Mikel landa
Me temo que se le pasó el arroz a Landa, pero…
La nueva configuración de grandes vueltas no beneficia a Landa
Cuando hablamos de «landismo» queda claro el contenido, pero no cuándo surgió de forma «oficial».
Y es que en la carrera de uno de los mejores vueltómanos de su tiempo, cabe no olvidar la cantidad de top ten que el alavés lleva en su trayectoria, que no son pocos, la vida ha dado tantas vueltas que es complicado situar cuándo surgió ese áurea semi dramática que rodea el concepto de «landismo».
Nosotros lo pusimos en la semana final del Giro de 2017, cuando volaba sin más, tras perder la carrera en una caída con un motorista en puertas de la primera llegada en alto de la carrera.
Otros se van a 2015, con Fabio Aru, algunos se agarran al Tour que acabó a punto de subir el podio.
Sea como fuere a nadie se le escapa que tras varios años estando ahí, pensar que Mikel Landa vaya a ganar una gran vuelta es complicado.
Mikel Landa marcó su calendario para 2021 encadenando Giro y Tour, es curiosa su escasa presencia en la Vuelta, donde dejó sello en aquella famosa etapa de Andorra, cinco años han pasado de aquello.
Entonces las grandes vueltas tenían una constante, la progresiva reducción de kilómetros contrarreloj, una tendencia sublimada en el Tour de Francia, no tanto en el Giro.
A Mikel Landa parte de sus años más fecundos han pasado en un contexto donde la modalidad que nunca se le dio, quizá algo en tiempos del Team Sky, fue a menos hasta casi ser testimonial, como en el último Tour.
Sin embargo, si vemos lo que ha presentado el Tour para este verano, nos daremos cuenta que posiblemente las grandes vueltas vuelvan a recuperar cierto gusto por las cronos.
El perfil del Tour 2021 es mucho más clásico, con jornadas de montaña más contenidas y más kilómetros de lucha contra el reloj, una noticia pésima para Landa, quien además de ser inferior en este terreno ante algunos de su generación, dígase Roglic -a ver qué pasa con Dumoulin-, lo es también ante los que vienen, Evenepoel y Pogacar, principalmente.
Y es que la generación que aterriza amenaza con hacer viejo todo lo que estaba vigente en tiempo récord.
Eso el Tour, luego está el Giro, donde nunca se ha dejado de apostar por una crono que al menos menee el árbol y haga criba.
No se conoce el recorrido, pero se adivina una buena dosis de cronos en Italia para mayo.
#Cycling @MikelLandaMeana (@BHRVictorious) confirma en @TABLERO_RNE que su objetivo principal es el @giroditalia.
Su intención es ir a ganar la Corsa Rosa.
Sobre Dumoulin: “Aunque el ciclismo parezca un juego, no es fácil aguantar la presión”.https://t.co/2RmLkNbif4
— Iñigo Zubeldia (@Inigo_Zubeldia) January 25, 2021
Ya lo veis, los mimbres son los que son, y Mikel Landa deberá navegar en aguas hostiles, algo que por cierto es muy del «landismo», cuya singularidad, no obstante, no creo que le sirva para aspirar a un cetro que vemos cada vez más lejos del alavés.
Pero todo ello no quita para pensar que si hay un ciclista con fondo para sacarle brillo al doblete Giro-Tour sea él.
Aunque ese triunfo en una grande lo veamos lejos, no quita para señalar a Landa como un especialista en hacerlo bien, en global, en ambas carreras.
Tenemos la experiencia de 2017 y 2019
Hace dos años finalizó entre los diez mejores de ambas, encadenando seis semanas largas de competición al máximo nivel, y eso tiene su mérito, si bien no le da suficiente para ganar una de ellas, objetivo que prevalece sobre su regularidad.
Mikel landa
Vuelta España: ¿La última opción de Mikel Landa?
Esta Vuelta nos recuerda que Mikel Landa es la opción que siempre vuelve
En la imagen, vemos a Mikel Landa, ya de Soudal, pero lejos en el tiempo de la Vuelta a España.
Está en la Volta stá en la jornada final, en Barcelona, feliz y sonriente tras haber sido el último reducto de la resistencia ante el ciclón Pogacar.
Landa, el gran escudero de Remco Evenepoel, corriendo ante uno de sus grandes rivales.
La Volta fue una carrera que podemos tomar para medir el año del alavés.
A ver, no nos hagamos trampas, ha sido una temporada muy de su corte, pero que está saliendo perfecta.
No ha movido el casillero de victorias de donde estaba, pero eso no le hace falta a Mikel Lada para dar gasolina a sus seguidores, para prender la llama de la fe entre sus adeptos, que ya no le descartan para la Vuelta.
Yo, sinceramente, no le veo ganando, deberían darse varias carambolas, la primera y más importante que complete la carrera sin incidente alguno, pero también que dé el paso adelante ante rivales que no serán top, pero que de media acostumbran a ganarle.
La Vuelta presenta un recorrido bueno para Mikel Landa.
No es su grande favorita en resultados, ha estado en el podio del Giro y muy cerca del mismo en el Tour, pero en la Vuelta, salvo aquella etapa de Andorra y el ser decisivo en la victoria de Fabio Aru, hace nueve años, poco o nada le ha sonreído la carrera a Mikel Landa.
Cuando comenté que su salto a Soudal le ha venido al pelo, incluso le ha sentado bien hasta en los tiempos.
Ha tenido su cuota de protagonismo al margen de Remco y cuando le ha necesito, le ha tenido cerca, como en el Tour, pero tampoco necesitando un trabajo muy exigente para el alavés.
Ahora en la Vuelta, Mikel Landa lidera el Soudal con la misma ilusión de siempre, en una llama de pasión que uno no se explica pero que existe.
Landa no es favorito, pero motiva como nadie a la parroquia, quienes esperan, en cierta medida, que un día u otro pinche, tenga un percance o le dejen cortado.
Es cierto que Landa no ha perdido muchas carreras por circunstancias ajenas, pero nadie como él para trasladar la sensación de peligro y de que te puede pasar algo que arruine un buen momento.
La Vuelta 2025 es buena para Landa, incluso con crono final, ahora que se alineen los astros como cada vez que ha concurrido con la presión justa.
Imagen: Volta Catalunya
Mikel landa
Volta: La enésima reinvención de Mikel Landa funciona
Una segunda plaza en la Volta es un resultado mayúsculo para Mikel Landa
Esto no es un alegato de Landismo, ni agitar el eterno fantasma de que Mikel Landa un día ganará una gran vuelta, esto es el retrato de una segunda plaza en toda una Volta a Catalunya, que cabe valorar como merece.
Porque la semana que finalizó ayer ha sido el referendo de que el tema de Landa, lo que implica y mueve, lo que genera, sigue tan vigente como años atrás, si no más, y lo sigue porque detrás de esta prestación hay trabajo, fe, sacrificio y sobretodo una capacidad para reinventarse brutal.
Sí, lo sé, voy a recordar aquel post en el que dijimos que el vasco en Soudal podía volver a brillar de la forma menos esperada.
La historia nos dice que Landa cuando tiene un gran líder a su lado, como se suelta, se quita presión y rinde como ha rendido en esta Volta.
Ha sido el primero de los humanos, a una interesante minutada de Pogacar, per es que ha competido contra gente muy buena que lleva semanas sonando, dígase Egan Bernal, Alexander Vlasov, Lenny Martinez, Sepp Kuss, Cian Uijtdebroeks, Enric Mas… y los ha superado desde minuto uno.
Lo ha hecho además siendo proactivo.
Si en Vallter 2000 fue un sálvese quien pueda, en Port Ainé alteró el ritmo del grupo a sabiendas que Pogacar podía rematarle, como bien hizo, y sentenció una segunda plaza que le deja muy bien parado.
Por un lado, porque sigue demostrándose que está competitivo, que está entre los mejores del mundo y que cuando Remco no esté, tiene cartas de jugar,
Por el otro, la corriente que le venera permanece on fire, no sé cuántas veces habrá escrito «Landismo» el comunity manager del Soudal durante la semana.
Con todo, la Volta es un premio tan inesperado como dulce para Mikel Landa, quien casi diez años después de explotar en aquel Giro de Contador y Aru, se reinventa para seguir dando qué hablar, cosa nada sencilla, con los cambios que este deporte ha experimentado esta década.
Hay que valorar las cosas cuando vienen, y este es un resultado dulce que conviene saborear.
Imagen: Volta a Catalunya
Mikel landa
Pues Landa se ve para ganar una gran vuelta
La llama de Mikel Landa en una gran vuelta parece aún viva
«Stil alive» aún posible, Mikel Landa no descarta estar en una la lucha de una gran vuelta.
Es sueño, es legítimo, aunque no creo que realista.
🇪🇸 Mikel Landa
🗣️ "Supporting the team will be the main focus, whether it's for Remco or someone else. Besides that I can set my own goals in certain races. I'll target GC at La Vuelta. It's still my dream to win a Grand Tour."
(Sporza)#LaVuelta24 pic.twitter.com/7ZTXT6Ozm2
— Domestique (@Domestique___) January 15, 2024
El razonamiento que hace por eso me parece correcto, se hace mayor, pasan los años, las oportunidades y por medio entra gente nueva, una ley de vida que admite y asimila, pero recuerda, y en eso estoy de acuerdo, que a veces las cosas suceden cuando menos te lo puedes esperar.
Incluso hablando de las opciones de Primoz Roglic en el Tour, lo habíamos barruntado.
Algunos ganadores del Tour fueron completamente inesperados y a destiempo.
Esa sensación la tuve con Carlos Sastre y Cadel Evans, que se llevaron el premio de una gran vuelta cuando menos se pudo esperar y en medio de una generación que parecía se iba a comer el mundo, como fue el antagonismo Contador vs Andy Schleck, que parecía se iba a alargar en el tiempo, pero duró más bien poco.
Las rendijas por las que Landa puede ganar una gran vuelta, pero el escenario que plantea lo hemos visto otras veces en ciclismo, favoritos que se caen del cartel, que no vienen, que dan un mal paso, una caída….
Lo que sí es cierto es que la cosa ya no depende tanto de él como podríamos haber esperado hace unos años cuando lo tuvo en la mano.
La Vuelta a España 2024 podría ser una de las sus últimas opciones de ganar una grande, aunque si va Vingegaard a poco que mantenga la forma del año pasado, poco veo que pueda hacer.
A Landa por eso le tiene que valer de motivación el buen rendimiento que tuvo en la edición del año pasado, cuando fue el que más cerca quedó de los Jumbo del podio.
Si en Soudal le contagian un poco de ese gen ganador, igual hasta tenemos epílogo feliz del Landismo.
Imagen: @Domestique
Mikel landa
Mikel Landa: Tres momentos que dieron para soñar
Mikel Landa ya sopla 34 velas en la tarta y sigue pareciendo joven
Me enteré esta mañana del cumple de Mikel Landa por la felicitación de su en breve exequipo.
Señorío https://t.co/bjZNNxzqKR
— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) December 13, 2023
Una felicitación del Bahrain para su 34 cumpleaños, siendo el equipo en el que creo que mejor ha estado el vasco.
De hecho ha aguantado aquí cuatro años, el doble que en sus anteriores equipos: Astana, Sky y Movistar.
Sin haber sido malo, podio en el Giro 2022 y cerca de pisarlo en el Tour 2020, el periplo de Mikel Landa en el equipo de capital árabe no ha tenido el brillo de anteriores etapas, en parte, quizá, por la irrupción de la hornada que ahora mismo está a los mandos de este deporte.
Y es que si miramos atrás, tenemos tres instantes top que nos hicieron pensar que Mikel Landa podía acabar una grande en su palmarés.
Fueron tres carreras en las que Mikel inflamó como pocos el suflé de la ilusión del aficionado medio que le veía como el relevo ciclistas que estaban ya de salida, Alberto Contador en especial.
Vamos con esas tres carreras:
Giro 2015, entre Aru y Contador
Sin duda el gran salto, ya desde el inicio se le vio con los mejores y principalmente con Fabio Aru y Alberto Contador.
Aquel Mikel Landa sacaba y remataba los córners, estaba con ellos y daba la sensación de poder irse solo cuando quisiera.
Su estado fue tan sublime que hasta afiló su faceta ganadora, logró un par de etapas.
Claro que entonces prendió ese principio del «landismo» y la «injusticia» que siempre le perseguiría, en especial el día que le mandaron parar en el Finestre en favor de Aru.
Giro 2017, una semana de escándalo
Tras salir de forma abrupta en 2016, después de su mejor crono, fue al Giro 2017 como colíder con Geratit Thomas.
La mala fortuna se cruzó esta vez en forma de moto que les tiró a él y al galés en la base del Blockhaus para dejarlos fuera de la general.
Ello sin embargo tuvo efectos milagrosos sobre su última semana en esa carrera, siempre escapado, ganando una etapa y llevando la maglia azurra hasta Milán.
Tour 2017, Mikel Landa, de gregario, casi en el podio
La forma que Mikel Landa trajo de aquel Giro se perpetuó durante todo ese verano.
Fue al Tour para ser el gregario de lujo de Chris Froome, en su cuarto triunfo, pero ello no le impidió darnos escenas dantescas, como aquella de Peyragudes tirando del grupo, aguantando los ataques a Froome y llegando por delante del inglés.
Caminaba tanto Landa esos días que lanzó en persona el ataque para la mejor etapa de aquella edición, camino de Foix y en compañía de Contador en una escapada que el mismo Sky no quiso apoyar cuando mandó parar a Kwiatkowski.
El epílogo quedó en la memoria, sólo un segundo le privó de estar en el podio, los mismos que salvaron a Romain Bardet del talento del vasco.
Emergió esos días otro hipe con Mikel, el #FreeLanda que le acabaría llevando al famoso Movistar de la tricefalía donde ya nunca le volví a volar tan alto.
-
Ciclismo3 días atrás
El accidente de Remco Evenepoel y el juego de la ruleta
-
Ciclismo1 semana atrás
Una curiosa forma de narrar la temporada de Juan Ayuso
-
Ciclismo1 semana atrás
5 imprescindibles para La Vuelta
-
Ciclismo4 días atrás
Los apuros de Le Coq Sportif no le son indiferentes al ciclismo
-
Ciclismo13 horas atrás
Alejandro Valverde no sería el mejor seleccionador español
-
Ciclismo6 días atrás
Qué tarde la de Aprica, qué día el de Pantani e Indurain
-
Ciclismo3 días atrás
Me gusta que la Vuelta salga del extranjero pero…
-
Ciclismo1 semana atrás
Red Bull-Bora se hace sitio en la mesa de los grandes