Opinión ciclista
La montaña que el ciclismo hizo mítica
Un recorrido por esa montaña que el ciclismo puso en el mapa
Desde aquel momento, hemos ido creando mitos a partir de las montañas, ya sea por un motivo u otro, bien por caprichos del destino, porque han saltado a la fama y se han dado a conocer entre los aficionados al ciclismo, tan ávidos como siempre hemos estado de descubrir nuevos retos en forma de puertos de paso o altos inéditos, los cuales han pasado del anonimato a la popularidad al conseguir dichas cimas ser finales de etapa en alguna vuelta ciclista.
También tenemos casos de puertos de montaña que han sido encumbrados y, debido al paso del tiempo, han caído de nuevo en el olvido o en el ostracismo, por la razón que sea, siendo los mismos organizadores de las pruebas ciclistas quienes los han dado a conocer y lanzado al estrellato, y quienes, del mismo modo, han dejado de ascender sus duras rampas, abandonándolos entre sus brumas.
Desde que Alphonse Steinès inventara la montaña para el ciclismo con la incorporación del Ballon de Alsacia en el Tour de 1905, han sido innumerables los puertos de paso que han saltado a la fama, como ya es bien sabido.
Podemos hablar de cómo la televisión, aún en blanco y negro en el año 1952, nos mostró las 21 curvas imperturbables del Alpe d’Huez, siendo la primera ascensión mediática por este motivo.
De la misma manera, en primavera del año 1983, también la tele, aunque ya en color, fue testimonio del nacimiento de una estrella con la subida a los míticos Lagos de Covadonga.
Y donde no llegaba la televisión lo hacían los aficionados, anónimos en su mayoría, que daban a conocer nuevos puertos asfaltados a los organizadores de las grandes vueltas, como fue el caso, por ejemplo, de la carta que escribió Miguel Prieto, director nacional de informática de la ONCE, a la dirección de La Vuelta: tuvo que ser una persona casi ciega la que descubriera el puerto recién asfaltado del Angliru, para competir en dureza extrema con otros colosos como Mortirolo o Zoncolan.
Podemos recordar también el espontáneo correo electrónico enviado a Unipublic en el año 2001 por Juani Zafra, una joven profesora de Educación Física de Valdepeñas de Jaén, para avisarles de una ascensión inédita, dura y bella, conocida con el nombre de la Pandera, que nada tenía que envidiar al gigante astur.
Como vemos, gracias a la tele, a una carta o un correo electrónico, muchos puertos desconocidos se han ido incorporando al imaginario colectivo ciclista, pero también hay que agradecer que en muchas de estas cimas vírgenes para la competición se hayan instalado valiosas infraestructuras para la ciencia, como pueden ser los observatorios astronómicos, o bien para los deportes de invierno, como las pistas de esquí, que han hecho posible el asfaltado de empinados caminos forestales para nuestro dulce sufrimiento.
Es cierto que detrás de esas novedades se suelen esconder intereses económicos, que han podido perjudicar otras zonas montañosas incluso más interesantes, y a pesar de ello nunca han tenido un merecido protagonismo por falta de recursos.
Tenemos abundantes ejemplos por toda nuestra geografía.
El salto a la fama de muchos puertos de montaña ha conseguido que municipios incomunicados ahora se encuentren interconectados entre sí y, con ocasión de la presencia de algunos de esos altos como finales de etapa, en alguna de las grandes vueltas, se ha aprovechado la circunstancia para construir nuevas infraestructuras viarias.
Estas recientes comunicaciones que se han despejado entre pueblos, regiones y valles, han potenciado el turismo a ambos lados de las montañas y han fortalecido la resiliencia de sus habitantes, garantizando un desarrollo sostenible de su entorno.
De esta forma la montaña desconocida se descubre, mejorando la calidad de vida y la salud de sus lugareños y, aunque siempre preservando su identidad y patrimonio, se convierte en un nuevo espacio visitado y consumido por miles de cicloturistas ávidos de naturaleza, deporte y aventura, que disfrutan de la belleza de sus paisajes que pueden llegar a ser sobrecogedores.
Es el precio de la fama de estas ascensiones, que dejan de ser lugares remotos, lejanos o inhóspitos para convertirse en sitios codiciados, de ocio, de anhelo y de deseo por conquistarlos, sobre todo, en nuestro caso, para cualquier avezado ciclista caza-puertos, que se precie de serlo.
Puede tratarse de un puerto desconocido entre los aficionados, inédito en carreras profesionales, hasta el momento que es transitado por alguna competición ciclista que aborda alguna de sus dos vertientes, quedando su opuesta al margen de la carrera, esperando su momento.
Puertos que luego se han convertido en míticos, donde se han librado descomunales batallas ciclistas, pero hay que tener en cuenta que aún siguen existiendo muchos colosos en potencia, ocultos en la geografía y por descubrir, que nunca han visto ciclistas afrontar sus cuestas.
Quizás deberíamos hacer una breve memoria de esos gigantes olvidados, muchos de ellos posiblemente más duros que los más reconocidos, pero privados de la fama y el reconocimiento merecidos.
Los aficionados al ciclismo, los organizadores o la propia prensa, seguirán inventando nuevas subidas o descubriendo nuevos puertos, pero mientras no se planteen una vuelta a los recorridos de toda la vida, planificando etapas con combinaciones de varias dificultades montañosas, que posibiliten la batalla desde lejos de meta, a la vieja usanza, muchos de ellos irán cayendo de nuevo en el olvido.
Esto pasará, y de hecho está ya ocurriendo, porque cada vez más algunas pequeñas o grandes vueltas prescindirán de ellos al no considerarlos importantes para el espectáculo, y apostarán por finales en cuestas de cabras, tal y como se está haciendo, renunciando a un encadenado de puertos en el que, contrariamente a lo que ellos piensan, sí se disfrutaría de un ciclismo más selectivo, competitivo o combativo.
El hecho de que una etapa sea “unipuerto”, ya sabemos que bloquea la carrera prácticamente hasta sus últimos kilómetros, lo que viene a ser, como ya hemos comentado más de una vez, ciclismo de youtube, donde la diversión para el aficionado se reduce a unos pocos minutos de la exhibición que quieran demostrar en ese momento los pros.
Hay que añadir que muchas de estas cimas también pueden caer en el ostracismo a base de repetirlas una y otra vez, abusando de ellas en estos recorridos hasta la saciedad, provocando que el gran público se aburra de ellos.
¿Y vosotros qué puerto creéis que debería saltar ya a la fama, pero aún permanece escondido a la espera de que alguien lo recupere de la memoria del olvido?
Foto: Pau Catllà
Opinión ciclista
Tour: Estas etapas matan el ciclismo
La primera de las etapas en Francia ha sido un lastre para el Tour
En un ciclismo, en una sociedad de paciencia menguante, como leo a Ander Izagirre, etapas como la primera del Tour en Francia son un tiro en el pie de este deporte.
Llego ahora a casa y leo que os estáis aburrrrriendo con la etapa tostón del Tour. Aquí tenéis algunas decisiones brutas y cómicas que tomaban los organizadores de Giro, Tour y Vuelta contra el aburrrrrimiento. pic.twitter.com/HDRvFMGrRr
— Ander Izagirre (@anderiza) July 4, 2023
No hablamos del deportista, ni de su necesidad de tomarse un respiro en una jornada que conecta la salida vasca con los Pirineos, que puede ser tomada con más o menos calma, hablamos de imagen, de la percepción, de la sensación que, o eres un enfermo de esto, o es imposible tragarse semejante bodrio.
¿Lo mejor?
La retransmisión, como casi siempre, aunque para conocer las Landas, quizá mejor los documentales de La 2.
La imagen de recreo y asueto generalizados esta jornada de julio fue el mejor tarjetón de invitación a la siesta.
Ya veis, el mito de la siesta y el ciclismo, con la voz de Perico o Javier Ares de fondo, en el calor de julio, las jornadas intensivas en el trabajo.
El ciclismo no puede permitirse etapas así, el Tour, tampoco.
Es la etapa cuatro del Tour de Francia 2023, no estamos en ruta hacia los Campos Elíseos, de homenaje al ganador, ni tampoco en el día después de una gran batalla.
Las fuerzas están frescas y las etapas buscan ganadores y protagonistas en su desarrollo.
El hecho que lamentaba Antonio Alix, sobre los belgas atacando al unísono, como en una broma pactada con la moto de Philippe Gilbert, define un paisaje triste, indigno de la mejor carrera del mundo.
El comentario de Contador, sobre cómo suben los clicks de su marca de bicicletas cada vez que uno de los suyos va en fuga debería ser de conocimiento generalizado en el pelotón, a sabiendas que hay mucha gente mirándoles, pero también equipos de marketing calculando cada segundo que su marca tiene exposición en la televisión.
Jasper Philipsen repitió triunfo en una de las peores etapas que recuerdo del Tour, y eso que hay unas cuantas, pues fumadas suceden cada año, puntuales a la cita.
El ciclismo no se puede permitir días así, los ciclistas por intocables que crean, tampoco.
Seguro que vendrán grandes días de ciclismo, pero si a la larga estos trayectos decantan la balanza sucederá que igual no habrá dinero para todos.
Imagen: A.S.O./Charly Lopez
Noticias de ciclismo
Qué poco sabemos sobre el Tramadol
Ahora mismo sólo el ciclismo ha prohibido el Tramadol
Cierto es que no es dopaje, no al menos sobre el papel y en la norma, pero a mí que me lo expliquen ¿qué cojones pasa con el tramadol?
En otras palabras, no se puede dejar de golpe https://t.co/34sQQ5uT7n
— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) December 10, 2022
Su nombre corre por los mentideros hace tiempo, no da beneficio alguno en el rendimiento, sobre el papel, pero pitar con esto, o similar, te puede valer la ruina.
En ciclismo ya está prohibido, en otros deportes habrá que esperar, como si se necesitara un tiempo de transición para dejarlo estar.
La sensación, si no fuera porque la hemos visto mil veces en el deporte, sería fea, extraña, casi nauseabunda.
La cosa es sencilla, es matar la sensibilidad del deportista para que éste se centre en el rendimiento sin que nada moleste, si quiera eso tan humano que es el dolor por el esfuerzo fuera norma que esta gente practica.
Ver su gestión denota que hay que poner tanta gente, tan diversa, de acuerdo que parece hasta siniestro que a nadie se le hubiera ocurrido antes.
Otra muesca más en quienes dicen mirar por la salud del deportista
Pillaron en Catar, en puertas del mundial de fútbol a un tipo con 2000 pastillas de Tramadol, como aquel auxiliar de Festina cargado de mierda que cazaron en la frontera entre Bélgica y Francia camino de la salida del Tour en Dublín.
No sé si adujo «consumo privado» en su defensa.
En aquel caso, ya sabemos lo que pasó, en este caso es un argumento más para quienes abogan por el tramadol fuera del deporte, no sólo del ciclismo.
Como me decían en twitter este finde ¿qué no sabrá la WADA sobre el tramadol para hacer esto?
Y lo más tétrico: ¿Qué se habría evitado de haberle puesto coto antes?
El Tramadol no es dopaje, insisten, y escribo constantemente aquí, pero todo lo que toca lo pudre y estigmatiza.
Se utilizó como arma arrojadiza para los irresponsables que iban a saco en algunas llegadas, sin miedo ni complejos, y ahora pesa como una losa sobre una de las grandes estrellas del pelotón, el amigo Nairo, que sigue sin equipo, oficialmente reconocido a puertas de Navidad.
Lo lamentable de todo esto es que, como muchas veces digo, es que estamos ante la punta del iceberg… ¿cuánta parte del cuento nos estamos perdiendo?
Opinión ciclista
Luis Enrique y la mal llamada prensa deportiva
Lo que está sucediendo con Luis Enrique es el termómetro de la prensa que se llama deportiva
Este es un tema que cuando empecé este mal anillado cuaderno solía tratar, pero con el tiempo dejé de lado, por ser imposible sacar nada bueno. Hablo de eso que llaman prensa deportiva.
Admito que me gusta el mundial de fútbol, me gusta mucho, desde siempre, su historia, las leyendas, las sedes… es una mística que sólo los Juegos Olímpicos y ciertas carreras ciclistas, diferentes cada año, según resulten, pueden igualar.
Antes del evento en Qatar, ya sabíamos que el ambiente alrededor de la selección española iba a estar condicionado por la figura del seleccionador, un gran aficionado al ciclismo además, Luis Enrique.
Pues bien, no ha hecho más que empezar el evento y tenemos llamas en las redes contra Paco González, en representación de la camarilla, por su diatriba ante el seleccionador.
Al margen que me parezca que tenga o no razón, el fútbol es algo tan apasionante como espectáculo colectivo, que esto, para mí es una menudencia, lo que me alucina es el ensañamiento gratuito contra una persona que podrá caerte mejor o peor pero que si está será por haber demostrado méritos suficientes para ejercer.
Es la bronca política, el negarle toda cualidad al adversario, llevada a la prensa que se dice deportiva.
Para la gente del ciclismo, la verdad, lo que tenga que decir esta gente poco o nada nos va a sorprender.
Con los años nos han regalado análisis sesudos como aquel que decía que el ciclismo es un deporte fácil porque van sentados o los mismos que medían la salud del ciclismo español por la cantidad de corredores que iban al Tour.
No entremos en cuando hablaban de dopaje.
Ahora, parece que a muchos se les ha caído la careta de esta camarilla.
España, lo siento, no tiene prensa deportiva, tiene una banda de malos actores, aireando lo peor de algo tan hermoso como el fútbol, para sacarse el sueldo a final de mes.
Lo triste es cuando se acuerdan de otros deportes, tipo ciclismo, y sale a flote toda su desconexión con la realidad del deporte.
A mí personalmente Luis Enrique me cae bien, sé que no es políticamente correcto pero al menos lo ves venir.
Y como repiten muchos, por cualquier cosa, hay que bancarle: que en sus famosos streams diga que está pendiente de la campaña de ciclocross me parece genial.
Tenemos aquí un buen embajador, un ciclista de papear kilómetros y sacarle todo el partido a la flaca.
Sólo por eso, y por destapar el disparate que algunos ejercen cada día en nombre de la prensa deportiva, le tenemos que querer.
Nosotros somos modestos, hablamos de nuestro deporte, nos equivocamos mil veces, pero somos directos y transparentes en nuestra opinión, pero sobretodo hablamos de algo que nos apasiona y lo hacemos con cariño infinito.
Opinión ciclista
Faltan datos para valorar el convenio de Movistar con Arabia
El anuncio de colaboración de Movistar y Arabia es incompleto
Dinero e influencia árabe en el deporte occidental es algo tan corriente, que a veces no entiendo tanto revuelo como ayer, cuando supimos del acuerdo de colaboración entre el Movistar Team y Arabia Saudí, a través, tengo entendido, de su federación.
Lo cierto es que el anuncio de ayer entra el molde habitual de estos comunicados.
Hablan de colaboración, lo centran en personal técnico y métodos de entrenamiento, pero poco hablan de lo que todos queremos saber: la panoja.
Y es así, y así lo refleja, por ejemplo, Cyclingnews, que deja la duda en el ambiente, cosa que no he leído en otros sitios.
Hace unas semanas, durante la Vuelta, Eusebio Unzue habló de dinero fresco para la estructura, luego vinieron los efímeros rumores de Repsol y ahora esto.
¿Es Arabia el mecenas que va a incrementar el presupuesto del Movistar Team?
Esa es la madre del cordero y la pregunta para la que nadie tiene, ahora mismo, una respuesta, por mucho que nos podamos imaginar que así habría de ser.
Como decía al principio, dinero e influencia árabe en el carísimo deporte occidental es un hecho que ya sabemos no es exclusivo del ciclismo.
En el caso de Arabia Saudí, es obvia su relación con el fútbol español, además de invertir en otros deportes como Fórmula 1, golf y ciclismo, con el Saudi Tour que les organiza ASO, como uno de esos bolos de pretemporada en medio del desierto, antes que empiece la campaña trascendente.
Para los países de la zona, es capital sacarse de encima el yugo del petróleo activando acciones ajenas al mismo, bien asesorados desde occidente.
Empezaron entrando en marcas de lujo de moda, colonias y esas cosas, siguiendo por infraestructuras y llegaron deporte, viendo el ciclismo como algo muy occidental en lo que también les interesa estar presentes y de paso blanquear su imagen.
A nadie se le escapa que estos países no son paradigma de derechos humanos ni tde rato igualitario entre mujeres y hombres, pero eso no ha sido óbice para negar su dinero y que siga la fiesta.
Porque cuando aplaudimos a un corredor del Bahrain o el UAE, o a ver el año que viene el Movistar, nos desproveemos de todos los prejuicios que podamos tenerles.
Hay en este sentido una entrevista muy interesante a Gino Mäder, corredor que ha tenido cierto compromiso con temas como el medio ambiente, en la que se encoge de hombros cuando se le pregunta por el sueldo que percibe y su pagador, el estado de Bahrain.
Vengo a decir que sí, que no es estético, que no es edificante de primeras, pero que el tinglado necesita de pasta y ésta ahora mismo está en ese lado del hemisferio y aunque nos hagamos cruces, el que gestiona las estructuras no dudará en cogerlo si en ello le va el futuro.
No olvidemos que en breve veremos un mundial de fútbol sacado del verano por jugarse en Qatar y que todos acabaremos mirando para otro lado en estas cuestiones.
Como en todo, el diablo está en el detalle y no sabemos el 100% del contenido de ese acuerdo, cuánto le supone a las arcas del gestor del equipo y que contraprestaciones tendrá, por ejemplo, en el maillot.
Por eso practicar la autopsia antes de cualquier saber el precio de todo esto, me parece precipitado.
-
Ciclismo1 semana atrás
Girona puede morir de éxito ciclista
-
Ciclismo1 semana atrás
El Giro de Italia y la deriva que ha tomado
-
Ciclismo4 días atrás
Vingegaard ya está corriendo el Tour
-
Ciclismo5 días atrás
Te puede gustar el ciclismo y no Pogacar
-
Ciclismo1 semana atrás
Pogacar, el objetivo es ganar el Giro, no coparlo
-
Ciclismo3 días atrás
El doblete Giro-Tour que Froome, Contador y Nairo no lograron
-
Ciclistas1 semana atrás
El Giro de Pogacar dura seis semanas
-
Ciclismo1 semana atrás
Giro: En Oropa, volveremos sobre Marco Pantani