Ciclismo
El maillot holandés de la Vuelta es una mala y buena idea
Nunca un maillot nos ha parecido tan feo como el de la Vuelta para los Países Bajos
Rara vez juzgamos un maillot de líder de una carrera, salvo ésta, que nos vemos abrumados por lo visto sobre el que la Vuelta a España planea para sus etapas en los Países Bajos.
Y es que la pieza es horrible.
Desconozco el origen de los rombos, aunque puedo imaginar el color de las líneas, como guiño a la bandera neerlandesa.
A no ser que los rombos quieran emular un mantel en la campiña de los los Países Bajos no le veo mayor sentido, ni práctico, ni de significado.
♥️ Ya conocemos cómo será el maillot rojo de @lavuelta
? Junto al color rojo, tendrá detalles azules y blancos
? ¿Qué te parece el nuevo maillot de líder? #EsenciaCiclista #LaVuelta #LaVuelta22 pic.twitter.com/LislqCwnhG
— Esencia Ciclista (@EsenciaCiclista) May 12, 2022
Pero es lo que hay, y esa redecilla sobre fondo rojo será la imagen del líder los días que la Vuelta vaya por los Países Bajos.
Ya sabéis que nos gustan las salidas fuera del país de origen de una gran, por todo lo que implica, pero ese maillot de la Vuelta nos ofrece un diseño barroco y poco serio para una de las tres grandes.
Que la Vuelta a España es la grande que menos identidad tiene es un hecho, el cambio de colores en el maillot, hubo un tiempo que llegó a ser hasta naranja, es un ejemplo, pero no el único.
Sin un diario identificado con la carrera, mucho más desapercibida entre el gran público y con grandes cimas en otra escala, respecto a Dolomitas o Alpes, la carrera carece de eso que Giro y Tour han sabido cultivar: un orgullo de carrera y país imposible de imaginar a este lado de los Pirineos.
No digo que este maillot sea producto de todo esto, pero sí evidencia, a mi entender que las decisiones a veces se toman en el país vecino y no aquí.
Sólo se puede entender así tal diseño.
Aunque no os preocupéis, «la Vuelta se debe al público no sólo al aficionado del ciclismo» nos diría Javier Guillén
Poco que añadir.
Ese diseño es una pena, y lo digo de verdad, pues la idea de vestir de forma diferente al líder durante los días de Vuelta en los Países Bajos me parece buena.
En esa carencia de identidad que argumentamos, la Vuelta ha tenido más mano para girar la tuerca y proponer cosas diferentes, como es el caso.
Ser la primera grande en hacer un maillot «a medida» del país de salida habla bien de ellos.
La pena es, volvemos sobre lo mismo, ese diseño, pero… como bien defienden en la casa, la opinión de la gente del ciclismo va al congelador.
Ciclismo
Marc Hirschi me parece el gran rival de Pogacar para el Mundial
En el momento de su salida de UAE, aparece el mejor Marc Hirschi
En la pregunta que hacemos en el último capítulo del podcast, cuestionamos sobre el rival más temible para que Tadej Pogacar emule al Stephen Roche del 87: Remco Evenepoel, Mathieu Van der Poel, Marc Hirschi o Matteo Jorgenson.
Y a ti ¿quién te parece el rival + duro para Pogacar en el Mundial?
Si es otro de esos 4, déjanoslo en respuestas 😉— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) September 13, 2024
Aunque la opción Remco parece la más golosa, yo apostaría mis dineros a Marc Hirschi.
Ganador el Plouay y San Sebastián, pero también algunas clásicas italianas de septiembre, el suizo está construyendo un estado de forma monumental sumado a ese instinto de killer y francotirador que le definió en los mejores días.
Hace cuatro años, no tanto, cuando aún podía competir en su23, Marc Hirschi era uno de los ciclistas de moda, de los que todos pronunciábamos a la sombra del fenómeno Pogacar en La Planche des Belles Filles.
El suizo mostraba olfato y ambición, pisó el podio del mundial, fue clave en la Lieja, ganó Flecha Valona y brilló en el Tour de Francia.
Lo suyo era hacer fácil lo complicad, rodar sencillo, sin florituras, pero rodar, como aquella etapa de Lauruns, que pasó a la historia por ser la primera de Pogacar en el Tour, pero en la que el helvético marcó historia.
Desde ese día, el suizo lleva una X en la espalda.
A los pocos meses fichó por UAE y muchos objetivos que podían entrar en su radar (Árdenas y ciertas etapas en el Tour) desaparecieron de su mapa por un bien mayor.
Ahora, tras cuatro temporadas en el equipo emiratí en las que ha ido logrando algunas cosas, ciertas muy valiosas, se muestra en un estado de forma que asusta.
Tiene facilidad para desbordar, incluso encajar golpes, pero luego la capacidad de rehacerse y rematar.
En unos días, el Campeonato del Mundo será en Zurich, su país y yo le veo en la quiniela de los cuatro estrellas, pues arriba del todo situaría al de siempre.
Marc Hirschi podría darle al Tudor, su nuevo equipo el año que viene, un premio irisado, además en el país del mentor del equipo, Fabian Cancellara.
Sencillo no va a ser, mirad quiénes van, y no están todos, pero la selección helvética tiene opciones de revalidar éxitos que quedan ya lejanos, como aquella plata de Mauro Gianetti, el boss de UAE, en Lugano, hace casi 30 años.
Anotad a Hirschi en la lista, le quedan un par de clásicas más en Italia, una de ellas por una tierra que conocemos bien, la de Marco Pantani, porque le veo al nivel del maldito 2020, cuando se metió en el podio con Alaphilippe y Van Aert en el improvisado circuito de Imola.
Ciclismo
¿Sin un Pogacar vs Vingegaard hasta el próximo Tour?
Los duelos Vingegaard vs Pogacar son el gran atractivo del ciclismo actual
Aunque desapercibido, de forma paralela a la Vuelta a España. Visma realizó el anuncio que Jonas Vinvgegaard daba por concluida su temporada, exactamente igual que Wout Van Aert, esfumando cualquier posibilidad de un duelo con Tadej Pogacar antes que finalice el año.
Si miramos atrás ¿cuántas veces han coincidido Jonas Vingegaard y Tadej Pogacar en la misma carrera?
Incluso añadiría, en plena forma.
El ciclismo, como cualquier otro deporte, encuentra un tesoro cuando surge una rivalidad tan aguda como la de estos dos.
En el deporte los duelos de primeras ponen a la audiencia, los Nadal-Federer, los Cristiano-Messi, los Senna-Prost son eventos que suceden cada mucho tiempo, como el Vingegaard vs Pogacar.
Ahora mismo, haciendo cábalas rápidas, no les veremos juntos, seguro, hasta el verano que viene, qué lejos queda, cuando el Tour de Francia salga de Lille.
Por medio habremos visto mucho ciclismo sin posibilidad de ver a sus mejores embajadores en la línea de salida.
Jonas Vingegaard se dejó la vida para llegar al Tour en cierto estado de forma, el suficiente para acabar segundo tras Pogacar, pero ese esfuerzo le ha compensado el año.
Vingegaard esta trabajando ya en 2025, con el primero foco en el Giro de Italia, lo que le pone en la misma tesitura que Pogacar este año.
¿Otro doblete?
Lo veremos, pero el danés sería el único capaz de imitarlo.
Pogacar no compite desde que se coronara ganador de su tercer Tour en el centro de Niza y en una semana le tendremos de vuelta en Canadá y sus preciosas clásicas.
Luego vendrá el Mundial y el calco más evidente que a todos nos viene a la mente, el de Roche en el 87: Giro-Tour-Mundial.
Para el año que viene, de Pogacar, sabemos más bien poco, más allá que querrá renovar el Tour.
La carrera que tenga a ambos en la salida tendrá un premio, los dos más deseados, pero ¿en qué estado de forma?
El año pasado coincidieron en la París-Niza y no hubo debate, luego ya en el Tour.
Recuerdo el año que aquel tarado de Oleg Tinkov decía que los mejores debían estar en las carreras top, no iba desencaminado.
Para el ciclismo que coincidan estos dos siempre es bueno.
Imagen: ASO
Ciclismo
Vuelta: Sólo O´Connor puede estar contento
Ben O´Connor va a a subir al podio de la Vuelta fruto de su mérito mezclado con demérito de otros
Al margen de Eddie Dunbar, excelente y persistente, y Primoz Roglic, ganador virtual de su cuarta Vuelta Ciclista a España, el gran valedor de la jornada más dura de la tercera gran vuelta del año ha sido Ben O´Connor.
La tormenta que se anunciaba sobre el australiano no llegó, la seguimos esperando momentos después de acabar la etapa en la cima de Picón Blanco.
Llevamos tiempo escuchando sobre la necesidad de etapas encadenadas, de dureza sostenida, de eliminar valles entre puertos y toda esa cantinela.
La jornada de Picón Blanco en la Vuelta 2024 ofrecía todo eso y además un premio que no era pequeño, con Roglic como virtual ganador, la segunda plaza del podio ante la anunciada debilidad de Ben O´Connor.
Ni eso.
Ni siquiera la posible debilidad de Primoz Rogli,c ante los evidentes problemas de salud en el Red Bull, con varios abandonos y noticias sobre intoxicación.
Podríamos cargar las tintas contra Enric Mas, ciclista que no apasiona, ni nos emociona, pero cuyo valor se resume fácil: va a subir por cuarta vez al podio de la Vuelta a España.
El problema es cómo logra unos resultados que en cualquier otro caso suscitarían el aplauso unánime.
Nunca ha dado la sensación de ir con todo ni jugarlo a lo grande, siempre que ataca, recula, mira atrás y vuelve a la panza del grupo, no persiste en el esfuerzo, ni toma riesgos.
Eso es tan cierto como que es un corredor que transmite la sensación de tener un tope mental que le impide dar un poco más de lo que todos pensamos que podría dar.
Todo eso, añadido al pésimo estado de forma del Movistar en esta Vuelta, ha dado con que Enric Mas se va a tener que jugar el podio de la Vuelta contra Ben O´Connor ¡en una crono!
Digo todo esto, porque creo que Richard Carapaz, quien ha llegado pidiendo la hora al final de la Vuelta me parece muy desplazado para entrar en el podio de la Vuelta a España.
El ecuatoriano ha sido un quiero y no puedo desde que se metiera en carrera el día de Granada y desde entonces, a jugar las pocas bazas que sus energías le han dado, que no ha sido poco, tras el destrozo que fue capaz de provocar en La Herrera, cuando casi le hace perder el maillot rojo a Ben O´Connor.
El australiano puede pisar su primer podio en una grande merced a dos factores: valentía para liarla en la primera semana, contra todo pronóstico, y una defensa numantina de la posición.
Todo ello entremezclado con el efecto sorpresa que seguro no le acompañará en el futuro, pero… que le quiten lo bailado.
Imagen: Unipublic/Cxcling/Naike Ereñozaga
Ciclismo
En el desastre de Landa en la Vuelta el primero que falla es él
Otra vez Mikel Landa vuelve a hacer agua en la Vuelta a España
La binomio Mikel Landa y Vuelta Ciclista a España solo ha pasado un momento dulce y de ello hace tiempo.
Hablo de 2015, cuando el alavés logró ganar la jornada de Andorra y ser decisivo a favor de Fabio Aru ante Tom Dumoulin en la Sierra de Guadarrama, que no de Madrid, como varias veces me han indicado,
Desde entonces, Landa ha sumado buenos momentos en las otras dos grandes que no se han correspondido en la Vuelta a España.
Lo sucedido en el Puerto de la Herrera es la guinda del pástel.
Su excompañero en Movistar debió ver caras largas en el grupo para sacarle de punto y de paso llevar al líder hasta el límite.
La comparación entre Enric Mas en Llomena y Richard Carapaz en Herrera no deja muy bien al primero #LaVuelta24
— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) September 5, 2024
Descolgado desde los primeros movimientos de Carapaz, Landa quedó solo sin compañeros a merced de un grupo en el que Carapaz tenía gregarios e incluso Movistar algún ciclista con Enric Mas.
Ahí empezó la tragedia para Mikel Landa, una más en la Vuelta a España.
Ningún Soudal de los escapados hacía acto de presencia en el grupo de Landa, y para cuando quisieron darse cuenta era muy tarde.
Al final ni disputaron la etapa ni salvaron al alavés con Mattia Cattaneo, el mejor con diferencia al lado de Landa.
Al Soudal le pillaron con el carrito de los helados, un mal momento de su líder y el equipo completamente desconectado de su protección, pues nadie imaginaba el movimiento de Richard Carapaz, cuando el ecuatoriano gusta de sorprender y las diferencias para el podio son más bien pequeñas.
¿Quién podía haberlo pensado?
Pero sucedió lo inesperado.
Y no creo, ni comparto, que Soudal dejara tirado a Mikel Landa, lo que le sucedió es que le pillaron con el pie cambiado al equipo y desde el coche no se dieron buenas instrucciones, hechos que vemos a diario en ciclismo.
El equipo ya no traía sus mejores hombres a la Vuelta, eso para empezar y luego lo del Puerto de la Herrera.
Sin embargo que no se nos olvide que todo sucede con un mal momento de Mikel Landa en la etapa de casa, en una subida que conoce bien y en un terreno que le beneficiaba.
Todos pueden pasar por un bache, salvarlo es otra cosa y para Landa todo se alineó en contra.
Su equipo estuvo muy mal, pero la tragedia empieza en su persona en medio del Puerto de la Herrera, ahí empezaron las por otro complicadas opciones de podio que tenía Mikel en esta Vuelta
Imagen: Unipublic/Cxcling/Naike Ereñozaga
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Galego mindoniense
28 de julio, 2022 En 15:11
Una auténtica vergüenza.