Ciclistas
La admirable Vuelta de Guillaume Martin
Guillaume Martin ha cazado una fuga de la Vuelta cada dos o tres días
Oí el jueves pasado que le preguntaban a Guillaume Martin en una salida de la Vuelta qué pitufo sería él.
Obviamente salió la figura del «pitufo filósofo», no podía ser de otra manera.
Lo cierto es que viendo la Vuelta de Guillaume Martin, siempre en escapada, sentenciando la montaña lejos del final, nos vienen a la mente la buena química que los ciclistas franceses han tenido con la carrera en los tiempos recientes.
La imagen de Martin disputando los altos de la Vuelta refresca la figura de otro Cofidis que hizo fortuna en España, lejos de presión del pentágono y el Tour.
David Montcoutier no fue el francés con mejor palmarés, pero su figura enamoraba, era seda sobre la bicicleta, firmeza y resolución en la máquina, perfectamente acoplado, limpio y elegante.
Ganó alguna etapa y el reinado de montaña abriendo un capítulo reciente en la Vuelta en la que los franceses han sido protagonistas.
De esta manera está la curiosa historia de Alexander Geniez, ganador de dos etapas aquí, de Lilian Calmejane, Kenny Elisonde en el mismo Angliru o el mismísimo Thibaut Pinot, que tiene el singular hito de haber ganado en Alpe d´ Huez y Lagos de Covadonga.
Incluso el propio Rémi Cavagna, ansioso en Ciudad Rodrigo por repetir lo de Toledo, dándonos un manual para rodar y rodar.
Con estos antecedentes, Guillaume Martin se presentó en la Vuelta con el sabor mixto de un Tour que empezó bien pero que no acabó de la mejor forma.
En Francia experimentó lo que implica ser francés y estar en primera línea del Tour, durante varios días soñó, junto al propio Romain Bardet, en cosas grandes, pero la marcheta del Jumbo se cobró muchas víctimas, entre otros él.
Llegó a la Vuelta y lo ha bordado.
6è échappée de @lavuelta, sur une longue journée de 230kms finie en hypothermie! Plus combatif du jour, et maillot de meilleur grimpeur assuré ????????
After today's stage, I spent more than one third of the Vuelta in the breakaway! Most agressive rider, and mountain jersey secured! pic.twitter.com/2yah4ukb0F
— Guillaume Martin (@GuilmMartin) November 5, 2020
Ha sentenciado un gran premio de la montaña que llegó a tener a gente como Tim Wellens o Richard Carapaz delante, y lo ha sentenciado a días del final, en base a una presencia infinita en la carrera.
El otro día camino de Puebla de Sanabria escribió que había protagonizado su sexta escapada de la Vuelta, hecho que, si pensamos que la carrera se compone de 18 etapas, si le quitamos la crono y Madrid, podemos decir que ha pillado la fuga buena cada dos o tres días.
Por cierto, añadidle la escapada hacia La Covatilla.
Esto en el ciclismo actual tiene un mérito terrible, hoy que vemos muchas salidas y apreciamos en directo a la castaña que se va hasta que el corte bueno toma distancia.
Un nivel que se marca en cada fuga de la Vuelta, llena de estrellas y nivel y entre todos Guillaume Martin, un personaje perenne en las escapadas de una carrera que, como comentaba en ese mismo tweet le supuso llegar con hipotermia.
Un ciclista que sólo puedes admirar, por haber llegado a este nivel en su profesión y desarrollado un ingente acerbo cultural que plasma con su carrera de filosofía y los libros que ha escrito, ya sabéis que los ciclistas con inquietudes más allá de la bicicleta son objeto de admiración.
En fin, que si muchas de las figuras foráneas que vienen a la Vuelta, y de las que casi no hemos sabido, vinieran con este ánimo, lo que veríamos sería sencillamente inenarrable.
Ciclistas
Los niveles de Egan Bernal
El Egan Bernal de 2019 no habría estado al nivel de los capos actuales, pero no habría estado lejos
Entre las parejas del pelotón hay una que me gusta mucho, la de Carlos Rodríguez con Egan Bernal.
No sé, hablamos de dos ciclistas tremendos, en diferentes épocas, Carlos más joven, y Egan, en plan mentor.
Comparten muchas cosas, pero una muy importante, son dos ciclistas espectaculares, que no se esconden, que toman el mando, les da el aire y son de fiar.
Por eso posiblemente se lleven tan bien, por eso en el pasado Tour, Egan Bernal no vaciló en echarle un cable al andaluz porque veía en él el ciclista que un día fue el colombiano.
Uno de los mejores del mundo.
Y por eso en Romandía, en el momento clave no dudó ponerse a su servicio para ayudarle en la conquista de una carrera que sin duda es un antes y un después para Carlos.
Valorad, por eso, que este Egan es el mismo que pisó el podio de la Volta y O Gran Camiño, que es un ciclista completamente recuperado de aquel horrible accidente.
Día redondo en #TDR2024
✅ Vuelve a ganar Carapaz
✅ Carlos Rodríguez sentencia la general
✅ Egan Bernal, excelente en favor de su compañero
Para Ayuso queda la asignatura pendiente de este tipo de etapas y de Enric pensé, ilusamente, que podía estar en una carrera propicia— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) April 27, 2024
Leí el otro día a Egan Bernal hablar del cambio de nivel en el ciclismo estos últimos años.
Entiendo que el paso es brutal, lo hemos visto todos.
Dice el colombiano que su nivel de antes del accidente, el que le valió para ganar un Giro, no sería suficiente ante Vingegaard, Pogacar y cía.
Él lo sabe mejor que nadie, pero a diferencia de lo que pasó en ese Giro, creo que el Egan Bernal de 2019 estaba en otro nivel.
Posiblemente intermedio.
En este ciclismo de maravillas que estamos viviendo creo que Egan Bernal fue uno de los primeros en destapar la caja mágica.
Su forma de correr en 2019 fue un anticipo de lo que habría de venir.
Un ciclista presto a correrlo todo, agresivo y eficaz, aunando un tridente como París-Niza, Vuelta a Suiza y Tour de Francia, dando la cara y ofreciendo espectáculo.
Egan Bernal tanto reventaba cuesta arriba como en abanicos, siendo el cabeza de cartel del primer Ineos post Froome.
Ese Egan Bernal de 2019 superaba al de 2021 y creo que no habría estado lejos de los cocos actuales.
Ojalá un día le recuperemos.
Ciclistas
El balance agridulce de Juan Ayuso
Juan Ayuso ha pasado por los tres estados de ánimo esta primavera
Sota, caballo y rey, Juan Ayuso concluye la primavera 2024 con las tres sensaciones en el balance.
Si tomamos como termómetro las tres vueltas del World Tour que ha realizado, el ciclista ha pisado los tres peldaños de un podio imaginario.
Sin embargo a nadie se le escapa que ceder el liderato en la etapa reina del Tour de Romandía es un palo.
Desconozco si estaba cansado, si estaba enfermo o similar.
A diferencia del año pasado, cuando ganó la crono casi sin haber competido y luego cedió el amarillo, esta vez llegaba rodado y con kilómetros, quizá demasiados.
Lo que todos vimos fue un corredor que cuando Carlos Rodríguez se puso a tope empezó a sufrir, una imagen que nos remonta al Romandía del año pasado, igual que a la Vuelta a Suiza.
Son jornadas de similar perfil y resultado que se repite.
Parecen la piedra en el zapato de Juan Ayuso.
Sigo pensando que en etapas como las de hoy tiene una piedra en el zapato, aunque le quiten lo bailado
— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) April 27, 2024
Esta vez llegaba a la vuelta suiza con buen bagaje, demostrando que cuando los grandes nombres no concurren, él está presto para ganar una carrera del nivel de la Itzulia.
Incluso, cuando coincide con un grande como Jonas Vingegaard, se erige como principal alternativa.
Lo vimos en Tirreno.
Lo que en cualquier otro equipo sería fruto de la normal evolución de un ciclista, Juan Ayuso sigue siendo muy joven, en el UAE Team Emirates hay otras prioridades.
El equipo es un pelotón en sí, una competencia real y desmedida entre grandísimos ciclistas que buscan hacerse un hueco a la sombra del incuestionable Tadej Pogacar.
Porque el esloveno es lo único inalterable en este equipo, todo lo demás está por hacer y lograr.
En esa carrera asoman nombres incluso más jóvenes que Juan Ayuso, el mil veces mentado Isaac Del Toro en especial.
Por eso cada resultado que se logre, cada victoria que se sume, cuenta doble, dentro y fuera del equipo emirat´.
Ahora, descanso y a pesanr en el Tour.
Imagen: UAE Team Emirates
Ciclistas
Los 5 mejores gregarios
Sepp Kuss encabeza con solvencia la lista de gregarios top
Grandes vueltas en el horizonte y clásicas recién concluidas, hicimos una pequeña encuesta sobre el estado del mundo de los gregarios, quizá impresionados por la increíble última etapa que se cascó Marc Soler en la Itzulia.
Hemos sacado los cinco nombres más relevantes, pero una conclusión ante las respuestas, sigue pesando mucho el ciclo de Chris Froome, pues no son pocos los que se acuerdan de nombres como Landa, Kwiatkowski, Poels o el mismo Castroviejo.
Pero vamos con los cinco más significados….
Sepp Kuss
El americano es el más repetido entre los nombres que van surgiendo.
Gregarios muchos, pero como Sepp sólo él, a la vista del 2023 que se marcó.
Ganó la Vuelta, pero antes había sido decisivo para la victoria de Roglic en el Giro y de Vingegaard en el Tour.
Cuando Kuss se ponía al frente, Pogacar sabía que el danés le iba a complicar mucho las cosas.
Las imágenes del Marie Blanque me parecen más que significativas, ese día el Tour empezó a decantarse.
Marc Soler
Sin duda que suscita controversia.
Aún pesa aquella etapa de la Vuelta 2019, en Andorra, pero negarle a Marc Soler la capacidad de trabajo por terceros es de ciegos.
Cuando el catalán tiene el día, camina como los rivales del líder, llevando el arte de los gregarios a otro nivel.
❓❓❓Una pregunta rápida…
¿Mejor o mejores gregarios actuales?— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) April 9, 2024
Michael Morkov
El conseguidor en los sprints.
Nadie que quiera brillar en una volata puede prescindir de él.
El danés, que no se si se centrará de nuevo en el objetivo olímpico, está de último servicio para Mark Cavendish en el Tour, pero anteriormente ha sentado cátedra cómo moverse en el pelotón cuando éste va lanzado hacia el sprint, siendo clave en el treno azul de los Soudal y Quick Step.
Wout Van Aert
El multiherrmaienta sin duda.
Como Sepp Kuss un ganador que Visma viste de gregario cuando le interesa.
Sus servicios a Vingegaard en el Tour han sido decisivos, pero no sólo eso también ha sido útil a Roglic e incluso cedido ese tipo de victorias que muchos le reprochan no haber disputado para sí.
Jonathan Castroviejo
Un clásico que no viene de la época de Froome, habría que remontarse a Movistar, incluso a esos Juegos Olímpicos de Londres en los que remó y remó para Luisle y Valverde.
Desde entonces tres ciclistas le han disfrutado: Nairo Quintana, Chris Froome -lo que decíamos al principio- y Egan Bernal.
Gregarios, sin ellos no habría ciclismo, sin ellos las victorias no tendrían lugar.
Nunca bien ponderados, pues no salen en la estadística, ni en el palmarés, por eso es importante dejar algo escrito sobre ellos, para que lo suyo no quede en el olvido.
Richard Carapaz
Carapaz en Romandía: La insistencia tiene premio
La victoria de Carapaz en la etapa reina de Romandía pone fin a una injusta sequía
Tiempo, demasiado tiempo ha pasado desde que Richard Carapaz lograra su último triunfo antes de esta etapa en el Tour de Romandía.
Con año y pico en un equipo que se distingue por ser coral, imaginativo y proactivo, Carapaz poco le había podido ofrecer al EF hasta esta jornada.
Destellos de lo que es un gran corredor, pero gafado por caídas o enfermedad, mermado en un pelotón en el que o eres muy muy bueno, o pasas sin pena ni gloria.
Siempre he pensado que Richard Carapaz nunca ha sido el mejor en nada, unos cuantos le superan con creces, pero a su favor tiene dos cosas: olfato y ambición, que mezclados en justa medida dan como resultado el ciclista que tanto nos gusta, el de los pocos pero buenísimos triunfos.
A todo lo dicho añadidle esa pizca de valentía que a veces roza la inconsciencia de salir, por ejemplo, a por Pogacar en La Redoute a sabiendas que puedes hacerte daño.
Pero Richard Carapaz siempre lo intenta, siempre propone, como en la jornada reina del Tour de Romandía, jugando a ganar desde el primer momento.
Supo leer la necesidad de Ineos de tumbar al líder Juan Ayuso y trabajar para Carlos Rodríguez, Egan Bernal incluido.
Luego se soldó a la rueda de Carlos y atacó en el momento justo de la mejor manera que sabe hacerlo: sacando mucho de golpe y luego sufriendo hasta el final.
Aunque la justicia deportiva da y quita como le place, no me habría gustado nada que Florian Lipowitz le hubiera dado caza en la recta final.
Cuando Carapaz le vio venir redobló el esfuerzo y dio con la llave del triunfo.
Aunque ha ganado algunas cosas con el EF, nada es comparable a una victoria en el World Tour, el circuito de los mejores.
Tened por seguro que este ciclista en forma y con moral es posible que no vaya a ganar una gran vuelta, pero nos dará que hablar y será un gustazo verlo, y quién sabe, igual hasta decanta la balanza cuando menos lo imaginemos.
Imagen: FB EF Pro Cycling
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