Ciclistas
Giro 2022: Thomas De Gendt resiste y persiste
Publicado
1 semana atrásen
Por
Iban Vega

Diez años después, Thomas De Gendt prolongó su palmarés con el Giro
Dicen en Eurosport que ha sido la segunda victoria de Thomas De Gendt en el Giro de Italia.
Recordaréis la primera, hace diez años, en una escapada legendaria en el Stelvio que le valió la gloria del gran coloso y el acceso al podio de Milán, tras Hesjedal y Purito.
Entre entonces y hoy, Thomas De Gendt ha sido uno de los iconos del ciclismo, más allá de sus recurrentes victorias, no muchas, pero muy buenas, pero especialmente por su cariño al ciclismo de ataque y al riego, valones que hasta hace no mucho eran poco vistos y muy apreciados en el pelotón.
Hasta esta etapa del Giro, Thomas De Gendt ha navegado en mares complicados.
Un ciclista veterano, apreciado y respetado nadando contracorriente, en medio de chavales que nada respetan, desplazado del foco que siempre ha tenido sobre él.
No hace mucho, le recuerdo unas declaraciones admitiéndose desarmado ante el ciclismo que se estaba imponiendo, un ciclismo agresivo, prolongado por auténticos querubines que compiten como si no hubiera un mañana.
Poco le ha importado, en una situación límite para su equipo, al que todo parece salirle mal, ha tomado el mando, entrando en una escapada de un nivel brutal, deshaciéndose de Van der Poel en el momento clave, tras un ataque matador de éste, y echando mano de su compañero Harm Vanhoucke.
De Gendt remata un excelente trabajo de su equipo, sacando el genio y la pizarra en una fuga de muchísimo nivel de la que salió el corte definitivo, con un Jorge Arcas que demuestra lo poquísimo acostumbrados que están a este tipo de desenlace #Giro2022
— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) May 14, 2022
Como ayer sucedió con Jumbo, entre Bouwman y Dumoulin, la estrategia de equipo se ha vuelto a demostrar clave y no ha sido sencillo, pues por detrás Martin, VDP y el aventajado Girmay nunca han dejado de presionar.
De Gendt tiró de jerarquía y galones para sacar la cabeza en una etapa preciosa, loca, de esas que reclamábamos esta semana, demostrando que esos viejos rockeros siempre hay que tenerlos en cuenta.
De Gendt, VDP… pero también Guillaume Martin, un ciclista que hace de la omnipresencia un valor que a veces hasta le sirve para acabar muy arriba en la general.
Posiblemente Guillaume Martin mañana tenga problemas para seguir delante en la general del #Giro2022, pero que le quiten lo bailao, su presencia en ésta y otras carreras es constante, transmite calidad y se hace un nombre. Me gustan los ciclistas que no corren pensando en mañana
— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) May 14, 2022
El francés sólo puede ser apreciado y querido, incluso en una etapa en la que VDP ha rescatado la efervescencia con la que acostumbraba a reventar las carreras, hizo el primer movimiento, fue machacado por Girmay en el marcaje y logró mantener las opciones casi hasta el final.
Todo con Jorge Arcas ahí, en una estrategia que sólo podemos aplaudir y reivindicar en un Movistar que corre en la invisibilidad.
Arcas estaba con rivales de un nivel tremendo, quedó tercero pero no pudo dar más de sí, cosa que demuestra dos cosas: lo poco acostumbrados que están en Movistar a correr en estas circunstancias y a la hostia que se ha competido.
Y tras la etapa de ayer, esto de Nápoles seguro que pasará factura.
Imagen: @Farolillo_Rouge
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Ciclistas
Un buen día para recordar a Alberto Gadea
Publicado
25 mins atrásen
25 de mayo, 2022Por
Iban Vega

Parte del ciclismo que conocemos es gracias a gente como Alberto Gadea
El día 23 de mayo es triste para la gente del ciclismo.
Hace once años recuerdo a Carles Francino en directo dar paso a una terrible noticia relacionada con el ciclismo profesional.
Dio paso directamente desde Sierra Nevada para reportar la dramática pérdida de Xavier Tondo por accidente doméstico.
Ese día nos hicimos mayores casi de sopetón, envejecimos del golpe, un tipo que irradiaba vida, cariño y amistad perdido así de buenas a primeras, rompiendo el fino hilo que nos mantiene en este mundo de los vivos.
También un 23 de mayo, la vida nos arrebataba otra persona especial: Alberto Gadea.
Quizá algunos no lo conozcáis, yo tuve la suerte de conversar mucho con él, en su desordenado y siempre copado de papeles despacho de la Gran Vía barcelonesa.
Ese despacho era la delegación de Unipublic en Barcelona, y desde ahí Alberto sacaba adelante sus labores de director técnico de la Vuelta a España pero también de las muchas carreras que entonces este organismo sacaba adelante: Setmana Catalana, el Luis Puig y Escalada a Montjuïc más las vueltas a Murcia, Aragón, La Rioja, Galicia y Valencia.
Alberto, siempre nervioso, siempre entrañable, me acogió con un cariño casi de padre desde el principio.
No pudo ayudarme mucho, en este mundillo los números van marcados y no siempre tienes el ganador, sin embargo guardo excelentes recuerdos de él y un fenomenal libro de la Vuelta a España que he utilizado mil veces en quehaceres varios.
Con los años y por razón de un trabajo “enciclopédico” tuve que volver a su casa, cuando su enfermedad había avanzado ya mucho.
El cariño que me dispensaron su señora e hijo Eduardo fue comparable al del padre de familia.
Su casa es un lugar de culto para la gente del ciclismo. Recuerdos, objetos, carteles, placas, diplomas, fotos, artículos,… de todos los sitios del mundo, de todos los mundiales, de todas las carreras. Durante años la casa de Alberto Gadea fue la maleta que le acompañó a los no pocos compromisos que le tenían largos periodos fuera de casa.
Fue un hombre de ciclismo, una persona de mundo, un tipo querido en todos los sitios.
Para quienes no lo sepáis Alberto Gadea, que creció en un lugar muy cercano a mi casa, en el espluguense barrio de Can Clota, por ser las tierras del Sr. Clota, fue ya árbitro en 1957.
A los diez años adquirió en Roma el nivel internacional, siendo el comisario más joven jamás nombrado.
En 1968 arbitró su primera carrera con motivo de la Vuelta a Turquía compaginando su rol ciclista con el de constructor, su oficio de base.
Desde entonces presidió el jurado técnico de nada menos que el Tour de Francia, Vuelta a España, Volta a Catalunya, Vuelta Suiza, Tour de Porvenir,… plantel de carreras al que hay que sumarle Mundiales de todas las especialidades.
Su sapiencia global de ciclismo le valió ser presidente del comité de árbitros que rigió las competiciones ciclistas de los Juegos Olímpicos de Barcelona, hace 22 años en su ciudad.
Desde 1985 ejerció su cargo de director técnico de Unipublic, siendo entre otras cosas una de las personas que dio el OK al Angliru en la Vuelta, con todo lo que ha significado para este deporte la inclusión del coloso asturiano.
Por todos estos años de buena amistad hoy queremos recordar a Alberto, un tipo grande que nos deja huérfanos, un poco más, a todos los que amamos este deporte.
Imagen: Marca
Ciclistas
Giro 2022: ¿Por qué me gusta que Hindley esté delante?
Publicado
1 día atrásen
23 de mayo, 2022Por
Iban Vega

Hindley ya sabe que no puede pretender ganar el Giro en la crono final
El Bora Hansgrohe es un equipo que con el tiempo que lleva en liza nunca había tenido una etapa como la del Giro en Turín en una gran vuelta, con el equipo mandando y descolgando rivales y haciendo valer sus bazas, de Hindley a Kelderman, pasando por Buchmann.
En el tetris de la general, está claro que la apuesta debería ser Jai Hindley, aunque sin perderle el ojo a Emmanuel Buchmann.
Para Hindley, este Giro es volver a las flores y buenas sensaciones de la edición de 2020.
Aún recuerdo su exhibición en Piancavallo en favor de Wilco Kelderman, cuando el neerlandés no pudo ni siquiera rematar a Tao Geoghedan, una vez su compañero le había hecho todo el trabajo.
Recuerdo con cariño aquel día de Giro en octubre porque Hindley realizó una exhibición casi «valverdiana» es decir tiró y tiró por kilómetros por su compañero y al final se quedó cerca de hasta rematar su propio trabajo.
El Hindley de aquellos días fue el único en seguir a Rohan Dennis en el Stelvio, capaz de ganar la preciosa etapa de Lago di Cancano y llevar la maglia rosa hasta el mismo Duomo de Milán.
Nos ganó aquel pequeño ciclista venido de la otra parte del mundo de, entonces, 24 años, que lo hacía todo, casi todo, bien.
Su principal problema vino luego en dos tramos.
Primero que su segunda plaza no se valoró como merecía, porque ese Giro tuvo una participación más floja y por tanto asequible.
Segundo porque al año siguiente, el corredor estuvo desconocido y lejos de los mejores, como alimentando que su segunda plaza en Milán había sido fruto de las ausencias y no de su calidad.
Hindley pasó un nefasto, deportivamente hablando, 2021, pero el inicio de este 2022 habla de un ciclista en franca progresión hasta este mismo Giro.
El ciclista ligero e hiriente de hace poco más de año y medio había perdido punch en el conflictivo DSM, del que había salido Kelderman, a quien se ha vuelto a encontrar en Bora.
Pero en Bora, Hindley vuelve por donde solía, o dicho de mejor manera, lo ha retomado por donde lo dejó.
Ahora con gente más fuerte enfrente está a una bonificación del liderato de Richard Carapaz, con una semana muy de su perfil y bien rodeado.
¿Se confirmará Bora con la segunda plaza?
He escuchado que quizá corran más defensivo, para mantener lo logrado, cosa que, desde fuera nos parecería mal, pues a Hindley le veo con opciones en un Giro que, como el de 2020, acaba en contrarreloj.
Tiene que lograrlo por él mismo y por quienes pensamos que todas las carreras, incluso las más «baratas», como gusta decir, necesitan de un mérito que no somos capaces de imaginar.
Si Hindey reverdece esos valores, callará, las está callando de hecho, muchas bocas.
Imagen:© BORA – hansgrohe / Sprintcycling
Ciclismo antiguo
Colombia, el ciclismo siempre presente
Publicado
5 días atrásen
20 de mayo, 2022Por
Iban Vega

Incluso con este Giro, Colombia nunca deja de ser noticia en ciclismo
El Giro 2022 que camina por su segunda semana no acaba de resultar como se esperaba para el ciclismo de Colombia
Con Iván Sosa inédito y Fernando Gaviria, lamiendo el poste, la tricolor no está tocando pelo.
No sucedía lo mismo hace 35 años, cuando por estas fechas Colombia era un país incendiado de ciclismo.
Luis Herrera, un jardinerito que también llamaron Lucho, hacía historia mayúscula ganando aquella Vuelta influenciada a partes iguales entre los Lagos de Covadonga y la desgracia de Sean Kelly.
Era la culminación, el minuto cero de una historia de éxito que daría para largos episodios.
La década de los ochenta dejó huella por aquellos que llamaron escarabajos, ciclistas colombianos que subían irresistiblemente las mejores paredes del viejo continente, corredores que ni acostumbraban a ganar grandes vueltas, sí etapas y reinados de la montaña, pero que con Lucho dieron el paso adelante.
Afinado, moreno, elegante y de rauda arrancada, Herrera rápido se vio que sería el elegido de dar el paso adelante, de cruzar el Rubicón, en esa Vuelta logró lo que nadie había conseguido. Fue como un serpentín, el exclusivo dominio europeo amenazado en cadena: primero Greg Lemond que hace caer el telón del Tour, luego Lucho la Vuelta y al año Hampsten el Giro.
La globalización en su todo su esplendor.
Luis Herrera acuñó pocas pero grandes victorias, a la general de esa Vuelta, un par de éxitos en los Lagos de Covadonga y con los años el Terminillo en el Giro. La colección de grandes cimas por eso había tenido un antes y un después en Alpe d´ Huez.
En la retina queda su mano a mano con Perico en la cima capital de la Volta del 91, el Mont Caro, el pelado coloso de Tortosa, donde Lucho dio la medida de su clase.
35 años después, hoy mismo, los titulares siguen hablando de ciclismo en Colombia.
Más allá de la suerte en este Giro, mirad qué palmarés llevan los amigos, con Dani e Higuita dominando dos carrerones como Itzula y Volta.
Y eso que perdieron a Miguel Ángel López nada más llegar a Italia.
Que se agarre a esta historia tan bella Fernando Gaviria, el ciclista que, incluso de mala hostia, sólo puedes mirar con ojos de empatía.
Nos gusta Gaviria por varios motivos, uno personal, viene de la pista y eso nos pone, y otra pasional, que es un ciclista que subyuga con ese sprint, ese cambio de velocidad, esa forma de imponerse.
Su vacío es brutal, tanto que cuando Dainese le superó al final, su derrota la sentimos como propia, mientras Santiago Buitrago se quedó a las puertas en Génova.
No siempre salen las cuentas, pero en Colombia el ciclismo sigue siendo noticia.
Caleb Ewan
Que Caleb Ewan deje el Giro no es una falta de respeto
Publicado
5 días atrásen
19 de mayo, 2022Por
Iban Vega

Abandonos como el de Ewan en el Giro se han dado toda la vida
Puedo entender el cabreo de algunos, como el de Luis Jiménez en Eurosport, cuando dan cuenta del abandono premeditado y anunciado de Caleb Ewan en el Giro de Italia.
Es cierto que estéticamente no es lo más bonito.
Sucede un poco como en los muchos tras coche que vemos cuando los ciclistas se descuelgan por lo que sea y quieren volver rápido al pelotón.
Están admitidos por la mayoría, aunque estéticamente no sea lo más indicado
Aquí es un poco lo mismo, el ciclista, velocista en este caso, tiene marcadas varias llegadas, generalmente en la primera mitad de recorrido, hace su botín, en el caso de Ewan sin nada en las manos, y luego para casa de vuelta.
Esto ha sucedido siempre, está sucediendo y sucederá.
No deja de ser fruto de una planificación deportiva que, entre otras cosas, prioriza objetivos reales.
Esperar que Ewan saliera vivo de la tercera semana del Giro, sin nada que disputar, pues está cargadísima de montaña, con una crono al final, era mucho esperar.
Para el australiano, esta corsa rosa ha sido un toque serio, muy serio, de atención, pues una vez más una caída se ha cruzado en su camino y a partir de ahí le ha tocado ir a remolque.
No debe ser sencillo gestionar situaciones que se repiten, caída en el pasado Tour, ahora en el Giro dentro, además de un equipo que no pasa sus mejores días.
A los problemas para mantener la licencia World Tour, al Lotto le surge la prohibición en su país de casa de apuestas en equipos deportivos, asunto que no es menor, pues ya vemos la cantidad de empresas de este tipo que se deja ver por equipos y competiciones en Bélgica.
En todo caso, el plan A de Caleb Ewan nunca pasó por competir el Giro hasta el final, por cuestiones deportivas y también prácticas.
El plan A pasa por el Tour de Francia, tras intentarlo en Italia, con la organización del GIro al corriente de las intenciones del velocista y su equipo.
Es como el año pasado cuando Mathieu Van der Poel tomó la salida en el Tour de Francia con la seguridad que se iba a ir en la primera semana para disputar los JJOO de Tokio.
En ese caso el Tour aceptó, y VDP dio una primera semana brutal a la carrera, un poco lo mismo que Ewan con el Giro.
Para la grande italiana tener uno de los velocistas top mundiales es innegociable y acepta de buen grado tenerle los días que sean.
Al final, aunque no sea lo más estético, esto no deja de ser un negocio y esto consiste en que las dos partes acaben lo más satisfechas posible.
Imagen: FB Giro d´Italia


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