Ciclistas
El ciclocross que deja Sven Nys
Hace casi 20 años el ciclocross era la especialidad invernal del ciclismo. Igual que lo es ahora. Igual que lo fue antes. Igual que lo será siempre. Hace 20 años, como ahora, el calendario crossista se dividía en tres challenges y en dos grandes campeonatos: el nacional de cada país y el mundial. Hace 20 años, como ahora, los corredores belgas eran los grandes hombres a batir.
Hace 20 años, como ahora, un tal Van der Poel, holandés, ponía en jaque a sus vecinos belgas portando el maillot arco iris. Hace 20 años, quién sabe si como ahora, un joven corredor estaba a punto de darle la vuelta a este deporte para que hoy, recién terminado el invierno 2015/2016, ninguno de los que conocimos el ciclocross antes de él, podamos siquiera imaginar que estemos hablando del mismo deporte.
Nada es igual a como lo era entonces. Nada será igual a partir de ahora. Después de su retirada, tanto los que conocimos aquella época como los que siempre han conocido el ciclocross con él en los circuitos, miramos al futuro extrañados. De alguna manera, con la sensación de que las temporadas, como los años, deberían de contarse en negativo y en positivo. A partir de ahora, debería de especificarse si hablamos de una temporada antes o después de él. De Sven Nys. Del Caníbal de Baal.
Debutó como profesional en 1998 y se ha retirado este pasado domingo en Oostmalle. Glosar ahora todo este tiempo y toda su carrera se antoja imposible. Para eso, no me cabe duda, el lector tiene muchos recursos a mano. Como resumen, simplemente decir que nadie antes que él había conseguido tanto. Nada menos que 291 triunfos. Más de 16 por temporada de media. Ni una sola de ellas en blanco. Sólo tres, la 2000/2001, la 2014/2015 y esta última se cerraron sin, al menos, un triunfo en una de las tres challenges o en uno de los dos grandes campeonatos.
Pero si repasar su palmarés y sus números podría dar para una cantidad ingente de folios, lo más complicado es hablar de su legado. De lo que su paso por el ciclocross ha significado para la especialidad y para el ciclismo en general. Porque Sven Nys ha sido, de eso no cabe duda –como sí existe debate sobre si el de Baal ha sido o no el mejor de la historia–, el corredor que de forma más importante y notable ha influido en la historia de la especialidad y, quizás, el hombre más trascendental en la historia del ciclismo junto a un tal Eddy Merckx.
Cuando él llegó, no vamos a negarlo, el ciclocross era ya una disciplina con un público fiel y fundamentalista. Los enamorados del barro de entonces, como los de ahora, son intransigentes por definición y mantienen contra viento y marea que la especialidad invernal es la más bonita y pura de cuantas forman el ciclismo. Pero no terminaba de cuajar entre el gran público. Los circuitos, especialmente los belgas, registraban interesantes entradas, pero no se terminaban de llenar. Además, los billetes para poder acceder a los mismos se vendían por precios que podían ser calificados como de simbólicos.
Ahora han pasado 20 años y la cosa es completamente diferente. Los circuitos se llenan hasta la bandera. Los billetes para acceder a los mismos son, de media, bastante más caros que los correspondientes a los estadios de fútbol de los equipos menos potentes de la liga belga. Todas las carreras se retransmiten en directo por televisión. Este año, por primera vez, una plataforma digital ha comprado los derechos de una de las tres challenges y los espectadores tienen que pagar por ver el ciclocross. Y el negocio, a la espera de que la plataforma en cuestión dé los resultados finales de la campaña, parece que ha salido redondo.
De media, un millón y medio de espectadores se pegan cada domingo a la pantalla a las 15:00 horas. Una cifra que, además de dispararse en fechas puntuales como el nacional o el mundial, supone una auténtica barbaridad en un país como Bélgica.
Los patrocinadores han acudido al ciclocross como las abejas a la miel en estos 20 años. No hay circuito en el que no haya enormes carpas VIP donde decenas de empresas intentan agasajar a sus invitados ofreciéndoles un domingo con acceso privilegiado a los corredores. Y, de entre todos ellos, sólo las más potentes tienen acceso a él.
Porque 20 años después de su llegada, nadie duda de que Sven Nys ha sido el culpable de la explosión inaudita que ha tenido el ciclocross en Bélgica y, de alguna manera, también en el resto del mundo. Ya tenemos pruebas de la Copa del Mundo en Estados Unidos, algo impensable no hace tanto.
Su legado, además del deportivo, se refleja en estos y otros muchos detalles. En la manera en la que siempre trató al público, consciente de que los aficionados eran la parte más importante de todo este show. Por eso, por todo eso, el circuito de Oostmalle se convirtió el pasado domingo en un valle de lágrimas. Donde todo el mundo, menos él, lloró su retirada.
Ahora, llega un momento complicado. Ahora hay que mantener lo que él ha construido. Y los encargados, hasta que otros nombres lleguen, serán Wout Van Aert, su sucesor, y Mathieu van der Poel. En septiembre, comprobaremos si son capaces.
Por Nico Van Looy
Imagen tomada de www.cxmagazine.com
Ciclistas
Pogacar en el Giro: Haga lo que haga, habrá críticas
Parece que Pogacar ha optado por tomarse el Giro con más calma
El otro día sacamos una conclusión del Giro que estaba haciendo Tadej Pogacar que llamó la atención por el titular…
Te puede gustar el ciclismo y no Pogacar. https://t.co/QIksp1FjP5 pic.twitter.com/G1IqyTcvJo
— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) May 7, 2024
Sin embargo, nada más lejos de la realidad.
Tadej Pogacar es un ciclista que despierta consenso en la admiración que genera entre los aficionados, pero sin embargo ello no implica que a veces le pidamos más calma, más temple, más economizar.
Y es queel ritmo que el esloveno se había planteado en la primera semana de carrera, en especial los días iniciales, parecía inasumible, tanto para su equipo como para él mismo, con el plus de un Tour en el horizonte.
La mera presencia de Pogacar en los primeros días de este Giro ya ha sido propicia para que pasen cosas y casi todas a su favor.
Sus ataques condicionan como pocos, cuando él se pone a tirar de Geraint en el corte del tercer día o del pelotón para Molano, cunde el terror.
Es una certeza que vemos, que palpamos, por eso muchas personas se preguntan si es inteligente tanto derroche continuo.
Está claro que tirar para su velocista un rato no le va a perjudicar en julio, pero cuando la exposición es tal y tan constante la cosa cambia.
Si Pogacar corre cara al aire, se dirá que arriesga sin necesidad, que se expone en demasía.
Si Pogacar se incrusta en el pelotón del Giro, como en la jornada de ayer, se comenta que qué pena, que la carrera pierde intensidad y belleza.
Esto sólo sucede con los genios, con los capaces de torcer las cosas y Pogacar está en ese nivel.
Yo creo que el show de los primeros días se va a dosificar, que habrá golpe de mano definitivo en la montaña, cuando mejor lee convenga y luego a mantener el rosa hasta Roma, un reto que no es pequeño, pues en la ruta acechan miles de peligros, y nadie está exento de un mal paso, ni siquiera el ciclista que vino a firmar las gestas más increíble desde Bernard Hinault.
Ciclistas
Cuando empiece el Tour, hablaremos de Vingegaard
No sabremos si Vingegaard está preparado para el Tour hasta que éste arranque
Que ciclismo se juega en diferentes tableros y planos al mismo tiempo es una realidad tan tangible como que en UAE y Pogacar están disputando el Giro con un ojo a lo que sucede con Jonas Vingegaard y el Tour de Francia.
Ya lo hemos comentado varias veces, varía algo el planteamiento en Italia según vaya la recuperación de su gran rival para el Tour.
Visma ha exagerado las heridas de su líder??? https://t.co/5qUBrEpxL1
— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) May 12, 2024
Es cierto que Matxin comenta que ahora están con la mente en Italia y lo que suceda estos días por ahí, pero también lo es que seguro que están mirando con el rabillo a julio y el Tour, porque como nos dijo Davide Cassani «el Giro me lo quiero mucho, pero el Tour es lo más importante«.
En el camino hacia el Tour hay un nombre importante, clave, que es el de Jonas Vingegard, que defiende la doble corona de estos años.
El otro día le vimos por primera vez en bicicleta y los comentarios ya se han disparado.
En mi caso, nada menos que alegrarme por volver a verle sobre una flaca, rodando y cogiendo las sensaciones y la forma tras la horrible caída de la Itzulia.
Pero en el mundillo surge un runrún sobre su verdadero estado en Florencia, cuando la carrera se ponga en marcha y es más, ciertos sectores hablan de «exageración» en el reporte médico del corredor.
Que los equipos se guarden bazas y escatimen información es un clásico, no sólo de Visma, al final como tantas veces dice Contador, si estás mal tratas que tus rivales no se enteren.
Otra cosa es exagerar un informe médico, cosa que me parece muy grave y señala directamente al hospital, que aquí ni pincha ni corta.
Lo que le sucedió a Vingegaard en la Ituzlia es lo que pone en el informe y todo lo demás son conjeturas que son lícitas aunque creo que no van al caso, pues lo que más nos importa es que el danés esté lo mejor posible en la salida de Tour.
Sin Vingegaard está en Florencia finales de junio, tened la seguridad que será para hacerlo bien y eso para él es estar si no en la victoria, sí cerca de ella.
Si lo logra, no creo que sea por una exageración del informe y sí por su trabajo estas semanas, el suyo y el de los suyos.
Cruzad los dedos, por eso, porque como no esté en su mejor punto, el Tour quedará condicionado de inicio, y mucho, por más que Pogacar pueda tener un percance o demás.
Ahora mismo sólo el nórdico puede con el esloveno.
Ciclistas
Pelayo Sánchez, en la etapa más bonita del Giro
El manual de Pelayo vale perfectamente para ganar en el Giro
Son 180 puntos en la maldita clasificación, aire, oxígeno, pero es también la imagen, el triunfo, el recuerdo y la emoción.
Pelayo Sánchez era uno de esos nombres que llamaba la atención en la startlist del Giro.
Un ciclista en progresión, que no llegaba con el casillero vacío, un dinamitero, tan diferente al perfil habitual de ciclista español, pero al mismo tiempo tan apreciado en los tiempos presentes.
Podemos decir que Pelayo ha ganado un etapón, de inicio a fin, de izquierda a derecha, en este Giro de Italia.
Ha costado un mundo formar la fuga y cuando ésta se ha hecho, el material que la componía era, como no podía ser de otra manera, de primera calidad.
Luego los cortes y los filtros, para quedarse con dos cocos, Julian Alaphilippe y Luke Plapp.
Pero Pelayo los ha manejado a la perfección, ha medido cada gramo de su fuerza, sabedor de lo que venía con él y lo que amenazaba por detrás y ha sentenciado de forma excelente, cargado de fuerza, táctica e ingenio.
Cuando más tiemblan las piernas, cuando las dudas asaltan y el cansancio lastra, Pelayo ha sido capaz de jugar a ganador con Alaphilippe y Plapp, en un repertorio de recursos y quehaceres que me ha encantado.
Sencillamente magistral y eso que ese manual, el de Pelayo, está empezando a llenar páginas.
Esto ha sido el apartado deportivo, lo crematístico.
Luego ha estado lo otro, el envoltorio, lo que ha rodeado la etapa, 110% Giro de Italia en un tránsito mágico de norte a sur por la Toscana.
Una maravilla en forma de valles, cipreses y pueblos, qué pueblos, el paso por Volterra, Casole d´Elsa y esta maravillosa toma con Siena al fondo.
es todo, es el todo y, si no me equivoco, Siena, ahí al fondo.
— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) May 9, 2024
Hoy el ciclismo ha sido redondo, en todos los sentidos, culminado por un final antológico de Pelayo Sánchez, que abre en el Giro la cuenta de sus muchas victorias
Qué seguro estuvo todo el día Alaphilippe de que el asturiano iba a ser su gran rival, incluso por delante de un sólido Luke Plapp.
Así sí, Movistar ha entrado al trapo, en los cortes, jugando a ganar, en etapas que quedan en la memoria porque son terribles y excelentes.
Una victoria de esas que seguro cambian cosas.
Imagen: FB de Giro d´Italia
Ciclistas
Maglia rosa y Pogacar, cualqueir combinación vale
En 3 etapas de maglia rosa, Pogacar ha utilizado otras tantas combinaciones
Si el foco de salida ya estaba en Tadej Pogacar, imaginaros ahora que viste la maglia rosa.
El tío es un jugón, hay que admitírselo y aunque ayer jugáramos con el titular, que te puede gustar el ciclismo, pero no Pogacar, hay que rendirse a la evidencia de que este corredor es como el Rey Midas del ciclismo.
Se sabe observado, juguetea y lo disfruta y lo mejor hace partícipes a todos del disfrute.
Así las cosas, apareció de inicio con una maglia rosa combinada, muy guapo a mi gusto, con un culote ciclamino que luego supimos que era homenaje al Torino.
Eso le valió la ridícula advertencia de los comisarios de la carrera, que si repetía esa combinación le podían descalificar cuando el culote era de la propia organización.
Al día siguiente apareció con el culote negro reglamentario del equipo y la marca que les provee la ropa.
Es una tarta de fresa https://t.co/JCdfTPEtC6
— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) May 8, 2024
Hoy ha llegado. Lucca «full pink» como rizando el rizo.
A mí, en ciclismo, casi todas las combinaciones me parecen bien salvo el cuote blanco, que no me agrada ni siquiera para el campeón del mundo.
Que Pogacar combine la maglia rosa con un culote del mismo color, perfecto, pero el golpe estético de su primer día con el liderato ha dejado huella, sin duda, pero sobretodo ha corroborado lo que tantas veces digo, que da igual lo que se ponga, que siempre tendrá la aprobación del respetable.
Imagen: FB de Giorgio Ialenti
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