Ciclismo
Pogacar en el Tour: ¿Se puede ganar con el equipo mínimo?
La sensación de que Pogacar corre muy solo, con poco equipo, cunde en el Tour
No fue solo en Envalira o Beixalis, donde Tadej Pogacar tuvo que emplearse en persona, sin equipo, para que el redil fuera junto hasta Andorra La Vella, en la primera etapa de Pirineos en el Tour 2021.
Fue también en algunas aproximaciones a meta, fue en el Ventoux… tenemos la sensación que Tadej Pogacar no tiene un UAE al nivel de lo que exige ser el mejor ciclista del Tour.
El equipo de un capo como el esloveno tiene que estar más presente, es imperioso, es cierto que es bueno para la carrera que el mejor ciclista no esté en la escuadra más potente, pero la soledad de Pogacar nos hace temer por su suerte en los pasajes clave del Tour.
No tiene mal equipo el líder, no por nombres, Hirschi, Rui Costa, Majka… el fichaje que entró para estar con él cuando el resto de rivales fuera casi sin nadie a su lado.
Le llevan y le protegen durante los kilómetros de la creación de fuga y el control de la misma, pero cuando la prueba entra en zona roja, la realidad es preocupante.
El otro día, en la jornada de Le Creusot, UAE trabajó de valiente, dándose cuenta que si esto iba a ser así cada día, podía acabar en un infierno.
Pero en la primera etapa de los Alpes, el día que Pogacar dio el gran golpe, la general se puso de tal manera que la lucha por los puestos tomaba una importancia que seguramente iba a acabar descargando de presión al equipo del mejor del Tour.
Y así está siendo, todos los que van por detrás de Pogacar se agarran y se agarrarán a su puesto como clavo ardiendo
Eso estaba claro que iba a pasar, pero que no resulta estético ver al líder tan solo, tan lejos de meta, habiendo su equipo renunciado a filtrar gente en la «súper» escapada del día.
¿Qué hay por detrás de Tadej Pogacar en este Tour?
Pues un grupito de ciclistas que matará por su plaza en la general.
Entre Rigoberto Urán y Richard Carapaz, la diferencia es de quince segundos, estando por medio Jonas Vingegaard.
Urán es perro muy viejo y se anclará a esa plaza como alma que lleva el diablo, ya fue segundo, en una corta diferencia frente al ganador, Chris Froome, pero ofreciendo nula sensación que podía poner en peligro la plaza del inglés, pues el de Urrao sabe nadar y guardar la ropa, mejor que nadie.
Vingegaard podría intentar algo, especialmente en dos llegadas en alto, y Richard Carapaz seguro que atacará
El primero tiene un equipo, el Jumbo que se ha reinventado tras el abandono de Roglic, y no todo es por su potencial, que es tremendo, también tiene que ver la dirección y cómo recomponen el equipo.
Al segundo no le duelen prendas poner a su equipo a tirar y hacer selección, pero luego él no acaba de romper como en un momento, hace unos días, imaginamos que conseguiría.
La duda con Carapaz reside en saber si éste es su tope o si, por lo que sea, su punto no es el mejor para el Tour
Por detrás de Carapaz, vienen los rivales que Enric Mas debe derrotar si quiere aspirar al podio, cosa que no veo nada sencilla.
O´Connor, Kelderman y Lutsenko firmarían ya la plaza que ahora mismo ocupan y no os extrañe que sus equipos pudieran tirar por la borda cualquier iniciativa de Movistar.
Enric Mas dice que ha tiempo, que hay opciones, su flema es casi británica, no sé si fruto de los muchos ingleses que desde tiempos inmemoriales pisan las islas cada verano.
Valverde dice que el podio es factible para Enric, lo ha dicho él, lo han dicho desde el equipo, para cuando luego nos preguntemos si el mallorquín puede o no estar el podio de todo un Tour de Francia y nos respondan que nos hacemos muchas ilusiones con él.
Imagen: UAE Team Emirates – Bettini Photo
Ciclismo de carretera
Vuelta: cositas que no deberían faltar
En breve conoceremos la Vuelta que vuelve a salir desde Lisboa
No queda nada para conocer el recorrido de la Vuelta 24 y poco menos de un mes para darle la carta a los Reyes.
Nosotros hemos reunido piezas y hemos pensado en esas cosas que creo que la Vuelta debería tener en cuenta, si no en todas las ediciones, cada poco tiempo.
En este listado de peticiones, quería empezar por la ciudad de salida y es que aunque me decepcionó Barcelona en la puesta de largo de este año, admito que me gustó mucho ver la Vuelta por mi ciudad.
Que la Vuelta vuelva a Barcelona más pronto que tarde es un deseo que espero se produzca cada pocos años y no cada quince o vente para ver a los mejores del mundo por una ciudad que, para el ciclismo, es perfecta.
Hay ciertas zonas de la geografía nacional que Vuelta no visita hace mucho y que deberían ser de paso más frecuente.
El mil veces mencionado Berguedà es un ejemplo y eso que con Rasos de Peguera fue en su día final de etapa. igual que volver más veces al Pirineo navarro, mirad lo que nos dio de paisaje Belagua.
Los confines de León con Galicia e incluso Zamora, las desconocidas sierras de Cuenca o del norte de Huelva, o las ciudades patrimonio -un final en el Zocodover de Toledo o bajo el mismo acueducto en Segovia- son otros escenarios que la carrera debería explotar.
Y qué decir de las islas.
Y ya no sólo de la deuda histórica con Canarias, es que Baleares no aparece en el recorrido desde hace 25 años.
Ambos archipiélagos son meta de millones de deportistas anualmente y viven ajenos a la Vuelta, cosa que no acierto a entender.
Ya que estamos con la elección de sitios nuevos o poco frecuentados, que escojan las rutas más bonitas para entrar en ciudades y no descampados sin alma y vertederos de coches o casas a medio hacer.
Algunas aproximaciones a meta son brutalmente feas
Recuperar una contrarreloj por equipos más larga y en un papel más decisivo es otra consigna no siempre cumplida.
El ejercicio por equipos es estéticamente bellísimo y pone en valor el componente colectivo del ciclismo.
Sobre los kilometrajes, ya sabéis, cronos que se aproximen a los 50 kilómetros, la Vuelta nunca ha tenido las kilometradas del Tour y etapas algo más largas.
En ese sentido, molan jornadas al final que destrocen el pelotón como la de El Escorial o la famosa de Mos hace un par de ediciones.
Son etapas que dejan huella y al ser al final propician situaciones que rescatan lo mejor del ciclismo y su capacidad de sorprender.
Ciclismo
¿Nairo o Enric Mas? y un chute de optimismo con Iñigo Elosegui
Celebramos y mucho ver a Iñigo Elosegui tan animado ante el 2024
Nos atiende Iñigo Elosegui, en el relax de la tarde, tras haber hecho los deberes por la mañana sobre su bicicleta.
El ciclista de Kern Pharma, su carisma, aficiones y gran conversación es sencillamente un gustazo para cualquier podcast, más en estos momentos en los que vuelve a sonreír tras tantas lesiones y enfermedades.
Quiere afrontar el 2024 con la inercia de la segunda parte del 2023.
Es un chute de optimismo, oírle feliz, motivado, después de tanto traspié y malas noticias.
Un manual cómo afrontar las adversidades en la vida en un ciclista que ya pasó hace un tiempo por este podcast, hablándonos de lo mucho que le gusta comunicar y saber de la historia, la economía y una pasión desmedida por toda la cultura japonesa.
Desde esa vez que hablamos con él, ya se ha ido más de una vez al país nipón a disfrutar y conocer un país que tiene que ser una delicia.
Oírle nos motiva, casi tanto como el morbillo que nos despierta la futura relación de Enric Mas y Nairo Quintana en el Movistar.
Hace unos días Mario Sábato nos destapó una opinión interesante, ¿debe colaborar el colombiano para un puesto en la general del mallorquín?
Pues eso, que hemos preguntado a la gente y nos han dicho de todo y para todos los gustos.
En este podcast:
1.- Iñigo Elosegui vuelve a sonreír y mira de frente el año nuevo.
2.- ¿Qué es Serendipia Cycling Experience? Su Jordi Saiz nos explica las raíces de un proyecto de viajes en bicicleta de autor.
3.- A cuchillo: Le damos vueltas a la relación de Enric Mas y Nairo Quintana en el Movistar.
Ciclismo
El calendario de los grandes eventos de la UCI en 2024
Ya se conoce cuándo tendrán lugar las citas más importantes del ciclismo en ruta en 2024. La UCI Unión Ciclista Internacional hizo público, a finales de noviembre, el calendario lleno de pruebas y condicionado, en gran parte, por la celebración de los Juegos Olímpicos en París, del 27 de julio al 8 de agosto, que modificará parte de la planificación del Tour de Francia. A continuación, repasaremos cuándo tendrán lugar las tres grandes vueltas y los cinco monumentos.
El World Tour 2024 empezará el próximo 16 de enero en Australia y terminará el 20 de octubre en China. En total, están agendadas 38 carreras, celebradas en 18 países y cuatro continentes. Suman más de 300 días de competición y 30.000 kilómetros de recorrido. Por ese motivo, la estrategia de los equipos para administrar esfuerzos y descansos será clave para poder obtener buenos resultados en los eventos más prestigiosos. ¿Volverá a liderar con mano de hierro el equipo Jumbo Visma?
De mayo a septiembre, las más grandes
El Tour de Francia está considerado como la gran carrera ciclista a nivel mundial, aquella que todos los corredores sueñan en ganar. La próxima edición guarda muchas sorpresas: empezará el 29 de junio en Florencia y, después de unas etapas en Italia, dará el salto al país galo. Terminará, por primera vez en la historia, lejos de la capital. Debido a los Juegos Olímpicos, la última etapa será el 21 de julio en Niza, una ciudad ubicada al sur y con mucha tradición ciclista.
Según las casas de apuestas deportivas, que recogen portales especializados como https://www.oddschecker.com/es/casas-de-apuestas, donde no habrá ninguna novedad será en los candidatos al maillot amarillo. Jonas Vingegaard, ganador de las últimas ediciones, es el favorito para repetir gesta ante el esloveno Tadej Pogacar, que se hizo con la victoria en las ediciones de 2020 y 2021. Se espera una nueva pugna por terminar primero con otros tapados detrás como Pimoz Roglic y Remco Evenepoel.
El Giro de Italia, como es tradición, es la primera de las tres grandes vueltas en disputarse. Será del 4 al 26 de mayo con llegada a Roma; el trazado de la próxima edición se caracteriza por ser menos montañoso que en los últimos años, tratando así de ser más abierto y competitivo. En cuanto a La Vuelta a España, del 17 de agosto al 8 de septiembre, todavía quedan detalles pendientes por ser anunciados, aunque de momento ya se ha desvelado que saldrá de Lisboa por segunda vez en la historia.
Las fechas de los cinco monumentos
No todo se limita en el mundo del ciclismo a las tres grandes citas del calendario. Hay muchas otras pruebas de gran prestigio y cinco de ellas sobresalen por encima del resto y se conocen como monumentos. Son clásicas que se llevan a cabo en un solo día, con décadas de historia a sus espaldas y trazados impresionantes. Todas superan los 200 kilómetros de longitud y son ideales para los sprinters. Conseguir una de ellas siempre es motivo de orgullo y un objetivo para los corredores.
El primer evento solitario al que hacer frente por parte de los ciclistas será la Milán-San Remo, el 16 de marzo. Seguirá a finales de mes el Tour de Flandes, 31 de marzo, y, a principios de abril, el día 7, la París-Roubaix, considerada como la carrera del mundo más dura que existe por la superficie en el norte de Francia. Dos semanas más tarde, el 21 de abril, se celebrará la Lieja-Bastoña-Lieja y cerrará el calendario de monumentos, el Giro de la Lombardía, el 12 de octubre.
No podíamos terminar este repaso sin mencionar el Campeonato Mundial de ciclismo en ruta, una carrera de gran tradición, aunque no figura en ninguno de los dos grupos anteriormente comentados. En 2024 tendrá lugar del 21 al 29 de septiembre en Zúrich, Suiza. El ganador deberá demostrar su destreza en un exigente recorrido en ruta y en juego está el prestigioso maillot arcoíris, que ahora mismo defiende el neerlandés Mathieu van der Poel.
No podíamos terminar este repaso sin mencionar el Campeonato Mundial de ciclismo en ruta, una carrera de gran tradición, aunque no figura en ninguno de los dos grupos anteriormente comentados. En 2024 tendrá lugar del 21 al 29 de septiembre en Zúrich, Suiza. El ganador deberá demostrar su destreza en un exigente recorrido en ruta y en juego está el prestigioso maillot arcoíris, que ahora mismo defiende el neerlandés Mathieu Van der Poel.
Ciclismo
Cada ciclista se representa a sí mismo
Lo que haga el ciclista en la carretera habla por el colectivo pero sobretodo por sí mismo
Bueno, pues vamos con eso, con el goteo malayo de un ciclista cometiendo una infracción o imprudencia para empezar el escarnio en redes, los lamentos y el cabreo generalizado.
Entre el ciclista de UAE amarrado a un camión, hay que tenerlos cuadrados, y la grupeta del influencer entrando por capítulos en una rotonda y pidiendo que se le respete ya tenemos la guarnición de «ciclista fobia» de finales de otoño.
Por cierto, hábil, listo y rápido Matxin sobre la temeridad de Felix Gross, admitiendo que fue llamado a consultas después de agarrarse a un camión de esa forma.
Es cierto que los profesionales los miramos todos, pero no sé hasta qué punto es necesario tenerles como referente de nada.
Para ellos esto es su oficio, tienen sus servidumbres, planes y objetivos y partir de ahí ser ejemplares es algo que se les supone, y si no lo son, ahí está el equipo para encarrilarles.
Una de las conclusiones más unánimes en estos casos es que lo que hace uno habla mal de todo el colectivo en su conjunto, y es cierto, al final un ciclista siendo irresponsable deja en los demás un poso de mala imagen que rápido generalizamos.
Sucede con todo en este mundo y con los ciclistas no hay excepción, es más, algunos mensajes que leo en las redes sociales meten miedo.
Dicho esto, creo que lo mejor que podemos hacer, a título individual, es ser lo más coherentes y eficaces posible en la gestión de nuestros actos en la carretera cada vez que salgamos en bicicleta.
Es una certeza que siempre habrá alguien que la caga y que su porquería se hará viral y que una gran cantidad de gente pensará que todos los ciclistas somos unos irresponsables que no respetamos nuestra seguridad ni la de quienes nos rodean.
Pero ¿qué le podemos hacer?
Al final cada uno deberá responder por sus actos, como cada conductor debe ser consciente de que un ciclista no es un enemigo, ni un estorbo, es un elemento más de vía a menor velocidad.
Llevarse malos ratos pensando en el descrédito que nos dan estas dos acciones, como otras muchas, no nos hace bien, al final, el ciclista, de forma individual, es quien tiene que manejarse en cada circunstancia y si otro lo hizo mal, será imposible apagar todos los fuegos al mismo tiempo.
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