Mikel landa
Los caminos de Mikel Landa son inescrutables
Con tres podios en carreras top es complicado definir el año Mikel Landa
Este Mikel Landa, hay quien dice que sólo puedes quererlo, otros que merece fe ciega y algunos que lo consideran un bluff.
¿Quién se habría jugado los cuartos a su podio en el Giro de Lombardía?
Desaparecido durante grandes tramos de la campaña, tras una Vuelta a España muy mala, llega al último monumento del año para disputarle la corona, con Remco de boda, a los dos tíos más en forma del pelotón.
La foto lo dice todo, Enric Mas, Tadej Pogacar y semiescondido Mikel Landa, tras aguantarles en Civiglio, cazarles antes de San Fermo y entrar tercero.
FB Il Lombardia
Había euforia entre los defensores de lo español en el ciclismo el sábado por la tarde, pues se metieron cuatro entre los seis primeros ,en un resultado que siendo muy bueno no es significativo de lo que es el ciclismo español ahora mismo, pues abriendo el foco, si algo tiene el ciclismo ahora mismo en este lado de los Pirineos es que no es de cantidad y sí de calidad.
Son pocos los nombres que veo ahora mismo en el máximo nivel, y Lombardía, sin ser un espejismo, fue también una confluencia de factores.
También es cierto que Pogacar, que le disputa y gana sprints a Van Aert, tuvo dos excelentes compañeros de aventura para acabar ganando su segundo Lombardía.
Si Enric Mas no destaca por ser rápido, lo de Mikel roza la tragedia en llegadas de grupo
No obstante, creo que a Enric le habría interesado soldarse a la rueda de Pogacar, dejar que entrara Landa y luego ya veríamos cómo hubiera gestionado el esloveno a dos tíos a rebufo hasta la meta.
Pero vuelvo a Mikel Landa y la temporada que acaba de finalizar.
¿Cómo valoramos el 2022 de Mikel?
Ha vuelto al podio de una gran vuelta, tercero en el Giro, siete años después de acompañar a Contador y Aru, también en la grande italiana.
Curiosamente ha sido también tercero en otras «grandes» del calendario de la bota, como Tirreno y Lombardía, ambas ganadas por el mismo, Tadej Pogacar, y en ambas con la sensación instalada de que más allá del tercero tenía muy complicado subir,
Más allá de estos tres resultados, pobre el balance global de Landa quien en la Vuelta completó una actuación tan gris que me sorprende que nadie comentara nada.
Se criticó mucho, por ejemplo, a Carapaz por no poder disputar la general, pero al menos el ecuatoriano cambió el chip sobre la marcha y se hinchó a etapas hasta el final.
Esperar algo similar de Landa habría sido deseable: pilló dos o tres fugas, pero nunca entró en la quiniela de culminar la escapada.
Y mira que la Vuelta es una carrera a la que si llegas en un estado de forma bueno tienes opciones de ganar hasta varias etapas, pues en ciertos momentos la prueba parece entre unos pocos nombres.
Mirad el ejemplo de Carapaz, pero también el de Mads Pedersen o Jay Vine, en la primera semana.
Mikel Landa nos sigue pareciendo un cilcistazo, eso no lo podemos negar, pero ese valor en carrera se da a microdosis, tan pequeñas, que nos sabe a poco.
No le vemos en la Vuelta y se mete en la puja por un monumento, eso es el mundo al revés, eso es landismo puro y duro.
Yo creo que hace tiempo que es consciente de sus limitaciones en los grandes objetivos -como el ganar una grande-
Para lograr uno de ellos cabría una alineación de muchos factores, más con la chavalada que crece y los rivales del presente que le demuestran que siempre hay uno o varios mejores.
Sin embargo, me apena que haya fiado todo a plazas en la general (que tiene unas cuantas y muy buenas) y no ha darle palique a ese palmarés que de otra manera podría tener, entre otras cosas, etapas en las tres grandes y una buena colección de cimas.
Si quiere seguir disputando generales que tome nota del ciclismo que viene, con más kilómetros contrarreloj, como los que deja entrever el Giro.
Mikel Landa ha pasado años muy buenos en las grandes vueltas sin cronos que le molestaran pero ahora las tornas pueden cambiar, no será lo de hace treinta años, pero una grande que se vaya a los 60 kilómetros entre cronos no sería de su perfil.
Quizá deba contemplar otros objetivos…
Imagen: @Sprintcycling @TeamBahrainVictorious
Mikel landa
Mikel Landa ¿podios, puestos o victorias?
Mikel Landa lo fía tanto a buenos puestos que las victorias brillan por su ausencia
Ya ha llovido, pero muchas veces me gustaría volver a esos años en los que Mikel Landa fue la bomba, años como el de esta foto, 2017, exactamente en el Giro de Italia, cuando la lucha por los puestos de honor era una quimera y busca etapas.
Recordaréis aquel Giro, el de Dumoulin y Nairo.
Mikel llegó escapado con Nibali en aquella famosa etapa del apretón de la maglia rosa y perdió al sprint, como otras tantas veces en la misma situación, la última con Vingegaard en Santurzi la semana pasada.
En esos momento ya no optaba a los puestos nobles del Giro, Landa tuvo una caída, junto a su entonces compañero Geraint Thomas, en la base del Blockhaus a causa de un motorista.
Perdió un tiempo que lo sacó de la general, pero lo puso en todas las escapadas de la última semana del Giro.
Logró en maillot azul de la montaña y ganar una etapa de montaña, como un par de años antes había sido el ganador de aquella famosa jornada de Andorra en la Vuelta a España con miles de metros de desnivel en pocos kilómetros.
Aquel Mikel Landa estaba cimentando esos días las bases de lo que hoy llamamos landismo, una fe en lo imposible como ninguna otra hay.
Desde entonces hemos ido a lo que muchos llaman un ciclista sólido y seguro en una vuelta por etapas.
Si miramos los registros de las últimas grandes en las que ha concurrido Landa, veremos que, a excepción de la Vuelta, siempre ha estado muy arriba, sin ir más lejos en la tercera plaza del pasado Giro.
Lograr buenos puestos está bien, pero para un ciclista como Landa le implica un perfil tan bajo que, como ya dijimos en su momento, le quita brillo.
Este año lleva cinco vueltas por etapas y otros tantos top ten
Ojo que no tiene desperdicio: séptimo en Valencia, segundo en Andalucía, séptimo en Tirreno, quinto en Volta y segundo en Itzulia.
Lograr esos números es de ciclistazo, pero ¿nos estamos perdiendo la versión más disfrutona de Mikel Landa?
Yo creo que sí, y lo lamento, porque el alavés sin la presión de un puesto es un espectáculo, como tantas veces hemos visto.
Entiendo que un resultado y un podio llenan un palmarés, pero las victorias,… eso es otra cosa, y que el tiempo pase sin que el casillero crezca, resulta tedioso para el espectador que, cuando le hablan de este corredor, siente el calambrazo en el estómago.
Mikel landa
Hace tiempo que Mikel Landa perdió ese brillo
Si Mikel Landa no anticipa nada puede hacer contra Remco y Roglic
Sinceramente, esperaba más, mucho más de Mikel Landa hoy en la primera llegada en alto de la Volta.
En un contexto en el que la chispa de antaño no es la que era, y los rivales te sacan de punto cuando la carrera entra en zona roja, esperar como lo ha hecho Mikel Landa en Vallter2000 a poco más de dos kilómetros para ver qué sucedía, ha sido decepcionante.
Cada día de estos es un día de la marmota.
Se calienta el ambiente en redes, en televisión apuntan al vasco y luego, esto.
Para entender lo que podemos esperar de Mikel Landa, sólo hay que mirar lo que ha hecho Esteban Chaves hoy, anticiparse, probar y tomar riesgo para morir a medio kilómetro, pero morir con las botas puestas.
No olvidemos que Esteban Chaves fue el mejor hace dos años en Port Ainé, y esta vez ha estado cerca de repetir en Vallter 2000.
No le salió, per tuvo en jaque a los favoritos y se ganó el cariño de todo buen aficionado al ciclismo que en el fondo deseó verle ganar en la cima.
Chaves hace mucho tiempo que no recupera aquella versión exitosa de 2016, cuando fue podio en dos grandes y ganó Lombardía.
Sin embargo, consciente de sus límites se ha ido resituando en el pelotón hasta ser el tipo que es hoy, un ciclista peleón que exprime sus opciones hasta donde le da y, a veces, le sale bien.
Mikel Landa tenía una opción clara de al menos hacer lo que ha hecho el colombiano ante la certeza, repito, que si espera al final Remco y Roglic son superiores a él y al 99,9% del pelotón.
Más cuando dos caballos como Jack Haig y Wouter Poels le realizan un trabajo fino y limpio que le dejaron al colombiano a medio minuto.
Landa saca a paseo el mismo argumentario a cada carrera que va, se dedica a remar y remar, poco o nada queda de ese ciclista brillante que si una cosa lograba era crear incertidumbre.
Centrado en las plazas por la general, desprecia victorias parciales y muchas veces se queda sin lo uno ni lo otro.
Ojalá nos dé donde más duele en esta Volta, pero ahora mismo cuesta ver a Landa más arriba en la general si no toma los riesgos que exigen los grandes triunfos.
Sé que competir contra estos monstruos debe intimidar, por ello es imprescindible que Landa pruebe esas cosas que le han hecho tan querido, arriesgar y todo eso, o de lo contrario, va a estar siempre cerrando huecos.
Imagen: FB Team Bahrain Victorious
Mikel landa
Cosas para ver 2023: Mikel Landa más allá del Tour
Veo muy optimista pensar que Landa opta al podio del Tour de Francia
He escuchado y leído en varios sitios que Mikel Landa está en la terna de aspirantes al podio final del Tour de Francia.
En nuestro podcast nos lo soltó el amigo de A Cola de pelotón, Albert Rivera, quien a veces pierde un poco el norte cuando habla de Mikel Landa…
A mí todo esto me suena a déjà vû.
Yo creo que Mikel Landa tuvo ocasión de pisar el podio del Tour hace tres años, cuando la carrera se fue a septiembre por la pandemia.
Se quedó cerca, aunque no tanto como cuando le tocó correr para Froome y Bardet le rebañó la plaza en el último suspiro, por bien poco.
Pensar que en 2023, opta a esa plaza, sin embargo, me parece muy optimista.
Hay varios mejor posicionados que él, entre ellos sus dos compañeros de podio en el Giro, Carapaz y Hindley, pero no sólo eso, creo que Mikel Landa tocó techo hace un tiempo y esperar la mejora necesaria para dar ese salto es algo iluso.
Digo todo eso, centro el tiro tanto en el Tour, porque me temo que Francia y el mes de julio van a estar muy presentes en todo lo que haga.
Me gustaría ver a Landa brillar más allá del Tour y calendario tiene.
Ya ha buscado la suerte en Valencia y Andalucía parece de su perfil, ambas además sin crono, pero especialmente Tirreno-Ariático, en cuyo podio si que ha estado las dos últimas ediciones.
Italia se le da bien y la Tirreno le gusta y la conoce, lo mismo que sacar algo diferente de su paso por las clásicas de las Árdenas, a las que llega con la tercera plaza en Lombardía como aval que las clásicas duras pueden ser una oportunidad para él.
Por medio la Itzulia, baño de masas y un trazado en el que va a tener buenas opciones para hacer algo bonito.
Somos conscientes que en el Tour se juega todo lo gordo, que sale de casa y que marca la línea entre un gran corredor y un campeón, pero cifrar objetivos tangibles es la clave para no caer en la decepción.
Landa podría pisar el podio, pero sus registros y opciones por el camino son tantos que el Tour no puede copar todas sus miras, espero que así sea.
Su palmarés está lleno de grandes plazas y pocas victorias, nunca será un anotador, pero de ahí a tener sólo 16 triunfos con esa calidad hay muchos matices.
Mikel landa
Mikel Landa habría sido un ciclista brillantísimo en otro tiempo
Con cronos maratonianas, Mikel Landa podría haber sido un ciclista de culto
Muchas veces me he preguntado, estos últimos años, qué habría pasado con un ciclista tipo Mikel Landa o Nairo Quintana en aquellos tiempos en los que la suma de las cronos del Tour superaba 100 kilómetros.
Es obvio que esperar, en el corto plazo, que vuelvan aquellas cronos a las grandes vueltas es mucho esperar, pero entre aquello y la actualidad hay matices.
En todo caso, sí que es cierto, que ciertos corredores de la actualidad se han beneficiado de esta tendencia de una manera más que evidente.
Entre otros, como dije, Mikel Landa.
Esta misma semana, en la rueda de prensa previa a la vuelta al cole del Bahrain, Mikel, junto a Pello Bilbao, ya han dicho que el Tour de Francia entra en la lista de prioridades de 2023.
La casi total ausencia de kilómetros contra el reloj de la carrera francesa juega a favor de obra frente a la elección por el Giro de Italia.
Mikel Landa sigue en las mismas que cuando fue podio en el Giro de 2015, centrando su suerte en generales y buenos puestos al final de las tres semanas.
En su relación de deseos para el año nuevo pide, por eso, otra cosa: «Volver a ganar«.
Y ahí es donde yo quiero entrar.
¿Qué tipo de ciclista habría sido Mikel Landa de no haberse centrando en generales?
En caso que las cronos fueran las de hace 20 ó 30 años, habría sido complicado verle disputar una plaza en la general, pero ello nos hubiera descubierto otro perfil de ciclista.
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Yo me voy al Landa que acaba de fichar por el Team Sky y gana una etapa de la Itzulia o al mismo que debuta en Movistar alzando los brazos en Tirreno.
Un corredor con una clase brutal sobre la bicicleta, que por postura y movimiento en la misma, asombra por la facilidad que transmite y la solvencia con la que ejecuta el objetivo.
Sin esa obsesión por el puesto en la general, Mikel Landa podría haber sido un ciclista brillantísimo, aún más, si cabe.
En el ciclismo actual, salvo que seas Pogacar o Vingegaard, es muy complicado centrarse en la lucha por el podio en una grande sin renunciar a todo lo demás.
Así lo vemos en cada grande que disfrutamos, así nos lo dijo en su día Pello Bilbao: «Hay que ser muy muy muy bueno para ir a por etapas y al mismo tiempo disputar la general«.
Landa fue tercero en el Giro 22 y cuarto en el Tour 20 después de tres semanas midiendo cada esfuerzo, sin pensar en el día ni en el objetivo puntual, al tiempo que gratificante, de la etapa.
¿Cuántos ataques agarrado de abajo nos hemos perdido por seguir centrado en generales?
Todo parece indicar que seguirá en las mismas el año que viene, aunque espero que esa tarde de Lombardía que tan buen recuerdo le trae, juegue su papel y se líe la manta a la cabeza.
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