Noticias de ciclismo
El Tour de Richard Carapaz tiene una buena y mala noticia
Queremos creer que el podio del Tour no es el techo de Richard Carapaz
Richard Carapaz nos parece un ciclista mayúsculo, que no se desentona nada con la hornada que ha tomado el mando, ha ido creciendo hasta encontrar su hueco, aprovechando cada oportunidad para completar en el Tour su entrada en la lista de ciclistas con podio en las tres grandes.
El poder de Carapaz de leer las circunstancias, moverse tan bien y sacar el mejor partido quedó demostrado hace dos años, cuando en el Movistar del tridente (Nairo-Valverde-Landa) fue él quien firmó la que es hasta ahora última grande de los azules.
Esos días Carapaz salió como segundo en Movistar, pero trepó y trepó hasta lograr un Giro que ahora sueña complementar un día con el Tour de Francia
En la salida de Brest, teníamos fundadas esperanzas que Carapaz estuviera muy arriba en el Tour, incluso para porfiar contra el poder de los eslovenos, sacando lo mejor propio, pero también del poder de su equipo, sobre el papel y por nombres, el más potente de la carrera.
Carapaz sobrevivió muy bien a las cribas iniciales, incluso de ellas salió reforzado doblemente en la general, tanto a nivel equipo, siendo líder único de Ineos con la caída de Geraint, como en la general, pues era el mejor de los favoritos.
Le veíamos bien, muy bien, lo decimos además convencidos.
En la famosa etapa de Le Creusot, lazó un ataque que nos recordó su mejor versión.
Pero aquella arrancada criminal se quedaba en nada cuando el pelotón le cazaba casi en la misma línea de meta.
Luego en los Alpes ya sabemos lo que pasó, propuso un mano a mano con Pogacar y salió ampliamente derrotado.
Desde ese momento Carapaz corrió pensando en el podio del Tour, una realidad que incluso algunos de sus compañeros verbalizaron frente a la prensa, recuerdo en ese sentido unas declaraciones de Castroviejo, admitiendo que el podio pasaba a ser la prioridad.
En lo que quedó de Tour, Carapaz nunca más tomó la iniciativa ni la manija de la carrera más allá de las selecciones de su equipo, con Pogacar superior y Vingegaard siempre solapado a su rueda, cuando no por delante, como en el Ventoux.
Carapaz hizo «teatro del bueno» en Portet, pero tampoco le sirvió, sus dos grandes rivales no le dieron margen
Y ahí está la mala y buena noticia para el ecuatoriano.
Por un lado, volviendo al inicio, ha conseguido meterse en la lista de ciclistas con podio en las tres grandes, lista que está, si no nos equivocamos, en 17 nombres en toda la historia, entrar ahí es la hostia.
Pero al mismo tiempo sabe que le separa un buen trecho de Tadej Pogacar, que Roglic no estaba en la lucha y que alrededor sigue habiendo rivales -algunos compañeros- temibles.
Richard Carapaz deberá mejorar mucho en las cronos sin perder pegada en montaña, en la que pega muy fuerte pero no acaba de romper, si quiere aspirar al Tour.
Con 28 años su potencial sigue estando ahí, queremos creer que su techo no es el Tour 2021, pero claro, le toca lidiar contra ciclistas tan buenos que encontrar el camino al escalón más alto del podio no va a ser sencillo.
Carapaz siempre se ha caracterizado por encontrar la salida, nunca desiste, eso es así, pero aquí se le plantea el reto de su vida, sacar la cabeza entre tantísimo gallo, no lo va a tener nada fácil.
Noticias de ciclismo
La gran y singular historia de Simon Yates en el Jayco
Con su marcha al Visma, Simon Yates pone fin a un singular romance con Australia
Hace diez años Adam y Simon, parecidos no, calcados, hasta en la forma de pedalear, recalaban en uno de los equipos con mayor creatividad del pelotón, el entonces Orina-Green Edge.
Su movimiento fue curioso, con el ciclismo de su majestad dominando, el Team Sky en lo más alto, dos de los mejores talentos de las islas se iban al equipo australiano, reclamando los galones que creían merecer y que el Team Sky tenía reservados para Chris Froome.
Desde un buen inicio supimos de los dos.
Como en un carrusel, Adam y Simon Yates aparecían alternativamente, sacando punta a una clase innata para escalar y lucir un instinto que rara vez hacía agua.
Cada uno hizo su carrera, hoy posiblemente Adam Yates está más delante, su salto en el UAE, previo paso por Ineos -como bien nos puntualizan- lo hemos visto todos, pero Simon tiene a bien haber ganado toda una Vuelta a España.
Seis años ha pasado de ello, y la recuerdo como una de las grandes más igualadas e inciertas de los años recientes, con Nairo, Valverde, Miguel Ángel López, Enric Mas en versión Quick Step.
Simon Yates llegó a esa carrera tras perder un Giro de Italia que parecía más que decantado a su favor, no sólo por una general que encabezaba hace días, también por las exhibiciones que se permitió hacer, algunas incluso vestido de rosa,
Pero llegó la Finestre y la gran jornada de Chris Froome para cambiarlo todo y sacarlo, hundido, hasta del top veinte.
De aquellas lecciones, Simon sacó conclusiones y enmendó la plana con una Vuelta a España que acabó como un tiro.
Hablo de ese año, de 2018, porque fue el ejemplo claro del grado de inmersión que Simon Yates logró en el entonces Mitchelton.
Siempre con los australianos, vio a su hermano irse de Ineos a UAE hace dos años, siendo uno de los mejores movimientos de mercado de los tiempos recientes.
Adam Yates no sólo ha subido dos niveles su rendimiento que ha logrado engrosar su palmarés con victorias tan importantes como la de Bilbao en el Tour que acabaría en el podio.
Simon Yates deja ahora su casa, dos años después, para probar suerte en la casa de enfrente, en el Visma siendo otro hombre de confianza, otro más unido a los que ya tiene, de Jonas Vingegaard.
Con el movimiento, se ponen fin a 10 años de fructífera relación, llegando a admitir, incluso, que pierde dinero.
Imagen: A.S.O./Charly Lopez
Noticias de ciclismo
Primoz Roglic, en cabeza del top 10 de la Vuelta
La historia de la Vuelta premia a Roglic por encima de las leyendas de siempre
Quería dejar pasar unos días desde el triunfo de Primoz Roglic en su cuarta Vuelta Ciclista a España para situarle en el cuadro de de los mejores de la historia de la carrera.
Leyendo entre líneas ese titular, que reniega de Heras. Correcto.
— Sergio Palomar (@serpal_) September 11, 2024
Aunque la interpretación de las palabras de Javier Guillén pueda dar a entender cierto menosprecio a Roberto Heras, yo creo que todo lo contrario, es la admisión de la labor del esloveno por la carrera española, una simbiosis perfecta en la que ambas partes, como hemos visto, han salido ganando.
Pocos podíamos vaticinar que Roglic iba a construir el legado más potente de la historia de la Vuelta.
Atrás queda un top ten prendado de calidad, historia y mucho cariño por nuestra gran vuelta.
Roberto Heras, 4 victorias
El bejarano se equipara en la estadística final con Roglic, pero sinceramente, las sensaciones, la cantidad de etapas y lo enrarecido de su último triunfo en 2005 le sitúan un peldaño por debajo.
Heras, como Roglic, encontró en la Vuelta el cariño que no le dio el Tour de Francia.
Rominger y Contador, 3 triunfos
Si el suizo fue el primero en poner el listón tan alto, con un serial de tres éxitos consecutivos, sólo igualado con Roglic, el madrileño nunca falló en las Vueltas que tuvo a tiro, haciendo un 3 de 3.
Ahora ver qué español sucede a Contador.
Froome, Berrendero, Delgado, Zulle, Hinault, Fuente y Deloor, 2 triunfos
En este grupito vemos bien reflejadas las dos épocas de la Vuelta, con la entrada de Chris Froome, por el rebote de la edición quitada a Juanjo Cobo, ya en septiembre y con la Vuelta en su estatus actual, siendo codiciada por gran parte de las estrellas.
En el grupo de biganadores, el ciclismo español se asienta en tres leyendas como Berrendero, Fuente y Perico, mientras que Zulle la ganó corriendo para la ONCE.
Hinault lo disputaba todo, hasta una Vuelta que reconstruía su prestigio a principios de los 80, y Deelor, siempre será el primero.
Es curioso, porque las cuatro victorias de Roglic en la Vuelta a España vinieron de decepciones anteriores en otras grandes.
En 2019 venía de perder un Giro de Italia en los Alpes por su indecisión ante Carapaz en el marcaje con Nibali, salvando el podio por los pelos.
Al año siguiente, el la Vuelta restañó las heridas que le dejó la derrota con Pogacar en la cronoescalada de La Planche des Belles Filles, mientras que en 2021 y 2024 logró la general tras durísimas caídas en el Tour.
Todo esto refuerza, si cabe, una relación idílica que ha finalizado con Primoz Roglic delante de todas las leyendas de la Vuelta a España.
Ahora, como insinúa Guillén, a ver si crea el club de los 5.
Imagen: Unipublic- Sprint Cycling Agency
Noticias de ciclismo
Esta Vuelta no puede satisfacer a Carlos Rodríguez
Aunque se declare contento, Carlos Rodríguez no ha estado donde esperaba en la Vuelta
¿Cómo valorar la temporada de Carlos Rodríguez?
Claro que ganó etapa y podio en Itzulia más triunfo final en Romandía, pero en las grandes vueltas, el hito para el que todos mejor se preparan, para Carlos ha sido un paso atrás.
Problemas de salud en el Tour, recuperación problemática y una Vuelta a remolque, nada le ha salido redondo a uno de los ciclistas que más apreciamos.
Ha tenido suerte, por eso, de estar en Ineos, lo que le aleja del foco, porque de estar en Movistar, el seguimiento habría sido más potente y por ende más hiriente en el balance.
Cuando Carlos Rodriguez ganó el año pasado en Morzine por delante de Pogacar y Vingegaard, en el Tour, y se metió en plazas de podio en aquella general, pensé en el listón que se estaba poniendo.
Al año vemos las consecuencias de aquello.
Claro que le quiten lo bailado y esa etapa brilla mucho en su palmarés.
Dicho esto, leemos que Carlos acabó contento la Vuelta, tras tres semanas persiguiendo a los mejores y cerrando huecos, casi lo mismo que había hecho en el Tour.
Incluso con el palmarés que ha logrado este año, Carlos Rodríguez es carne de grandes vueltas, no es explosivo pero sí fondista, paciente y concienzudo, cualidades perfectas para las tres semanas.
El papel de Carlos Rodríguez en la Vuelta se explica por un hecho sencillo de entender, cuando pones su nombre en la intranet de ASO para buscar una foto suya, el banco de imágenes te responde que no hay resultado.
En el fondo de todo esto, se nos olvida que Carlos sigue siendo joven, disputó el maillot blanco hasta el último día y que los tiempos son diferentes en cada corredor.
En Ineos, equipo muy venido a menos, le dieron tiempo en su día, como también nos recordó José Luis Arrieta, y los resultados van llegando.
Este doblete Tour-Vuelta nos refrenda en algo que otras veces ya hemos explicado en este mal anillado cuaderno, que estos chavales no lo tienen sencillo, que hay altibajos y que todo suma.
A Carlos le deseo lo mejor el año que viene, a más no tardar, porque como veis, de la urgencia del resultado nadie se libra.
Imagen: ASO
Noticias de ciclismo
Lazkano le pone «old school» al Red Bull
La entrada de Oier Lazkano en Red Bull no por cantada deja de ser una mala noticia para Movistar
Pues ya está, el rumor con forma de noticia casi consumada, es ahora titular real: Oier Lazkano deja Movistar para entrar en el Red Bull.
Fichaje bueno, de campanillas, los alemanes que vienen con idea de copar, si no reventar, un mercado que no da mucho más de sí, se anotan un tanto brutal.
Oier Lazkano se sitúa entre los cuatro o cinco nombres que este año se han revalorizado al 100%.
No es un algoritmo matemático, todo lo bueno que el alavés haya mostrado esta temporada, no significa que lo vaya a multiplicar el año que viene, pero hay material, material del bueno.
Dice en la nota de prensa del Red Bull, el mentor del equipo que «Oier Lazkano es algo de la vieja escuela», eso es «old school».
No le falta razón, no es un corredor anotador 100%, como sus registros marcan, pero es killer en momentos especiales y sobretodo le da presencia al equipo, caza escapadas con la facilidad que su físico le permite.
La imagen que ilustra este artículo es paradigmática, el ciclista chepado tirando a mil por hora de un grupito de escapados.
Eso ofrece Oier Lazkano y eso valoran en Red Bull.
Un verso suelto con gran potencial físico que, bien pulido, y esta gente sabe pulir, puede ofrecer mucho y bueno.
La temporada prime de Lazkano reside en uno de los talones de Aquiles de su nuevo equipo, la primavera.
No ha ganado una clásica en Bélgica, pero fue podio en Kuurne y su rueda fue vigilada y seguida por Van der Poel y Van Aert.
En el Tour, se pasó de pantalla escapado, pero echando en falta esa capacidad de resolución de otros grandes nombres.
En todo caso, tiene margen, es joven, en muchos escenarios ha debutado y ya le conocen.
Dos años después de dar el salto de Caja Rural a Movistar, ahora llega otro empujón, a lo más alto, pues más allá del potencial que Red Bull le ofrece al ciclismo poco hay.
Me parece un fichazajo, que seguro va a tener sus opciones, incluso en un equipo tan lleno de estrellas, pero una mala noticia para un Movistar que vuelve a perder otro ciclista de gran radio.
Esto no deja de ser una sangría tan preocupante como significativa.
Imagen: Unipublic/Cxcling/Toni Baixauli
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Miki
22 de julio, 2021 En 16:40
No son 20 los ciclistas con podio en las tres grandes?
Iban Vega
22 de julio, 2021 En 23:21
creí escuchar o leer que eran 17, por eso puse en el texto que no estaba seguro