Ciclistas
Matej Mohoric no sólo es el «tercer hombre»
La calidad de Mohoric no deja terreno por tocar
Podría existir cierto paralelismo de Matej Mohoric con Fiorenzo Magni, conocido para los anales como el «tercer hombre«.
Fiorenzo, ciclista brutal, tres veces león de Flandes, entre otras cosas, tuvo la mala o buena suerte de coincidir con los dos monstruos de siempre del ciclismo italiano, con Fausto Coppi y Gino Bartali.
De aquella convivencia a tres, Magni siempre tuvo un papel importante estadísticamente, pero secundario en las numerosas historias de ciclismo que hablan de aquella época, dejando al icono de Nivea en la letra pequeña.
Tenemos una sensación parecida con Matej Mohoric, uno de los mejores ciclistas del mundo que por su procedencia siempre puede ser considerado el tercer esloveno.
Y puede que tenga que ser así, sin embargo que el campeón esloveno coincida con Pogacar y Roglic en forma y tiempo no debería significarle un menoscabo de su terrible calidad ciclista, una de las que poco encontramos y que le vale para llegar a ser competitivo donde se proponga.
Para describir quién es Matej Mohoric, hemos echado mano de este tweet…
#ParisRoubaix Mohoric es un caso extraordinario precisamente por seguir la vía más tradicional. Maravilló como juvenil y sub 23, campeón del mundo en ambas categorías. Después le costó adaptarse al campo profesional, pero desde que lo hizo es top mundial en muchos terrenos.
— Andrés Cánovas (@andrescanovas) April 17, 2022
Poco o nada le falta en la descripción de un corredor que no deja indiferencia a su paso.
Recordamos su tremendo triunfo en el mundial sub 23 de Florencia, hace nueve años, y tenemos presente lo mucho que le costó adaptarse al World Tour.
De hecho sus primeras victorias importantes fueron ya con tres años de pro, cuando estaba en UAE, pero en la antesala de ficha por el Bahrain, equipo en el que no pocos corredores están sacando petróleo de sus cualidades.
El último tramo de vida deportiva de Mohoric está siendo brutal, sin lugar a dudas el más prolífico que le podíamos imaginar, destacando en toda carrera en la que pone el pie, siendo si no decisivo, sí determinante, al punto que cuando él camina escapado, las cosas las miramos de forma diferente.
Así nos sucedió el domingo en Roubaix, en la que el esloveno se casca una carrera de leyenda, con una apuesta mucho más allá de Arenberg, sostenida en el tiempo y arruinada por los pinchazos que siempre juegan su papel.
Mohoric llegó a estar en la lucha por la segunda plaza tras rodar y rodar en cabeza con la puntual colaboración de Tom Devriendt durante muchísimos kilómetros.
El esloveno era outsider y ejerció a la perfección su rol, prolongando lo que vimos y dijimos de él en San Remo y disfrutamos el año pasado, especialmente en el Tour de Francia.
Mohoric se ha construido un personaje en el mejor momento de la historia para el ciclismo en su país, es apreciado y valorado por la gente y muchos nos alegramos de sus éxitos.
Esta semana la centra en Lieja, donde estuvo a punto de hacer un «Van der Poel en Amstel» hace un par de años.
No le vemos como favorito top, como en Roubaix, pero con la cuerda se le dé, seguramente dejará alguno por el camino y se cobre una pieza muy complicada para él, sobre el papel.
El hecho que haya estado tan cerca del podio de la decana y de Roubaix, que haya ganado San Remo, le hacen estar en la pequeña lista de ciclistas con opciones en los cinco monumentos.
Será un placer verle disputar este reto, más allá de cuando coge un micro para defenderse de las acusaciones -no resueltas aún- hacia el Bahrain el pasado Tour y que él mismo haga comentarios sobre las actuaciones del Jumbo en carreras como Harelbeke.
Al final, la vida te pone a cada momento en un lado de la historia,
Imagen: @Sprintcycling @TeamBahrainVictorious
Ciclistas
Óscar Freire sería un buen seleccionador, pero…
El asunto del “seleccionador” ha puesto en el centro de la escena a dos leyendas del ciclismo como Freire y Valverde
No es la primera vez que Alejandro Valverde y Óscar Freire se cruzan en el camino hacia el Mundial de Ciclismo, aunque anteriormente lo hicieron como corredores y ahora como posibles seleccionadores.
No voy a entrar en lo que el nuevo presidente de la Real Federación Española de Ciclismo (RFEC) le ha prometido al cántabro, pues no estuve en las conversaciones, pero sí quiero expresar algunos motivos por los cuales creo que Óscar Freire podría ser el seleccionador.
El Mundial es su carrera
Nos lo contó él mismo la primera vez que estuvo en el podcast: “Yo sé cómo ganar tres mundiales”.
Pocas veces se puede ser más explícito y directo. En esa naturalidad con la que se expresa Óscar no se disimulan sus ambiciones; más bien lo contrario.
Freire fue un ciclista excepcional para esta carrera, no solo por haber competido con los mejores de la historia en ella, sino también por su capacidad de intimidar a los rivales y leer la carrera.
Es un gran estratega
Y es aquí donde quiero llegar: Freire conoce muy bien el Mundial, sus sutilezas y las formas de guardar fuerzas hasta conseguir sacar la cabeza al final.
Leer la carrera de esa manera es crucial para los actuales ciclistas españoles, especialmente en un contexto en el que ni mucho menos son los favoritos.
Conocimiento del ciclismo internacional
Al olfato de Freire en carrera, y aplicado al oficio de seleccionador, se le suma su experiencia en estructuras multinacionales a lo largo de su carrera.
Ha vivido de primera mano cómo preparan el Mundial los italianos, belgas y neerlandeses, lo que le ha otorgado un bagaje muy grande en este contexto.
La gran incógnita: ¿un buen ciclista es un buen técnico?
A todo lo dicho, que sin duda juega a favor de Óscar Freire como posible seleccionador, hay que añadir una verdad como un templo: quien ha sido un buen ciclista no tiene por qué ser un buen técnico o seleccionador.
Esto sucede en ciclismo, como en otros muchos deportes.
Es cierto que en fútbol hay buenos entrenadores que triunfaron como futbolistas, pero no es una regla fija ni indiscutible. Incluso diría más: hay más entrenadores de éxito en fútbol que antes fueron grandes futbolistas que directores de equipo en ciclismo que hayan sido grandes ciclistas. Los hay, claro, pero quizá no tantos.
Y este apunte vale tanto para Óscar Freire como para Alejandro Valverde en su ilusión de ser el próximo seleccionador nacional.
Ciclistas
Moments 24: La lluvia sobre mojado de Pogacar en el Giro
El Monte Grappa, la guinda del pastel para Tadej Pogacar en el Giro
No recuerdo cuál fue la última subida antes de la victoria de Pogacar en este Giro, no sé si fue la de Nairo hace 10 años, cuando certificó su victoria en la maglia rosa.
Lo que sí es seguro es que no fue la de Vincenzo Nibali en el prodigioso Giro de 2010, cuando firmó una bajada espectacular en la subida al Vénta.
Sea como fuere, el Giro de Italia 2024 vivió una de las jornadas más memorables con la victoria de Tadej Pogacar en la etapa que culminó en el temido Monte Grappa.
La ascensión, un verdadero desafío para los escaladores, fue el escenario donde el esloveno demostró por qué es considerado uno de los mejores ciclistas del mundo.
Fue la guinda sobre el pastel de seis etapas y la maglia rosa.
La etapa, que comenzó en Bassano del Grappa, incluyó varias dificultades montañosas antes de llegar a la ascensión final de 17,5 kilómetros, con rampas que superaban el 10% en algunos tramos.
Desde el principio, Pogacar dejó claras sus intenciones, con el UAE manteniendo un ritmo constante y decisivo.
Aunque varios de los favoritos intentaron atacar a lo largo de la subida, el joven esloveno se mantuvo firme, controlando las distancias con sus rivales.
A medida que se acercaba la cima, Pogacar lanzó un ataque definitivo, descolgando a sus principales competidores, entre ellos los compañeros de podio Daniel Felipe Martínez y Geraint Thomas, quienes no pudieron seguir su paso.
Con la sensación de no sentir ni padecer el paso de los kilómetros, Pogacar alcanzó la meta en solitario, sellando su victoria con una ventaja brutal sobre sus perseguidores y abriendo aún más hueco en la general.
Tras cinco triunfos de etapa, vestido de rosa, el esloveno encontró espacio para otra exhibición, regalando un bidón a un niño que le animaba en la cuneta, un gesto que simboliza la nueva forma de dominar las grandes vueltas.
Imagen: FB Giro d´Italia
Ciclistas
Fichajes para 2025: 5 nombres que llaman la atención
Entre los fichajes para 2025 no hay grandes nombres pero sí gente muy interesante
No he querido incluir a Marc Hirschi en esta lista de fichajes que me llaman la atención para 2025, a pesar de haber terminado entre los mejores del año que acaba, porque perfectamente podría haber entrado.
Tampoco a Tom Pidcock.
Sin embargo, hemos dirigido nuestra mirada hacia cinco nombres que explican un poco los guarismos que mueven el pelotón.
Hay corredores que necesitan un «reseteo» tras su etapa en el equipo de toda la vida y buscan una segunda oportunidad, y otros que saben que, al unirse a un equipo más grande, quizá deban ceder su rol de líder en ciertos momentos, pero también saben que las ocasiones les van a llegar.
Simon Yates al Jumbo-Visma
Este caso se ajusta perfectamente a lo que decimos.
En el Tour, Yates tendrá que hacer las veces de apoyo para Jonas Vingegaard, como hizo en su momento con Adam en el UAE, pero a lo largo del año, seguro que Jumbo-Visma le brindará situaciones de carrera que le serán favorables, algo que no hubiera encontrado en el Jayco.
Ben O’Connor al Jayco
Sin una noticia tan impactante como la de Roglic al Bora el año pasado, creo que este es el fichaje más importante de 2025.
Que Ben O’Connor se una al Jayco es un hito importante para el ciclismo australiano, ya que su equipo estrella demuestra que es capaz de reclutar a su mejor ciclista.
El equipo australiano siempre se ha caracterizado por manejar buenas estrategias y sacar lo mejor de su pizarra. Con un ciclista local, valiente y con motor como O’Connor, la ecuación parece, a priori, perfecta.
Julian Alaphilippe al Tudor
Entre los corredores que buscan un «reseteo», el francés —ojo, dos veces campeón del mundo— se une a Tudor para comprobar si, como se decía, fuera de la estructura de Lefevere hacía frío.
No creo que Alaphilippe recupere la versión killer de 2019 a 2021, pero dejadle andar, porque cuando se activa, siempre genera interés en la carrera.
Lennard Kämna al Trek
Sin lugar a dudas, una de las grandes ausencias del año debido a un accidente que le ha dejado muy tocado.
El alemán es uno de esos cazadores que, con pocas pero excelentes victorias, recuerda a aquellos ciclistas que, cuando cazaban la fuga, el resto podía darse por perdido.
En Trek, sin un líder claro, si recupera su nivel, puede ser uno de los cazadores del año.
Kasper Asgreen al EF Education First
No sé el motivo exacto, pero sin duda es uno de los fichajes que más interés me despierta para 2025.
En este ciclismo de memoria escurridiza, conviene recordar que Asgreen le ganó un Tour de Flandes, mano a mano, a Van der Poel y Van Aert. Ahí es nada.
Rozó la perfección en esos días, estuvo tan en su mejor nivel, que nunca más lo vimos a ese nivel. Pero no pierdo la esperanza, quien tuvo, retuvo. Y como outsider en un equipo reconocido por mover muy bien sus piezas, podría ser un actor principal de la primavera.
Ciclistas
Tom Pidcock y el poder del relato
El salto de Pidcock al Q36.5 es un golpe de efecto, incluso sin ser un ciclista top a efectos prácticos
Esto lo hemos visto mil veces, especialmente los amantes de la historia y sus sutilezas, conscientes de quién maneja el relato, su hilo y enfoque, y de quién nos cuenta la historia.
Lo digo por Tom Pidcock, su fichaje por el Q36.5 y todo lo que rodea a esta historia.
Pidcock se va de INEOS con 5 victorias profesionales. Se nota el poder británico a la hora de hacer ruido en rrss porque tal parece que estemos hablando de Eddy Merckx.
— Cronoescalada (@cronoescalada.com) 4 de diciembre de 2024, 18:22
Es cierto que, en este cuaderno mal encuadernado, hemos declarado que el inglés es un ciclista excepcional. Único y especial, sin duda, pero ni mucho menos el mejor de su generación. Simplemente, ha sabido venderse bien y lo han sabido vender aún mejor.
Ahora da este salto, que se venía cocinando desde hace tiempo. Aunque el sueldo y la marca de bicicletas eran escollos insalvables, hasta que leí el comunicado del Q36.5 anunciando su fichaje.
Poco se sabe sobre el finiquito del contrato de Pidcock con Ineos Grenadiers, pero era vox populi que no estaba a gusto en el equipo británico.
Su «no selección» para el Giro de Lombardia fue la gota que colmó el vaso de su salida.
Pidcock asistió a un stage de Ineos en Manchester en noviembre, pero no se comprometió a quedarse con el equipo en 2025 y ya no fue visto en el campamento de España.
La razón es que, al mismo tiempo, Doug Ryder, jefe del equipo Q36.5, estaba negociando la contratación de Pidcock para 2025 y más allá.
La UCI aprobó la finalización del contrato con Ineos y su nuevo acuerdo con Q36.5, respaldado por el millonario Ivan Glasenberg, quien aumentará el presupuesto del equipo para fichar al ciclista británico.
Cabe destacar que Pidcock ganaba más de tres millones de euros al año en Ineos, siendo uno de los mejor pagados del mundo, sin ser uno de los mejores.
En Q36.5 están emocionados. Dicen que Pidcock, con 25 años, aportará su pasión, ambición y talento de clase mundial al equipo.
Scott confirmó que el ciclista británico usará sus bicicletas en 2025 como parte de su traslado al equipo, aunque en teoría seguirá utilizando Pinarello para el ciclismo de montaña, ya que el amigo Glasenberg también tiene participación mayoritaria en la marca.
El equipo Q36.5 cuenta con una plantilla de 24 corredores, con Pidcock como líder y principal estrella. Entre los nuevos fichajes para 2025 se incluyen Milan Vader, Emīls Liepiņš y Sjoerd Bax.
Ryder está entusiasmado con la incorporación de Pidcock, pues le abrirá puertas muy interesantes.
El contrato es integral: Pidcock también colaborará con Q36.5 en el desarrollo de su ropa ciclista, y Luigi Bergamo, fundador de la marca, cree que su enfoque multidisciplinario es perfecto para impulsar la visión del equipo sobre la ropa de ciclismo de alto rendimiento.
Como en las buenas películas de Navidad, aquí todos están contentos… o no todos. De Ineos no sabemos nada.
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