Ciclistas
Gino Mäder, un tío que hay que querer
Pocos ciclistas muestran las inquietudes que Gino Mäder pone sobre la mesa cada poco
Cuando un ciclista fija su dorsal en la salida de la Vuelta prometiendo que cada corredor que quede por detrás de él en las 21 etapas será equivalente a un euro para causas medioambientales se gana nuestra atención de inicio. Eso lo hizo Gino Mäder en Burgos… y atentos nos tuvo las tres semanas.
Una atención que se mezcló entre el objetivo anunciado y un rendimiento deportivo sencillamente brutal, conjugando aquí también objetivos, el de sumar para que Jack Haig subiera al podio junto a su ambición personal de ser maillot blanco en Santiago de Compostela.
Consiguió ambas cosas y nosotros que lo celebramos como los 3159 euros que donó a causas contra el cambio climático.
Esa fue la suma de «ciclistas batidos» entre las 21 etapas.
Stage 21: 111 riders beaten. Vuelta done. It was hard.
New total: 3159
Twitter, 10 for everyone in GC?
— Gino Mäder (@maedergino) September 5, 2021
Hemos leído un par de perfiles de Gino Mäder en los últimos días, uno en el Cyclingnews, el otro en el ProCycling, ese revistón que deja de publicarse.
Con el suizo subyace esa eterna pregunta del deportista profesional y su poder para cambiar las cosas y predicar en el desierto
Con él, sin embargo, no hay ambages, Giro Mäder sabe que su responsabilidad va más allá de dar pedales y estar perfecto para cuando compita.
El año pasado demostró que se pueden hacer ambas cosas y de paso ganarse nuestro corazón cuando Roglic reclamó lo que le pertenece en una de las llegadas en alto de la París-Niza que acabaría perdiendo el último día, esbozarnos una sonrisa viéndole ganar en un Giro gafado para su equipo y vestir ese maillot blanco que llevó hasta el escenario del Obradoiro mismo.
Todo eso, con su promesa de donar el dinero que prometió.
En las entrevistas que le hacen a Mäder en los medios citados, el suizo hace gala de un pragmatismo brutal: no esconde que le incomoda su mecenas, un estado, Bahrain, que no es modelo en muchas cosas, pero valora que al menos el equipo mueva ficha en cuestiones como la obesidad y la diabetes, y eso hay que ponerlo en contexto.
Dice algo en lo que tiene razón, que si él no aprovechara esta oportunidad, habría otro en su lugar, que le ha costado fichar por Bahrain, pero que es lo que hay, que el ciclismo real es muy diferente al que sueñas cuando eres un niño.
Le honra admitir ese conflicto, está hablando de quien le da de comer, el equipo que le ha fichado procedente del Qhubeka, una estructura con fines benéficos que ha desaparecido.
Él, ciclista, frecuenta cumbres y más que nadie se ha percatado del retroceso de los glaciares en las montañas suizas.
Desde su atril puede hablar en primera persona de las amenazas que nos acechan si no mitigamos el cambio climático, un fenómeno que si a un deporte afecta, ese es el ciclismo.
En todo caso y volviendo a lo deportivo, en este Bahrain, donde todos caminan salvo Mikel Landa, suena el nombre de Gino Mäder para debutar en el Tour.
Ya os alegraría verle por ahí…
Imagen: Luis Angel Gomez / Photo Gomez Sport
Ciclistas
Tirreno-Adriático: Juan Ayuso en hora y forma
Juan Ayuso puede añadir la Tirreno-Adriático a un inicio de 2025 inmejorable
No ganó de forma aplastante, quizá acostumbrados a ver exhibiciones brutales vestidas de UAE, pero la temporada de Juan Ayuso, hasta esta Tirreno-Adriático, está siendo de 10.
Los rivales los conocíamos, estaban marcados, incluso un Filippo Ganna, y eran buenos, Tom Pidcock, hiperactivo, Jai Hindley y el propio Mikel Landa.
Ninguno se lo puso fácil.
Pero Juan Ayuso, marcado desde la salida, vivo y con todas las opciones de cara a esta etapa reina, cumplió el pronóstico.
La etapa había arrancado muy movida, con Mathieu van der Poel atacando desde el kilómetro 0, lo que prometía emoción.
Después de un ritmo frenético, finalmente se escaparon ocho corredores: Gianni Vermeersch, Benjamin Thomas, Samuele Battistella, Jasper Stuyven, Chris Hamilton, Magnus Cort Nielsen, Andrea Vendrame y Andrea Pietrobon.
El pelotón no dejó que la fuga se distanciara demasiado, con equipos como Bahrain y UAE interesados en la etapa, ya que era la única montaña del Tirreno-Adriático.
La diferencia comenzó a reducirse en la subida final, donde primero Bahrain y luego UAE, excelso Del Todo, como el año pasado en esta misma carera, pusieron presión a Filippo Ganna.
Vendrame, que ya había ganado una etapa en esta carrera, se lanzó en solitario con 5 kilómetros para la meta. En esa misma subida, Ganna fue descolgado del grupo por Isaac del Toro, quien, como decimos, impuso un ritmo muy duro.
Poco después, Ayuso atacó y, tras él, se unieron Pidcock y Hindley.
Mikel Landa logró conectar con ellos, pero Ayuso no dejó de atacar. En los últimos 3 kilómetros, el español lanzó varios ataques hasta dejar atrás a sus rivales.
Fue una gran demostración de madurez de Ayuso, quien, pese a la presión y las expectativas sobre sus hombros, controló la situación y ganó con autoridad.
Pidcock fue segundo y Hindley tercero, y no se lo pusieron fácil.
Imagen: FB TirrenoAdriatico
Ciclismo
La caída y abandono de Vingegaard son una muy mala noticia
Ciclistas
La seguridad le quita el sueño a Vingegaard
La caída de Itzulia ha disparado los temores de Vingegaard sobre la seguridad
Para Jonas Vingegaard el accidente de la pasada Itzulia puede ser un antes y un después, lo admitió en su día y ahora lo refleja cada vez que habla de seguridad en el ciclismo.
Ciclistas
Jasper Philipsen va para MVP
Hay pocos ciclistas más valiosos que Jasper Philipsen
Podríamos decir que Jasper Philipsen aún no está en la mesa de los grandes, pero sin duda es uno de los ciclistas que más se acerca a reclamar su lugar.
Hoy en día, Philipsen es uno de los corredores más valiosos del pelotón, no solo porque tiene el nivel para competir y no desentonar al lado de ciclistas como Mathieu van der Poel, sino también porque ha demostrado ser capaz de asumir el mando en momentos cruciales y decidir las carreras a su favor cuando la situación lo requiere.
En las últimas temporadas, el belga ha dejado huella, especialmente con sus victorias en el Tour de Francia y en la Milano-San Remo.
Además, sus dos segundos puestos en el París-Roubaix resaltan la consistencia y el nivel de sus actuaciones.
Es impresionante la cantidad de victorias que ha logrado, muchas de ellas de gran calidad.
Su capacidad para adaptarse y brillar en diferentes escenarios lo ha consolidado como uno de los referentes del pelotón.
Es cierto que a veces se le ha señalado por su actitud algo «mafiosa», como aquella vez en el Tour de Francia, cuando mostró una ambición y control casi abusivos dentro del pelotón. Sin embargo, no se puede negar que Philipsen ha evolucionado hasta convertirse en un ciclista indispensable en la actualidad, un verdadero diferenciador en la carretera.
Su presencia, por ejemplo, ha elevado el nivel de su equipo, Alpecin, y le ha dado a la formación una dimensión competitiva que rivaliza con los grandes equipos.
Mientras que a Van der Poel no se le conoce tanto por sacrificarse por un compañero, Philipsen ha demostrado ser un corredor por quien Mathieu pone el equipo por delante cuando es necesario.
Además de su talento, Philipsen destaca por el buen ambiente que transmite en el pelotón, manteniendo una buena relación con otras grandes estrellas, como Tadej Pogacar y Michael Matthews.
A pesar de sus momentos de tensión, su carácter competitivo y su espíritu de equipo han sido clave para consolidarlo como uno de los ciclistas más completos.
En cuanto a su evolución como sprinter, Philipsen ha dejado atrás las críticas que alguna vez recibió, como cuando nuestro querido Adrián García lo apodaba «Jasper Disaster».
Hoy es uno de los sprinters más letales, habiendo superado las 50 victorias, muchas de ellas de gran nivel, como las nueve etapas del Tour de Francia y varias etapas en la Vuelta a España. Además, su victoria en Kuurne-Bruxelles-Kuurne este año ha sido una clara señal de su potencial, demostrando a Visma que en Alpecin tienen un rival formidable.
No solo es un hombre de victorias en el sprint, sino también un corredor versátil.
La victoria en el Gran Premio de Escalda de hace dos años, donde brilló rodando de manera sublime sobre los adoquines, lo consolidó como un gran especialista en terrenos difíciles, donde se mostró eficiente y competitivo, conectando con otros velocistas belgas que también dominaban las piedras.
Hoy, la presencia de Philipsen es uno de los principales alicientes para poner en aprietos a Pogacar en la Milan-San Remo.
Como es bien sabido, si Van der Poel no logra romper la carrera, Philipsen será uno de los hombres clave.
Este 2025 ya ha comenzado a demostrar cómo puede hacerle daño al mejor ciclista del mundo, reafirmando que está preparado para luchar por los títulos más prestigiosos.
Imagen: A.S.O.
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