Ciclistas
¿Hasta dónde llegará el meneo del Team Ineos?
Sin Froome ni Thomas, Team Ineos y Brailsford buscarán su octavo Tour en nueve ediciones
El ocho del Team Ineos para el Tour de Francia es un órdago en largo y ancho a los 360 grados del ciclismo mundial, una enmienda a su historia, a su inercia, a los rivales y a la carrera en sí.
Dejar cinco Tours en casa, los que suman entre Chris Froome y Geraint Thomas, es la foto de inicio de una la escuadra que opta a renovar su octava corona, de nueve posibles, en la mejor carrera del mundo, a diez días para que se ponga en marcha en Niza.
La meritocracia es algo muy arraigado en ciertas culturas y formas de hacer, y no tanto en otras.
A veces, por tirar de histórico, dejar emerger los sentimientos y deslumbrarse por los nombres se sitúa por delante de consideraciones más coherentes con el momento del bloque y los momentos de los corredores.
Estaba claro que la espada rondaba la cabeza Chris Froome desde el instante empezó a titubear, con ese estado de forma tan pobre para afrontar un reto como el Tour, ya no digo el quinto Tour, ahora mismo una quimera y sí la carrera en sí, con ciertas garantías de ser útil para el objetivo del equipo: no importa con quién pero hay que ganar el Tour.
Porque como Bradley Wiggins un día acusó a Dave Brailsford, con poca razón a nuestro entender, que el grupo estaba por encima del nombre, estaba anticipándonos soluciones como la que hemos visto en la ecuación del ocho que Ineos presenta en la salida del Tour 2020.
Es así, Froome no está bien, fuera, Geraint Thomas no tiene ni para ayudar a Egan Bernal en las subidas, también fuera
El primero irá a la Vuelta, carrera que con la pandemia en ebullición vemos lejísimos, el segundo al Giro, prueba para la que ha sonado ya otras veces, que siempre esquivó en pos del Tour, pero que ahora no hay vuelta sobre su hoja de ruta.
El Team Ineos para el Tour 2020 es una sacudida en toda regla, cambian de nombre y hasta de colores, Grenadiers, y se vuelven al azul y negro original, a ello le suman que será la primera vez que o Froome o Geraint fallen en la Grande Boucle desde 2010, se dice pronto.
Si miramos el equipo de hace dos años, y lo ponemos negro sobre blanco con éste hay escasas conexiones: capitaneado por Bernal, secundado por Carapaz y Sivakov, con la experiencia de Kwiatkowski, la incondicionalidad de Castroviejo, las tablas de Amador y el poder de Van Baarle.
Luke Rowe es lo único que conecta con el corre del Team Sky y la raíz británica del equipo
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Ineos quiere ganar el Tour, le da igual con quién.
Y hacen bien, tienen abanico y calidad para escoger y cribar, su capacidad de regeneración ha sido y es envidiable, ¿qué queda del treno de Wiggins?
¿Dónde están ahora Porte, Boasson Hagen, Rogers y Cavendish?
Una capacidad de regenerar que se une al bisturí y prescindir de aquellos ciclistas que, por mucha historia que les sostenga, ya no aportan lo de hace un año.
Meritocracia se llama, y consiste en no mantener momias andantes en estructuras del máximo nivel por el mero hecho de ser leyendas en lo suyo.
Hay un tiempo para crecer, otro para liderar y también para dar un paso al lado.
Una sacudida de nombres, una sacudida de colores, otra de denominación ¿habrá cambio de planes y estrategia?
Habrá que verlo, de inicio el Jumbo Visma le comió la tostada en el Dauphiné, hasta que Roglic duró en competición, antes en el Tour de L´ Ain.
Lo que está claro es que, a día de hoy, si juegan al choque de trenes, los amarillos son superiores.
Imagen: FB de Team Ineos
Ciclistas
Christophe Laporte tiene para él y para el Jumbo
El palmarés de Laporte en Jumbo no está siendo pequeño
En la primera etapa del Dauphiné vimos una imagen conocida, Christophe Laporte levantando los brazos y llevándose el primer amarillo de la carrera, como cuando vistió aquel de Paris-Niza, tras una tremebunda exhibición del Jumbo Visma.
Esta vez no hizo falta un golpe de efecto, el don de la oportunidad y puntería que el francés ha afinado en el equipo neerlandés le sirvió para sacar petróleo del dolor de Rune Herregodts, cazado y superado pero que muy cerquita del arco de meta.
Fue una imagen familiar de estos dos últimos años.
El Christophe Laporte del Jumbo Visma ha mejorado con mucho el ciclista que aterrizó hace 18 meses procedente del Cofidis.
Decisivo para sus líderes, sabe guardase algo para seguir sumando en lo personal.
¿Un ejemplo?
El pasado Tour, en el que el francés fue una pieza más en el engranaje del Jumbo, lo que no le impidió sacar brillo a su momento, ganando una etapa a 48 horas de París.
La máquina de ganar que era esos días el equipo que cambia el kit para el Tour por no coincidir con el líder, contó con Laporte en sus visitas al podio.
Fue una victoria de inercia, de ciclista crecido, con instinto afinado y mejorado entre los compañeros que está.
Recordar la exhibición de París-Niza el año pasado, de inicio con Roglic y Van Aert, o con éste mismo en el Harelbeke del año pasado.
Con el belga ya ha formado dupla exitosa, la más sonada la Gante-Wevelgem de este año que acabó en sus manos para desespero de muchos que veían a Van Aert ganando.
Pequeño, pero interesante, muy top, ese es el palmares de Christophe Laporte en el Jumbo.
Fue el primero de los mortales tras Remco en el pasado mundial y consiguió una victoria de superioridad y oportunismo en A Través de Flandes, el gran día de Oier Lazkano.
Ahora mismo vuelve a estar en el trenecito de Jumbo para el Tour y eso es mucho decir, pues no sólo estará para jornadas llanas y proteger a Vingegaard, también formará parte de la pizarra del equipo para combatir a Pogacar en la montaña.
En estos equipos, clasicómanos como Van Aert o Benoot no se libran de currar y moverse en los grandes puertos, y Laporte está también en ese rol.
Imagen: A.S.O/Billy Ceusters
Primoz Roglic
Roglic podría hacer historia en la Vuelta a Suiza
Con la Vuelta a Suiza, Primoz Roglic lograría una estadística de leyenda
En la resaca de Giro, valoramos el papel y determinación de Roglic para el Tour de Francia, pero también el posible rodeo por la Vuelta a Suiza.
Ojo, que lo que está en juego ahí no es poca cosa.
Las siete grandes carreras de una semana podrían acabar, de una manera u otra, en el palmarés del esloveno, demostrando una variedad de registros y continuidad en el tiempo que hemos de valorar positivamente.
En ocasiones, hablamos del Roglic pancartero, del ciclista que especula y mide cada paso, pero obviamos la sostenibilidad en el tiempo de su carrera deportiva.
Parece que fue ayer, pero Primoz Roglic lleva en la élite desde 2016, cuando dio el salto adelante para porfiar por las cronos del Giro ante el mismo Tom Dumoulin.
Desde entonces, nunca hubo un paso atrás en su progresión.
Al año siguiente estrenó su palmarés en el Tour, ganando a Contador, entre otros, en las pendientes del Galibier.
Luego se quedaría a un paso del podio del Tour que gana Geraint porque Froome sacó el genio de campeón en aquella famosa crono en Iparralde, para dar el salto definitivo en 2019 aunando triunfos en UAE, Tirreno y Romandía, antes de ser podio en el Giro y ganar su primera Vuelta a España.
En este tiempo Roglic ha construido un puzle tan valioso que sólo le falta la pieza de la Vuelta a Suiza para lograr una estadística brutal.
La Itzulia y Romandía abrieron una cuenta que creció en 2019 con UAE y Tirreno.
La cosa con las carreras francesas fue más complicada.
Tuvo a un paso sendas victorias en París-Niza y Dauphiné, pero en ambas, una caída de última hora dio al traste con el objetivo.
Pero si una cosa tiene este corredor es que es ejemplo de caer y levantarse con la misma facilidad.
El año pasado, en una campaña que podríamos decir «mala» para su estatus, aunó ambos éxitos, primero en Niza, salvando los muebles con Van Aert en la etapa final, y luego en Dauphiné, transmitiendo la sensación que estaba un punto por debajo del mismo Vingegaard.
Este año sumó la Volta a Catalunya a su causa ante el acoso de Remco Evenepoel, dejando el foco sólo y exclusivamente en la Vuelta Suiza, la muesca que le falta para ser un ciclista más legendario aún.
Que Roglic no complete las carreras con las exhibiciones de Pogacar no significa que estemos ante un tipo con una base ciclista tan profunda como el palmarés que le representa.
Ojalá vaya a la vuelta helvética y se aúpe aún más en el imaginario con un año sencillamente brutal, más aún sin haber transmitido, salvo en la cronoescalada final del Giro, estar en su «best» en ningún momento, como si las victorias fueran fáciles, que entran solas.
Imagen: Guillem Riera
Primoz Roglic
¿Roglic al Tour? No sé yo
Si Roglic fuera al Tour ya no tendría el valor específico de otras veces
Recuerdo en la semana de París-Niza y Tirreno-Adriático que comentamos en este mal anillado cuaderno sobre la necesidad de ver a Primoz Roglic al lado de Jonas Vingegaard en el Tour de Francia.
Claro que entonces no se había corrido el Giro y sí un par de grandes carreras en las que los eslovenos dominaron casi a placer.
Si Pogacar no dejaba ni las migas en Francia, Roglic se apuntaba su segunda Tirreno con la sensación de estar lejos de su mejor punto de forma pero con una contundencia brutal: general y tres etapas.
Esos días comentamos la necesidad de ver a Roglic en el Tour para apuntalar las opciones de Vingegaard en la defensa de su corona.
Si el año pasado nos demostró una cosa es que para derrotar a Pogacar es necesaria la estrategia de «manada» que el Quick Step ha hecho tan célebre, empezar los picotazos por diferentes sitios y al mismo tiempo del gran favorito para hacerle ceder como acabó sucediendo en la célebre jornada del Granon.
Roglic fue clave esos días, incluso magullado tras su caída en el pavés.
Cuando Primoz atacaba Pogacar no podía dejarle ir y en ese tren iba «cómodo» Vingegaard para rematar a su rival.
Eso fue lo que vimos, lo que pasó pero ¿puede suceder este año?
No lo veo tan claro.
Leo que Roglic mantiene hermetismo sobre su presencia en el Tour de Francia, pero confirma que estará en la Vuelta a Suiza, para seguir con ese puzle de victorias en las vueltas de una semana.
Si Roglic va a Suiza es para ganar y para mantener ese punto de forma, aunque no sé yo si es tan sencillo lograrlo y sobretodo si puede prolongarlo hasta julio.
En todo caso, creo que esta vez el peso específico de Roglic en el Tour baja muchos enteros.
Esto lo escribo a priori, luego es posible que me dé en los morros.
Correr el Tour a tope tras ganar el Giro de Italia no es sencillo, incluso tras una carrera, la italiana, que aparentemente no ha significado el desgaste de otras ediciones.
En caso de estar en Francia, no creo que Pogacar, escarmentado del año pasado, entre tan fácil al trapo de su compatriota, más que nada porque sabe que viene con un Giro en las piernas.
La jerarquía del esloveno en Jumbo es indiscutible, al punto de poder disputar una grande a su medida sin reparar en si puede o no estar con Vingegaard en Francia.
Mientras el Giro iba quemando etapas, vimos el grupo del Tour de Jumbo entrenar, creo, por Sierra Nevada, con Laporte, Van Baarle y Van Aert junto al ganador saliente.
En ese grupito faltaban nombres que estuvieron en el Giro, principalmente Kuss y Roglic.
Con ambos vuelven a armar otro equipazo, pero me temo que la carta del esloveno igual ya no vale como antaño, y mejor pensar en otras cosas.
¿Qué habrán ensayado en Sierra Nevada?
Imagen: A.S.O. Alex_Broadway
Ciclistas
Wikiloc sigue en la Sea Otter Europe como “Official Mapping”
Wikiloc ha renovado su colaboración como “Official Mapping” para Sea Otter Europe
Desde Wikiloc comentan: “Estamos muy contentos de continuar un año más como colaboradores oficiales de todos los eventos organizados por Ocisport, como Sea Otter Europe. Nos entusiasma poder sumar esfuerzos con el objetivo común de potenciar el ciclismo y el trail running.”
Además, añaden que “Sea Otter Europe se ha consolidado como uno de los festivales ciclistas de referencia, y el hecho de que este evento tan importante a escala internacional se celebre en la ciudad en la que nació el proyecto de Wikiloc, nos une de una forma muy especial”.
Que Wikiloc sea colaborador oficial de la Sea Otter Europe Costa Brava Girona by Continental 2023 tiene ventajas para los participantes. Todos los tracks de las pruebas del programa deportivo del festival estarán disponibles en Wikiloc, desde donde se podrán consultar, así como descargar o enviar de forma fácil y rápida a un dispositivo GPS.
Wikiloc es una web y aplicación donde se pueden descubrir y compartir rutas de todo tipo de actividades diferentes, como MTB, ciclismo de carretera, trail running o senderismo. A día de hoy ya se han compartido más de 40 millones de rutas por todo el mundo. Rutas que comparte la comunidad, formada por más de 12 millones de miembros.
Además de poder descubrir nuevas rutas con filtros como kilometraje, desnivel o zonas de paso, entre las funcionalidades mejor valoradas de Wikiloc está la navegación outdoor de la app, que permite seguir las rutas de los demás (incluso sin cobertura), así como el hecho de poder grabar tus propias rutas. También la posibilidad de enviar las rutas de manera fácil y rápida a varias marcas y modelos de dispositivos GPS con los que seguirlas.
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