Noticias de ciclismo
Torres & Mora al Movistar: un fichaje que llega tardísimo
El pase de Torres y Mora a Movistar a nueve meses de Tokio retrata la lamentable situación del ciclismo en pista en España
Torres y Mora en Movistar a menos de nueve meses de los Juegos Olímpicos de Tokio.
En el mundo civilizado la Olimpiada de termina aquel periodo de cuatro años que separan cada edición de los Juegos Olímpicos.
Durante cada Olimpiada, ahora estamos en la de Tokio, los deportes ponen en juego diferentes mecanismos para que los siguientes Juegos Olímpicos vayan los mejores, sólo los mejores.
Anotad bien: sí, cuatro años es el periodo para poder preparar a conciencia la cita que para el mundo durante dos semanas.
Cuatro años es el periodo que dura una Olimpiada en cada rincón del mundo.
¿En todos?
No padre.
Como aquellos irreductibles galos, hay un vértice en este bello planeta que no entiende de esos cuatro años: obviamente hablamos de España y obviamente nos centramos en el ciclismo en pista
A menos de dos semanas de Navidad en la recta final para los Juegos Olímpicos de Tokio se anuncia una rueda de prensa en la cual el equipo Movistar completa la contratación de Albert Torres y Sebastián Mora, garantes de las dos únicas plazas que posiblemente España lleve al certamen de pista de los Juegos Olímpicos de Tokio.
En España el ciclo olímpico dura menos de nueve meses.
Al menos en ciclismo en pista, así lo hemos visto.
Durante días semanas y algunos años desde diferentes sitios se ha ido comentando la situación precaria de los dos mejores pistas del ciclismo español en la actualidad.
Durante muchas competiciones Copas del Mundo, mundiales, carreras de seis días, Albert Torres y Sebastián Mora se han debatido su futuro contra corredores que han tenido entre otras cosas un equipo profesional a su servicio un valor añadido que a estas alturas resulta indispensable.
Sólo ver el nivel que lucieron ciertas parejas de Madison en los Seis días de Gante hace menos de un mes nos hace darnos cuenta de que sencillamente nuestros queridos Torres y Mora están en otro planeta.
La noticia debió ser una sorpresa, pero duró dos minutos.
Peo resulta que a en el departamento de prensa de Movistar, alguien le dio al botón de enviar antes de lo normal y anunció una rueda de prensa para este jueves en la sede del del Consejo Superior de Deportes con la presencia de la Federación Española de Ciclismo.
Una noticia que se vende importante y que todos los medios destripar on al momento.
Así es el Cruz Race para llevar tu bicicleta
Pero al margen de eso, más vale tarde que nunca, dirían algunos.
Dos pistards olímpicos se van a correr Movistar el año de los Juegos Olímpicos.
Si hace unos años lamentamos que Televisión Española se acordará del Giro de Italia el último fin de semana cuando vio que Contador iba a ganar sí o sí, esta solución nos parece prácticamente del mismo nivel.
El ciclismo, el último de la fila.
No hicieron falta más que dos llamadas para que tomáramos medida del desastre que se avecina para la pista española.
Un desastre que se trata de paliar ahora con esta contratación contrareloj que llega tarde, muy tarde, tardísimo, irremediablemente tarde, aberrantemente tarde.
Pero Albert Torres y Sebastián Mora tras muchos años demostrando que están entre las mejores parejas de Madison del mundo van a tener que poner buena cara sonreír y dar las gracias por tener un contrato profesional de un año, a menos de nueve9 meses de su gran objetivo, aquel por el que han suspirado y se ha movido por medio mundo removiendo cielo y tierra creando producto de no lo había y buscando ayudas de dónde nos salían.
Llegarán a Tokio con la certeza de que han sufrido y trabajado mucho, pero también con la seguridad de que ellos han corrido dos carreras una dentro y otra fuera del velódromo y eso sencillamente es matador a estos niveles.
Mientras han caminado y pedaleando en la angustia de saber qué sería de ellos al día siguiente, sus principales rivales han corrido con todos los medios y comodidades, gozando de un calendario que les da el fondo necesario para afrontar unas carreras cuya dureza no somos capaces de imaginar.
Y esto, señoras y señores, ocurre con los dos únicos ciclistas Olímpicos que posiblemente España tenga en Tokio.
Recordar las selecciones de Atenas a Pekín y ver ahora la situación en que estamos viviendo es realmente la medida de un auténtico pisoteo y desfalco que se ha hecho de la pista española a la cual se le ha dotado de varios planes cuyos efectos han brillado por su ausencia.
Todo ha quedado en manos de corredores que han tenido que echar de su ingenio individual y de su persistencia para sacar adelante las dos carreras que han tenido que afrontar.
El resto, un desierto.
Por cierto que Mora y Torres siguen con la corta, efímera y casi anecdótica historia de pistards en chez Unzue.
¿Qué pregunten a Eloy Teruel y Sergi Escobar por sus experiencias?
Noticias de ciclismo
La nueva montaña de Jonas Vingegaard
La mejora de Tadej Pogacar obliga a Jonas Vingegaard a redoblar progresión
No es automático, pero sí me suele ocurrir, cuando veo una gran exhibición de Tadej Pogacar, me acuerdo de Jonas Vingegaard.
No tiene el carisma, tampoco la longitud de actuación del esloveno, no transmite igual, pero sencillamente, que haya un tipo que sea capaz de pararle los pies a este monstruo me parece admirable.
Porque Vingegaard no sólo lucha contra el talento y el portento físico que es Tadej Pogacar, también contra la personalidad y simpatía que despierta el nuevo campeón del mundo.
Si ante la pregunta de si querías que Pogacar ganara el mundial, hubo mayoría que así lo pidió.
¿Quieres que Tadej Pogacar gane el Mundial?
¿Por qué?— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) September 26, 2024
La gente quiere al supercampeón de una manera que en ciclismo no es sencillo encontrar, no al menos con los dos más cercanos que se le asemejan, Eddy Merckx y Bernard Hinault, auténticos sicarios sin sentimientos, carentes de simpatía ni complicidad.
Ganaban humillando, Pogacar también, pero con guante de seda.
Hasta contra eso compite Jonas Vingegaard.
A mí cuando estos dos superciclistas colisionan, me la trae al pairo quién gane, la verdad.
En ocasiones tomo parte por Vingegaard por el mero deseo que haya cierta igualdad entre ambos y en la lucha por la carrera.
Yo no sé si el danés estará viendo mucho ciclismo estos días, pero si lo hace, estará compungido por lo que está viendo y por lo que sufrió en sus carnes en el Tour.
Es cierto que no llegó al 100%, pero el salto de calidad de Pogacar este año no es ni disuasorio, es directamente un puñetazo en la mesa de la rivalidad más fecunda de las últimas décadas.
Solo os digo una cosa, por vuestro bien y del ciclismo: Que Vingegaard recupere su mejor versión y sea capaz potenciarla el año que viene.
— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) October 5, 2024
El margen de mejora que se le impone a Jonas Vingegaard para hacerle frente a Tadej Pogacar, aunque sólo sea en el Tour y quién sabe si el Giro, no creo que estuviera en los cálculos ni del corredor ni de su equipo.
La situación me recuerda mucho a aquella etapa de Tirreno 2022, cuando Vingegaard claudicó ante Pogacar en Carpegna con una cara larga al cruzar la meta de esas que marcan época.
Fue eso, un golpe brutal, casi humillante, pero no definitivo, pues a los pocos meses vino la gran jornada del Granon y su victoria en el Tour.
El nivel de mimo que pusieron en aquel trabajo me parece reseñable, y creo que en esta ocasión ya están en ello.
Otra cosa es si les volverá a resultar o si les será suficiente.
Imagen: A.S.O. / Charly López
Noticias de ciclismo
La gran y singular historia de Simon Yates en el Jayco
Con su marcha al Visma, Simon Yates pone fin a un singular romance con Australia
Hace diez años Adam y Simon, parecidos no, calcados, hasta en la forma de pedalear, recalaban en uno de los equipos con mayor creatividad del pelotón, el entonces Orina-Green Edge.
Su movimiento fue curioso, con el ciclismo de su majestad dominando, el Team Sky en lo más alto, dos de los mejores talentos de las islas se iban al equipo australiano, reclamando los galones que creían merecer y que el Team Sky tenía reservados para Chris Froome.
Desde un buen inicio supimos de los dos.
Como en un carrusel, Adam y Simon Yates aparecían alternativamente, sacando punta a una clase innata para escalar y lucir un instinto que rara vez hacía agua.
Cada uno hizo su carrera, hoy posiblemente Adam Yates está más delante, su salto en el UAE, previo paso por Ineos -como bien nos puntualizan- lo hemos visto todos, pero Simon tiene a bien haber ganado toda una Vuelta a España.
Seis años ha pasado de ello, y la recuerdo como una de las grandes más igualadas e inciertas de los años recientes, con Nairo, Valverde, Miguel Ángel López, Enric Mas en versión Quick Step.
Simon Yates llegó a esa carrera tras perder un Giro de Italia que parecía más que decantado a su favor, no sólo por una general que encabezaba hace días, también por las exhibiciones que se permitió hacer, algunas incluso vestido de rosa,
Pero llegó la Finestre y la gran jornada de Chris Froome para cambiarlo todo y sacarlo, hundido, hasta del top veinte.
De aquellas lecciones, Simon sacó conclusiones y enmendó la plana con una Vuelta a España que acabó como un tiro.
Hablo de ese año, de 2018, porque fue el ejemplo claro del grado de inmersión que Simon Yates logró en el entonces Mitchelton.
Siempre con los australianos, vio a su hermano irse de Ineos a UAE hace dos años, siendo uno de los mejores movimientos de mercado de los tiempos recientes.
Adam Yates no sólo ha subido dos niveles su rendimiento que ha logrado engrosar su palmarés con victorias tan importantes como la de Bilbao en el Tour que acabaría en el podio.
Simon Yates deja ahora su casa, dos años después, para probar suerte en la casa de enfrente, en el Visma siendo otro hombre de confianza, otro más unido a los que ya tiene, de Jonas Vingegaard.
Con el movimiento, se ponen fin a 10 años de fructífera relación, llegando a admitir, incluso, que pierde dinero.
Imagen: A.S.O./Charly Lopez
Noticias de ciclismo
Primoz Roglic, en cabeza del top 10 de la Vuelta
La historia de la Vuelta premia a Roglic por encima de las leyendas de siempre
Quería dejar pasar unos días desde el triunfo de Primoz Roglic en su cuarta Vuelta Ciclista a España para situarle en el cuadro de de los mejores de la historia de la carrera.
Leyendo entre líneas ese titular, que reniega de Heras. Correcto.
— Sergio Palomar (@serpal_) September 11, 2024
Aunque la interpretación de las palabras de Javier Guillén pueda dar a entender cierto menosprecio a Roberto Heras, yo creo que todo lo contrario, es la admisión de la labor del esloveno por la carrera española, una simbiosis perfecta en la que ambas partes, como hemos visto, han salido ganando.
Pocos podíamos vaticinar que Roglic iba a construir el legado más potente de la historia de la Vuelta.
Atrás queda un top ten prendado de calidad, historia y mucho cariño por nuestra gran vuelta.
Roberto Heras, 4 victorias
El bejarano se equipara en la estadística final con Roglic, pero sinceramente, las sensaciones, la cantidad de etapas y lo enrarecido de su último triunfo en 2005 le sitúan un peldaño por debajo.
Heras, como Roglic, encontró en la Vuelta el cariño que no le dio el Tour de Francia.
Rominger y Contador, 3 triunfos
Si el suizo fue el primero en poner el listón tan alto, con un serial de tres éxitos consecutivos, sólo igualado con Roglic, el madrileño nunca falló en las Vueltas que tuvo a tiro, haciendo un 3 de 3.
Ahora ver qué español sucede a Contador.
Froome, Berrendero, Delgado, Zulle, Hinault, Fuente y Deloor, 2 triunfos
En este grupito vemos bien reflejadas las dos épocas de la Vuelta, con la entrada de Chris Froome, por el rebote de la edición quitada a Juanjo Cobo, ya en septiembre y con la Vuelta en su estatus actual, siendo codiciada por gran parte de las estrellas.
En el grupo de biganadores, el ciclismo español se asienta en tres leyendas como Berrendero, Fuente y Perico, mientras que Zulle la ganó corriendo para la ONCE.
Hinault lo disputaba todo, hasta una Vuelta que reconstruía su prestigio a principios de los 80, y Deelor, siempre será el primero.
Es curioso, porque las cuatro victorias de Roglic en la Vuelta a España vinieron de decepciones anteriores en otras grandes.
En 2019 venía de perder un Giro de Italia en los Alpes por su indecisión ante Carapaz en el marcaje con Nibali, salvando el podio por los pelos.
Al año siguiente, el la Vuelta restañó las heridas que le dejó la derrota con Pogacar en la cronoescalada de La Planche des Belles Filles, mientras que en 2021 y 2024 logró la general tras durísimas caídas en el Tour.
Todo esto refuerza, si cabe, una relación idílica que ha finalizado con Primoz Roglic delante de todas las leyendas de la Vuelta a España.
Ahora, como insinúa Guillén, a ver si crea el club de los 5.
Imagen: Unipublic- Sprint Cycling Agency
Noticias de ciclismo
Esta Vuelta no puede satisfacer a Carlos Rodríguez
Aunque se declare contento, Carlos Rodríguez no ha estado donde esperaba en la Vuelta
¿Cómo valorar la temporada de Carlos Rodríguez?
Claro que ganó etapa y podio en Itzulia más triunfo final en Romandía, pero en las grandes vueltas, el hito para el que todos mejor se preparan, para Carlos ha sido un paso atrás.
Problemas de salud en el Tour, recuperación problemática y una Vuelta a remolque, nada le ha salido redondo a uno de los ciclistas que más apreciamos.
Ha tenido suerte, por eso, de estar en Ineos, lo que le aleja del foco, porque de estar en Movistar, el seguimiento habría sido más potente y por ende más hiriente en el balance.
Cuando Carlos Rodriguez ganó el año pasado en Morzine por delante de Pogacar y Vingegaard, en el Tour, y se metió en plazas de podio en aquella general, pensé en el listón que se estaba poniendo.
Al año vemos las consecuencias de aquello.
Claro que le quiten lo bailado y esa etapa brilla mucho en su palmarés.
Dicho esto, leemos que Carlos acabó contento la Vuelta, tras tres semanas persiguiendo a los mejores y cerrando huecos, casi lo mismo que había hecho en el Tour.
Incluso con el palmarés que ha logrado este año, Carlos Rodríguez es carne de grandes vueltas, no es explosivo pero sí fondista, paciente y concienzudo, cualidades perfectas para las tres semanas.
El papel de Carlos Rodríguez en la Vuelta se explica por un hecho sencillo de entender, cuando pones su nombre en la intranet de ASO para buscar una foto suya, el banco de imágenes te responde que no hay resultado.
En el fondo de todo esto, se nos olvida que Carlos sigue siendo joven, disputó el maillot blanco hasta el último día y que los tiempos son diferentes en cada corredor.
En Ineos, equipo muy venido a menos, le dieron tiempo en su día, como también nos recordó José Luis Arrieta, y los resultados van llegando.
Este doblete Tour-Vuelta nos refrenda en algo que otras veces ya hemos explicado en este mal anillado cuaderno, que estos chavales no lo tienen sencillo, que hay altibajos y que todo suma.
A Carlos le deseo lo mejor el año que viene, a más no tardar, porque como veis, de la urgencia del resultado nadie se libra.
Imagen: ASO
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