Ciclismo
Vuelta: Lo de Ben O´Connor lo hemos visto muchas veces
La Vuelta a España es terreno abonado para gestas como las de O´Connor
Impresionados por una de esas jornadas que marcan carreras como la Vuelta, lo que ha firmado Ben O´Connor esta tarde es una de las etapas del año.
Escapada áspera y dura, de inicio, terreno sin tregua y compañeros de mucho nivel, y tras todo eso, ataque y final en solitario con una buena minutada sobre los favoritos.
Todo ello añadido a estrategias que se han venido abajo ante nuestros ojos, como el derrumbe de Red Bull, vía Lipowitz, cuando se las prometían felices al lado de O´Connor.
Esta tarde, en el post etapa, he escuchado a muchos preguntarse si Ben O´Connor había sentenciado la Vuelta a España.
Sí, sentenciado, cuando no llevamos ni una semana de carrera.
Al mismo tiempo, también he escuchado y leído a otros tirando de histórico para evidenciar que el aussie siempre tiene uno o varios días malos.
En ese escenario nos movemos.
El nuevo líder de la Vuelta 2024, Ben O´Connor, es uno de los protas del último documental de Netflix.
En el mismo apreciamos la evolución de un ciclista que venía con grandes aspiraciones y poco a poco la carrera le va girando la espalda hasta que Felix Gall se convierte en el líder del equipo.
De esos días, apreciamos la parte más vulnerable de Ben O´Connor, quien ya en el último Giro tuvo otro revés en la disputa por una general.
Claro que aquí se cruzó con Pogacar.
Así las cosas, O´Connor se presentó en la Vuelta con la idea de gestionar el día a día, con un muy buen equipo alrededor y la necesidad de devolverle a Decathlon parte del brillo que el Tour le negó a uno de los mejores equipos del año.
Con estos antecedentes recientes, Ben O´Connor se plantea la defensa de un maillot rojo que ahora mismo me parece el Tourmalet para los rivales.
Ha dejado a los favoritos en la frontera de los cinco minutos de media, una brutalidad de renta que ahora le toca gestionar.
No creo que merezca mucho la pena pensar en si podrá o no aguantar esa diferencia, eso lo veremos, lo que sí podemos decir son dos cosas, y ambas a favor del australiano.
La primera es que casi todos los ganadores de una gran vuelta siempre tuvieron una grande sin días malos por primera vez.
Esa puede ser la opción de O ´Connor en esta Vuelta.
Y es que la grande española tiene buenos antecedentes sobre lo sucedido hoy.
Desde la célebre fuga de Marco Giovanetti en 1990, por esta misma zona además, a lo de Sepp Kuss en Javalambre, el año pasado.
El americano necesitó la mitad de renta para aguantar hasta el final el año pasado.
Otro americano, Chris Horner cogió el rojo entre mil dudas y sí aguantó hasta el final.
Curiosamente Horner inició el asalto a la Vuelta 2013 en Hazallanas, el sitio, el primer lugar, donde empezaremos a medir la dureza de Ben O´Connor el domingo.
Entonces creo que ya tendremos buenas pistas.
Imagen: Sprintcycling – @LaVulelta
Ciclismo
5 cosas que no deberían tener en el recorrido del Giro
El recorrido del Giro de Italia acostumbra a tener los emplazamientos más espectaculares
No parecen buenos tiempos para los organizadores del Giro de Italia, cuya presentación del recorrido de 2025 se va a retrasar no sabemos si por problemas con la salida desde Albania o por la carencia de un patrocinador principal de la maglia rosa.
El Giro, para quienes seguís este mal anillado cuaderno, es la más bella de las tres grandes, en él confluyen varios aspectos, una cultura ciclista tan atractiva y potente como la italiana, una pasión por su carera inigualable y escenarios que cortan el aliento, desde los Dolomitas a las ciudades históricas que cruza la carrera.
Así las cosas, por eso, hemos querido hacer nuestra bucket list de cara a lo que tendrían que tener no todas pero sí muchas ediciones de la corsa rosa…
Una crono por la Venecia histórica
No sería la primera vez que sucedería, que el Giro pisara una de las ciudades más bellas del plantea.
Quería recordar con vosotros la crónica de la edición del Giro de 1978, cuyo recorrido dio el salto al corazón de Venecia:
Para evitar la concurrencia con los campeonatos mundiales de fútbol, que tuvieron lugar en Argentina a partir del 1 de junio, el Giro anticipó la salida de una semana, reduciendo la duración de tres días. De este Giro recordamos especialmente el escenario con la llegada a la Piazza San Marco en Venecia. Una serie de puentes sobre los canales y un puente de barcos en el Canal Grande permitieron la llegada regular de la cronómetro en la plaza histórica. Johan De Muynck se aseguró la victoria final, seguido de Baronchelli y Moser.
¿Lo volveremos a ver?
Sicilia sí o sí
La gran isla del Mediterráneo es un espectáculo en todos los sentidos para la carrera.
Propone recorridos super atractivos en escenarios que van desde grandes urbes barrocas, con ese aspecto tan decadente como atractivo, hasta el mismo Etna, sin menospreciar los paisajes del centro de la isla.
En un momento en el que Sicilia suena para la salida, ahora que la opción albanesa no parece clara, debería ser de obligado paso cada año para la carrera.
El Stelvio, como el Tourmalet en el Tour
Si hay un puerto que marca la diferencia en el recorrido del Giro de Italia, ese es el Passo dello Stelvio y su vertiente desde Pratto.
Su potencia visual se conjuga con la dureza y un poder decisorio brutal sobre la general.
Es casi imposible que en el Stelvio no pasen cosas.
Sterrato en el centro de la bota
Es indiferente la zona, la Toscana tiene la fama, pero la Umbria, las Marcas, incluso el Lazio son vergeles de caminos de tierra que atraviesan lugares que hacen del ciclismo algo excelente.
La etapa que ganó Pelayo Sánchez este año es una oda a este deporte en todas sus acepciones.
Esas llegadas tan italianas
Desde tiempos inmemoriales, desde que sigo ciclismo en los ochenta, las carreras en Italia son otra cosa, en especial con esos perfiles que siempre nos reservan la trampita que quita el sueño a los velocistas.
Eso es marca Italia, más bien Giro de Italia, y el ciclismo lo ha hecho suyo.
El Giro de Italia, sea el recorrido que sea, rara vez decepciona si entra en alguno de los puntos que describimos, a sabiendas que lo de Venecia es un brindis al sol, pero nuestro brindis en definitiva.
Soñar no cuesta dinero.
Imagen: www.insidevenice.it
Ciclismo
El premio Gino Mäder a los ciclistas comprometidos
El Vélo d´Or tendrá una versión con el nombre de Gino Mäder
Leemos que Gino Mäder le pondrá nombre a una de las versiones del Vélo d´Or cuyos premios se fallarán en menos de un mes.
El destino del premio será para el ciclista más comprometido del pelotón, cosa que pocas veces nos preguntamos pero que tiene su importancia,
Pocos deportes están tan expuestos al cambio climático como el ciclismo.
De hecho un apunte que me viene a la cabeza, la última edición de la mítica revista Procyling en papel fue sobre este tema y su influencia sobre los ciclistas.
«Este premio es un homenaje a Gino Mäder, el ciclista suizo cuya carrera fue importante tanto por sus logros deportivos como su dedicación a causas sociales y medioambientales«.
Así reza la nota de los organizadores de un galardón que en su categoría absoluta no tiene otro favorito que Tadej Pogacar.
Recordemos lo que hizo Gino durante la Vuelta 2021:
Cuando un ciclista fija su dorsal en la salida de la Vuelta prometiendo que cada corredor que quede por detrás de él en las 21 etapas será equivalente a un euro para causas medioambientales se gana nuestra atención de inicio. Eso lo hizo Gino Mäder en Burgos… y atentos nos tuvo las tres semanas.
Una atención que se mezcló entre el objetivo anunciado y un rendimiento deportivo sencillamente brutal, conjugando aquí también objetivos, el de sumar para que Jack Haig subiera al podio junto a su ambición personal de ser maillot blanco en Santiago de Compostela.
Consiguió ambas cosas y nosotros que lo celebramos como los 3159 euros que donó a causas contra el cambio climático.
Ciclismo
Qué ciclista es Thibaut Nys
Poco a poco Thibaut Nys se acerca a la leyenda de su padre Sven
Cualquiera que visite el centro Sven Nys, en Baal, Bélgica, se dará cuenta de la importancia de Thibaut en la vida del gran campeón.
Figura legendaria, estadísticamente imbatible en muchos frentes, Sven Nys es hoy uno de los VIP´s más VIP de los circuitos de ciclocross.
Su figura se cotiza en charlas y presentaciones, en sesiones de coaching y entre los actores de la industria ciclista.
Tiene motivos para sonreír Sven Nys porque su hijo Thibaut está contribuyendo con lo suyo a la grandeza del apellido.
No está al nivel de los dos cocos, Van der Poel y Van Aert, pero démosle tiempo y veremos dónde se ubica, mientras tanto su nombre luce más allá de las campas de Copa del Mundo y Superprestigios de ciclocross.
En un balance de la campaña de carretera en 2024, seguramente no meteríamos a Thibaut Nys en términos absolutos, pero si fijáramos la vista entre los outsiders, ojo el ciclista del Trek no estuviera en el top 3.
Concluyó la campaña road con nueve victorias, sumadas a partir de mayo, cuando Romandía, porque a él le trazan temporadas de 4-5 meses por el momento.
Thibaut Nys dio el campanazo ganando una de las llegadas en alto de Romandía sobreviviendo a una fuga y al arreón final del pelotón.
Aquella victoria fue mano de santo y la sumó a otras que llegaron después, y ojo que en el World Tour, sacando de sí uno de los grandes llegadores del momento.
Sumó etapas en Polonia y Suiza, y ganó el Tour de Hungría ante carreteros como Buchmann y Poels.
Ahora se centra en ciclocross, pero ojo atención a la primavera que viene ante la sensación de que este chaval, que debe respirar ciclismo las 24 horas de día, crece muy deprisa.
Poco a poco engrandece su leyenda como no hiciera su padre, con victorias puntuales en ciclocross y siendo uno de los grandes finalizadores del World Tour.
Entretanto, cuando le miréis estas Navidades en las grandes carreras de ciclocross buscadle con el maillot de campeón europeo que logró por delante de Felipe Orts y tras una polémica en la selección belga por llevarle antes que a otros que parecían, eso, parecían más en forma.
Imagen: TW Rémy Marty
Ciclismo
La imagen del año son los «solos» de Pogacar
La cantidad de victorias en solitario de Tadej Pogacar en 2024 excede todo lo visto hasta ahora
El momento que ilustra este post es el de la partida de Tadej Pogacar en la Strade Bianche, quedaban más de ochenta kilómetros para meta, en la salida había marcado su ataque y así lo ejecutó.
Se abría ese día de marzo un capítulo histórico para el ciclismo que hemos visto, se abría la colección de solos más importante de la historia, equiparándose a los mejores delanteros que logran rematar a puerta vacía porque han dejado el resto atrás o los set ganados con un rosco del rival.
En los prolegómenos de la Strade Bianche, primera carrera del esloveno esta temporada, ya sonaba cierto temor a que Pogacar podía causar estragos de lejos en el sterrato toscano, pero no quizá a ese nivel.
Desprovisto de rivales a su primer ataque, tras un cambio de ritmo brutal de sus chicos del UAE, firmó la primera de las 24 victorias que habrían de venir.
Lo que le siguió lo conocemos, pero sigue abrumando por la cantidad y calidad de esos triunfos, rubricados casi siempre de la misma manera, sin compañía, en comunión con el público y dando la sensación de ganar sin sufrir.
Tras la Strade, vino la Volta, ampliando el cupo en las cimas y en especial en la etapa del Berguedà, en la que se fue en el puerto anterior a meta para llegar arriba de Queralt con su sola compañía.
En la Lieja-Bastogne-Lieja, recupero el cetro poniendo, como había hecho Evenepoel en años anteriores, La Redoute en el foco, a unos 40 kilómetros de meta.
Empezábamos a familiarizarnos con imágenes ya conocidas, él parte y los rivales bajaban los brazos por detrás.
Así, más o menos, ganaría medio año después el Giro de Lombardía, yéndose sin remisión a casi 50 kilómetros de meta.
Dos semanas antes había firmado su obra magna, el Mundial, anticipando los seguros movimientos de sus rivales, no dejó opción a más de 100 kilómetros de meta y manteniendo menos de un minuto durante gran parte de recorrido hasta la misma línea en el centro de Zúrich.
La seis etapas que ganó tanto en Giro como el Tour completan el pastel.
Sus escapadas aquí no tuvieron el radio de las grandes clásicas, aunque ojo lo que hizo en el doble paso del Monte Grappa del Giro, pero las culminaba vestido de rosa o de amarillo, alimentando más aún la fotografía.
Lo que Pogacar ha logrado ha sido tan único, que todo lo que se mire a través de su lupa en el futuro quedará empequeñecido
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