Wout Van Aert
Top2022 Wout Van Aert, el de la PlayStation
No ha habido pasaje importante que no haya contado con el concurso de Wout Van Aert
Oímos muchas veces sobre la suerte que tenemos con la generación actual por esa forma de correr, plantear y entender el ciclismo, sacando conceptos que en la pasada década se habían plasmado en números en una plantilla y ahora son emociones para el respetable.
La foto de esa generación de ciclistas tendría a Wout Van Aert, tirando, esprintando o sacando de rueda un pelotón.
Cualquier foto de 2022, de hecho, debería sacarle a él.
En su caso sucede algo que ya he dicho muchas veces, que su forma de competirlo todo, de ser siempre favorito le hace ser muchas veces acreedor de una derrota,
Es el peaje de la total exposición en ruta, de servir para todo y hacerlo todo bien.
Por eso muchas veces se le juzga por lo que no gana: que si el mundial no estuvo en su radar, que otro año sin monumentos,…
Pero la realidad nos ofrece otra cosa, un ciclista excelso, capaz de sacar y rematar córners, ahora que estamos tan futboleros.
Es cierto que a Van Aert ciertos pasajes de cada año, 2022 no ha sido excepción, se le hacen bola, siempre parece llegar tarde a la cita de las grandes clásicas, y eso que este año entró ganando desde la misma Het Nieuwsblad, siguiendo por Harelbeke.
No pudo estar en Flandes y a Raoubaix llegó con el tiempo justo de probar el podio, tras una carrera a contrapié en la que Van Baarle se le había adelantado de lejos.
Curiosamente, todo el peso de la vigilancia de los rivales y la responsabilidad que le lastra en primavera, o en mundial, desaparece cuando se pone el dorsal del Tour de Francia, la mejor carrera del mundo en la que escribe crónicas, pone las fotos, idea el titular y firma la página.
El Tour 2022 de Van Aert es un cuadro, una pintura de una calidad tan fuera de norma, tanto, que cualquier adjetivo seguro no le haría justicia.
Dijo Alix que hubo un “Team Van Aert”, yo diría que hubo varios, tantos como escenarios se le iban presentando, siendo decisivo en todas y cada una de las fases de la carrera, pero en especial el día del Granon, en el que su presencia contribuyó al trabajo de minado que Jumbo realizó alrededor de Pogacar.
Todo esto siendo capaz de ganar tres etapas, portando el verde en París y cazando una cantidad indecente de fugas.
Ese fue Van Aert en julio, pero a esa carrera llegó un ciclista que había sido protagonista en bolos como Niza o Dauphiné y en el ciclocross, donde ya había cumplido con otra temporada de casi pleno, nieve incluida.
Con Van Aert, me ocurre una cosa, los calificativos se agotan al ritmo que nuestra capacidad de asombro, sólo no queda una cosa, cruzar los dedos para que 2023 y lo que venga sean como fue 2022.
Wout Van Aert
Las certezas de la caída de Van Aert en Flandes
Esta caída redunda en la mala suerte de Wout Van Aert en las carreras que mejor le van
Qué forma de perderlo todo en un mal paso, pobre Wout Van Aert y también pobre Tiesj Benoot quien en un lance de carrera «propició» la caída de su líder.
Tiesj Benoot: "We were doing the leadout before Kanarieberg, they asked me to accelerate. I think Wout was standing up. He touched my back wheel, I feel quite shit about it actually. " #DDV24 pic.twitter.com/2b3NDahpb1
— Mihai Simion (@faustocoppi60) March 27, 2024
Señoras, señores, nos quedaremos con las ganas, no habrá Van Aert vs Van der Poel ni en Flandes, tampoco en Roubaix, ni siquiera en Amstel Gold Race.
Los quejidos de Van Aert tras la caída, sentado, con la espalda en carne viva, llorando de dolor físico y emocional, eso es brutal, como aquella vez que los gritos de Joseba Beloki sobrepasaban el ruido de motos coches y demás en aquel descenso del Tour de hace 21 años.
El ciclismo, tan bello e inspirador, se cobra víctimas en el momento más inesperado, en una maniobra de carrera de las que hay miles en cada lance y nunca pasa nada… hasta que pasa.
Wout Van Aert le había dedicado a esta primavera mimo, renuncia y trabajo, ahora todo a la borda, no puedo estar más triste por uno de los ciclistas que más admiro.
Pensar en el espectáculo del que se nos ha privado es lo primero que nos viene a la mente y es lícito y humano, pero joder, dadle una vuelta al estado de forma que el corredor ha estado construyendo durante meses y que se vaya de esta manera.
Eso es peor si cabe, aunque por suerte, sus lesiones tienen recuperación relativamente sencilla, si bien las morales, esas pesarán más días y noches.
Lo de Visma en esta primavera es para hacérselo mirar, y no por que ellos se lo hayan buscado, les ha venido, como un tsunami selectivo y se ha llevado por delante el «escuadrón» de la primavera.
Eso sí, con Van Aert en ambulancia camino del hospital, han retomado el paso, se han ido a por la carrera y Matteo Jorgenson, sobre quien escribía esta mañana que podría ser el otro Van Aert en el Tour, ha solventado con maestría.
En fin, que el ciclismo te lo da, el ciclismo te lo quita, aunque lo de Van Aert en estas carreras empieza a ser algo así como una maldición china.
Wout Van Aert
Visma y Van Aert, cuando no está Van der Poel
El único antídoto real para Visma y Van Aert no ha debutado aún
De los últimos tres «Openning weekend» belga, comprendiendo las carreras de la Het Nieuwsblad y Kuurne-Bruselas, Visma, antes Jumbo, ha ganado cinco de seis triunfos, destacando en este balance rápido Wout Van Aert.
El belga ganó hace dos años la Het Nieuwsblad y éste la Kuurne, sendos éxitos que se unen a los de Tiesj Benoot, Dylan Van Baarle y el de ayer de Jan Tranik.
Es decir, que los amarillos empiecen las clásicas dominando es un clásico de serie A.
Lo que Visma despliega sobre estas clásicas es un equipo con tantas bazas que sin necesidad de que Laporte, Van Aert o Van Baarle se expresen en su plenitud, son capaces de triunfar con la cuarta o quinta opción.
La Het Nieuwsblad ha sido un monólogo amarillo.
En una carrera con múltiples escenarios, Visma nunca perdió la manija de la misma, todo lo que sucedía, todo tiro de cámara tenía un ciclista suyo.
Y en ese embudo de acontecimientos, Jan Tratnik sacó la victoria.
En la Kuurne, el destrozo a más de ochenta de meta y la distancia sideral que alcanzaron Wellens, Van Aert y Lazkano devolvió la manija al Visma.
Van Aert rodaba como Welles y Lazkano y al mismo tiempo era el más rápido de los tres, sobre el papel y en la práctica.
Visma, otrora Jumbo, haría de las clásicas su feudo, como en las grandes vueltas, si no fuera por Mathieu Van der Poel.
Con el neerlnadés en concurso, las dinámicas cambian y el ritmo de la carrera y la confianza se resienten.
¿Cambiarán las tornas en lo que ha de venir?
Imagen; @Vismaleaseabike
Wout Van Aert
No veo a Wout Van Aert fuera del Visma
No hay equipo que pueda ofrecerle a Van Aert lo que el Visma
Jaén nos dejó imágenes conocidas, entre otras el Visma en superioridad durante el momento clave de la carrera y Wout Van Aert con problemas mecánicos, pinchado y persiguiendo.
Otra vez Wout a contrapié, otra vez por detrás, una vez descartado por anticipado.
Poco o nada tenía que hacer, su rueda trasera pisó una cuña y reventó en el momento clave.
La carrera había dejado marchar a un tipo como Lazkano y la persecución se estaba fraguando, en ese instante el pinchazo le vino a Van Aert.
Situaciones que conocemos y que no siempre se resuelven como quisiéramos.
Dos Visma en punta, Jan Tratnik y Sepp Kuss, y ninguno se esperó al teórico líder incendiando así los ánimos, recordando todas las veces que Van Aert se ha sacrificado por sus compañeros y lo poco que recibe a cambio.
Yo esta vez, por eso, no lo vi asÍ, no creo que hubiera que esperar a Van Aert, no en ese momento de carrera, en el que Lazkano ha cogido una ventaja incomprensible para ser él, la caza se revoluciona y un incidente se vuelve decisivo.
Sacrificar a Kuss o Tratnik no era garantía de devolver al belga al grupo principal y habría implicado perder músculo en ese punto de la carrera.
Es cierto que Van Aert ha hecho mucho por sus compañeros, en especial Vingegaard y Roglic, pero también lo es que en su rol entra trabajar por ellos y apoyarles, igual que en otros momentos ha sido él el líder.
No es cierto que Van Aert haya perdido alguna gran clásica por no tener compañeros cerca dispuestos a ayudarle, muchas veces cuando las grandes carreras se están decidiendo casi ningún líder tiene compañeros de los que tirar.
El año pasado Jumbo no tuvo gente cerca de Van Aert ni en Flandes ni en Roubaix, sin ir más lejos.
Quizá el momento más flagrante de no ayuda que tuvo el belga fue en la etapa de San Sebastián en el Tour, cuando Vingegaard miró para otro lado.
Ahí el danés no fue inteligente, pero él sabrá.
En otro orden de cosas, a nivel de equipos, nadie puede ofrecerle a Van Aert lo que le da Visma, rodeado de auténticas estrellas, con mentalidad colectiva y los mejores medios.
Incluso este año, Van Aert tiene margen para ir a por sus carreras, sin ligaduras de estar al 110% en el Tour para ayudar al equipo.
Ahora veremos si todo lo que esperamos de él puede hacerse realidad.
Imagen: Sprint Cycling
Wout Van Aert
Keys2024 Van Aert cambia cosas
La poca presencia de Van Aert en ciclocross abre un año tan especial como clave
Siempre en el foco, personaje público en Bélgica, trascendiendo su propio deporte y actividad, el paso atrás de Wout Van Aert en la campaña de ciclocross ha dejado no pocas críticas.
Puedo entender que el aficionado medio quiere a los mejores en la mayor cantidad de carreras y estos dos, Van Aert y Van der Poel, nos habían acostumbrado muy mal con excelsas temporadas de ciclocross en meses tan alejados de la competición ciclista como diciembre y enero.
Cuando Mathieu Van der Poel acaba de sumar su décima victoria en otras tantas carreras de ciclocross, con un índice de acierto que puede ser histórico y que podía llegar a 14 de 14, mucha gente se pregunta qué pretende Wout Van Aert desapareciendo del escenario de ciclocross.
Para mí lo que estamos viendo no es otra cosa que cambiar una cosa que se ha demostrado que no funciona.
Hay que ponerse en el lugar de Van Aert, quien siendo un ciclista de época no alcanza los objetivos que su compañero de trayectoria deportiva va logrando.
Incluso con temporadas interesantes como las últimas, no tanto la de 2023, Van Aert ha querido dar una vuelta de tuerca a su suerte y en el empeño se ha llevado por delante sus objetivos en el ciclocross.
Estará, en principio, en Benidorm en un par de semanas y ahí se acabará una campaña de barro muy alejado de Mathieu.
No sé hasta qué punto el ciclocross lastra la forma de los corredores en el core de la temporada de clásicas en especial, pero Van Aert quiere comprobarlo en primera persona.
Sin embargo quedarse con su calendario de ciclocross este invierno sería superficial.
El principal cambio de Van Aert para 2024 tiene que ver con su actitud, un paso adelante que podríamos decir que es egoísta pero que no es más que estrujar el talento inmenso del corredor.
Van Aert debe pensar en sí mismo, eso hemos pensado muchas veces cuando ha caído en batalla y ahora va a hacer eso.
Esquiva el Tour de Francia y piensa en el Giro, antes las clásicas y luego Juegos Olímpicos y Vuelta a España.
Me cuesta verle en un mundial tan duro para él, pero todo lo que le viene por adelantado es brutal.
Veremos si este cambio de calendario, si este pensar más en sí mismo le resulta, lo que creo que puede ser el primer paso para tomar la iniciativa y el mando de las carreras, sin esperar que otros lo hagan por él.
Veremos si tanto cambio nos da con Van Aert en los podios que todos queremos verle.
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