Opinión ciclista
El aficionado del Giro se ha sentido estafado
Lo que ha pasado en el Giro es una decepción irremplazable para el aficionado
Vamos a hablar de lo sucedido hoy en el Giro desde una perspectiva, únicamente una, la nuestra, la del aficionado.
Con esto, no vamos concluir que la carrera debía haberse realizado en toda su extensión, sí o sí, por que, por motivos que resultan al alcance de cualquiera, nuestra valoración se realiza de lejos del lugar de autos.
Sin conocer todos los detalles, sin saber qué pasó o qué se dijo en la noche de ayer y la mañana de hoy, pero viendo cómo funciona este tingladillo, de los dimes y diretes, de las opacidades interesadas y de los intereses que confluyen, podemos decir que el aficionado del Giro se siente estafado con esta etapa.
Y es que, nunca mejor dicho, llueve sobre mojado.
Cada vez que resuena el «protocolo de meteorología extrema» cabe la posibilidad, muy alta, de que se acabe aplicando, como si lo que se legisló para que fuese puntual, sea lo habitual.
La excepción convertida en norma, como en otras muchas cosas en la vida.
Cada vez que se afronta una jornada así, lo que empieza siendo la opinión de uno, prende como la llama en el aceite y se genera una unanimidad deja al aficionado huérfano de una etapa que llevaba semanas esperando, una etapa de esas que, o ves en el Giro, o no la ves.
El Giro de Italia se la ha jugado mil veces, ha subido mil cimas nevadas y colapsadas de nieve, abiertas para la ocasión y se ha realizado
Las imágenes, las pocas imágenes que se vieron hablaban de un día de perros, pero practicable, al menos hasta donde se pudo ver.
Gente desplazada en el lugar apreció la ruta limpia a Marmolada y Pordoi con tiempo para poder hacer cumbre sin complicaciones, la organización, en cambio, aduce cambios bruscos de tiempo que podrían degenerar en un caos, cuando no en el algo peor, algo que les produce pesadillas, un plante del pelotón.
Al mismo tiempo, los ciclistas admiten que querían salir.
Cuando digo que el aficionado del Giro se siente estafado, me refiero a esto, que no hay un mensaje coherente y trenzado entre los protagonistas.
Una sensación de vacío cuya guinda llego con la no retransmisión de la carrera
Es increíble que a estas alturas estemos así, en este ciclismo que vive por y para la televisión.
El Giro es especialista en ambas cosas, en sobresaltos con cambios de recorrido y en retransmisiones paupérrimas, e igual que el otro día os dábamos un puñado de razones para amar esta carrera como lo más sagrado de vuestras vidas, ahora admitimos frustración.
Hay mucha gente, cada vez más, con cierta edad que admite no sentirse representada por este ciclismo, un ciclismo en el que si algo no encaja en los cánones de los corredores, se para, sin más, en circunstancias en las que la historia dice que se puede seguir.
Ver a ciclistas disimulados en nieve te hace revivir una sensación agridulce, por un lado la empatía nos lleva a sufrir por ellos, pero al mismo tiempo sabemos que la grandeza de este deporte se construyo en la épica y los extremos.
Sea como fuere, hoy quien ha perdido es para quien se trabaja y se monta esta función.
Hoy el aficionado se ha sentido estafado por el Giro.
Imagen: FB Giro d´Italia
Opinión ciclista
Tour: Estas etapas matan el ciclismo
La primera de las etapas en Francia ha sido un lastre para el Tour
En un ciclismo, en una sociedad de paciencia menguante, como leo a Ander Izagirre, etapas como la primera del Tour en Francia son un tiro en el pie de este deporte.
Llego ahora a casa y leo que os estáis aburrrrriendo con la etapa tostón del Tour. Aquí tenéis algunas decisiones brutas y cómicas que tomaban los organizadores de Giro, Tour y Vuelta contra el aburrrrrimiento. pic.twitter.com/HDRvFMGrRr
— Ander Izagirre (@anderiza) July 4, 2023
No hablamos del deportista, ni de su necesidad de tomarse un respiro en una jornada que conecta la salida vasca con los Pirineos, que puede ser tomada con más o menos calma, hablamos de imagen, de la percepción, de la sensación que, o eres un enfermo de esto, o es imposible tragarse semejante bodrio.
¿Lo mejor?
La retransmisión, como casi siempre, aunque para conocer las Landas, quizá mejor los documentales de La 2.
La imagen de recreo y asueto generalizados esta jornada de julio fue el mejor tarjetón de invitación a la siesta.
Ya veis, el mito de la siesta y el ciclismo, con la voz de Perico o Javier Ares de fondo, en el calor de julio, las jornadas intensivas en el trabajo.
El ciclismo no puede permitirse etapas así, el Tour, tampoco.
Es la etapa cuatro del Tour de Francia 2023, no estamos en ruta hacia los Campos Elíseos, de homenaje al ganador, ni tampoco en el día después de una gran batalla.
Las fuerzas están frescas y las etapas buscan ganadores y protagonistas en su desarrollo.
El hecho que lamentaba Antonio Alix, sobre los belgas atacando al unísono, como en una broma pactada con la moto de Philippe Gilbert, define un paisaje triste, indigno de la mejor carrera del mundo.
El comentario de Contador, sobre cómo suben los clicks de su marca de bicicletas cada vez que uno de los suyos va en fuga debería ser de conocimiento generalizado en el pelotón, a sabiendas que hay mucha gente mirándoles, pero también equipos de marketing calculando cada segundo que su marca tiene exposición en la televisión.
Jasper Philipsen repitió triunfo en una de las peores etapas que recuerdo del Tour, y eso que hay unas cuantas, pues fumadas suceden cada año, puntuales a la cita.
El ciclismo no se puede permitir días así, los ciclistas por intocables que crean, tampoco.
Seguro que vendrán grandes días de ciclismo, pero si a la larga estos trayectos decantan la balanza sucederá que igual no habrá dinero para todos.
Imagen: A.S.O./Charly Lopez
Noticias de ciclismo
Qué poco sabemos sobre el Tramadol
Ahora mismo sólo el ciclismo ha prohibido el Tramadol
Cierto es que no es dopaje, no al menos sobre el papel y en la norma, pero a mí que me lo expliquen ¿qué cojones pasa con el tramadol?
En otras palabras, no se puede dejar de golpe https://t.co/34sQQ5uT7n
— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) December 10, 2022
Su nombre corre por los mentideros hace tiempo, no da beneficio alguno en el rendimiento, sobre el papel, pero pitar con esto, o similar, te puede valer la ruina.
En ciclismo ya está prohibido, en otros deportes habrá que esperar, como si se necesitara un tiempo de transición para dejarlo estar.
La sensación, si no fuera porque la hemos visto mil veces en el deporte, sería fea, extraña, casi nauseabunda.
La cosa es sencilla, es matar la sensibilidad del deportista para que éste se centre en el rendimiento sin que nada moleste, si quiera eso tan humano que es el dolor por el esfuerzo fuera norma que esta gente practica.
Ver su gestión denota que hay que poner tanta gente, tan diversa, de acuerdo que parece hasta siniestro que a nadie se le hubiera ocurrido antes.
Otra muesca más en quienes dicen mirar por la salud del deportista
Pillaron en Catar, en puertas del mundial de fútbol a un tipo con 2000 pastillas de Tramadol, como aquel auxiliar de Festina cargado de mierda que cazaron en la frontera entre Bélgica y Francia camino de la salida del Tour en Dublín.
No sé si adujo «consumo privado» en su defensa.
En aquel caso, ya sabemos lo que pasó, en este caso es un argumento más para quienes abogan por el tramadol fuera del deporte, no sólo del ciclismo.
Como me decían en twitter este finde ¿qué no sabrá la WADA sobre el tramadol para hacer esto?
Y lo más tétrico: ¿Qué se habría evitado de haberle puesto coto antes?
El Tramadol no es dopaje, insisten, y escribo constantemente aquí, pero todo lo que toca lo pudre y estigmatiza.
Se utilizó como arma arrojadiza para los irresponsables que iban a saco en algunas llegadas, sin miedo ni complejos, y ahora pesa como una losa sobre una de las grandes estrellas del pelotón, el amigo Nairo, que sigue sin equipo, oficialmente reconocido a puertas de Navidad.
Lo lamentable de todo esto es que, como muchas veces digo, es que estamos ante la punta del iceberg… ¿cuánta parte del cuento nos estamos perdiendo?
Opinión ciclista
Luis Enrique y la mal llamada prensa deportiva
Lo que está sucediendo con Luis Enrique es el termómetro de la prensa que se llama deportiva
Este es un tema que cuando empecé este mal anillado cuaderno solía tratar, pero con el tiempo dejé de lado, por ser imposible sacar nada bueno. Hablo de eso que llaman prensa deportiva.
Admito que me gusta el mundial de fútbol, me gusta mucho, desde siempre, su historia, las leyendas, las sedes… es una mística que sólo los Juegos Olímpicos y ciertas carreras ciclistas, diferentes cada año, según resulten, pueden igualar.
Antes del evento en Qatar, ya sabíamos que el ambiente alrededor de la selección española iba a estar condicionado por la figura del seleccionador, un gran aficionado al ciclismo además, Luis Enrique.
Pues bien, no ha hecho más que empezar el evento y tenemos llamas en las redes contra Paco González, en representación de la camarilla, por su diatriba ante el seleccionador.
Al margen que me parezca que tenga o no razón, el fútbol es algo tan apasionante como espectáculo colectivo, que esto, para mí es una menudencia, lo que me alucina es el ensañamiento gratuito contra una persona que podrá caerte mejor o peor pero que si está será por haber demostrado méritos suficientes para ejercer.
Es la bronca política, el negarle toda cualidad al adversario, llevada a la prensa que se dice deportiva.
Para la gente del ciclismo, la verdad, lo que tenga que decir esta gente poco o nada nos va a sorprender.
Con los años nos han regalado análisis sesudos como aquel que decía que el ciclismo es un deporte fácil porque van sentados o los mismos que medían la salud del ciclismo español por la cantidad de corredores que iban al Tour.
No entremos en cuando hablaban de dopaje.
Ahora, parece que a muchos se les ha caído la careta de esta camarilla.
España, lo siento, no tiene prensa deportiva, tiene una banda de malos actores, aireando lo peor de algo tan hermoso como el fútbol, para sacarse el sueldo a final de mes.
Lo triste es cuando se acuerdan de otros deportes, tipo ciclismo, y sale a flote toda su desconexión con la realidad del deporte.
A mí personalmente Luis Enrique me cae bien, sé que no es políticamente correcto pero al menos lo ves venir.
Y como repiten muchos, por cualquier cosa, hay que bancarle: que en sus famosos streams diga que está pendiente de la campaña de ciclocross me parece genial.
Tenemos aquí un buen embajador, un ciclista de papear kilómetros y sacarle todo el partido a la flaca.
Sólo por eso, y por destapar el disparate que algunos ejercen cada día en nombre de la prensa deportiva, le tenemos que querer.
Nosotros somos modestos, hablamos de nuestro deporte, nos equivocamos mil veces, pero somos directos y transparentes en nuestra opinión, pero sobretodo hablamos de algo que nos apasiona y lo hacemos con cariño infinito.
Opinión ciclista
Faltan datos para valorar el convenio de Movistar con Arabia
El anuncio de colaboración de Movistar y Arabia es incompleto
Dinero e influencia árabe en el deporte occidental es algo tan corriente, que a veces no entiendo tanto revuelo como ayer, cuando supimos del acuerdo de colaboración entre el Movistar Team y Arabia Saudí, a través, tengo entendido, de su federación.
Lo cierto es que el anuncio de ayer entra el molde habitual de estos comunicados.
Hablan de colaboración, lo centran en personal técnico y métodos de entrenamiento, pero poco hablan de lo que todos queremos saber: la panoja.
Y es así, y así lo refleja, por ejemplo, Cyclingnews, que deja la duda en el ambiente, cosa que no he leído en otros sitios.
Hace unas semanas, durante la Vuelta, Eusebio Unzue habló de dinero fresco para la estructura, luego vinieron los efímeros rumores de Repsol y ahora esto.
¿Es Arabia el mecenas que va a incrementar el presupuesto del Movistar Team?
Esa es la madre del cordero y la pregunta para la que nadie tiene, ahora mismo, una respuesta, por mucho que nos podamos imaginar que así habría de ser.
Como decía al principio, dinero e influencia árabe en el carísimo deporte occidental es un hecho que ya sabemos no es exclusivo del ciclismo.
En el caso de Arabia Saudí, es obvia su relación con el fútbol español, además de invertir en otros deportes como Fórmula 1, golf y ciclismo, con el Saudi Tour que les organiza ASO, como uno de esos bolos de pretemporada en medio del desierto, antes que empiece la campaña trascendente.
Para los países de la zona, es capital sacarse de encima el yugo del petróleo activando acciones ajenas al mismo, bien asesorados desde occidente.
Empezaron entrando en marcas de lujo de moda, colonias y esas cosas, siguiendo por infraestructuras y llegaron deporte, viendo el ciclismo como algo muy occidental en lo que también les interesa estar presentes y de paso blanquear su imagen.
A nadie se le escapa que estos países no son paradigma de derechos humanos ni tde rato igualitario entre mujeres y hombres, pero eso no ha sido óbice para negar su dinero y que siga la fiesta.
Porque cuando aplaudimos a un corredor del Bahrain o el UAE, o a ver el año que viene el Movistar, nos desproveemos de todos los prejuicios que podamos tenerles.
Hay en este sentido una entrevista muy interesante a Gino Mäder, corredor que ha tenido cierto compromiso con temas como el medio ambiente, en la que se encoge de hombros cuando se le pregunta por el sueldo que percibe y su pagador, el estado de Bahrain.
Vengo a decir que sí, que no es estético, que no es edificante de primeras, pero que el tinglado necesita de pasta y ésta ahora mismo está en ese lado del hemisferio y aunque nos hagamos cruces, el que gestiona las estructuras no dudará en cogerlo si en ello le va el futuro.
No olvidemos que en breve veremos un mundial de fútbol sacado del verano por jugarse en Qatar y que todos acabaremos mirando para otro lado en estas cuestiones.
Como en todo, el diablo está en el detalle y no sabemos el 100% del contenido de ese acuerdo, cuánto le supone a las arcas del gestor del equipo y que contraprestaciones tendrá, por ejemplo, en el maillot.
Por eso practicar la autopsia antes de cualquier saber el precio de todo esto, me parece precipitado.
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Jesús Eguizábal
24 de mayo, 2021 En 23:00
Yo soy uno de los que se siente frustrado, a mis 61 años y después de ver mucho ciclismo, pero mucho, pues sigo hasta los aficionados y seguí insitu el Tour que ganó Van Impe, he de decir que me siento decepcionado. Más después de ver a Lemond sufrir con barro en otros tiempos. Siempre se han gestado las grandes hazañas en la reina del giro, desde los tiempos de Coppi o de Galdós, pero es lo que hay. Una pena porque podía haber dado la vuelta a la carrera. Mucho pinganillo y mucho control de watios etc. etc. Pero ciclismo del auténtico poco.
Jesús Eguizábal
24 de mayo, 2021 En 23:32
He puesto Lemond pero me quería referir a cuando ganó Andrew Hampsten el Giro, con nieve y barro incluido.
Aitzol
25 de mayo, 2021 En 10:34
Giro del 88, creo yo que tampoco hay que llegar al extremo que se llego en aquella etapa que ganó Andrew Hampsten en el Passo de Gavia… No es la primera vez que acortan etapas o neutralizan el descenso…. Tampoco se trata de que para hacerlo vistoso, cuatro de la General se vayan ao suelo y lo que han Ganado con sus piernas lo pierdan de manera desafortunada…..
Es mas, yo en las llegadas masivas, soy de la opinión de neutralizar las antes y que se jueguen la etapa los especialistas en llegadas.
manolito repollo
25 de mayo, 2021 En 16:58
Creo que primero de todo hay que anteponer los intereses de los ciclistas.
Con el frio y la nieve, las bajadas de la Marmolada y el Pordoi, podían haber sido peligrosisimas.
Ahora bien, si anteponemos nuestros intereses como aficionados, los de la televisión y de otros, la etapa se hubiera disputado.
Acaso alguno de vosotros, no recuerda hace unos años a Ivan Basso bajando en una Vuelta ESpaña, titiritando de frio….creo que esas escenas sobran, porque la integridad física de los ciclistas está por encima de todo.
Y que conste, que el primero que se sintió fui yo, pues uno de mis puertos fetiche es el Paso Fedai (Marmolada=
Saludos
Javier marcos
26 de mayo, 2021 En 6:30
Vosotros los periodistas que siempre estáis exagerando los cambios de tiempo,y ahora os llueve sobre mojado.