Ciclismo antiguo
Sólo tengo tres imprescindibles en la historia del ciclismo español
En la historia del ciclismo español hay tantos y tan buenos que es imposible escoger sin provocar una injusticia
Cada vez que nuestros amigos de @ClasiHistorica proponen un ranking en ciclismo se lía una buena y si lo hacen sobre la historia del ciclismo español, ni os cuento.
En esta opción, si lo he entendido bien, realizaron una serie de cruces entre históricos del ciclismo español para dar un top de siempre.
El resultado es discutible, al menos para mí, pues si bien cierto que, como muchos comentarios dicen, los resultados priman mucho la época que hemos tenido la suerte que ver, también lo es, que en tiempos recientes la cantidad de tops ha sido brutal.
Nosotros hace un tiempo dimos nuestra lista de tops pero…
?♂️ Tras las votaciones realizadas entre una selección de 46 corredores, así resultó el TOP-20 histórico del ciclismo español
? Para evitar la aleatoriedad de las eliminatorias, vamos a confirmar el orden definitivo con duelos cara a cara desde el 20º puesto
? Acompáñanos!! pic.twitter.com/keeukcTZHC
— Clasificaciones Históricas (@ClasiHistorica) March 8, 2022
Queríamos aprovechar para decir que, a mi juicio, sólo hay tres ciclistas imprescindibles en la historia del ciclismo, pues en ellos tres se aúna la excelencia, con todas las aristas que se le quiera buscar, pues en el caso de Alejandro Valverde y Alberto Contador, es cierto que tuvieron sanciones por dopaje, pero también lo que es que un día pudieron volver y seguir ahí arriba: sacar sus sanciones cumplidas cada vez que se habla de ellos es cansino.
Dicho esto, y no porque hayan sido ciclistas que yo haya visto, creo que los tres imprescindibles de la historia del ciclismo español son Miguel Indurain, Alejandro Valverde y Alberto Contador, por este orden además.
Eso es el núcleo, lo imprescindible, si tomamos la certeza de que las grandes vueltas son la vara de medir, Indurain y Contador suman siete cada uno, si le sumamos a ello la monumental trayectoria ciclista de Valverde, cuadramos el círculo.
Sí, cierto, es injusto, pero cuando se trata de elegir y acotar, es imposible ser justo al 100%
Y me duele no poner a otros en ese podio.
El primero de todos, por su excepcionalidad, Oscar Freire, con tres oros como otros tantos soles en la carrera más bonita del calendario, el mundial.
Luego, la lista es un batiburrillo de subjetividades que cada uno puede completar a su gusto, si no quiere echar mano de la estadística pura y dura, pues muchas veces no sólo es el dato, es también lo que cada corredor ha sabido emocionarnos.
Para los de la generación anterior a la mía no hubo nada igual que Luis Ocaña y José Manuel Fuente, dos genios cuyo palmarés es imposible refleje su dimensión, más que nada por ese temperamento que les hacía capaces de lo mejor y lo peor.
Un poco antes que ellos, José Pérez Francés les marcó el camino.
¿Cómo no se les iba a querer?
Si vamos a los pioneros, permitidme barra para casa y me acuerde Mariano Cañardo, el ciclista que marcó el camino que los Trueba, Berrendero, los Rodríguez, con registros como el de Delio en la Vuelta,… todos esos no salen casi, pero tuvieron un mérito que ni imaginamos.
Pionero en casi todo fue Federico Martín Bahamontes, el primer ganador español del Tour, cómo no meterle en un top ten, aunque fuera a empujones, lo mismo que el primer campeón del mundo, Abraham Olano, otro que abrió un capítulo lleno de alegrías, y el «nen de Montcada» Miquel Poblet.
Uno que la gente olvida fácil, Domingo Perurena, unos 150 triunfos, dicho de memoria, con una extensión de palmarés tan brutal, aunque fuera mayoritariamente en España, que tiene que estar ahí.
Si queremos hablar de carisma, creo que Pedro Delgado es imbatible, lo suyo fue un fenómeno que prendió incluso en una guerra mediática.
Hay ciclistas que cambiaron la suerte del ciclismo español como Angel Arroyo, cuando las cosas no iban nada bien, u otros que nadaron entre gigantes como Julito Jiménez, quien se mediría con el propio Perico en cariño del respetable.
Añadirle nombres de los ochenta, que un servidor vio con ojos de niño: Marino Lejarreta y Álvaro Pino.
Si el Tour decanta balanzas, Carlos Sastre estaría muy arriba y si es un tema de remover corazones, el pequeño bagaje en triunfos de Fernando Escartín estaría muy arriba.
Y otros muchos que nos dejamos en el camino, pues como veis, sin echar cuentas, son muchos los que pondríamos ahí, con los ojos cerrados y la fe de que, en la historia del ciclismo español han habido tantos y tan buenos, que el problema es escogerlos sin temor a ser injusto.
Ciclismo antiguo
100 años de Bernardo Ruiz
Bernardo Ruiz fue el primer español en pisar el podio del Tour
Cuando Bernardo Ruiz nació, ayer hace 100 años, España en pleno periodo de la dictadura conducida por Miguel Primo de Rivera en conexión directa con el el rey Alfonso XIII, el último monarca antes de la irrupción de la segunda república.
En Orihuela, Bernardo Ruiz daba sus primeros pasos, los de un un pionero que abrió el camino para el ciclismo español en competiciones internacionales, primer podio en el Tour, en un contexto muy diferente al actual, puesto que en su época el ciclismo en España estaba en la prehistoria.
Desde joven, Ruiz demostró su talento.
Empezó a ganar competiciones importantes como la Vuelta a España en 1948 y la Volta a Catalunya en 1945, con 20 años. También ganó varias veces el Campeonato de España y la Vuelta a Valencia.
Pero lo más destacado de su carrera fue su participación en el Tour de Francia, el gran escaparate y restablecido tras el parón por la Segunda Guerra Mundial.
En 1951, Bernardo destacó en el Tour al ganar dos etapas y quedar en noveno lugar en la clasificación general, lo cual fue un gran logro para un ciclista español en esa época.
Al año siguiente, en 1952, logró el tercer puesto en la clasificación general del Tour, convirtiéndose en el primer español en subir al podio, fue el primero de una lista larga y fecunda en nombres que vienen hasta hace bien poco.
Este logro fue muy importante para el ciclismo español, que en ese entonces no tenía mucho reconocimiento internacional.
Además, Bernardo siempre destacó la figura de Fausto Coppi, el ciclista italiano que para él fue el mejor de todos, por su talento y versatilidad tanto en carretera como en pista.
Después de catorce años de carrera, Bernardo Ruiz decidió retirarse en 1958.
Su legado en el ciclismo español es enorme, pues fue el primero en lograr un podio en el Tour y abrió las puertas para que otros ciclistas españoles pudieran destacar en el ámbito internacional.
Por todo, Bernardo Ruiz fue un ciclista clave en la historia del ciclismo español, especialmente por su papel en el Tour de Francia, y su legado sigue muy vigente desde la expo que se le ha dedicado en su Orihuela natal.
Imagen: Córdoba Hoy
Ciclismo antiguo
DEP Emile Idée, el ganador de etapa del Tour de más edad
Fallecido a los 104 años, Emile Idée se hizo ciclista en plena Segunda Guerra Mundial
No hace mucho Federico Martín Bahamontes nos dejaba a los 95 años para dejar de ser el ganador de Tour vivo más viejo.
Estos días leemos que se ha ido Emile Idée, un exciclista francés de 104 años que con su etapa en el Tour de Francia a finales de la década de los 40, suponía el vínculo vivo más longevo con aquellos años de postguerra.
Como decimos, Emile Idée era el ciclista más veterano en ganar una etapa del Tour de Francia, y nos dejó a los 104 años en su casa, cerca de París.
Fue una figura destacada del ciclismo francés en los años 40, a pesar de que su carrera se vio interrumpida por la Segunda Guerra Mundial.
Idée se convirtió en profesional en 1942 -en plena Segunda Guerra Mundial y los nazis ocupando Francia- y destacó como especialista en contrarreloj.
Ganó varios Campeonatos Nacionales y el desaparecido GP Nations, considerado en su época como el título no oficial de contrarreloj mundial.
Durante su carrera de 12 años, corrió para equipos como Alcyon-Dunlop, La Perle–Hutchinson y Peugeot-Dunlop. Además, compartió pelotón con leyendas francesas como Louison Bobet y corredores internacionales como Fausto Coppi y Briek Schotte.
Incluso quedó segundo en la París-Roubaix de 1948, detrás del belga Rik van Steenbergen.
Uno de sus mayores logros fue ganar cinco veces el Critérium Nacional, una de las carreras por etapas más prestigiosas de Francia. También fue el ciclista más longevo de la primera edición del Tour de Francia tras la guerra, en 1947.
El momento cumbre de su carrera llegó en 1949, cuando ganó la etapa 13 del Tour de Francia en un sprint final en Nimes. En una entrevista, Idée recordó haber intimidado a un rival italiano durante esa escapada, diciéndole: «Si intentas atacar, te doy una buena paliza«.
Aunque no se sabe si el italiano le tomó en serio, Idée demostró ser el más rápido y se llevó su única victoria en el Tour.
Se retiró en 1952 y luego abrió varias tiendas de bicicletas, viviendo el resto de su vida en Melun, cerca de París.
Emile Idée será recordado no solo como un gran ciclista, sino como un testimonio viviente de una era crucial del ciclismo.
Imagen: Journal L´Union
Ciclismo antiguo
DEP Pascal Hervé
Para mí, Pascal Hervé fue uno de los mejores ciclistas que sucumbieron en el derrumbe del equipo Festina
Imagen: Ciclismo a fondo
Ciclismo antiguo
La primera Vuelta a España de la historia
Cincuenta inconscientes tomaron la salida de la primera Vuelta a España
Pues ya estamos en los noventa años desde la primera Vuelta Ciclista a España.
Fue por estas fechas que unos cincuenta descerebrados se ponían en marcha desde la madrileña Puerta de Hierro.
Eran pocos, muy buenos, duros como rocas e inconscientes.
Eran lo que a la historia le llamaríamos la prehistoria, pioneros e impulsores de un deporte que por esas fechas causaba furor, lanzaba hordas a las cunetas, paraba fábricas, daba recreo a los niños y se sentaba en cualquier tertulia de bar.
El 29 de abril de 1935 nacía la Vuelta a España
Hace ochenta años, en un país hecho trizas ideológicamente, con la República, la segunda, en plena revisión y en vísperas de un conflicto que muchos consideraron la primera entrega de la Segunda Guerra Mundial, quedaban escasos quince meses para la Guerra Civil.
Los ciclistas que tan temprano se reunieron en Madrid salieron dirección a Valladolid para completar la primera etapa.
Luego camino al norte, paseo por la cornisa cantábrica y paso obligado por el ombligo de la España republicana, Eibar, de donde curiosamente habían salido todas las bicicletas que se usaron en esa edición, pues traerlas de fuera con aquellas comunicaciones era imposible.
Eibar era esos días un semillero de cambios y continuas cábalas.
Acaban de dejar la armería, en crisis por muchos motivos, y se habían centrado en juntar los mismos tubos pero para dar forma a bicicletas.
En la salida de la Vuelta, de la primera Vuelta, hubo una especie de subasta para ver quién equipaba la mitad internacional del pelotón, representada por un puñado de belgas entre los que estaba la gran figura de la edición, Gustaaf Deloor.
BH ganó la partida y se llevó las estrellas europeas. Ganaron la Vuelta.
En el otro lado, estuvo el pelotón español, encabezado por Mariano Cañardo a los mandos de una Orbea, la otra gran fábrica eibarresa que compitió por las vedettes belgas. Cañardo no ganó la carrera, estadísticamente hablando, pero fue el personaje que juntó todo tipo de personas para chillarle en la cuneta y apretar gajos de tiza escribiendo «Viva Cañardo» contra las terribles carreteras del momento.
Siguiendo con la carrera ésta continuó en dirección a Zaragoza, a las huestes del Club Ciclista Iberia y su antiguo velódromo en el que ganó precisamente Mariano, antes de entrar en Barcelona, donde la gente acogió la carrera con la locura que sólo Cañardo, ídolo del lugar, podía despertar.
Posteriormente camino de Levante, Granada, Sevilla, Extremadura y vuelta a Madrid previo paso por Zamora, a donde Cañardo llegó montado en la bicicleta de un transeúnte porque la suya no daba abasto a pinchazos y averías.
Aquel ciclismo de hígado y sangre nos resulta lejano, mucho en el tiempo, incluso en la mentalidad, pero sin embargo era auténtico y en muchos sentidos envidiable, no en el papel del ciclista, que pasaba auténticos calvarios, pero sí en el del espectador.
Era el ciclismo de portadas, el de litros y litros de tinta vertidos en papel, el de palabras airadas entre seguidores,… un ciclismo que ochenta años después anhelamos
Y ya que nos alineamos con efemérides, decir que hará cuarenta primaveras nació Ciclismo a Fondo, la revista con la que crecimos y alimentamos los sueños ciclistas de niñez.
La decana cabecera surgió con un imberbe Perico ganando aquella Vuelta en la que casi nadie se pone de acuerdo cómo se resolvió más allá de la certeza del resultado. Podríamos incluso achacarlo a la niebla y confusión de Navacerrada.
Obviamente no puedo menos que recomendaros mi libro, que por cierto se abre con lo que pasó tal día como hoy hace casi noventa años…
Imagen: Hemeroteca El Mundo Deportivo
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10 de marzo, 2022 En 11:00
Mariano Cañardo y Julián Berrendero nacieron un poco pronto pero sus nombres ersn sinónimo de «campeón «. ¿Entre los diez primeros? Si no muy cerca.