Fernando Gaviria
Gaviria en su dorado de la Vuelta a San Juan
Con la etapa de la Vuelta a San Juan, Gaviria abre pronto el casillero
Cuatro días en la Vuelta a San Juan han bastado para que Fernando Gaviria abra la cuenta de victorias de Movistar.
Argentina es tierra fecunda para el colombiano, que hace años vio cómo explotó ante el mismo Cavendish, en San Luis, y con el tiempo le ha ido dando más alegrías.
Conviene tener los pies en el suelo y saber de qué carrera hablamos y qué rivales hay delante.
Fernando Gaviria pudo en la línea de meta con Filippo Ganna, probándose, y Peter Sagan, a quien toda su leyenda no le basta para no ser considerado el coco que era hace sólo cinco años.
Sin embargo, ganar siempre es bueno, más para un velocista, adicto al triunfo, y más, si cabe, para Fernando Gaviria, quien no viene de pasar sus mejores temporadas.
Muchos no olvidamos los malos momentos por los que ha pasado el colombiano, esas imágenes de desesperación en grandes como el Giro.
El Gaviria de los mejores tiempos era un tipo infalible cuando enfocaba la meta, sabía su distancia y a veces se permitía exhibiciones como el sorprender a los rivales de lejos en la París-Tours.
Hay una foto de hace unos Tours en la que el colombiano y Peter Sagan se saludan, uno de los dos va de amarillo luciendo una complicidad de padre e hijo en el pelotón, como si Fernando fuera a tomar el relevo del eslovaco.
Pero como casi siempre quedarse con el momento es un error y lo que habría de venir para Gaviria no fue sencillo de gestionar.
De estos tiempos en los que ganaba casi todo, tiempos con Lefevere en Quick Step, a una llama que se iba apagando, languideciendo, en el periplo con UAE.
Cada vez que he hablado con Matxin se ha desecho en piropos para el colombiano, pero las palabras no bastaron.
En la vida de un sprinter, las victorias son el aire que respira y, con todos los respetos, etapas en Omán y Polonia no son como esas rachas de triunfos en Giro y Tour.
Su mal fario se explica en el hecho de ser el primer corredor en pasar el Covid y recaer tiempo después.
Dudoso honor.
La salida del UAE se imponía, el corredor necesitaba un cambio y Movistar, al mismo tiempo, un ciclista anotador que engrosara la cuenta de resultados.
Al cuarto día de temporada ha logrado la primera victoria del equipo y la 50 de su casillero personal.
Ojo que cincuenta triunfos de Gaviria le ponen a uno de Nairo, el más laureado ciclista colombiano.
Imagen: FB Movistar Team
Ciclismo antiguo
Colombia, el ciclismo siempre presente
Incluso con este Giro, Colombia nunca deja de ser noticia en ciclismo
El Giro 2022 que camina por su segunda semana no acaba de resultar como se esperaba para el ciclismo de Colombia
Con Iván Sosa inédito y Fernando Gaviria, lamiendo el poste, la tricolor no está tocando pelo.
No sucedía lo mismo hace 35 años, cuando por estas fechas Colombia era un país incendiado de ciclismo.
Luis Herrera, un jardinerito que también llamaron Lucho, hacía historia mayúscula ganando aquella Vuelta influenciada a partes iguales entre los Lagos de Covadonga y la desgracia de Sean Kelly.
Era la culminación, el minuto cero de una historia de éxito que daría para largos episodios.
La década de los ochenta dejó huella por aquellos que llamaron escarabajos, ciclistas colombianos que subían irresistiblemente las mejores paredes del viejo continente, corredores que ni acostumbraban a ganar grandes vueltas, sí etapas y reinados de la montaña, pero que con Lucho dieron el paso adelante.
Afinado, moreno, elegante y de rauda arrancada, Herrera rápido se vio que sería el elegido de dar el paso adelante, de cruzar el Rubicón, en esa Vuelta logró lo que nadie había conseguido. Fue como un serpentín, el exclusivo dominio europeo amenazado en cadena: primero Greg Lemond que hace caer el telón del Tour, luego Lucho la Vuelta y al año Hampsten el Giro.
La globalización en su todo su esplendor.
Luis Herrera acuñó pocas pero grandes victorias, a la general de esa Vuelta, un par de éxitos en los Lagos de Covadonga y con los años el Terminillo en el Giro. La colección de grandes cimas por eso había tenido un antes y un después en Alpe d´ Huez.
En la retina queda su mano a mano con Perico en la cima capital de la Volta del 91, el Mont Caro, el pelado coloso de Tortosa, donde Lucho dio la medida de su clase.
35 años después, hoy mismo, los titulares siguen hablando de ciclismo en Colombia.
Más allá de la suerte en este Giro, mirad qué palmarés llevan los amigos, con Dani e Higuita dominando dos carrerones como Itzula y Volta.
Y eso que perdieron a Miguel Ángel López nada más llegar a Italia.
Que se agarre a esta historia tan bella Fernando Gaviria, el ciclista que, incluso de mala hostia, sólo puedes mirar con ojos de empatía.
Nos gusta Gaviria por varios motivos, uno personal, viene de la pista y eso nos pone, y otra pasional, que es un ciclista que subyuga con ese sprint, ese cambio de velocidad, esa forma de imponerse.
Su vacío es brutal, tanto que cuando Dainese le superó al final, su derrota la sentimos como propia, mientras Santiago Buitrago se quedó a las puertas en Génova.
No siempre salen las cuentas, pero en Colombia el ciclismo sigue siendo noticia.
Ciclistas
Fernando Gaviria, fuera del Quick Step
La suerte de Fernando Gaviria se jugará ahora en el Emirates
Hace unos días nuestro amigo Milo se preguntaba por la suerte de Fernando Gaviria fuera del Quick Step.
Esto, aunque a algunos les cueste la vida pensarlo, no va ni de colombianos, ni de raza, ni nada similar.
Un ciclista como Fernando Gaviria, como cualquier otro sprinter de primera línea, necesita de mucho más que su confianza y potencia.
Fernando Gaviria ha sido uno de los puntales de la campaña histórica de los azules, pero no cabe duda que los azules le han ayudado decisivamente.
Fernando Gaviria sonó como otra de las cartas que Patrick Lefevere podía perder si no cerraba la viabilidad del equipo en breve.
Ahora confirman su pase definitivo al Emirates, que ya han fichado a los Oliveira, a Juan Sebastián Molano…
A saber qué pasa con Alexander Kristoff.
Sea como fuere la salida de Fernando Gaviria provoca un serpentín en su equipo.
Será interesante ver cómo se maneja Elia Viviani en el Tour, lo único que le falta.
Lo mismo que saber de la suerte de Fabio Jakobsen y tantos talentos que maneja este grupo.
Talentos que parecen capaces de cualquier cosa.
Fernando Gaviria tiene que estar muy seguro para dar un paso que, a las pruebas nos remitimos, a otros nos les resultó.
Cuando dejas equipos dirigidos por Lefevere o Unzué corres el riesgo de dar un paso atrás.
Ejemplos hay muchos.
Dos significativos: la salida de Kittel del Quick Step ya vimos cómo resultó, como la de Rui Costa del Movistar, al Emirates, casualmente.
Pasa por Cambrils el primer fin de semana de noviembre
Fernando Gaviria no es él solo, es todo lo que arrastra un tío que tiene esa facilidad para ganar.
Y en el Team Emirates ya puede preparar su «vagón azul».
Ciclistas
El encaje de Fernando Gaviria en el ciclismo colombiano
Da gusto ver a Fernando Gaviria, el velocista en tierra de escarabajos
El otro día leí el origen del apodo “escarabajo”, de dónde viene, de cuándo es. Resulta complicado aplicárselo a Fernando Gaviria.
Incluso por su edad, creo que él no conoció a los escarabajos.
En Chartres, la ciudad postrada al templo gótico más increíble del mundo, Gaviria no pudo con su compañero de generación, Dylan Groenewegen.
En la velocidad hay un relevo evidente de nombres, donde ganaban Cav, Kristoff y Greipel, ganan Gaviria, Groenewegen e incluso Ewan, ausente, pero con lo que estamos viendo seguro que estaría ahí.
A la espera estamos de Kittel, ausente. Peter Sagan va por libre.
El ciclismo que dibuja a Gaviria
Pero volviendo a Fernando Gaviria y su encaje en uno de los ciclismos más peculiares del mundo, es tremendo el efecto que causa su dominio.
El ciclismo español no tuvo un anotador así casi nunca, si me apuráis nos iríamos a Miquel Poblet.
Lo más parecido a Gaviria que hubo a este lado de los Pirineos fue Oscar Freire, pero el cántabro primó calidad por cantidad, quizá por que sus lesiones no le dejaron ir a más.
La comparación de Poblet y Freire es paradóica, porque en el cilcismo colombiano encontrar alguien que entronque con Gaviria es harto complicado.
Leonardo Duque fue el ciclista rápido del país, pero su incidencia no es la del ciclista del Quick Step.
Recuerdo que ganó una etapa de la Vuelta, en Puertollano, como gran perla.
Gaviria lleva, a su tierna edad, cuarto etapas en el Giro y dos en el Tour.
Si se hubiera retirado el día que debutó en el Tour, podría decir que él ganó todas las etapas en las que tomó parte en la Grande Boucle.
Lo singular del dato es el reflejo de su precocidad, como si hiciera el camino fácil, o más sencillo que otros.
Fernando Gaviria bebe de la pista, de ese “otro” ciclismo que algunas naciones cuidan, en Colombia por ejemplo, como gran cantera de talento y victorias futuras.
Tiene presencia, se encaja en la bicicleta, bue estratega, elige el momento, golpea certero.
Es la pista, es ómnium, el arte de medir todos los factores y controlar los elementos.
Gaviria domina a escena y lo hace capitaneando el mejor equipo belga del momento.
Está todo dicho.
Gaviria, en cualquier otro tiempo, podría ser un rara avis del ciclismo colombiano, pero no, es la evolución de la especie.
Es un paso más allá de un ciclismo que puede ver un sprint con la misma pasión que una gran jornada de montaña.
¿Quién se lo diría a Herrera y Parra?
Pero esto es así y no hay vuelta de hoja, como que creemos que Peter Sagan tiene un serio rival para el verde.
Posiblemente Gaviria no escale como el eslovaco, y lo pase mal, pero el hambre que tiene este moreno es importante.
Con gente así, el Tour es un poco mejor.
Imagen: © Tim De Waele / Getty Images
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Ciclistas
Gaviria: Colombia explica el inicio del Tour
Fernando Gaviria gana la etapa en la que debuta en el Tour de Francia, una etapa que penaliza a Froome y Nairo
Dice Gaviria, recién amarillo del Tour, de su equipo que «somos una familia».
No sé si llegará a ese extremo pero lo parece.
Quick Step, el rodillo azul, suma otra más, una muesca más en un revólver que rebosa pólvora y puntería.
Fernando Gavia, un alegrón verle ahí
Fernando Gaviria debutaba en el Tour y como esos jugadores tocados por la Diosa Fortuna ganó en la primera que tomaba parte.
Fernando Gaviria es un tío de esos que mira alto, que no mira a cualquiera, que mira a Peter Sagan.
En el inicio del Tour, Gaviria ha repasado a Sagan, y de paso a la plana mayor de la velocidad del Tour.
Fernando Gaviria tuvo íntegro a su equipo, Sagan tampoco iba mal acompañado, lanzó el sprint y se acabó.
Como siempre decimos en estos casos, nos encanta que triunfe gente de otras disciplinas, y Gaviria es carne de pista.
De Gaviria a Nairo Quintana
Fernando Gaviria, repetimos, dice que su equipo es «una familia».
¿Podrá decir lo mismo Nairo del suyo?
Durante largo tiempo, desde conocimos el recorrido del Tour, desde que supimos que Movistar iba con el tridente, nos preguntamos
En esa primera semana ¿a quién reportarán los currantes del equipo celeste?
Pues ya lo hemos visto, en las primeras de cambio, Nairo Quintana iba solo, más solo que la una, desasistido y con un minuto largo cedido, de la forma más absurda, cuando esto no ha hecho más que comenzar.
Sabemos que el Tour es largo, que hay opciones de virar la situación y esas cosas.
Pero también sabemos que empezar con un minuto perdido es empezar a contrapié.
Que recuerde Nairo los diques neerlandeses hace tres años, era la primera etapa en línea y Froome ya le había tomado distancia.
En definitiva, Nairo iba solo por el desconcierto del momento, pero también porque, sin líder marcado, estaba escrito que estaría solo.
Es que no había otra.
Y, amigos colombianos, no os llevéis mala sangre, le tocó a Nairo, pero si le tocara a otro era complicado acompañarle.
En un equipo de ocho, con tres líderes, con Marc Soler por detrás, no tocaban ni a ciclista y medio por líder.
Hay cosas que sólo entenderán quienes tratan de imponerlas como verdades, y quizá dentro de tres semanas nos tapen la boca, pero esto del tridente es complicado de asimilar de inicio.
Otro grano en el culo de Froome
Y si a Nairo le tocó bailar con la más fea, Chris Froome tuvo su ración.
Empezó el Giro por suelos, el Tour también.
Ya sabemos cómo acabó el Giro, pero es que este Tour le parece adverso, esquivo y deprimente. Veremos.
No podía ser de otra manera, Richie Porte también llegó cortado, lo mismo que Adam Yates.
Egan Bernal también acabó por detrás, después de una remontada filmada perfectamente, y en directo, por la televisión francesa.
Es el Tour que explica Colombia, que narran los colombianos, como era de esperar.
De Gaviria a Bernal, pasando por Nairo.
Víctor Hugo Peña, el gregario de Amstrong, el que hacía la goma por detrás de Indurain y Rominger, ya tiene sucesor: Fernando Gaviria.
Imagen tomada de FB de Le Tour de France
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