Tom Dumoulin
Giro de Italia: Recuperar al mejor Dumoulin
Nos olvidamos rápido del excelente ciclista que fue Dumoulin, un ganador de Giro
La última vez que Tom Dumoulin pisó el Giro fue aquella famosa etapa en la que Richard Carapaz, más listo que el hambre, tuvo suficiente para anticiparse al pelotón y ganarle la etapa al mismísimo Caleb Ewan
Ese día Dumoulin dejó la carrera, a los pocos días de iniciarse, con una rodilla ensangrentada y una recuperación muuuuucho más larga de lo previsto.
Aquel Tom Dumolin era vigente segundo clasificado del Giro de Italia y del Tour de Francia, es decir, era crema, cicista top, con un Giro ya en el palmarés, entre otros éxitos y una clase sencillamente acojonante sobre la bicicleta.
Nadie podía imaginar que esa tarde de entre semana del mes de mayo de 2019, las cosas iban a cambiar tanto para el mejor ciclista neerlandés en muchos años.
Tres años después, cuando vemos a Dumoulin en la startlist del Giro sólo se nos ocurre decir una cosa: «No tengo ni idea qué va a hacer«.
Lo dice hasta el mismo Pello Bilbao en la charla que mantuvimos con él en las horas previstas por Budapest.
El cambio de cromos que se ha producido entre la «clase dirigente» del ciclismo se ha cobrado víctimas ilustres, entre las que Dumoulin es una destacada.
Nos hemos olvidado de un ciclista mayúsculo, que ganó un Giro en el que tuvo que apearse a pie de puerto porque le dio un apretón mientras sus rivales se le fueron por delante en una situación que no por surrealista dejó de ser peligrosa, pues le implicó subir y bajar solo el Umbrailpass con Nairo y Nibali con ventaja.
Tom Dumoulin se distinguió en sus años buenos como uno de los mejores croners que hemos podido disfrutar, con una posición sobre la cabra que rivalizó con Indurain y Wiggins y que sólo Ganna, hoy, creo que mejora.
Una posición que le reportó ser grande en la crono, recordad que una de sus grandes citas fue la plata olímpica el año pasado, y no pocas victorias, además de decantar el Giro 2017 a su favor.
Cuando Tom vistió de rosa en Milán saldó una cuenta pendiente que había quedado abierta en la Vuelta 2015, en la que compitió en los muros de media España y en aquella brutalidad de etapa andorrana contra Fabio Aru, Purito y Nairo entre muchos otros, y lo hizo de igual a igual, sin quejarse del atracón de paredes en la carrera y sacando lo mejor de cada situación, como aquella antológica crono de Burgos.
En esa carrera le tocó tragar una derrota muy dolorosa en la Sierra de Madrid, pero lejos de hundirse siguió mejorando.
De aquel Tom Dumoulin, de su histórico, tiramos estos días para creer que en este Giro se le ofrecen más opciones de las que inicialmente podemos imaginar.
No tiene el recorrido más adecuado, pero ya ha demostrado que sabe nadar en campo contrario y sacar brillo al trofeo.
Que vuelva, tras todo lo que le ha pasado desde la última vez que estuvo en el Giro, sería una excelente noticia
Tom Dumoulin
Tom Dumoulin en retirada: tres momentos para quererlo
Qué pronto nos ha llegado la retirada de Tom Dumoulin
Las no por esperadas no lamentas oírlas o leerlas, por eso la retirada con efecto inmediato que anuncia Tom Dumoulin no es una buena noticia.
Algo cambió aquella tarde en el neerlandés se cayó en el Giro 19, entrando en meta con la rodilla sangrando y la moral por los suelos.
De aquella ya no volvió a ser lo mismo.
El ciclista que le plantó cara a los Sky en el Tour de Geraint, que dudó en salir a por Froome en la Finestre, y aún se debe estar arrepintiendo.
Con la retirada de Tom Dumoulin, ya sé que lo digo muchas veces, el ciclismo pierde.
Pierde un competidor excelso, en todos los sentidos, tanto en los terrenos que le son hostiles, como en los favorables, pero no sólo eso, pierde elegancia, eficacia, clase y buenas maneras.
Tom Dumoulin es, como Fabio Aru, la esencia del ciclismo de la pasada década, que la tenemos aquí, a tocar, pero que parece muy lejos, con todo lo que ha pasado en estos dos años y medio.
Hay una imagen de Tom Dumoulin que me viene a la mente el día de su retirada.
Fue en el mundial de Innsbruck, persiguiendo al grupo de Valverde, en la subida final, casi haciendo eses.
Un tipo hecho para rodar y rodar, volar por grandes planos y eternas rectas, batiéndose con ciclistas cien veces más ligeros que él en cuestas imposibles, de esas que no queremos en la salida del garaje del coche.
Porque Tom Dumoulin rodó y compitió con lo que hubo, un ciclismo muy complicado para gente como él, pero el que había y se imponía.
Ay, si Tom hubiera vivido el ciclismo de hace veinte años.
En todo caso, hay tres instantes que, para mí, definen al corredor.
Vamos por ellos…
El primero, el día que aprendí a apreciar su calidad y valentía, cuando le disputó y le ganó el entonces Eneco Tour a Tim Wellens, otro de su generación al que le cuesta encontrar su sitio.
El duelo que ambos mantuvieron al fresquito de un agosto en las Ardenas fue antológico y bonito recuerdo de una carrera que, por desgracia, dejó de celebrarse.
La otra, la estampa de Tom Dumoulin es la de las cronos, da igual cuál escojáis.
Era la perfección sobre la máquina, qué manera de rodar acoplado, casi uno con la máquina.
Entre muchas, aquella de Burgos en la Vuelta 2015 que le ganara Fabio Aru en la Sierra Madrileña.
Esa fue una, hay unas cuantas más.
Y la imagen final, la del Giro que gana, haciéndolo en grandes colosos, hasta con problemas gástricos en el pie del Umbrailpass, ante escaladores como Nairo Quintana y Vincenzo Nibali.
Tom paró las ofensivas a base de defenderse como gato panza arriba, pero defendiéndose con honor y éxito.
Mucha suerte en lo sucesivo, Tom, una pena que esa historia que te colmó en Tokio 2022 y su crono no tenga continuidad, pero en nuestro recuerdo quedas como uno de los mejores que hemos tenido la suerte de disfrutar.
Tom Dumoulin
Tom Dumoulin no está bien
La baja de Tom Dumoulin en Volta me da mala espina
Comentaban Carlos de Andrés y Perico sobre el abandono de Tom Dumoulin en la Volta que el equipo había pasado un sencillo comunicado: «No está bien».
Nunca una comunicación de un equipo había sido tan escueta y reflejado de forma tan concreta el sentir que nos despierta Dumoulin, un ciclista que, ahora mismo, nos parece cogido con alfileres.
De verdad lo decimos, nos gustaría equivocarnos, pero desde hace un año todo es confusión y nieblilla en Tom Dumoulin.
Ojo que no hablamos de un cualquiera, aunque el ciclismo haya cambiado tanto en tan poco tiempo, ese fuera clase neerlandés ha ganado un Giro y pisado el podio del Tour de Francia, ha sido el gran rival en el tramo final del mejor ciclo de Chris Froome y su planta sobre la bicicleta ha despertado, en este mal anillado cuaderno, más de un post.
Desde que volviera de su descanso el año pasado, en verano, Dumoulin ha dado todo tipo de señales, en todas las direcciones.
Plata en los Juegos Olímpicos, sólo superado por Roglic, su rival ese día, pero ejemplo y confidente el resto del año, Tom dejó de competir apresuradamente por un accidente entrenando.
Desde que 2022 entrara en escena a Dumoulin no se le conocen días buenos sobre la bicicleta.
No estuvo delante en el UAE Tour y ha dejado la Volta en la primera etapa de montaña, detalles que no son la mejor señal.
En un ciclismo en el que las estrellas siempre están prestas, resulta frustrante verle en este nivel, tan lejos de los mejores, más cuando sabe que hoy el camino a los grandes objetivos, como el Giro en su caso, también pasa por carreras que, aunque parezcan lejanas en el tiempo, son una buena referencia.
Parece que Jumbo está tomándose paciencia con Dumoulin, pero sabedor cómo funcionan las máximas estructuras, con un control total sobre los ciclistas, no sé si Tom puede encontrar el camino de vuelta al máximo nivel, sin una exigencia máxima.
Queda tiempo para el Giro, otro gran favorito para éste, Richard Carapaz tampoco está en su tope, pero a diferencia del neerlandés, el de Ineos no da las señales de agotamiento que refleja Tom.
Esperemos que esta Volta no sea premonitoria, esperemos que nuestras sensaciones estén equivocadas, pocos ciclistas nos gustaron tanto como Dumoulin en su mejor versión.
Tom Dumoulin
Tom Dumoulin ilusiona con un posible regreso para los Juegos de Tokio
Dumoulin, actualmente retirado pero con contrato con el Jumbo-Visma, podría tener entre sus objetivos prepararse para los Juegos Olímpicos de Tokio
El popular ciclista Tom Dumoulin parece que dará una agradable sorpresa a los aficionados del ciclismo que, tras vivir el shock del anuncio de su retirada indefinida, podrían disfrutar de la vuelta del todoterreno neerlandés a las carreteras incluso en Tokio.
Ganador del Giro de Italia y podio en el Tour de Francia, la ‘Mariposa de Maastricht’ se convertía en uno de los mejores ciclistas del mundo incluso llegando a ser comparado con Miguel Induráin.
Pese a los éxitos cosechados, parece que Dumoulin no terminó de llevar bien la presión y, sin llegar a tener lesiones de importancia, su situación de estrés desembocó en la necesidad de realizar un parón en su carrera justo antes de afrontar su segundo año con uno de los mejores equipos del UCI World Tour, el Jumbo-Visma de Primoz Roglic.
Si siempre fue uno de los favoritos en las apuestas deportivas tanto para las etapas contrarreloj como en ruta, probablemente lo será también en caso de que finalmente se confirme su presencia en los próximos Juegos Olímpicos de Tokio 2021.
Lo que es seguro es que si Tom ha decidido volver motivación no le faltará en este momento y desde ya se convertirá en una gran baza para la selección holandesa tanto para la categoría contra el reloj como en la prueba en ruta, buena oportunidad para aprovechar y ganar dinero con nuestros pronósticos.
Parece que el regreso de Tom Dumoulin está más cerca que nunca. La decisión está avanzada y su preparación lo suficientemente buena como para ir cogiendo tono siendo inscrito en las próximas citas del circuito mundial.
Salvo sorpresa Dumoulin no correrá el Tour de Francia, su equipo ya ha facilitado la lista, pero su vuelta al pelotón es casi segura. Además, otro de los aspectos que han desencadenado este rumor prácticamente confirmado es la inclusión de Tom en las listas y planes de vacunación de Holanda para sus deportistas olímpicos.
Afortunadamente con sólo 30 años parece que le puede quedar mucho ciclismo en las piernas a Tom Dumoulin y colgarse una medalla olímpica al cuello podría ser el aliciente suficiente para que el holandés recupere la confianza y las ganas por volver a estar entre los mejores de las grandes vueltas del circuito internacional.
Tom Dumoulin
¿Volverá Tom Dumoulin a ser ciclista? Sí
El Tom Dumoulin ciclista ya sabe lo que comporta volver al pelotón
trastazo que Tom Dumoulin retomará su carrera ciclista en la Vuelta a Suiza.
En una conversación con el piloto de bicitrial, Sergi Llongueras, campeón del mundo, nos explicó que una de las claves de su desconocida modalidad era uno mismo, que más que los obstáculos y los rivales, que siempre iban a estar ahí, la parte maleable de la ecuación era el piloto, su interior, sus pensamientos y seguridad.
Cada competición era un viaje al interior de uno mismo, un viaje que seguro habrá realizado Tom Dumoulin estos meses para saber si quiere ser ciclista.
Y la conclusión fue que sí, que vuelve.
Una noticia excelente, justo aquí recuperamos unos pensamientos que trasladábamos a nuestro mal anillado cuaderno hace unos días, viendo la moneda rodar.
No estaba en la lista del Tour, pero sí en la de posibles para Tokio y en efecto, Tom Dumoulin estará en la segunda, si todo va bien, previo debut en la Vuelta a Suiza.
Es bueno, muy bueno, en estos momentos de bajón, por el trastazo que se ha pegado Landa en el Giro, con Pinot en la cuerda floja, que un representante de esa generación que vimos nacer y crecer hasta hacerse con el control vuelva a la actividad, con todo lo que ello implica.
Esperemos que los peajes y contrapesos que arrastraron a neerlandés hace unos cuatro meses no vuelvan, nos gustan los buenos ciclistas, los que aportan clase, estilo y respeto, los que se desenvuelven en las condiciones más adversas, pero también los que se levantan y siguen.
Tom Dumoulin es ese tipo de ciclista.
El Tom Dumoulin ciclista no lo tendrá nada fácil si vuelve
Unos meses después, seguimos con todas las opciones sobre Tom Dumoulin y su futuro ciclista.
Cuando el largo neerlandés se plantó ante la pregunta de ¿qué es lo que quiero? ¿qué me hace feliz? una gota más colmó el vaso del hartazgo que muchos ciclistas dejan entrever sobre su profesión.
Es cierto que, cuando el viento sopla a favor, seguir en la cresta no es tan complicado, el problema aparece o se hace más patente, cuando la forma y los resultados pasan de largo.
Aunque de este tren ya se han apeado ciclistas que necesariamente no estaban en barrena, algunos de hecho eran interesantes promesas.
Para Tom Dumoulin el túnel empezó en aquella jornada del Giro que Richard Carapaz ganaba por delante de Caleb Ewan, lo que habla del sorprendente desarrollo de la carrera ese día.
El golpe que se lleva en la rodilla le significó mil días de recuperación, sesiones y dudas que acecharon su vuelta a lo más alto.
Hablábamos, en ese momento, del corredor que venía de hacer segundo en Giro y Tour, superado por la mejor versión de Froome y Thomas, cualquier otro escenario que no le situara entre los mejores, no se contemplaba.
El año pasado demostró que volver a este estatus no es sencillo, en una campaña en la que todos pensábamos que podía ser a baza B del Tour, el tapado de Roglic, acabó trabajando para el esloveno en un ejercicio de honestidad, la misma que le planteó seguir siendo ciclista profesional en estas circunstancias.
yo creo que pertenece a esa generacion saliente del primer plano (Dumoulin, Froome, Bardet, Nibali, etc) muy superada por los Roglic, Pogacar, Van Aert, MVP, Evenepoel, Pidcock, Teo, Hindley, etc, y a los que parece se les ha ido ya la motivacion para sufrir como antaño
— Goliat (@DSama1981) May 4, 2021
En cierto modo vemos en Tom Dumoulin algo similar a lo que le sucede a Thibaut Pinot, que ante la llegada de ciertos ciclistas, quieren pensar en otras cosas, pues el nivel se ha vuelto complicado.
Pero a diferente de Froome y Nibali, Dumoulin es aún joven, o relativamente joven para dar un paso de este estilo.
Hay dos hechos que hablan en sentido contrario sobre su vuelta al ciclismo: por un lado se le ha incluido en el plan de vacunación para su selección con vistas a Tokio, pero al mismo tiempo su equipo ya ha puesto a Jonas Vingegaard en el ocho del Tour.
Una y otra cosa indican que la decisión no debe ser sencilla y la complejidad del momento.
Sin Tom Dumoulin, no es la primera vez que escribimos así, el ciclismo se pierde un hors categorie sobre la bicicleta, un corredor que ha competido en las carreras más opuestas a sus características, que le hemos visto hacer eses con ese corpachón en cuestas infumables para no perder la rueda de los mejores, más livianos y hechos a un ciclismo que premia los muros imposibles.
Este es Tom Dumoulin y por eso cada poco nos acordamos de él, esperando que encuentre el camino de vuelta al ciclismo.
Ahora bien, viéndole a él, a Pinot y a otros totalmente desubicados por esta hornada de jovenzuelos, la resilencia de Alejandro Valverde alcanza cotas insuperables.
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