Ciclismo
La inercia del Movistar Team en 2023 es positiva
El Movistar Team firma un arranque de 2023 que prosigue el final de 2022
No sé cuándo fue el click, cuándo el equipo se percató que las cosas no podían seguir de esa manera, cuando se dieron cuenta de su desconexión con el aficionado, pero el último tramo de 2022 y el inicial, muy inicial, de 2023 está sentando muy bien en Movistar Team.
No era sencillo corregir el tiro.
Hace dos años por estas fechas, incluso hace 12 meses, mirábamos el grupo azul y pensábamos en lo alejados que les veíamos del ciclismo actual.
Sé, como se dice mucho, que lo visto hasta ahora no deja de ser un preámbulo, un entremés previo a lo que ha de venir principalmente en dos semanas y media, cuando arranque la campaña de clásicas en Bélgica, pero a nadie se le escapa que ahora mismo en ciclismo se compite todo como si fuera el mismo Tour de Francia.
Recuerdo hace dos años, cuando tuve a Carlos García Pierna y su padre Félix García Casas en el podcast y el progenitor apuntaba cómo le explicaba a su hijo que en una Estrella de Besseges los rendimientos eran dignos del Tour de Francia.
A diferencia de hace veinte años, hoy se corre todo a cuchillo, y las estrellas asoman desde el primer día.
En el ciclismo de los ochenta o noventa, los jefes de filas salían a entrenar muchas veces con dorsal, con nulo acuerdo competitivo con la carrera, aunque dejándose ver y querer en las salidas y metas de cada etapa.
En ese ciclismo vimos a Movistar muchas veces estos años, un ciclismo que queda muy lejos de lo que se ve en 2023.
El equipo ha entendido y practica lo vivido este tiempo.
Ya no sólo son las tres victorias, es el compromiso e imagen que se da en carrera, a veces un poco deshilachada, como en Vuelta a Valencia, pero al menos hay actitud.
Ademas el sprint nunca ha sido especialidad de la casa, recuerdo una Volta, no hace mucho, en la que Valverde debía preparar la llegada a Rojas, y al final acaba ganando el primero.
A la actitud del equipo, por eso, se le une el casillero y quiénes firman los triunfos, dos de los tres fichajes.
Fernando Gaviria puso el huevo en San Juan, una carrera que no es el Giro pero que sí tenía gente potente al sprint.
El colombiano es uno de los mejores velocistas del mundo, que amasó muy rápido gran parte del palmarés que tiene y que lo ha pasado mal en tiempos recientes.
Ruben Guerreiro, por su parte, debe ir a más, el Saudi Tour era algo que entraba en sus posibilidades, pero yo a éste le veo con libertad y capaz de repetir etapa en un Giro, donde ya sabe lo que implica ganar.
El equipo parece haber recuperado la identidad con la gente, que además les demuestra cariño y buenas vibraciones cuando lo hacen y lo hacen bien.
A falta de entrar en lo importante, Movistar Team ha logrado solventar una de las incógnitas de inicio de campaña 2023, empezar ésta como acabaron la anterior, ahora la dificultad vendrá con el paso de los días, lo importante es correr cada día como si fuera el último
Ya lo sé, es sencillo decirlo, pero es que la realidad nos demuestra que las cosas se han puesto así de caras
Ciclismo
Los cinco latinoamericanos del Giro
Los latinoamericanos suelen estar cómodos en el Giro
Entre los latinoamericanos, el Giro de Italia siempre ha sido una carrera propicia, incluso para ciclistas que han brillado en Italia, pero no necesariamente en otras pruebas del calendario.
En estos días de dominio de Isaac del Toro, es imposible no recordar a Julio Alberto Pérez Cuapio y su maillot naranja del Panaria, otro mexicano que voló alto, especialmente en esta carrera.
Pero también hubo otros, como los venezolanos José Rujano o Leonardo Sierra, sin olvidarnos del triunfo de un ecuatoriano como Richard Carapaz y la gran cantidad de colombianos que han ganado aquí, tanto etapas como las generales de Nairo y Bernal.
Con todo, los ciclistas latinoamericanos vuelven a destacar en el Giro como hacía tiempo no veíamos.
Nosotros hemos destacado a cinco.
Isaac del Toro no tiene rival, ahora mismo.
El mexicano lidera, y de qué manera: sin fisuras, transmitiendo tanta tranquilidad como dominio y fortaleza.
Responde a los ataques, saca el látigo —como en el sterrato— y protege las espaldas de Ayuso cuando es necesario.
Ahora mismo es un libro abierto; quienes más dudan se aferran a su juventud, como si en este ciclismo los jóvenes no vinieran ya formados.
Yo no me atrevo a anticipar nada con él.
Richard Carapaz nunca se fue
Es cierto que parecía uno o dos peldaños por debajo, pero el Giro le motiva, se acopla a él, y algo muy importante: sabe cómo se gana. Han pasado seis años, pero no es tiempo suficiente para sacarlo de las quinielas.
Por lo pronto, ya tiene su etapa.
Egan Bernal es siempre top
No está entre los diez mejores debido a una caída en la crono; de no ser por eso, estaría ahí.
Es un ciclista superlativo, que no se esconde, incluso en un tono menor respecto al que ganó aquí hace cuatro años. Lo demostró en San Pellegrino Alpe, donde dejó claro que quizás no gane el Giro, pero quien tome su rueda podría tener pista directa hacia la maglia rosa en Roma.
Nairo Quintana ya asoma
Consciente de que no es el mismo de hace once años, cuando ganó esta carrera, Nairo ya trabaja en lograr esa etapa que le recompensaría y premiaría el esfuerzo de su regreso a la élite.
El control sobre las fugas juega en su contra, pero si atrapa la buena, no lo pillan.
Einer Rubio está cómodo en el Giro
Es el mejor ciclista posible del Movistar para esta carrera: tiene carácter, toma el mando en las persecuciones y no se le ve lejos de los mejores.
Yo lo veo en el top 5, progresando en la general, y viendo cómo evolucionan las etapas, incluso con un posible triunfo parcial.
No queremos dejar de lado a Orluis Aular, muy solo en la jauría de los sprints, pero si en una de estas etapas con criba logra pasar los puertos, puede culminar como se merece. Ya ha estado cerca.
Ciclismo
Todos los números de Vingegaard para el Tour
En esta escalada, Vingegaard dice tener los mejores números menos de dos meses del Tour
Mientras miramos all Giro, los capos del Tour trabajan fuera de los focos aunque localizados por el aficionado medio, pues tanto Vingegaard como Pogacar se mueven por Sierra Neda.
A diferencia de su gran rival, Jonas Vingegaard ha optado por tomárselo con más calma y estar presto para el Tour, aunque no solo por decisión propia: en la París-Niza sufrió una caída que le dejó fuera de combate con una conmoción cerebral incluida, lo que le obligó a parar y perderse carreras como la Volta a Catalunya.
Su gran objetivo en 2025 es claro: el Tour de Francia.
A día de hoy, solo ha competido diez días en todo el año –cinco en la Volta al Algarve, que ganó, y otros cinco en esa París-Niza que tuvo que abandonar–.
Pero el momento de la verdad se acerca.
Próxima parada en el Critérium du Dauphiné dos semanas y pico, un ensayo general antes de la gran cita de julio.
Como digo se le sitúa en Sierra Nevada, donde está concentrado para preparar el Tour, el danés del Visma | Lease a Bike ha hablado con el medio belga Sporza.
Se le ve animado: «Este año hemos trabajado mucho para recuperar la fuerza que perdí el año pasado«, cuenta.
Y cuando le preguntan si está volviendo a su mejor versión, no duda: «Eso espero, sin duda. Mis datos ya son buenos. Creo que estoy mejor que en 2023 y 2022«.
Sobre su caída en París-Niza, Vingegaard la recuerda con ironía: “Probablemente fue el accidente más estúpido de mi carrera” aunque no comparable al de la Itzulia, por suerte.
Ahora, con la motivación en ascenso, mira al Dauphiné con ganas de probarse contra Pogacar.
“Vi lo que hizo en primavera y sí, fue increíble. Pero eso no significa que en el Tour vaya a ser igual. Yo solo pienso en mi carrera. Estoy más hambriento que nunca”, remata.
Suena bien, porque si hay uno que puede intimidar al monstruo esloveno es Vingegaard en el Tour.
Y no lo olvidéis, a más igualdad entre ambos, más mamporros, más emoción, más espectáculo, la rivalidad de estos dos es sin duda lo mejor que le ha podido pasar a la mejor carrera del mundo.
Imagen: ASO
Ciclismo
UAE en el Giro, el show que se nos viene
Imposible adivinar por quién va a quemar sus naves el UAE en el Giro
¿Quién manda en UAE Team Emirates? ¿Quién lidera ahora mismo en el Giro?
Yo no pongo la mano en el fuego por ninguno. Es imposible hacerlo: todos son muy buenos, muy capos, ambiciosos, pero, sobre todo, inestables.
De hecho, si tuviera que elegir al que ahora mismo me parece más fuerte de UAE en el Giro —con media carrera consumida— sería Isaac Del Toro.
El calvario al que sometió a Van Aert hasta Siena, su forma de rodar, de estar siempre bien colocado, y el final de la etapa de ayer… parecía un padre llevando al colegio a dos ciclistas como Ciccone y Pidcock. Las sensaciones que transmite son un martillo ahora mismo, golpeando la moral de quienes sueñan con un español ganando la carrera, diez años después de Contador.
Es más: en la crono, donde se mostró tibio, no sabemos hasta qué punto le afectó el miedo a una caída, la preocupación por la lluvia, o si la presión le pasó factura.
Dicho esto, aún queda mucha carrera, y mantener ese nivel no es sencillo.
El viernes, en la primera llegada en alto del Giro, UAE pareció ejecutar el plan para Del Toro… y saltó Ayuso para ganar.
¿Quién fue segundo? El mexicano. No hay más preguntas.
Pero una grande es larga, eterna para muchos.
Y quizá por eso en UAE no presionaron el botón nuclear cuando el líder abrió hueco con facilidad mientras Carapaz iba escapado.
De haber proseguido, Del Toro habría alcanzado al ecuatoriano. Seguro.
Pero Juan Ayuso se abrió, como hizo Primoz Roglic, y hubo contención.
Ver a Brandon McNulty y Adam Yates trabajar para ambos en la misma etapa da a entender que han aceptado un rol secundario.
Pero, ojo: tener ese papel te da un efecto sorpresa que, viniendo desde atrás, puede acabar con uno de ellos en la escapada que decida el Giro. Tienen más libertad.
UAE deshoja sus opciones en el Giro. “La maglia rosa se respeta”, dice Matxin. “Lo importante es que gane uno del equipo”, añade Ayuso.
Pero en el fondo, todos quieren ganar. Y eso es tan humano como real.
Este galimatías va a estar divertido. Y que no se os pase: ha habido un par de ocasiones en las que Roglic pudo hacer daño de verdad, y no lo hizo.
Igual se arrepiente.
Más aún cuando hay un ramillete de corredores como Bernal, Ciccone, Tiberi o Carapaz… que no son mancos.
Ciclismo
Giro: Cuando gana Carapaz, se celebra
Victoria llena de motor y calidad de Richard Carapaz en otro “etapón” del Giro
Yo no creo que Richard Carapaz sea caza menor, como dijo Javier Ares en el desenlace de otra etapa excepcional del Giro.
Ares diciendo que Carapaz “no es caza mayor”, lo dice de un ganador de Giro que decantó su triunfo en una situación similar a la que estamos viviendo #Giro2025
— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) May 21, 2025
De verdad, no lo creo. Es un ganador del Giro —hace seis años— pero también ha sumado etapas y podios en las tres grandes vueltas.
Es cierto que ya no brilla como nos tenía acostumbrados.
Por distintos motivos, no deslumbra al punto de subirse al podio de una grande o colgarse un oro olímpico —que, por cierto, no pudo defender—, pero siempre está.
Siempre aparece.
Y lo ha vuelto a hacer, en un Giro que está resultando extraordinario, desatado desde la etapa de montaña del viernes, con emoción diaria y constantes giros en el guión.
Atacar cuando los UAE marcan el ritmo, abrir hueco con esa violencia que lo caracteriza y aguantar el ataque del líder —que además destapó el mal momento de Ayuso y Roglic—, eso es lo que ha hecho Richard Carapaz en la tercera etapa que gana en este Giro de Italia.
Por experiencia y dureza, no lo veo lejos del podio.
Las victorias dentro del top 10 pueden venir acompañadas de buenas posiciones en la general, porque las diferencias siguen siendo manejables.
Como se descuiden —y en el pelotón cunda el mismo razonamiento que el de Javier Ares, el que mencionábamos al inicio— Carapaz les hace el lío a todos.
No es el más fuerte, pero sí el más zorro: listo, vigilante, el que nunca pierde de vista la diana.
Y tiene un equipo que, si algo sabe hacer, es moverse a la perfección en las distancias cortas, sacando petróleo de cada movimiento de pizarra.
Todo esto en un Giro igualado, en el que el que parece imbatible un día, al siguiente flaquea… y viceversa. Con un UAE dominante, sí, pero que no logra despegar del todo a su gran rival y dolor de cabeza: Primoz Roglic.
Porque o Del Toro va demasiado fuerte, o Ayuso se queda cuando el líder ataca.
Quieren llegar con la mayor cantidad de balas posibles hasta el final, pero Roglic es de esos que moja la pólvora ajena justo cuando el rival quiere disparar.
En ese contexto, Richard Carapaz ya ha ganado un Giro. Ya sabe cuál es el camino hacia el rosa. Que no le dejen mucho trecho.
Entretanto, él ya ha ganado su etapa.
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Milton
9 de febrero, 2023 En 1:02
El Click fue dejar ese pajaso mental de creer que era la escuadra que le pisaba los talones a Ineos – Jumbo. A partir de ahí, dejar la tonta idea de ir por el titulo de escuadras en cada competencia y en un acto no tanto de humildad sino de coherencia valorar la disputa en certámenes de menor monta.
Ahora esperemos que los caprichos unzuenianos no los lleven a depender solo de sumar y sumar puntos, a querer meter hasta 3 tios del 3° al 10° dejando las victorias como hechos asilados.