Ciclistas
¿Quién es el mejor sprinter del mundo?
Si nos pedís por el sprinter del 2019 nos quedamos con el pequeño pero eficaz Caleb Ewan
Caleb Ewan, Sam Bennett, Dylan Groenewegen, Elia Viviani, Pascal Ackermannn… no se sencillo decir quién es el mejor velocista del año
En el Jumbo-Visma lo tienen claro…
???? May we have your attention please?????#Dylan2023 pic.twitter.com/NQiZMjPyQ6
— Team Jumbo-Visma cycling (@JumboVismaRoad) October 21, 2019
Ojo, poca broma, que el equipo amarillo acaba el año con los dos corredores más laureados, además de Groenwegen, segundo ha sido Primoz Roglic, quien ha ganado durante ocho meses casi todo lo que ha competido.
Las cifras ponen a Groenewegen como el sprinter más laureado de la campaña.
Sus triunfos llegaron a rozar la tiranía, encadenando éxitos, siendo el azote mental de sus rivales, que cuando veían a Groenewege, seguro que ponían las barbas de remojar.
Pero a nadie se le escapa que el palmarés de este fornido velocista neerlandés incorpora piezas de esas que aunque dan caché no son top.
Y no es sencillo romper ese círculo, cuando el Giro tiene opciones para los sprinters, pero no tantas, la Vuelta casi las ha quitado y el Tour va a menos.
Se un buen sprinter es convivir con el estigma de que la etapa que debes ganar seguro que va a ser un bodrio.
Y eso las grandes vueltas, el semillero y hábitat natural para marcar el mejor sprinter del momento.
La primera semana del Tour es la guinda, sin duda, de lo que decimos, el mundial oficioso y a los puntos de los mejores sprinters del mundo que, con esmero, podrían alargar sus opciones hasta la mismísima llegada de París.
Y es ahí, en el irregular firme de los Campos Elíseos, cuando enfilan esa subida hacia el Arco del Triunfo, donde generalmente se juega la corona más pesada.
Y no es casualidad que Caleb Ewan fuera el ganador.
El velocista de las antípodas que sprinta plano, con el mentón coqueteando con el SRM y estos días se bate en el velódromo de Londres es para nosotros el mejor sprinter del año.
No lo es en términos absolutos, Groenewegen se hizo con una corona muy meritoria, pero sí en calidad de victorias.
Con diez triunfos, se ha quedado a cinco del neerlandés, pero es que la mitad de las mismas se firman entre Giro y Tour.
En el segundo Ewan se cepillo tres etapas, cargándose de razones por su cabreo, hace un año, cuando el Mitchelton no le llevó a la mejor carrera.
Bien rodeado, cargado de confianza, Caleb Ewan ha dado su mejor medida en las grandes carreras, y en un contexto nada sencillo, porque las opciones escasean y la presión sobre los hombres rápidos es importante.
Ojo que Ewan explotó tan joven que aún tiene 25 años…
Por medio se colaron las bazas del Bora, un equipo que acusó la irregular temporada de Peter Sagan, hecho que ha arremangado a Pascal Ackermann y Sam Bennett, trece triunfos por barba.
Ambos son segundo y tercero en esa lista hecha muy a conveniencia.
Cada uno tendrá sus gustos, el alemán es un portento, físico corpulento, con pegada, fuerte, tipo Marcel Kittel, en el año de su precipitada retirada, y si nos apuráis perfil André Greipel, pero el irlandés es canea fina, con una efectividad que es un premio para los estadísticos.
Elia Viviani sigue ahí, con sus lógicas carencias, que las tiene, pero una profesionalidad que nadie podrá discutirle.
Numéricamente su 2019 no ha sido su 2018, pero le queda el consuelo de haber estrenado la cuenta en el Tour.
Si creemos que Bennett va a ir a más, Fabio Jakobsen es quien parece mejor posicionado para lo que viene, como su compañero Alvaro Hodeg, que reposa las heridas provocadas por esas vallas criminales.
La campaña saca de la foto a Fernando Gaviria, quien espera a Richeze como parte de la solución y porfía Alexander Kristoff, sobre el papel el segundo velocista del Emirates, pero en la estadística el mejor.
Si no son buenos tiempos para el arte de la lucha contra el reloj, tampoco lo son para la velocidad, esos adalides del final eléctrico que, tras hacernos esperar largas horas, nos dan la esencia del ciclismo en 200 metros.
Romain Bardet
Lieja: Romain Bardet sobrevive a los tiempos y los monstruos
La segunda plaza en Lieja nos recuerda el excelente ciclista que es Romain Bardet
En este mal anillado cuaderno cada éxito o buen resultado, como la plaza de plata en la Lieja, de Romain Bardet, se celebra.
Siempre.
Ayer, mientras Pogacar, muy cansado en meta, celebraba los primeros instantes de su segundo victoria en la decana, la televisión pinchó un momento a Romain Bardet, quien miró a la cámara, sonrió y agitó el puño derecho, creo.
Fue un gesto natural, sin aspavientos ni nada similar, estaba celebrando una segunda plaza, pero que segunda plaza
Co esa segunda plaza, el primero de los «humanos» podríamos decir, Romain Bardet recordaba en Lieja que su ciclismo de sentimiento y sensaciones sigue vivo y vigente, no sin dificultades, pero vivo al fin
Era un nuevo top ten para Romain Bardet en la capital valona.
Como es de esperar sus mejores resultados clasicómanos se producen en Lieja y Lombardia, pero en especial en la primera, en la que Romain Bardet ya ha sido dos veces podio.
No ha ganado nunca un monumento, pero ha estado ahí, no lejos de los mejores.
Pero si hasta fue subcampeón en el mundial que corona a Alejandro Valverde.
Porque Romain Bardet lleva años en el negocio, hace diez fue cuando explotó en el Tour, el de Nibali, y toda Francia se emocionó con lo que podría llegar hacer.
Pisó dos veces el podio, pero nunca hizo de menos el resto del calendario, ni siquiera en sus años de prime con la Grand Boucle, y así ha granjeado un palmarés pequeño, sólo 10 victorias, pero muy potente en calidad y aprecio de la gente, pues se le quiere, esa es la verdad.
Cuando el año pasado Remco Evenepoel el ganó la etapa de Pirineos en la Vuelta, todos asintieron ante la entrega y honestidad de este ciclista que admite que las cosas han cambiado mucho para su gusto, pero que tuvo arrestos para salir del grupo que Pogacar acababa de destrozar y firmar una posición de plata que tiene un mérito brutal.
Cuando tengáis dudas de a dónde va este deporte, cuando veais cosas que no os emocionan, hay tirar de los clásicos, tirad de Romain Bardet.
Imagen: A.S.O./Gaëtan Flamme
Ciclistas
Lieja: ¿Qué es Tadej Pogacar?
El dominio de Pogacar en Lieja le sitúa como uno de los mejores clasicómanos de siempre
Cruza la meta solo, tras una cabalgada de 30,40, 50 u 80 kilómetros ¿qué más da? Lo de Lieja es otra muesca en la cuenta de Tadej Pogacar.
Sin Evenepoel, sin Roglic, la gran rivalidad se enfocaba esta vez con Mathieu Van der Poel, pero, ahora mismo, al neerlandés le falta un hervor en estas carreras.
Y ojo que, con este razonamiento, no le descarto para las futuras ediciones de la decana ni de Lombardía, los dos monumentos que faltan en su cuenta
Este domingo Tadej Pogacar ha sumado en Lieja su victoria nº 70.
Tiene 25 años y su palmarés habla por él.
Es un bagaje en el que no caben medianías, un recorrido que para muchos arrancó en la Vuelta que acaba en el podio, para otros, el Tour que le remonta a Roglic, y quizá, para unos pocos, en aquel Algarve que gana recién accedido al profesionalismo.
Si miramos su lista de éxitos, el desconcierto nos invade.
¿Qué es Tadej Pogacar?
¿Un clasicómano con proyección en vueltas? o ¿Un vueltómano que gana clásicas?
Yo no lo sabría decir, es las dos cosas al mismo tiempo, el ciclista total, el especialista en todo, un sueño ciclista y estadístico hecho realidad.
Con su segunda victoria en Lieja, Pogacar pone otra pieza en su recorrido hacia la leyenda.
Sus victorias combinan belleza, riesgo y efectividad a partes iguales, pero todas barnizadas de emoción y empatía, pero con esta lista de victorias yo ya empiezo a pensar que éste es un clasicómano que ha hecho fortuna en la vueltas por etapas.
Tadej Pogacar ha igualado a Mathieu Van der Poel en el top de los monumentos.
Con lo complicado que resulta ganar uno, ambos acumulan seis, en un tiempo en el que cada victoria en estas carreras se cotiza carísima.
Sólo recordar cuántos ganó, por ejemplo, Peter Sagan.
Imagen: A.S.O./Gaëtan Flamme
Ciclistas
La última marcianada de Van der Poel podría estar en Lieja
No descarto que Van der Poel gane un día en Lieja, pero este domingo lo veo imposible
Es obvio, y a las experiencias ultimas me remito, que cualquier quiniela de Lieja tiene mucho de Pogacar, algo de Van de Poel y un poco del resto.
El ciclismo se ha convertido en esto, en un raro equilibrio roto y condicionado por si uno, dos o tres de los Big 6 toma parte, y no lo digo yo, lo admiten abiertamente ciclistas experimentados y con años en el negocio, tipo a algunos que han pasado por el podcast, desde Luisle a Ion Izagirre, pasando por Verona y Andrei Amador, sin olvidar las sensaciones que Purito nos transmitió el año pasado, en vísperas del Tour de Francia.
La Lieja-Bastonge-Lieja de 2024 pinta a duelo en la cumbre entre los dos mejores ciclistas del año y yo diría que de los últimos años.
Ahora bien, a nadie se le escapa que la balanza en este pronóstico está escorada hacia Tadej Pogacar.
Mano a mano, la Lieja-Bastogne-Lieja ofrece la dureza suficiente y encadenada como para que el esloveno gane con cierta holgura, e incluso trate de empequeñecer las dos últimas exhibiciones que Remco Evenepoel ha logrado en este escenario.
Sin embargo, con Mathieu Van der Poel siempre nos queda el «y si…» y Lieja no escapa de esta lógica.
El neerlandés ha engrosado su saco de esos monumentos que mejor domina a la espera de mirar a los dos que seguro un día va a querer tentar.
Esto de Lieja es una primera aproximación para Mathieu Van der Poel, quien por otro lado conoce la carrera y ya la ha finalizado no lejos del podio.
Lejos de contentarse con el botín obtenido en las piedras, afina la puntería hacia la primera de las dos clásicas que le faltan para ser pedazo gordo de la historia, habiendo logrado los cinco monumentos.
El campeón del mundo puede moldear y acoplar su camino hacia Lieja y Lombardía, claro que sí, es más seguro que lo hará, pues en su ADN, además de un poderío brutal figura esa querencia por la historia del ciclismo.
No creo, repito, no creo que pueda contrarrestar un Pogacar desmelenado, pero ojo lo que va aprendiendo y la aproximación que hace para el futuro.
El domingo hizo un «entreno» de calidad en la Amstel, carrera menos dura, pero que ya ha ganado, y su punto de forma, lo vimos en Roubaix, es yo creo el mejor de siempre.
Se espera frío y lluvia en Lieja, no sé yo si al final del día veremos el arcoíris en la capital valona.
Ciclistas
Juanpe López, el ciclista que te pone nervioso
Esto de Juanpe López es un paso de gigante, no sólo es una etapa, es todo un Tour de los Alpes
Juanpe López es un ciclista especial, por decirlo de alguna manera.
No me lo toméis a mal, es cercano, sensible y transparente, tanto que a veces poner hasta nervioso.
Pero ello no le quita un ápice de atractivo y alegría a lo que ha conseguido esta semana, ganar una etapa, su primer triunfo, y la general del Tour de los Alpes, lo que era el Giro del Trentino, o lo que es lo mismo, un anticipo de lo que espera en el Giro de Italia.
Juanpe López ha abierto la cuenta en la semana del frío y el mal tiempo en media Europa.
El mismo día que el pelotón tiritaba en la Flecha Valona, él encontró el éxito en la nevera que era el Tour de los Alpes con un ataque de media distancia y la certeza de que si apretaba hasta el final incluso la general podía estar en su radar.
No se equivocó.
Por el camino al triunfo le tocó lidiar con Bardet, O´Connor, Tiberi, Poels y cia en una etapa, la de ayer, en la que le pusieron al límite en más de una ocasión poniendo de relieve una de sus grandes virtudes, llevar el sufrimiento hasta un poco más allá.
Como cuando fue líder del Giro, es increíble lo que se agarra a la carrera, de una manera incondicional como a pocos se les ve.
Nuevo en estas lides sacó otra de sus características, los nervios.
Vivir al lado de Juanpe López tiene pinta de ser emocionante, tomándose las cosas como demuestra tomárselas.
Todo esto lo deduzco por su forma de actuar en muchos pasajes de la carrera, un poco a medias entre Evenepoel, Alaphilippe y el gran Thomas Voeckler.
Qué manera de gesticular, que forma de engancharse con todos y cada uno de los integrantes de cada corte que se ha ido formado.
Según piensa, se mueve y actúa, nada más comanda los grupos, pide el relevo, nada más pierde alguna plaza, deja recados por el camino.
Soy yo o Juanpe es muy "turras" con tantos gestos??? #TotA
— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) April 18, 2024
Ya sé que no nos hemos visto en esas circunstancias, que no somos ciclistas profesionales, pero a veces resulta hasta un poco excesivo.
Pero, como os decía al principio, no me lo toméis a mal, esto es un gran paso, un salto de calidad, no es ganar una etapa, es una general y eso, en este ciclismo, tiene mucho valor.
Ahora, el Giro.
Imagen: Lidl Trek
-
Ciclismo1 semana atrás
Ciclista: El casco, siempre el casco
-
Ciclismo antiguo1 semana atrás
1994: La Flecha Valona que cambió el ciclismo
-
Ciclismo1 semana atrás
La Flecha Valona de Igor Astarloa ya queda lejos
-
Ciclistas1 semana atrás
5 desenlaces de capo en los monumentos
-
Mundo Bicicleta2 días atrás
Cambribike 2024: Cambrils en el mapa del ciclismo
-
Ciclistas6 días atrás
La última marcianada de Van der Poel podría estar en Lieja
-
Ciclistas7 días atrás
Juanpe López, el ciclista que te pone nervioso
-
Ciclismo antiguo5 días atrás
Briançon, Lieja & Valkenburg, las 3 esquinas del ciclismo