Así respira Samuel Sánchez de sus recuerdos olímpicos y Pelayo Sánchez

Nos acordamos de invitar a Samuel Sánchez por varios motivos.

El primero por el año en el que estamos, Juegos Olímpicos, palabra favorita para el exciclista, y más con lo que acontece en Ecuador con los problemas de Richard Carapaz para defender su corona.

Luego la irrupción de un ciclista que conoce bien como Pelayo Sánchez en el Giro de Italia.

Pero también para saber cómo le va a Samuel Sánchez, de aquí para allá y sus impresiones sonre los motivos dorados más elegantes en maillot, bicicleta y casco que debe llevar un campeón olímpico.

Por cierto, que Samu coincide, en cada carrera que compite alguien del big 6, el resto parece resignado a disputar las plazas de plata.

En A cuchillo, discutimos con Kike Molares sobre las bondades del tubeless y la cámara en un resultado que nuestra encuesta ha demostrado muy decantado.

❓❓ Pregunta de esas de ¿papá o mama?
¿Qué prefieres y por qué?
🛞Cámara
🛞Tubeless

— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) May 13, 2024

Aprovechando que Kike nos habla de Ámsterdam, nos explica un poco cómo están los ánimos con Jonas Vingegaard en un Visma de año aciago.

Con el Giro disputando cronos, comentamos cositas que pueden mejorar las retransmisiones televisivas de las mismas, o al menos hacerlas más amenas al espectador de la calle.

No os perdáis la efeméride climática que sucedió justo antes que la primera bicicleta echara a rodar.

Sumario de este podcast:

0´20´´ Introducción.

1´03´´ Samuel Sánchez sobre si le gusta el dorado en la bicicleta, la explosión de Pelayo y la cantera.

25´53´´ A cuchillo: nos acompaña Kike Molares desde Ámsterdam para decirnos que él prefiere tubeless y cómo andan los ánimos por allí con Vingegaard.

45´54´´ ¿La televisión podría hacer más amenas las cronos? Lo comentan Iker Gallastegi y Fran Alarcón.

1hr04´37´´ La bicicleta nació de un evento climático y hoy es clave ante el cambio climático. Nos lo explica Xavi Prat desde Bicilab Andorra.

Hay miedo a innovar en la cobertura de las contrarrelojes y el Giro no es una excepción

Para mí la imagen de Filippo Ganna en la primera de las contrarrelojes del Giro de Italia, la que ilustra este artículo, ya compensa la ejecución de esta modalidad.

Es una jodida maravilla, y eso que no ganó, verle rodar, tan redondo, elegante, fino sobre la bicicleta.

Un movimiento suave que es terriblemente bello y efectivo, cosa que no es sencilla.

Ver a Filippo Ganna o al mismo Remco Evenepoel, recordar a los no tan lejanos Tom Dumoulin o Bradley Wiggins, evocar aquellas cronos de Miguel Indurain, todo en esta modalidad es poesía para quienes seguimos el ciclismo.

Pero ¿para quiénes no lo siguen?

Ahí reside una de las claves de este post, que alimento en parte de la charla que el otro día mantuvimos en el podcast con Fran Alarcón e Iker Gallastegi en el podcast.

Una charla amena y con algunas soluciones para hacer más amenas las coberturas de las contrarrelojes que en este Giro, con más de 70 kilómetros, han vuelto a tener un papel importante.

FB Giro d´Italia

Si nos ponemos exquisitos, quizá el tiro sobre el «hot seat» sea el principal aporte en la cobertura de la carrera, un tiro de cámara que retrata las emociones de quien lidera la carrera en cada instante según va viendo llegar a sus rivales.

Es increíble que una disciplina tan tecnológica como la crono, en un deporte tan a lomos del progreso como el ciclismo, no se saque partido a la cantidad de datos LIVE que surgen de la celebración de una prueba así.

Sería algo similar a lo que vemos en Moto GP o Fórmula 1, o también en las televisiones económicas con constantes rotulitos yendo y viniendo que aporten valor numérico, es decir tiempos, a lo que vemos en la pantalla.

Con esto, la presencia de las contrarrelojes en la pantalla ganaría enteros, pues al final la cobertura y seguimiento de los ciclistas es sota, caballo.y rey con las motos y helicópteros disponibles.

Recordemos la Vuelta a California y toda a cantidad de información que suministraban en la pantalla, nos acabábamos aprendiendo la general de carrerilla.

Como en tantas otras cosas en ciclismo, parece que existe un miedo atroz al cambio y la innovación, cuando esto no exige más que imaginación y buen gusto para colar cuanta más información mejor sin demérito de la imagen y el desarrollo de los corredores, que al final es lo que nos importa.

Imagen: FB Giro d´Italia

En los del top 10 del Giro figuran nombres que seguro no recordamos

Quiero empezar rápido y sencillo, decir que el top 10 del Giro puede resultar barato no es la forma más respetuosa para unos pros que hacen un trabajo increíble durante tres semanas en una carrera brutal, pero sí la más gráfica para explicar que en el Giro de Italia siempre entran nombres entre los mejores que no esperamos y que seguro no recordamos.

Es cierto que siempre hay ciclistas inesperados en la general de las grandes vueltas, pero esto se acusa más en el Giro, donde hemos tenido inquilinos del top 10 que no habrían entrado en las quinielas previas.

Todo este rodeo viene a cuento por a general que se está conformando a mitad de carrera este año.

Es una general controlada muy bien por Tadej Pogacar que presenta nombres en los que seguro reparamos antes de empezar la carrera, dígase Geraint Thomas, Ben O´Connor o Daniel Martínez.

Incluso, que Romain Bardet es normal que esté ahí, aunque en su caso merced a una escapada que le hizo recuperar posiciones, y también Antonio Tiberi -maglia bianca- y Thymen Arensman, cerrando el top 10.

Luego hay otros ciclistas que no estaban en los planes, pero que tampoco me parece aberrante verles ahí, por mucho que lea tantas y tantas cosas de tanta gente.

Claro que Lorenzo Fortunato, Filippo Zana y Einer Rubio no entraban en las listas previas, pero sus nombres no nos resultan desconocidos, los tres han ganado etapa en esta carrera.

Si miramos a los últimos diez Giros vemos muchos ciclistas con los que no habríamos contado ni en sueños.

La edición de 2020 fue muy especial, por estar desenfocada en el tiempo y justo detrás del Tour.

El mismo podio fue completamente imprecedible, con Tao, Hindley y Kelderman, pero es que se produjo a explosión de Joao Almeida y entraron ciclistas como Masnada o Pernsteiner entre los diez mejores.

El top 10 del Giro de este periodo incluye por partida doble a corredores como Davide Formolo, Alexander Geniex, Patrick Konrad y Andrey Amador, quien espero se recupere rápido de su accidente.

Seguro que nos los recordáis, como tampoco a ciclistas como Pierre Rolland, Rober Kiserlovski, Leopold König, Yuri Trofimov, Bob Jungels, Jan Polanc, Sam Oomen, Tobias Foss o Eddie Dunbar.

Ya veis que son nombres con los que no se contaría, pero que entraron y se ganaron la plaza.

Este Giro, en ese sentido, tiene un top 10 muy coherente con lo que ha sido la carrera en toda su historia, por eso no veo tanto revuelo cuando repaso la general, al fin y al cabo nadie les ha regalado nada.

Eso sí, acostumbraros a ver tirar más veces a Bahrein, Ineos, Bora o Decathlon para salvar una plaza de honor.

Imagen: FB Giro d´Italia

El triunfo de Alaphilippe en el Giro es un merecido premio a la persistencia

Hay una cosa que tienen muy clara en Italia, cuando alguien gana una carrera grande, cuando es campeón del mundo, primero en el Tour o similar, es un campeón eterno, para siempre.

Recuerdo con especial celo cuando corrió el Giro Samuel Sánchez, año 2013, el último de Euskaltel, y las veces que en la publicidad previa de la carrera recordaron que había sido campeón olímpico.

Es etiqueta no la pierden nunca en el país donde el recuerdo de Coppi, Bartali, Magni y cia sigue muy vivo, vivísimo.

Claro que si se acuerdan de esos de hace más de medio siglo, cómo no celebrar que Julian Alaphilippe ha cerrado el circulo en el Giro con una etapa en las tres grandes.

Ha sido realmente excepcional y merecido

El francés no había logrado abrir su cuenta en la corsa rosa y eso que quedó cerca, en especial el gran día que ganó Pelayo.

La felicitación del galo al astur, una vez cruzada la meta, habló de un carisma que no se queda sólo en lo que hace en carretera.

Un carisma y clase que, como hemos visto, siguen intactos

Julian Alaphilippe ha ganado un etapón del Giro que ha alegrado a una amplia mayoría.

Sí, ya sé, siempre habrá quién diga que es amanerado, que gesticula, que es un poco «payaso», pero en esencia es un ciclista de época, un ciclistazo con un palmarés enorme al que esta victoria le sabe por varias.

Alaphilippe en el Giro vuelve al primer escalón, del que fue apeado por caídas, lesiones y no sé si por relajarse en los entrenamientos y darse a la buena vida, cosa tan humana que no creo nunca mereciera las impresentables críticas de su mánager.

Hoy seguro que muchos le preguntarán por Lefevere pero él no creo que responda, lo ha hecho en la carretera, donde mejor sabe hacerlo.

Me ha parecido una victoria soberbia, el tercer o cuarto intento para ganar una etapa, y «sólo» llevamos media carrera.

Italia se le da bien a Julian Alaphilippe, Strade, San Remo, etapa en Tirreno ante los velocistas y ahora esta etapa en el Giro.

Gloria a los campeones eternos, a los que lucen el irisado en la manga y lo honran, con cabalgadas de 130 kilómetros que saben llevar hasta la misma línea de meta.