Ciclistas
Flecha Valona: bloqueo, dolor y tragedia
En la Flecha Valona ganar escapado es tarea ardua
En esta previa de la Flecha Valona, permitidnos rescatar unos párrafos que desmembran la unidad de Bélgica en varias realidades que conviven en continua fragilidad…
Tres colores verticales visten la bandera belga: negro, amarillo y rojo. Repartidos equitativamente, en tercios, cada color tiene su qué. El negro viene de la armadura, el amarillo por el color del león de las armas y el rojo procede de la lengua y dientes de ese león.
No siempre fue así.
Hasta hacer su enseña una réplica de la tricolor francesa, ésta era horizontal y con ésta combatieron el rodillo de los Austrias en el siglo XVIII.
Bélgica es un país que alcanzó la independencia en 1830. Sus colores vienen heredados de la heráldica de Bramante, la región central de un país polarizado por dos vertientes muy opuestas en todo: Flandes y Valonia. En la primera la vida es rural y vecinal, la otra es industrial y afrancesada.
Ni mejor, ni peor, diferentes.
En medio, Bruselas, color púrpura y flor de lys en medio, flor amarilla por cierto.
Al sur, encajada en montañas, al final de las Árdenas, territorio hostil y bélico, la región alemana, también llamada Limburgo, con león desafiante, casi flamígero rojo y nueve rosas, tantas como ayuntamientos.
Encima de ésta Valonia, la patria de la Lieja-Bastogne-Lieja y la Flecha Valona:
Su bandera es un gallo, semi protectorado francés.
Un gallo rojo sobre fondo amarillo.
La bandera flamenca es otro cantar, harina de otro costal.
El león negro sobre fondo amarillo es la bandera de Flandes y casi diría que la del ciclismo.
Sólo algunas otras se podrían medir a ella, la ikurriña vasca, inspirada en la Union Jack, y la luxemburguesa –la civil, que es de franjas azules horizontales con león rampante coronado y con dos rabos- muy frecuente en los muros que van a Lieja cuando los Schleck guardaban opciones de victoria.
La bandera flamenca echa raíces en 1302 cuando Pieter de Coninck la desplegó en la batalla contra los franceses en la ciudad de Kortrijk
Hecho este inciso de vexilología, queremos explicar que la naturaleza de la Flecha Valona es el cambio de paso en la campaña ciclista.
La primavera desfloró y explotó hace semanas y el tránsito leve, compartido con el Tour de los Alpes, marca el paso hacia las grandes vueltas.
En Huy, una bicicleta eléctrica podría ser una buena opción…
Por eso el perfil de los gallos que optan a dominar el Muro de Huy, uno de los dos de Bélgica, con el de la capilla, cambia respecto a los nombres del adoquín.
Son carreras, en el caso de la Flecha Valona, que se dicen bloqueadas por ese final, allá, al albur de los doscientos kilómetros, en rampas salvajes que hacen de Huy el kilometro más largo de la temporada.
Una pena, porque en el camino, se dejan cotas, parajes y sitios realmente ciclistas, con esa estética fabril y el verde invadiendo la escena.
La Flecha Valona es una carrera casi imposible de romper antes de ese endemoniado final
Y la estadística lo dice.
Algunos ganaron con un suspiro sobre el pelotón, las dos de Davide Rebellin, el corredor que debutó en tiempos de Miguel Indurain y sigue por esos mundos.
Pero lo que es una fuga victoriosa, deberíamos irnos a la victoria de Igor Astarloa en su mágico 2003 o la exhibición de Michele Bartoli, cuatro años antes, en un día de perros y pocas horas antes de probar en primera persona por qué VDB era el valón mágico.
Y así las cosas damos cinco nombres para esta Flecha Valona yendo a los más obvios, porque como se vio, por ejemplo en la Amstel, cuando vas con rodeos te quedas en tierra de nadie.
Cualquier pronóstico pone en lo alto al ganador saliente, Julian Alaphilippe quien viene de dos derrotas que escuecen, de manos de Van der Poel, que no estará, que ensombrecen una campaña perfecta.
Nos da que el mal momento de Alaphilippe en la Amstel, que la pólvora mojada de Brabanzona le dan la razón cuando admitió no estar en el soberbio punto de forma de hace un año.
¿Le habrá pasado factura la caída de la Itzulia a Julian Alaphilippe?
En la parrilla de salida, delante, también sale Alejandro Valverde, el recordman histórico de la carrera.
Una cosa va en su favor, no tiene la responsabilidad de bloqueo de otros años, un peso que la temporada pasada le pudo pesar hasta el mismo final.
Y eso en este Movistar que no va como antaño, ya habrá tiempo de comentarlo, ya es un qué.
Si Valverde pierde o no punch en el final lo sabrá él mejor que nadie, y quizá un cambio de estrategia le pudiera funcionar.
Porque si hay que romper la Flecha Valona de lejos, Tim Wellens oposita por ello
Lo intentó años atrás, aunque la realidad es tristemente hostil con los valientes de esta carrera.
Le queda su equipo la baza de Jelle Vanendert para el final.
Éste, no sé porqué, siempre va bien solo y exclusivamente en estas carreras.
Y dejadnos un rincón para la justicia poética.
Dos nombres queremos lanzar Adam Yates y Daniel Martin.
El primero porque lleva una campaña excelente sin la guinda de un gran triunfo, el otro porque lleva años picando piedra en las canteras de Huy sin que le surja el premio.
Y al final otro nombre, del que hemos hablado mucho esta primavera: Jakob Fuglsang…
Ciclistas
Pogacar en el Giro: Haga lo que haga, habrá críticas
Parece que Pogacar ha optado por tomarse el Giro con más calma
El otro día sacamos una conclusión del Giro que estaba haciendo Tadej Pogacar que llamó la atención por el titular…
Te puede gustar el ciclismo y no Pogacar. https://t.co/QIksp1FjP5 pic.twitter.com/G1IqyTcvJo
— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) May 7, 2024
Sin embargo, nada más lejos de la realidad.
Tadej Pogacar es un ciclista que despierta consenso en la admiración que genera entre los aficionados, pero sin embargo ello no implica que a veces le pidamos más calma, más temple, más economizar.
Y es queel ritmo que el esloveno se había planteado en la primera semana de carrera, en especial los días iniciales, parecía inasumible, tanto para su equipo como para él mismo, con el plus de un Tour en el horizonte.
La mera presencia de Pogacar en los primeros días de este Giro ya ha sido propicia para que pasen cosas y casi todas a su favor.
Sus ataques condicionan como pocos, cuando él se pone a tirar de Geraint en el corte del tercer día o del pelotón para Molano, cunde el terror.
Es una certeza que vemos, que palpamos, por eso muchas personas se preguntan si es inteligente tanto derroche continuo.
Está claro que tirar para su velocista un rato no le va a perjudicar en julio, pero cuando la exposición es tal y tan constante la cosa cambia.
Si Pogacar corre cara al aire, se dirá que arriesga sin necesidad, que se expone en demasía.
Si Pogacar se incrusta en el pelotón del Giro, como en la jornada de ayer, se comenta que qué pena, que la carrera pierde intensidad y belleza.
Esto sólo sucede con los genios, con los capaces de torcer las cosas y Pogacar está en ese nivel.
Yo creo que el show de los primeros días se va a dosificar, que habrá golpe de mano definitivo en la montaña, cuando mejor lee convenga y luego a mantener el rosa hasta Roma, un reto que no es pequeño, pues en la ruta acechan miles de peligros, y nadie está exento de un mal paso, ni siquiera el ciclista que vino a firmar las gestas más increíble desde Bernard Hinault.
Ciclistas
Cuando empiece el Tour, hablaremos de Vingegaard
No sabremos si Vingegaard está preparado para el Tour hasta que éste arranque
Que ciclismo se juega en diferentes tableros y planos al mismo tiempo es una realidad tan tangible como que en UAE y Pogacar están disputando el Giro con un ojo a lo que sucede con Jonas Vingegaard y el Tour de Francia.
Ya lo hemos comentado varias veces, varía algo el planteamiento en Italia según vaya la recuperación de su gran rival para el Tour.
Visma ha exagerado las heridas de su líder??? https://t.co/5qUBrEpxL1
— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) May 12, 2024
Es cierto que Matxin comenta que ahora están con la mente en Italia y lo que suceda estos días por ahí, pero también lo es que seguro que están mirando con el rabillo a julio y el Tour, porque como nos dijo Davide Cassani «el Giro me lo quiero mucho, pero el Tour es lo más importante«.
En el camino hacia el Tour hay un nombre importante, clave, que es el de Jonas Vingegard, que defiende la doble corona de estos años.
El otro día le vimos por primera vez en bicicleta y los comentarios ya se han disparado.
En mi caso, nada menos que alegrarme por volver a verle sobre una flaca, rodando y cogiendo las sensaciones y la forma tras la horrible caída de la Itzulia.
Pero en el mundillo surge un runrún sobre su verdadero estado en Florencia, cuando la carrera se ponga en marcha y es más, ciertos sectores hablan de «exageración» en el reporte médico del corredor.
Que los equipos se guarden bazas y escatimen información es un clásico, no sólo de Visma, al final como tantas veces dice Contador, si estás mal tratas que tus rivales no se enteren.
Otra cosa es exagerar un informe médico, cosa que me parece muy grave y señala directamente al hospital, que aquí ni pincha ni corta.
Lo que le sucedió a Vingegaard en la Ituzlia es lo que pone en el informe y todo lo demás son conjeturas que son lícitas aunque creo que no van al caso, pues lo que más nos importa es que el danés esté lo mejor posible en la salida de Tour.
Sin Vingegaard está en Florencia finales de junio, tened la seguridad que será para hacerlo bien y eso para él es estar si no en la victoria, sí cerca de ella.
Si lo logra, no creo que sea por una exageración del informe y sí por su trabajo estas semanas, el suyo y el de los suyos.
Cruzad los dedos, por eso, porque como no esté en su mejor punto, el Tour quedará condicionado de inicio, y mucho, por más que Pogacar pueda tener un percance o demás.
Ahora mismo sólo el nórdico puede con el esloveno.
Ciclistas
Pelayo Sánchez, en la etapa más bonita del Giro
El manual de Pelayo vale perfectamente para ganar en el Giro
Son 180 puntos en la maldita clasificación, aire, oxígeno, pero es también la imagen, el triunfo, el recuerdo y la emoción.
Pelayo Sánchez era uno de esos nombres que llamaba la atención en la startlist del Giro.
Un ciclista en progresión, que no llegaba con el casillero vacío, un dinamitero, tan diferente al perfil habitual de ciclista español, pero al mismo tiempo tan apreciado en los tiempos presentes.
Podemos decir que Pelayo ha ganado un etapón, de inicio a fin, de izquierda a derecha, en este Giro de Italia.
Ha costado un mundo formar la fuga y cuando ésta se ha hecho, el material que la componía era, como no podía ser de otra manera, de primera calidad.
Luego los cortes y los filtros, para quedarse con dos cocos, Julian Alaphilippe y Luke Plapp.
Pero Pelayo los ha manejado a la perfección, ha medido cada gramo de su fuerza, sabedor de lo que venía con él y lo que amenazaba por detrás y ha sentenciado de forma excelente, cargado de fuerza, táctica e ingenio.
Cuando más tiemblan las piernas, cuando las dudas asaltan y el cansancio lastra, Pelayo ha sido capaz de jugar a ganador con Alaphilippe y Plapp, en un repertorio de recursos y quehaceres que me ha encantado.
Sencillamente magistral y eso que ese manual, el de Pelayo, está empezando a llenar páginas.
Esto ha sido el apartado deportivo, lo crematístico.
Luego ha estado lo otro, el envoltorio, lo que ha rodeado la etapa, 110% Giro de Italia en un tránsito mágico de norte a sur por la Toscana.
Una maravilla en forma de valles, cipreses y pueblos, qué pueblos, el paso por Volterra, Casole d´Elsa y esta maravillosa toma con Siena al fondo.
es todo, es el todo y, si no me equivoco, Siena, ahí al fondo.
— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) May 9, 2024
Hoy el ciclismo ha sido redondo, en todos los sentidos, culminado por un final antológico de Pelayo Sánchez, que abre en el Giro la cuenta de sus muchas victorias
Qué seguro estuvo todo el día Alaphilippe de que el asturiano iba a ser su gran rival, incluso por delante de un sólido Luke Plapp.
Así sí, Movistar ha entrado al trapo, en los cortes, jugando a ganar, en etapas que quedan en la memoria porque son terribles y excelentes.
Una victoria de esas que seguro cambian cosas.
Imagen: FB de Giro d´Italia
Ciclistas
Maglia rosa y Pogacar, cualqueir combinación vale
En 3 etapas de maglia rosa, Pogacar ha utilizado otras tantas combinaciones
Si el foco de salida ya estaba en Tadej Pogacar, imaginaros ahora que viste la maglia rosa.
El tío es un jugón, hay que admitírselo y aunque ayer jugáramos con el titular, que te puede gustar el ciclismo, pero no Pogacar, hay que rendirse a la evidencia de que este corredor es como el Rey Midas del ciclismo.
Se sabe observado, juguetea y lo disfruta y lo mejor hace partícipes a todos del disfrute.
Así las cosas, apareció de inicio con una maglia rosa combinada, muy guapo a mi gusto, con un culote ciclamino que luego supimos que era homenaje al Torino.
Eso le valió la ridícula advertencia de los comisarios de la carrera, que si repetía esa combinación le podían descalificar cuando el culote era de la propia organización.
Al día siguiente apareció con el culote negro reglamentario del equipo y la marca que les provee la ropa.
Es una tarta de fresa https://t.co/JCdfTPEtC6
— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) May 8, 2024
Hoy ha llegado. Lucca «full pink» como rizando el rizo.
A mí, en ciclismo, casi todas las combinaciones me parecen bien salvo el cuote blanco, que no me agrada ni siquiera para el campeón del mundo.
Que Pogacar combine la maglia rosa con un culote del mismo color, perfecto, pero el golpe estético de su primer día con el liderato ha dejado huella, sin duda, pero sobretodo ha corroborado lo que tantas veces digo, que da igual lo que se ponga, que siempre tendrá la aprobación del respetable.
Imagen: FB de Giorgio Ialenti
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