Noticias de ciclismo
No podía ser de otra manera: una Vuelta sin Pogacar
Desde el mismo momento de ganar el Tour, la Vuelta se alejó de Pogacar
En la previa de campaña, Matxin nos describía a grandes rasgos la campaña del UAE Team Emirates y Tadej Pogacar para el año marcha, con dos altos muy marcados, Tour y Vuelta
Eran dos grandes, la primera vez que sucedía en el plan del campeón esloveno, sólo 22 años.
A pesar de prever la Vuelta tras el Tour para Pogacar, Matxin incidía sobre la necesidad de cuidar una perla que ya estaba dando sus frutos.
Para Pogacar, cada carrera es la Carrera, ya entonces, mes de enero, se vislumbraba el UAE Tour, una carrera que no era una más, era la del mecenas y no se podía ir de paseo.
Con esa premisa, Tadej Pogacar ha tomado la salida en cada prueba en la que se ha inscrito.
Los tiempos en los que el ganador del Tour podía ponerse en forma a partir de mayo y empezar a ganar en junio quedaron atrás hace veinte años.
A Tadej Pogacar se le exige la excelencia, y en la Vuelta a España todo lo que no fuera una victoria se quedaría pequeño, quizá no para él, que acepta las cosas con la misma naturalidad que aplasta rivales y sí para la hinchada.
En Itzulia podríamos decir que el esloveno tiene su agujero negro de la campaña, pero nada más lejos de la realidad, en su mano a mano con Roglic, ganó éste, pero ambos dieron un recital camino de Arrate que no se puede más que apreciar.
En todo lo demás Pogacar no ha fallado, hasta se ha colgado una medalla olímpica en la fenomenal carrera de Tokio, en la misma que él, en primera persona, y seis días después de ganar el Tour en la otra punta del mundo, hizo la selección más brutal de los 230 kilómetros de recorrido.
Si Pogacar iba a la Vuelta, sólo podía ser para disputarla.
Pero el desgaste es brutal, enorme, escapa a nuestro conocimiento y razón.
Cuando Alberto Contador hablaba con el doble ganador de Tour en la salida del último día en París, ya veíamos que la idea de venir a la Vuelta no entusiasmaba a Pogacar, que podía estar planificada, pero que la vida le debía un respiro de días y semanas una vez acabara la carrera de Tokio.
Que Pogacar se borraba de @lavuelta estaba claro
— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) August 5, 2021
Y así ha sido, esas sensaciones se han plasmado.
La premisa de salvaguardar el tesoro esloveno no sólo descansa en renovarle por un porrón de años, también conviene dosificarle.
Ahora apunta al arcoíris, carrera que se corre en Flandes en un recorrido que, a mi juicio, carece de la dureza y características adecuadas para Pogacar.
Pero no os llevéis a engaño, este tipo es un prodigio, no sólo escalando, también en el arte de rodar y si toma unos metros, puede dar un buen susto.
Más propicio le veo para Lombardía, una carrera en la que puede ir completando su otra mitad, la de clasicómano y ciclista de culto más allá de lo que siga cosechando en el Tour de Francia.
Es una pena no tener a Pogacar en la grande que le descubrió, la Vuelta, pero la flor necesita aire, más si seguimos en el convencimiento que estamos ante un corredor que ha venido a marcar época.
Noticias de ciclismo
Lance Armstrong: ¿Qué problema que los 3 del podio sean amigos?
El comentario de Armstrong sobre el podio de Milán-San Remo me pareció ridículo
Así se despachó Lance Armstrong al finalizar la Milán-San Remo…
I’m impressed with this generation of cyclists. In many ways, they are more talented. But they do not compete like we did.
Hugs and high fives? This would have been totally foreign to me.
(via @DannyDuncan69) pic.twitter.com/rXJyB5rvPX
— Lance Armstrong (@lancearmstrong) March 14, 2024
No soy muy amigo de mirar actitudes de los deportistas fuera de la competición, sobretodo porque corremos el riesgo de decepcionarnos casi seguro, pues al final el motivo por el que les admiramos nada tiene que ver con que sean buenas personas, simpáticas con la gente o ciudadanos ejemplares.
Sin embargo, admito que la imagen de buen rollo y camaradería de Jasper Philipsen, Michael Matthews y Tadej Pogacar nada más cruzar la meta de la Milán-San Remo me pareció muy bonita, por mucho que Lance Armstrong dijera no entender tanta deportividad.
Felicitaciones sinceras y alegría evidente, eso es lo que aprecié entre el ganador y los dos compañeros de podio.
Una escena que se complementó con el selfie que Pogacar se hizo con ellos en el podio.
Bravo, porque esto es deporte también, en un mundillo de competitividad y rendimientos horribles, con una exigencia tan grande y tantos días fuera de casa que es interesante ver que en el pelotón se generan estas complicidades más allá del equipo al que te debas.
Luisle Sánchez, entre otros, nos habló no hace tanto que le apenaba ver cómo se habían enfriado las relaciones entre los ciclistas, con una especie de guetos entre los equipos en los comedores y a veces en el pelotón, donde sólo se consiente ir entre los tuyos.
Pogacar y Philipsen habían sido compis en UAE y Michael Matthews me parece un tipo que se lleva bien con mucha gente en el pelotón, incluidos estos babys que entraron en el ciclismo cuando él ya llevaba unos años en el negocio.
Su buen rollo tras una carrera disputada a cuchillo nos lleva a ese ciclismo que va más alla del ratio, la performance y el resultado, cosa que parece no entender Lance Armstrong, como evidenció tras la Milán-San Remo.
No voy a decir que si es tóxico y todas esas cosas, el daño que le hizo al ciclismo todos los sabemos, pero sí que es cierto que cuando él fue corredor, e incluso durante el tiempo, nunca ha escondido su afinidad con Jan Ullrich, su rival más enconado, e incluso con Ivan Basso.
Al final, hasta el desalmado tejano, todos tenemos un corazonzito.
Noticias de ciclismo
El Roglic en Bora también necesita tiempo
El debut a contrapié de Roglic con Bora no es habitual pero tampoco imposible
Lo más destacado de Roglic en su estreno con los colores de Bora en la París-Niza se resume en la imagen que ilustra el artículo.
Su contra cuando McNulty, Jorgenson y Skjelmose estaban escapados fue el instante más destacado de Roglic en toda la semana.
No fue su carrera, sin duda que no.
Acostumbrado a ser protagonista de inicio, a veces hasta casi sin querer, como el año pasado en la Tirreno, Roglic no ha tenido el brillo que se esperaba en su primera competición con Bora.
Sin protagonismo en la carrera, descartado en la crono por equipos, Roglic no ha podido defender el dorsal uno que portaba, entiendo que por ser el último ganador de la carrera en liza.
La impaciencia de los tiempos actuales, en los que si no destacas de inicio, las cosas ya van mal, ha sido la vara de medir para el esloveno.
Es obvio que el proyecto Bora no tiene la enjundia de Visma, tampoco la del Jumbo, pero tiempo al tiempo, Roglic, necesita días, semanas para ir cogiendo el ritmo.
A diferencia de Pogacar, Vingegaard o Remco, Roglic tiene 34 años, y hará los 35 este 2024.
Se bate con corredores una media diez años más jóvenes que él.
Roglic lleva tiempo en el negocio, se ha construido un palmarés de leyenda pero no tiene un interruptor.
Ahora mismo Roglic podría pasar con más pena que gloria por donde compita que no añadiría nada nuevo a su palmarés hasta el mismísimo Tour.
Es obvio que fuera de Visma hace frío, pero Bora no es cualquier cosa, y el esloveno crecerá en forma y presencia, si bien todos le vemos un peldaño por debajo de los dos grandes favoritos al Tour, los dos que llevan tres años copando las plazas más nobles de la mejor carrera.
Pero que no le subestimen, porque corre sin otra servidumbre que valerse por y para sí mismo y conseguir su gran objetivo, ese Tour que yo creo que tiene muy complicado, pero siendo él, nunca le descartaría.
Imagen: A.S.O./Billy Ceusters
Noticias de ciclismo
Los ataques más icónicos de Mathieu Van der Poel
En San Remo sale el arcoíris, debuta Mathieu Van der Poel
¿Cuál es el ataque más icónico de Mathieu Van der Poel?
Para mí el que ilustra este tweet.
¿Qué te sugiere esta imagen? pic.twitter.com/n3L9QfjSjj
— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) February 29, 2024
Aquella Strade Bianche, la de 2021 fue para un servidor la primera gran carrera del ciclismo que estamos viviendo y disfrutando, una escapada top llevada hasta el final y desenlace atómico en el centro de Siena.
La estampa, el vértigo de la calle, los rivales retorcidos a lo lejos y Mathieu Van der Poel maltratando la bicicleta, en un equilibrio que sería imposible si no fuera que va a mil por hora.
La palabra es belleza.
Pero ojo, no fue el ataque más icónico en una breve encuesta que realicé hace unos días.
A raíz de este tweet 👇👇👇 de Mathieu Van der Poel en Strade 2021, y a sugerencia de @RBrugue…
¿Cuál es la burrada + icónica del neerlandés?
— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) March 1, 2024
El primer golpe es el que queda y a Mathieu Van der Poel se le sigue recordando aquel desenlace de la Amstel Gold Race de hace cinco años, el final imposible ante la parsimonia de Alaphilippe y Fuglsang y el ímpetu del neerlandés del culotte blanco.
Aquellos días se habló de ciclismo hasta en los telediarios, gentileza del amigo Mathieu.
Desde entonces nos ha dejado ataques icónicos, algunos que me vienen a la mente, el de Harelbeke del año pasado que Iván García Cortina describe tan bien en nuestro podcast.
Sólo le siguieron Van Aert, a duras penas por momentos, y Pogacar.
Otros que le recuerdo, sus primeras clásicas de 2019 era un constante martilleo sobre los rivales, en lo que se ha convertido un síntoma de su evolución, pues aquel Mathieu Van der Poel pluriactivo y omnipresente ha pasado a ser un ciclista más certero y eficaz en los movimientos.
Y aquí vamos al que protagonizó el año pasado en el Poggio, tras una subida a bloque, tuvo el diferencial de sacarle unos metros a Pogacar y cía que fueron imposibles de remontar.
Si bien, el último gran golpe se produjo en Glasgow, antes de la caída, de la zapatilla rota, del drama, cuando estaban a punto de cazar a Alberto Bettiol, en una pequeña loma, tuvo el cambio suficiente para irse y vestirse el irisado, el arcoíris que este finde volverá a salir con motivo de la Primavera, de la Milán-San Remo.
Noticias de ciclismo
Una Sea Otter y Euro Mobility más grandes y ocupadas
Sea Otter Europe y Euro Mobility amplían espacio en un 15% respecto a 2023 y alcanzan ya el 80% de reserva
Sea Otter Europe Costa Brava Girona by Continental y Euro Mobility Festival siguen creciendo. Desde que empezara esta aventura en 2017, en Girona, y que en la edición de 2022 se incorporara el Euro Mobility Festival, el crecimiento ha sido continuo, excepto por el paso del Covid 19.
Para la edición 2024 se amplió, una vez más, el espacio disponible en un 15% respecto a la edición de 2023, esto significa que se superarán los 40.000 metros cuadrados de exposición. En estos momentos, las reservas de espacios en las zonas Expo del festival están avanzando a muy buen ritmo y se prevé el lleno total de nuevo para la edición de 2024 a celebrarse del 20 al 22 de septiembre. En este momento ya se ha alcanzado la reserva del 80% del total del espacio disponible del festival.
En la séptima edición de 2023 más de 400 marcas estuvieron presentes, en estos momentos, más de 330 de las mismas ya han confirmado y reservado su espacio para la edición de 2024, por lo que se prevé que prácticamente todos repitan. En algunos casos las marcas están contratando más espacio para exponer por lo que se está trabajando para dar cabida a esta gran demanda.
A partir del 1 de febrero se ha abierto la opción de reservar espacios para aquellas marcas que deseen estar presentes por primera vez o que no hubieran estado en la edición de 2023. La lista de espera para empezar a reservar a partir del 1 de febrero es larga y las muestras de interés y petición de información es muy grande por lo que se intuye lleno total de los espacios previstos para exposición.
Todo ello denota un gran interés y positivismo de cara al futuro por parte del sector y a su vez, una muestra de la consolidación de Sea Otter Europe Costa Brava Girona by Continental y Euro Mobility Festival como eventos a los que no se puede faltar.
+ INFO Sea Otter Europe y Euromobility
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