Ciclismo
La etapa 7 del Tour puede ser la Etapa
Pinta a que la etapa 7 del Tour sea la tapada de la carrera
La etapa 7 del Tour sale de Vierzon y acaba en le Creusot, son casi 250 kilómetros y 3000 metros de desnivel…
Cuando muchas veces hablamos del recorrido de las grandes vueltas, de si está más o menos compensado, si creemos que deberían haber cargado más kilómetros o dureza, no pensamos que en ocasiones desde las organizaciones se escucha al aficionado y el sentir general de la gente.
Hacía tiempo que echábamos en falta una jornada como la etapa 7 en el Tour de Francia, tan avezado en eso que dicen ciclismo moderno y que no es otra cosa que recortar kilometraje por sistema, pues, según algunos, con menos kilómetros se ve más espectáculo.
Pues no, el atractivo del gran fondo reside en provocar cosas que no responden a la lógica por que el propio cansancio de los kilómetros provoca sorpresas y saltos de guión que nadie tenía por la mano.
Esta etapa de primera semana de Tour, previa a dos días en los Alpes, responde a ese perfil, es el día perfecto para darle una vuelta de tuerca a todo aquello que ya está cerca de romperse, una jornada en el centro del hexágono, que se compone de dos partes, unos cien kilómetros sin dificultad aparente y un segundo tramo con cuatro cotas, una de ella de segunda que pone bonificación en juego.
Es un perfil similar a Lieja, incluso en longitud, sin la dureza de la decana, pero la exigencia de un Tour, una mezcla explosiva que la hace acreedora de estar entre las etapas importantes de este año.
Más cuando estamos a puertas de los Alpes y golpeados por la crono de Pogacar.
Y es que mucho me temo que si se quiere poner en dificultades al esloveno, si éste tiene en sus planes golpear para matar la carrera en el encadenado Rome-Colombière, hay que ensayar algo, que sea de lejos, y ponga a prueba al UAE.
Una de las claves de la carrera va a residir en la resilencia de los equipos, al inicio del Tour pensamos que el UAE, bien reforzado pero en inferioridad respecto a Ineos y Jumbo, puede ser vulnerable en un ataque de largo radio, con varias ruedas a vigilar.
Y eso es lo que tienen precisamente, los dos grandes equipos de la carrera, bazas y gente para romper de lejos.
En un Tour ideal, la tentación de poner al límite a Pogacar antes de los Alpes puede ser una realidad en la etapa 7.
Hoy, aún es posible abordar el favoritismo de un ciclista que si le dejan manga, creo que está en disposición de sentenciar en el primer fin de semana, como hacían los grandes nombres, sólo que esta vez el esloveno en dos capítulos: crono más primera etapa de montaña.
Si en el seno de Ineos y Jumbo sólo vale ganar el Tour, jugar con los dúos aún operativos Thomas-Carapaz y Roglic-Vingegaard sería obligatorio, mover la carrera, desgastar al UAE para que llegue más tocado al fin de semana de Alpes.
Y no hemos hablado de Wout Van Aert, a quien muchos ven disputando la general, yo sinceramente, no lo veo.
Son parejas ganadoras rodeadas de sendos equipazos para mover la carrera desde adelante.
Si coger la fuga está caro, aquí se redobla la apuesta, con repaso constante a los nombres y respectivos equipos que entran y salen de la misma.
En esta empresa además hay dos tipos de outsiders: equipos como el Movistar que ha jugado a mantenerse íntegro para llegar con opciones a esta altura de carrera -¿por qué no filtrar a Valverde en una escapada?- y otros del estilo mas ciclistas como Mathieu Van der Poel o Julian Alaphilippe que en perfiles como estos se relamen.
En definitiva, que la etapa más larga del Tour desde hace más de veinte años debería dar de sí aquello que muchos creemos que tienen las grandes vueltas, sorpresa, ilógica y emoción, aunque sea sostenida por muchas horas.
Ciclismo
Marc Hirschi, versión UAE
El Hirschi del UAE es un corredor tres escalones por debajo del Sunweb
Mirad la foto de este artículo, es de podio del recién disputado Tour de Luxemburgo, en ella vemos el doblete del UAE con Marc Hirschi y Brandon Mc Nulty más Ben Healy acompañándoles en el marco.
Entre el primero y el tercero, entre Hirschi y Healy subyace una comparación obvia, durante un tiempo ambos han sido estrellas del rock, los amos del corazón de afición, no han necesitado ganar, sólo con verles ahí, merodear, el calambre se producía.
Este año Healy ha sido uno de los mejores descubrimientos, un corredor diferente en una auténtica churrería de moldes con ciclistas cortados por el mismo patrón sin casi opción a marcar la diferencia.
Su irrupción en las Ardenas, la etapa que gana en el Giro, el Giro que se marca en definitiva, un ciclista de culto, que no tendrá el palmarés más extenso, pero sí la incondicionalidad de la gente.
Ben Healy en EF ha sido como Marc Hirschi en el Sunweb, hoy DSM
No sé si lo habréis olvidado, pero el suizo hace tres años por estas fechas era el ciclista de moda.
Estaba en capilla de ganar la Flecha Valona y condicionar la Lieja, llevó a Alaphilippe a precipitarse, justo después de marcarse un Tour de escándalo, escapado varios días y ganando una etapa con todo merecimiento.
Curiosamente, el último triunfo del World Tour del ciclista helvético fue esa Flecha Valona, desde entonces su palmarés se llena de algunas victorias, pero lejos del prestigio de aquella.
Hoy ganar es muy complicado, sea el escenario que sea, World Tour o carreras continentales, es indiferente, pero a nadie se le escapa que el Marc Hirschi del UAE es una versión reducida de aquel ciclista que nos deslumbró durante la pandemia.
Ese invierno protagonizó un paso muy inusual al equipo de Matxin y desde entonces ha corrido dos Tours, completamente entregado a Tadej Pogacar, y sumado algunas victorias.
Entre otras, este Tour de Luxemburgo, como el de Hungría, como Villafranca, Coppa Sabatini junto al Giro de Apeninos y de Toscana.
Como veis triunfos todos, pero no en los grandes circuitos.
Marc Hirschi en su antiguo equipo era cabeza de ratón, aquí cola de elefante, privándonos de un gran animador en las grandes vueltas.
Es el precio del ciclismo desequilibrado que apreciamos en cada paso, un ciclismo que lo sería más si un trasatlántico como Visma-Soudal fuera una realidad.
Ojalá Healy se quede en EF, donde luce y nos hace disfrutar y ojalá un día recuperemos la versión de ese Hirschi que nos deleitó con cabalgadas imposibles y finales memorables no hace tanto.
Imagen: UAE Team Emirates
Ciclismo
Tres cosas que anticipó Peter Sagan
Este domingo Peter Sagan culmina la retirada del ciclismo con su última carrera
El Tour de Vendée abrirá el octubre ciclista francés con más de 200 kilómetros que serán los últimos que compita Peter Sagan como ciclista profesional de carretera, llegó el momento de la retirada.
Han pasado trece años largos desde que Sagan se presentara en sociedad batiendo a Purito en una llegada de la París-Niza, una de esos típicos finales de la carrera hacia el sol, gélidos y en medio de la nada.
Peter Sagan's pro career comes to an end this weekend at Tour de Vendee. He turned pro in 2010 aged 20 and started winning right away. 121 pro wins, incl. everything possible.
📺 🏆 #1, #2 (2010 Paris-Nice)
#4, #5 (2010 Tour of California)pic.twitter.com/534yYqTpYX— ammattipyöräily (@ammattipyoraily) September 26, 2023
Asistíamos sin saberlo, como siempre en estas cosas, al nacimiento de una estrella, del ciclista más rutilante de la pasada década, el más influyente y el que más hizo por que este deporte luciera durante un periodo en el que el espectáculo se cotizaba alto.
El próximo domingo, cuando Peter Sagan cuelgue la bicicleta y haga efectiva su retirada, le recordaremos por esos cinco esenciales que destaqué de él, hace unas semanas y también por anticipar cosas que seguro estamos viendo o veremos en los próximos años.
La primera es esa forma de correr sin especular, disputando todo lo que se cruza en tu camino, dando espectáculo de febrero a octubre, en clásicas, vueltas y grandes vueltas sin distinguir otro objetivo que la victoria.
Sagan cuajó una enorme década de omnipresencia, siendo especialmente certero cazar las fugas, entrar en ellas y, dado el caso, rematar con éxito.
Cuando vemos a Van Aert, Van der Poel, Pogacar y cia, veo el reflejo de Peter Sagan en todos ellos, por esa forma de disfrute non stop que nos aplicó a los aficionados durante tanto tiempo.
Un anticipo muy claro que trajo Sagan, y que en el momento de su retirada es importante señalar, es la precocidad en el éxito.
Él empezó a ganar muy joven, a los veinte años, para sobrepasar las 120 victorias y situarse entre los pocos que navegan por estos números.
Empezó, como digo, joven, y lo deja a los 33 años, una edad lejana a la de otros como Valverde, Nibali o Froome, ciclistas contemporáneos suyos que alargaron mucho más, quizá por que midieron más su exposición y esfuerzos.
Cuando miramos la hornada actual, triunfando tan pronto, recordemos que Sagan empezó rápido y en cierto modo creo que se cansó rápido.
Y por último, no sé si de forma espontánea o inducida, la explosión del eslovaco ha traído una de las mejores hornadas del Este que recuerdo, pues alrededor suyo han subido polacos como su archirival Kwiatkowski, su gran amigo Bodnar y Majka, eslovenos tipo Roglic, Pogacar y Mohoric e incluso un checo que le disputó muchas clásicas como Stybar.
Peter Sagan no ha puesto Europa del este en el mapa, pero sí la ha reforzado y ha sido el primero de un pequeño pelotón de estrellas que acumula los mejores triunfos.
Creo que en el momento de su retirada, es justo reconocerle a Sagan lo que es de Sagan….
Imagen: UNIPUBLIC / CHARLY LÓPEZ
Ciclismo
La Volta en el Berguedà, algo ha cambiado
Que la Volta vuelva al Berguedà es como salir de la zona de confort
Hace menos de ocho meses hablábamos de la Volta, el Berguedà y todo aquello que impedía que la carrera visitara una zona que se vende ciclista como pocas.
La semana pasada la Volta anunció desde Berga que volvía al Berguedà.
Plegarias escuchadas
Etapa de la @VoltaCatalunya en el Berguedà.
El recorrido lo están peinado, pero oigo descorche de 🍾 en casa de @ramacabici e @isaacvilalta, entre otros— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) September 22, 2023
Lo hizo días después de haber atado la salida en Sant Feliu de Guíxols por unos años.
Para quienes seguimos la Volta desde bien pequeños, estos cambios saben a gloria, más cuando la carrera se había instalado en una espiral de previsibilidad que, al menos ahora, parece quererse romper.
Ojo la nota de prensa de a organización, desde 1959 que la carrera no pisaba Berga, eso son, como dicen, seis décadas después.
«“Creo que regresar a Berga y al Berguedà era un clamor después de tantos años. No solo porque los aficionados al ciclismo lo deseaban, sino porque a nivel deportivo puede ser una etapa totalmente decisiva y de un magnifico atractivo. Estoy seguro que viviremos una gran fiesta y agradezco a todas las partes implicadas el esfuerzo realizado por haberlo hecho posible”
Comentó Rubén Perís en la previa de la etapa, cuyo diseño está en fase de ejecución.
Así las cosas la noticia, además de importante, por suponer un cambio en el esquema que tan aburridos nos tenía, es simbólica por dar respuesta a lo que muchos y buenos cicloturistas que conozco llevaban tiempo pidiendo.
Y ojo que con esto no culpo a la Volta de no ir al Berguedà, pues al parecer por parte de la zona no había el interés necesario.
Así nos lo hizo saber el propio Rubén, cuando pasamos revista a la Volta justo después de finalizar este mismo año, al preguntarle por abrir horizontes más allá de la salida de Sant Feliu de Guíxols, el paso por las estaciones de FGC y el final en Montjuïc.
Entre los embajadores del Berguedà el mismo ganador de la Vuelta a España, Sepp Kuss que se vuelve loco con Pradell, Capolat, Coll de Pal y Rassos de Peguera.
Espero alguno de los Highligths esté en la Volta y veamos si lo que cuentan de ellos es verdad.
Imagen: Guillem Riera
Ciclismo
La Sea Otter Europe, Girona y la salud de la bicicleta
La Sea Otter se ha convertido en la excusa anual para visitar Girona
Hemos tenido la suerte, en este mal anillado cuaderno, de estar en todas cada una de las ediciones de la Sea Otter Europe en Girona.
Recuerdo la primera entrega del evento, una feria con buenos mimbres, en junio, antes del verano, temperatura agradable, días largos y un programa deportivo que la hacía diferente, pues antes o después de tu carrera, marcha o salida tenías la opción de visitar las novedades del gremio.
El evento era redondo, a un programa cargado de actividad, la Sea Otter Europe escogía bien, Girona, una ciudad con bicicletas de alta gama pululando por todos los sitios, con ciclistas de todo tamaño y talla, ciclistas venidos de muy lejos y de muy cerca, en un ambiente tan especial y singular que podemos decir que esto sólo lo vemos aquí.
Una peculiaridad de doble filo ojo, lo dijimos hace unos meses, si Girona es el hub de la bicicleta y de muchos ciclistas profesionales, también lo es de la especulación que el turismo y la fama traen consigo, navegando en un difícil equilibrio en el que la bicicleta se percibe en muchos entornos como el kilómetro cero del encarecimiento de la ciudad para los gironins.
En este contexto y con años de crecimiento ininterrumpidos, la Sea Otter Europe superó el socavón de la pandemia para lucir mejor que nunca, como lo hace Girona entre bicicletas.
Una feria que en las dos últimas ediciones ha sido una gozada de gente, de novedades, de marcas yendo y viniendo.
Por sus pasillos te cruzas a Flecha, a Valverde, a Purito, pero también a gente que conoces hace años, que sabes lo que venden y cuánto venden y cómo les va las cosas.
Y podemos decir que el sector de la bicicleta está compuesta de algo muy importante, de gente que ama lo que hace y el ciclismo, de gente que quiere lo mejor para su deporte, oficio y, en definitiva, pasión.
Eso sin ser el trabajo mejor pagado.
El sentir de la feria fue el esperado, hay nubarrones en el presente, todos nos sabemos de resaca tras años de bonanza y no hay una bicicleta eléctrica o un freno de disco para tirar del carro.
Cambios que en el pasado reciente salvaron los muebles cuyo efecto está amortizado.
Problemas para sacar el sobrestock ahora, pero seguridad de que el sector seguirá adelante, que los ciclistas sigue necesitando «peixet» y la situación se estabilizará de años de locura, en lo bueno y lo malo.
Entonces, seguiremos quedando en la Sea Otter tras desayunar por Girona y admirar ciclistas y bicicletas que nos llevarán la mirada, porque aquí estamos en casa.
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