Noticias de ciclismo
La Amstel de Wout Van Aert…
La primavera de Van Aert es un éxito con la saturación de objetivos que se impone
En ciclismo caben mil opiniones, cientos de opiniones y unas pocas verdades, lo decimos a raíz de la victoria de Van Aert en Amstel.
Hace pocos días decíamos sobre el belga…
Creemos que ha perdido pegada, que no remata en proporción a esa intimidación que sugiere, el último ejemplo la Flecha Brabanzona con Pidcock, mejor que él en un sprint, el mismo Van Aert que semanas atrás ganaba el primer azul de la Tirreno en una volata frente a Caleb Ewan.
Y quizá aquí resida el problema, que hemos vendido la sensación que Wout Van Aert todo lo puede, que está en disposición de ganarle un sprint a Ewan, una crono a Ganna, disputarle una general a Pogacar y porfiar por un monumento ante Alaphilippe y VDP.
Todo eso lo ha hecho, pero son demasiadas cosas.
Tras el rendimiento en Flandes, el entrenador del ciclista admitió que esa Tirreno tan espectacular había sido cualquier cosa, salvo un entrenamiento de calidad, pues gastó mucho y eso acabó pesando.
Nos encantan los ciclistas polivalentes, que todo lo pueden, recordamos a Geraint Thomas hace cuatro o cinco años, en otro nivel le detectamos el mismo problema, hasta que dijo querer ganar el Tour, prescindió de la pista, de las clásicas y acabó coronado el París.
Sinceramente, seguimos diciendo lo mismo, incluso después de ver a Wout Van Aer ganar esta Amstel Gold Race.
Creemos que la campaña actual de clásicas, también con la neerlandesa en su vitrina, con la Gante-Wevelgem, no olvidemos, ha demostrado que Van Aert, si quiere ir a full, debe replantearse el ir a por tantas cosas.
Su carrera es una locura, pone el cuerpo al 110% cada poco, sacando lo mejor en cada prueba, compitiendo mientras otros se están comiendo los turrones, y ahora en primavera, saliendo a por todas.
Luego el Tour, el mundial, Roubaix…
Lo suyo nos parece inaguantable.
Y todo eso lo decimos en el contexto de una primavera en la que Van Aert ha ganado cuatro veces, que no es poco, dos etapas de Tirreno más dos «clasicones».
Pero para los muy puristas, Van Aert no ha estado al nivel de su archirival Mathieu y eso es un aviso, un aviso que conviene dosificar, o seleccionar mejor los objetivos.
Que seas muy bueno en general, no implica que vayas a por todo
En esta Amstel, Van Aert puede presumir que fue el primero en romper hostilidades, no corriendo a la contra, y por detrás, como otras veces.
Y la muestra la tenemos en el propio Tom Pidcock, un ciclista que está creciendo una barbaridad, y que en un par de sprints le ha puesto al límite.
Le ganó la Flecha Brabanzona y casi la Amstel, una carrera que cayó para Van Aert en una photo finish imposible.
¿Habría pasado eso con un Van Aert centrado en las clásicas?
Imagen: FB de Amstel Gold Race
Noticias de ciclismo
Una Vuelta como la que firmó el UAE
La presencia de UAE en la Vuelta ha sido brutal, incluso perdiendo a sus líderes para la general
Cuando Jay Vine sumó los puntos finales para ganar el KOM de la Vuelta Ciclista a España, adelantando a Marc Soler, UAE Team Emirates sellaba su presencia en el podio final de los maillots en Madrid.
Era la guinda a una Vuelta a España muy interesante por parte del mejor equipo del mundo que estos días ha logrado su triunfo nº 70.
El de Vine fue el acceso al podio de Madrid para vestir el maillot de Loterías de mejor escalador, completado con el del equipo como mejor bloque de la carrera.
Ya de salida se presagiaba que a un equipo con Del Toro, Vine, Soler, Almeida, Yates y McNulty, entre otros, no le podía ir mal, pero a veces no todo es el poderío económico y de los nombres, como ahora veremos.
UAE empezó la Vuelta en Lisboa liderando con Brandon McNulty marcando una velocidad récord para calentar un rojo que parecía destinado a Joao Almeida o Adam Yates.
De inicio el inglés quedó fuera de concurso para volver a optar a cierta presencia a partir de Granada.
Adam Yates nunca fue alternativa para la general, acabó en la 12a plaza, pero el día de Hazallanas nos ofreció una actuación genial, aliñada con lo que sería una tónica para el equipo durante muchas etapas, una escapada con varios efectivos para ir haciendo camino y sumando triunfos.
Esos días, finales de la primera semana, el equipo se recuperaba del shock de peder, otra vez, a Joao Almeida por Covid.
Y digo otra vez en recuerdo del Giro 2022, cuando el luso estaba luchando por entrar en el podio y se quedó fuera de carrera.
La baja de Almeida y a eliminación de Yates no fueron hechos suficientes para sacarles de la carrera, siendo el equipo más animador de la misma, luciendo músculo y talento, sí, pero también capacidad de reacción y reinvención e instinto de remate.
Marc Soler ganó en Los Lagos para completar el trío de etapas.
La Vuelta a España del catalán ha sido un espectáculo diario, ha cazado escapada una de cada tres etapas, contando las dos cronos, ha tirado de grupos lo que ha querido, ha ido solo, ha remontado e incluso ganado, como digo, en una cumbre como Lagos.
Cuando Marc Soler corre sin tarea asignada es un dinamizador nato de la competición.
Con Marc ha brillado un ciclista que cae bien por defecto, Jay Vine, fichado hace dos años por UAE cuando ganó dos etapas de la Vuelta, y con una omnipresencia en la carrera envidiable.
Lo mismo intentó varios días un ciclista que cuando corre es un espectáculo de entrega, hablo de Pavel Sivakov, demasiado generoso en Pajares, y mejor clasificado del equipo.
En UAE ha tenido presencia también Isaac Del Toro, mucha expectación sobre él, un debut normal pero premonitorio con lo bien que se vio en la parte final de carrera.
Hasta Filippo Baroncini se ha sentado en alguna «hot seat» algún momento.
UAE ficha y lo hace con un poder ilimitado, así las cosas son más fáciles, pero no se os olvide, a la pasta hay que añadirle dirección, pizarra y descaro, y eso aquí también lució en el equipo emiratí.
Otros con el mismo o más dinero, brillaron mucho menos.
Imagen: Unipublic/Cxcling/Naike Ereñozaga
Noticias de ciclismo
Esta Vuelta parece el techo de Enric Mas
La versión de Enric Mas en esta Vuelta es el espejo de su trayectoria
Una de las imágenes que nos dejaron los prolegómenos de la ceremonia final del podio de la Vuelta a España fue la de Primoz Roglic hablando con Enric Mas acompañado de su pequeñín.
Una estampa que nos recuerda que esta gente siente y padece, que tiene vida más allá de las cuatro o cinco horas de carrera, con familia, facturas y preocupaciones varias.
Fue bonito el instante en el que Roglic se centra en bebé de Enric preguntándole algo así como si le deja dormir bien.
Sea como fuere a los hijos del esloveno los estamos viendo crecer de podio en podio.
¿Puede estar Enric Mas contento con esta Vuelta a España?
Yo creo que sí.
Ser tercero en una carrera en la que has acabado segundo tres veces, anteriormente, puede sonar decepcionante, pero no deja de esta condicionado por esa escapada de Ben O´Connor en los primeros días que revolucionó la carrera de Enric.
Como digo, Enric Mas puede estar contento con la Vuelta que ha hecho, pues al final ha lucido todos los pros y contras que ha ido mostrando en su trayectoria deportiva.
Ha sido regular como sólo en la Vuelta ha sido capaz de serlo siempre, su rendimiento, en relación a los rivales, ha sido siempre coherente con los visto hasta esta carrera, es decir, siempre delante, no muy delante, con aversión a que le diera el aire, midiendo cada paso y cambiando el ritmo, que no atacando, haciendo el daño justo.
Ha parecido más fuerte que nunca, e igual ha sido así, pero a efectos prácticos ese esloveno que le hablaba en los prolegómenos del podio final, ha sido netamente superior.
Incluso contando los instantes de Vuelta en los que Enric Mas ha parecido ser superior a Roglic, como en Hazallanas o en los mismos Lagos de Covadonga.
En el cómputo global de ésta y anteriores Vueltas, el campeón ha sido mejor, por eso es ya tetracampeón.
El problema de Enric Mas con la afición no su resultado, cuantos lo firmarían, y sí las expectativas, no sé si alimentada por nosotros mismos de que «esta vez sí, Mas los va a poner en su sitio«:
Es curioso, porque tenemos muchas veces la sensación de que va a ser capaz, en esta Vuelta lo pensamos e incluso cuando llegaron los finales en alto dijimos que llegábamos al «territorio Mas» pero la realidad nos devuelve una y otra vez a un escenario en el que el corredor es como un quiero y no puedo, muchas veces, y otras como un puedo y medio quiero.
En un ciclismo tan tan tan seguido como el actual, en el que personajes que todos tenemos en mente levantan masas con sólo alzar un dedo, ser un ciclista como Enric Mas no es sencillo, porque en el fondo son muy diferentes.
Lo que sí tengo meridianamente claro es que Enric Mas ha tocado techo en la Vuelta y por ende en las grandes vueltas, más que esto sería mucho esperar, por eso un día anhelo una estrategia en la que otros objetivos, además del puesto en la general, mueva las piernas de un corredor que, a pesar de todo lo que leáis, es un corredorazo.
Imagen: Unipublic/Cxcling/Naike Ereñozaga
Noticias de ciclismo
Vuelta: Ben O´Connor, un segundo más que merecido
Veremos si Ben O´Connor sabe prolongar esta grandísima Vuelta a España
No hay nada de regalo, pero sí de sorpresa en la segunda plaza de Ben O´Connor en la Vuelta a España.
Hace tres semanas, en Lisboa, Ben O´Connor aparecía como un outsider muy outsider a la victoria final, un buen corredor con sendos cuartos puestos en Giro y Tour, logrados de forma muy diferente,
Si en Italia, lo consiguió a cara descubierta, en el Tour se basó en una escapada que supo culminar con victoria de etapa en la cima de Tignes.
Entró esos días en el concurso del podio, pero se quedó cuarto, tras Pogacar, Vingeaard y Carapaz, hablo del Toue 2021.
En esta Vuelta, Ben O´Connor ha dado un paso más, ha vuelto a estar en plazas de podio, de hecho ha sido líder más de media carrera y ha tenido suficiente para acabar segundo en la general.
No creo, tras lo sucedido en el Giro, que a O´Connor le rondara la cabeza este resultado antes de empezar la Vuelta.
Sin embargo, una actuación magistral camino de Yunquera, en los primeros días cambió todo.
De repente se vio primero y con cinco minutos en la general.
Ahí venía el resto de la historia, lo más duro y complicado, mantener el maillot rojo cuán más lejos mejor.
Lo ha cedido a 48 horas de Madrid, tras una agotadora travesía por media España descontando segundos a cada etapa, alternando días malos con otros mejores, a los que agarrarse en el futuro, en especial aquel de Granada.
Sólo le ha superado Primoz Roglic, en esta carrera contra el tiempo y los elementos.
Todos han ido contra Ben O´Connor y éste ha estado al nivel del momento histórico que se ha ganado vivir.
Se ha defendido admirablemente en cada recodo del trazado, salvando diariamente su preciada prenda y llevándola hasta donde nunca soñó llevar.
Su flaqueo final, en Lagos y Moncalvillo, no esconde una defensa excepcional del liderato y de la segunda plaza final en la Vuelta.
Todo ello acompañado de un equipo que le ha respondido a las mil maravillas, en especial un Valentin Paret-Peintre excepcional en momentos muy puntuales, y un lagunar Felix Gall, quien en el balance final creo que le ha hecho un buen trabajo, lideratos internos a parte.
Sumadle por último la sensación de que nunca le probaron a fondo como lo hiciera Roglic, quizá también por que remontar esos cinco minutos no era tan sencillo como nos pudiera parecer.
Por cierto, Ben O´Connor ha sido el elemento disruptivo cuya escapada propició los mejores momentos de la Vuelta, demostrando, una vez más, que la emoción que viene de forma natural y por la propia carrera es aquella que emociona al aficionado.
Ahora viene la pregunta del millón ¿éste es el techo de Ben O´Connor?
Por capacidad física y sin el efecto sorpresa, yo creo que sí, pero el tiempo dirá, de lo que no hay que dudar es que éste es un ciclista mayúsculo, muy bueno y su segunda plaza en la Vuelta es más que merecida.
Imagen: Unipublic
Noticias de ciclismo
La cuarta Vuelta de Primoz Roglic
Estos días hemos visto al mejor ciclista de la historia de la Vuelta, Primoz Roglic
En la imagen que ilustra el artículo vemos a Primoz Roglic, en el penúltimo podio de la Vuelta a España.
Sí, es en Picón Blanco y ahí aparece el esloveno con mascarilla, ilustrando a fondo la caótica situación que vivió su equipo en la recta final de la carrera, con todo a su favor, pero con una enfermedad haciendo estragos entre el staff y compañeros del calibre de Daniel Martínez, retirado, y Alexander Vlasov, muy descolgado.
En cualquier caso, Primoz Roglic salió airoso del penúltimo reto de una Vuelta que le pone en lo más alto de la historia de la carrera.
Entre 2019 y 2024, cinco años y seis ediciones, no ha habido Vuelta que no haya tenido el nombre de Primoz Roglic en los titulares.
Cuatro de ellas quedan con su nombre en el trofeo de ganador.
Luego hubo un par de ediciones con circunstancias muy diferentes en contexto pero todas contrarias a sus intereses.
Hace dos años dejó la carrera cuando optaba a ser el gran rival de Remco Evenepoel, por caída, y el pasado, se ciñó a las órdenes de equipo, respetando el rol de líder de Sepp Kuss.
Primoz Roglic ha ganado cuatro ediciones de la Vuelta Ciclista a España consolidando una relación de amor como pocas he visto en este deporte.
Todo el rechazo y contrariedad que ha encontrado en el Tour ha sido viento de cola en la grande española.
Es más, Primoz Roglic ha encontrado en la Vuelta todo el premio y consuelo a malos momentos del Tour, sin ir más lejos este año, pero también hace dos, tres y cuatro.
Un consuelo que no es pequeño, pues le convierte en el mejor corredor de la historia de la carrera, con cuatro ediciones ganadas más quince etapas, superando por poco a Roberto Heras, también tetracampeón con diez victorias parciales.
Detrás quedan Alberto Contador y Tony Rominger.
Esta cuarta Vuelta de Roglic ha sido diferente a las anteriores, pero cuenta como las otras.
Ganada a fuego lento, en un ejercicio de paciencia y tesón en el que poco a poco fue desgastando la enorme diferencia que les sacó Ben O´Connor en la primera semana.
La labor de Roglic queda reflejada en el hecho de ser el único que pudo remontar al australiano.
Nadie le ha regalado nada, ha alternado días buenos, con otros no tan inspirados y algún parcantazo, aunque éstos fueran los menos, pues Roglic sabe cambiar el registro cuando lo necesita, y en esta Vuelta tuvo que arriesgar y lo hizo.
Porque Roglic es uno de los tipos más inteligentes del pelotón, no es Pogacar ni Vingegaard pero tiene un palmarés que habla por él, un bagaje tan bruto que le pone entre los mejores del mundo ahora mismo y cerca de los mejores de siempre.
Ahí queda, cuatro Vueltas añadidas a un Giro y todas las vueltas por etapas de una semana, salvo el Tour de Suiza.
Grande es poco, es uno de los mejores que hemos visto nunca y su pedestal en la Vuelta es un premio muy merecido.
Imagen: Unipublic/Sprint Cycling Agency
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