de los golpes y crecerse ante rivales superiores, sobre el papel, que el maillot no te quede grande y que honres el deporte que te da de comer y te completa con actitud, algo que se le supone a muchos, pero no todos tienen.
Pondría la mano en el fuego sobre las opciones de Carapaz en el Tour, no creo que lo vaya a ganar, pero seguro que a su rueda más de una cosa importante va a pasar… lo veremos.
Imagen: A.S.O/Billy Ceusters
Richard Carapaz
Richard Carapaz y el festival de maillots en el Education First
Hemos tenido que esperar al Education First para ver a Carapaz de tricoloro
Días después de Esteban Chaves en el nacional colombiano, Richard Carapaz no vestirá el rosa del Education First en su primera campaña.
Richard llevará los colores ecuatorianos lo que, al menos para mí, es una novedad, y mira que ha sido el mejor ciclista de su país durante no pocos años.
Carapaz ganó el privilegio de vestir la tricolor en su primera campaña con Education First, en una carrera que se decidió en la décima vuelta del recorrido en Tulcán, acompañado de Alexander Cepeda y Jonathan Caicedo.
Los tres estuvieron en el corte bueno desde el inicio, y ojo que se corrió a más de 43 por hora haciendo selección hasta que Carapaz batió al Caja Rural Jefferson Cepeda.
Es curioso porque el año viene cargado para Carapaz con Tour y Vuelta, pero mucho me temo que no le veremos competir estas semanas hasta julio.
Al menos a tenor del PCS que lo pone en el Laigueglia y en las Árdenas, antes de la Grande Boucle.
Seguro que veremos ese precioso maillot mucho antes, en alguna de las vueltas que tenemos por delante.
A Carapaz sólo podemos desearle que gane mucho, pues es un espectáculo, además me temo que en un equipo como el Education First va a funcionar muy bien.
No es el equipo más top del pelotón, pero sí con una de las mejores pizarras del mundo.
Eso mezclado con uno de los ciclistas más inteligentes del mundo.
Por cierto que el bloque de Jonathan Vaughters es ahora de los más laureados del pelotón, ya sabemos que estamos en el preámbulo, pero todo suma…
Imagen: EF Pro Cycling
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