Ciclistas
Tour: Don Jonas Vingegaard
La mejora infinita de Tadej Pogacar tiene que ver con la presión de Jonas Vingegaard
Esta historia entre Tadej Pogacar y Jonas Vingegaard tiene puntos suspensivos, creo que está lejos de concluir.
Es la historia de la mejor rivalidad que el ciclismo ha sostenido desde hace mucho tiempo, muchísimo.
Leyendas como Bartali-Coppi, como Ocaña-Fuente, como Aunquetil-Poulidor. como Lemond-Hinault hemos tenido siempre, más o menos intensas, pero ésta de Pogacar-Vingegaard no sólo es la presente, es que lleva ahí, manteniéndose en lo alto, durante cuatro Tours consecutivos.
Y el tema está ahí, en que se sostienen las espadas en todo lo alto, que el paso de los meses, los inviernos, los Tours no pesa en la tensión del duelo.
No se cruzan mucho a lo largo del año, más bien muy poquito, en el Tour y poco más, pero se retroalimentan, se hacen mejorar, se presionan y se miran de reojo.
Jonas Vingegaard es una bendición para el ciclismo actual
No sólo compite contra el mejor ciclista del mundo, y el mejor en varias generaciones, también lo hace contra el entorno, la opinión general y generalizada, pues su carisma, no es un secreto, no es el de Pogacar y la gente no le quiere en la misma medida.
Y hacen mal esas personas que no aprecian lo que Jonas Vingegaard está logrando.
Su sola presencia causa repelús en un corredor como Pogacar, casi en ningún momento, salvo en Le Lioran, se le vio al nivel del maillot amarillo, pero su sombra, sus compañeros, ponían un punto de tensión en el esloveno.
Su carrera contra el tiempo, iniciada en esa curva de la Itzulia, le ha dejado roto emocionalmente, como vimos en las lágrimas de Isola 2000, pero puede estar satisfecho, ha superado con creces una de esas pruebas que sacan lo mejor de ti incluso cuando crees que no vas a ser capaz de hacerlo.
El danés está empatado con Pogacar en el Tour, ha sido dos veces primero y otras tantas segundo, justo al revés que el esloveno, y estoy seguro que en el punto más bajo de esta edición, en el instante de más dominio de Pogacar, Jonas Vingegaard va a empezar la remontada.
¿Lo logrará?
Veremos, pero en esta escalada que mantienen Jonas Vingegaard y Tadej Pogacar, el punto máximo está lejos de ser rebasado.
Imagen: A.S.O./Billy Ceusters
Ciclistas
Itzulia: «Team Ben Healy»
Lo poco que gana Ben Healy sabe doblemente bien
Ya me permitiréis usar una expresión de Antonio Alix esta tarde, durante la retransmisión de la Itzulia, para explicar lo que significa Ben Healy.
Irlandés, desaliñado, con ese perfil de tipo al que sacarías a tomar unas cervezas, va camino de convertirse en otro ciclista de culto, como algunos del EF: el ex Uran, Carapaz, Chaves o Rui Costa.
Lo ha vuelto a hacer. Casi dos años después de ganar su etapa en el Giro, Ben Healy suma otro botín World Tour en la Itzulia.
Y lo ha hecho casi de la misma forma que entonces: saliendo de la fuga… de la fuga.
Esta vez, acompañado de nombres del calibre de Alaphilippe, Barguil y Pello Bilbao, que corría en casa.
Cuando los rivales explican el valor de tu triunfo, poco más se puede añadir.
El del trébol es un ciclista que sólo se puede admirar. Y lo curioso es que se le admira de forma inversamente proporcional a su palmarés, que es modesto si se compara con el valor real que muestra en carrera: coraje, agallas y un motor brutal.
¿Su problema?
Que siempre caza a lo grande. Y claro, cuando cazas en ciertos cotos, te cruzas con monstruos: con Pogacar en las Ardenas, con Remco en los Juegos Olímpicos… Quizás ahí encontremos la explicación a su palmarés pequeño pero brillante.
En esta Itzulia dijo que venía a por la general, pero se descolgó casi desde la primera subida seria. Y ahora, esto.
Por suerte, sin duda. Y hoy, en la belleza del Urdaibai, lo hemos visto.
Esto ha sido un cambio de planes sobre la marcha. Un cambio de paso como el que hacen los ciclistas que saben que este negocio rara vez va como uno lo imagina al principio.
Ahora apunta a las Ardenas. Seguro que volverá a colisionar con el coco esloveno del maillot arcoíris. Pero también es seguro que no se quedará quieto: anticipará, jugará a ganar… y probablemente no gane, porque compite contra gigantes. Pero eso no amilana a este cuerpecillo de 65 kilos y metro setenta y pico.
Aquí somos de gente con el casco torcido como Healy y Kristoff, que olvida la estética porque la belleza está en la gesta y la emoción. Ben Healy siempre en nuestro equipo. Nunca dejó de estarlo.
Imagen: Sprintcycling- Itzulia
Ciclistas
Top 10 en Flandes de García Cortina ¿Mejor o peor que el año pasado?
Bastante desapercibido, Iván García Cortina logra por fin un top 10
Iván García Cortina ha tenido una trayectoria en el Tour de Flandes bastante parecida a la de Mads Pedersen, al menos en cuanto a tiempos.
Ambos empezaron a destacar allá por 2018, y desde entonces Cortina ha estado tocando la puerta de algo grande, algo que finalmente llegó este año.
Si Pedersen ya se ha colado entre Pogacar y Van der Poel, Iván García Cortina logró meterse por fin en su primer top 10 en el Tour de Flandes.
De hecho es su primer top 10 de los monumentos.
Lejos de la batalla entre los grandes, sin buscar protagonismo como otras veces, el de Movistar apareció de manera fugaz en alguna escena del Kwaremont, en el grupo perseguidor.
Se le vio fuera de la pelea principal, algo que él mismo dijo, porque aunque los de adelante volaban, estar ahí requiere estar en un estado de gracia.
Y Cortina lo tuvo. Jugó todo a un sprint que lo llevó al top 10, algo simbólico para un ciclista tan ligado a estas carreras.
Es cierto que al principio de su carrera recibió mucho bombo, pero él mismo ha hecho un ejercicio de realismo, sabiendo el nivel que hay, y este top 10 le sabe a gloria.
Es curioso, porque el año pasado tuvo más protagonismo, especialmente en ese pie a tierra en el Koppenberg, justo cuando Van der Poel despegó, pero no logró acabar tan arriba.
La pregunta está en el aire: ¿Qué vale más la pena? ¿Un buen puesto o tener presencia en los tramos clave de la carrera?
Yo me quedo con lo segundo, pero desde fuera. Para el corredor, este resultado es un Rubicón, y me alegro por él porque Iván García Cortina es un buen tipo y un gran ciclista.
No es el nuevo Flecha, como algunos querían vendernos, y no olvidemos que para acabar noveno en Flandes hay que ser muy top.
Ahora viene Roubaix, que me parece una carrera más adecuada para su morfología. El punto de forma lo tiene, la experiencia también, así que veremos qué pasa.
Imagen: Movistar Team
Ciclistas
A Través de Flandes ahonda en la herida de Van Aert
Las sensaciones de Wout van Aert para el Tour de Flandes se confirman malas
Qué mal recuerdo, qué agrio recuerdo le han dejado las dos últimas ediciones de A Través de Flandes a Wout van Aert.
La caída del año pasado, que lo lastró todo, y una segunda plaza muy dolorosa, a la vista del contexto, que creo que certifica que las sensaciones sobre el astro belga son una realidad: no encuentra el golpe de pedal.
Claro que en cualquier otro contexto, este Wout van Aert sería aspirante al Tour de Flandes, pero, a la vista de los rivales que tendrá el domingo, más los outsiders y la sensación de que Visma camina pero no vuela, no va a ser nada sencillo.
El desenlace de A Través de Flandes pintaba a tarde de terapia para Visma, con muchos de sus activos como si se les hubiera olvidado ir en bici al mismo tiempo. Desde el momento en que los amarillos tomaron el mando muy de lejos y rompieron la carrera para dejar a Benoot, Jorgenson y Van Aert solos delante con Neilson Powless, un muy buen ciclista, pero para nada el rival más peligroso que se podían cruzar.
Powless venía de la escapada.
La carrera, según evolucionó, nos iba recordando a la famosa Het Nieuwsblad que Stannard ganó delante de tres Quick Step.
Diez años habían pasado de aquello y hemos visto una reedición de aquella tarde negra para Lefevere, con un Visma cometiendo los mismos errores que los belgas aquella vez.
Solo una vez pusieron a prueba a Powless, cuando Benoot lo corta y le obliga a un sobreesfuerzo para coger a los dos de adelante. A partir de los diez de meta, como dijo Jorgenson, vino el desastre.
Powless fue inteligente en todo, hasta en pasarles al relevo para amansar las fieras y no ser cosido a ataques.
El sprint final sobre Van Aert es un bombazo para el americano, demostrándose que en estas carreras el guion establecido es algo muy relativo, pues los desenlaces pueden distar mucho de lo esperado.
El golpe para Van Aert es fuerte, sucede cerca de Flandes, no gana un sprint contra un rival sobre el papel muy inferior y con otros dos compañeros en una escapada de cuatro. Además, pierde la confianza de sus compañeros, como demostró Jorgenson en la meta.
Cosas mejores hemos visto, pero lo de Harelbeke, lo del Opening Weekend, lo del ciclocross… sigue su curso, y creer que Van Aert puede estar delante el domingo es muy optimista.
Imagen: FB Dwars door Vlaanderen
Ciclistas
No veo por qué Contador no puede comentar en Eurosport
Que fuera sancionado por dopaje no deshabilita a Alberto Contador
Históricamente hablando, Alberto Contador no ha sido uno de los más eloguados del Cuaderno de Joanseguidor, al menos no de los mejores tratados hasta que se retiró.
Ciertamente, había muchas cosas que no me gustaban de este ciclista, que sí fue uno de los mejores de su generación y uno de los mejores españoles de toda la historia, pero que estuvo rodeado de no pocas polémicas y, sobre todo, de historias curiosas y rocambolescas.
Ejemplos no nos faltan: su triunfo en la Vuelta de 2014 o su aterrizaje victorioso en el Giro de 2008, viniendo de la playa.
Soy el único que piensa que Ares se ha metido en jardín preguntando por qué Contador no figura en el palmarés de la Volta???
Incluso recordando a Scarpa…. #VoltaCatalunya104— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) March 24, 2025
Todo ello ha configurado uno de los personajes más curiosos de la historia reciente del ciclismo español.
Sin embargo, esto no debe opacar lo que realmente era: un excelente ciclista, de esos que te ponían los pelos de punta cuando sabías que lo tenías como rival.
Y eso me lo han dicho varios de sus rivales más directos.
Nadie intimida más que Alberto Contador a tu rueda, ya que sabías que en cualquier momento podía buscar el instante de debilidad o despiste para jugarte una mala pasada.
Esto sucedió estos días en la retransmisión de la Volta, cuando Javier Ares se metió en una suerte de jardín al preguntarse por qué Contador no figura en el palmarés de la carrera catalana.
Aparentemente, olvidó que no figura allí porque se ejecutó una sanción para él debido al famoso caso de clembuterol hace 14 años.
Contador dio positivo al final de 2010 por una ínfima cantidad, según rezan los comunicados, pero una cantidad suficiente como para tener que ser sancionado.
A partir de ahí, le desposeyeron de todos los triunfos obtenidos entre ese Tour de 2010 y lo que vimos en 2011, entre otros, la Volta y el Giro de Italia.
Por eso, Alberto Contador no está en el palmarés de la Volta y sí Michele Scarponi.
Sin embargo, respecto al comentario que hice en Twitter, he leído varias respuestas recordando que dio positivo.
Yo sinceramente no me considero con la suficiente capacidad moral como para decir quién puede o no puede estar en la televisión, no al menos cuando el corredor pagó por ello, estuvo un tiempo fuera del circuito y vio cómo se le quitaron los éxitos.
A mí, Contador no me parece un mal comentarista.
Creo que tiene bastante vista en muchas situaciones de carrera y, cuando no le ciega uno de su equipo o alguna de esas historias propias que tanto le gusta contar, creo sus comentarios son útiles.
Otra cosa es que el personaje te caiga mejor o peor, o que estés o no de acuerdo con que una persona que fue sancionada por dopaje esté comentando en la televisión.
No obstante, en el ciclismo seguimos siendo más papistas que el Papa. Cualquier otro deporte aceptaría este tipo de situaciones sin más.
Aquí nunca nos cansaremos de darle una vuelta de tuerca para buscarle otra lectura.
En fin, que Contador fue un excelente ciclista, cuya actitud no siempre nos apasionó, pero que, como comentarista, aporta valor en cada retransmisión.
Y sí, soy de los que le cuenta siete grandes, y no nueve.
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Manel
25 de julio, 2024 En 17:31
Soy más del danés que del esloveno, aunque reconozco que los más parecido a Merck, es Pogacar. No sólo por su calidad sino por su extraña voracidad.
Creo que Vingegaard ha logrado q Pogacar saque su mejor versión, más bestia si cabe.
¿ Tiene en sus piernas un tercer Tour, Vingegaard ? Creo que lo conseguira. De entrada, deberá recuperar su mejor versión, mejorada si cabe, y además, que Visma lleve un equipazo (porque este año era una mediania).
A partir de aquí todo es posible. Hasta incluso que se olvide del Tour y doble Giro y Vuelta (cosa bastante improbable pero no imposible).
Reitero, Vingegaard conseguirá tres Tours, lo que no se cuando.