Ciclismo
En La Planche des Belles Filles nació el ciclismo de trenecitos
En el ciclismo de trenecitos hemos perdido casi diez años de Tour de Francia
Hablar de trenecitos en ciclismo es algo que no sucede hace tanto tiempo.
Siempre ha habido equipos potentes y de referencia, no lo vi, pero puedo imaginarme el grupo de matones que rodeaba Eddy Merckx y lo mucho que intimidaban, pero de ahí a lo que se impuso en el nuevo siglo, media un abismo.
Podríamos decir que el ciclismo de trenecitos nació con Lance Armstrong, podríamos decirlo si no lo hubieran borrado de los anales y aquel ímprobo esfuerzo no haya quedado por escrito.
Pero quedó en nuestra retina, pues ls vimos y… sufrimos.
El trenecito del US Postal estaba formado por corredores cuya madera les daba para tirar y tirar por kilómetros dejando siempre dos o tres ciclistas al líder para el final, ciclistas como Landis, Heras o Azevedo que eran capaces de entrar en el cuerpo a cuerpo con los rivales de Lance.
Este carísimo sistema, se mejoró de forma notable años después con el Team Sky.
Tras dos ediciones de fogueo, los chavales de Brailsford le estaban cogiendo la medida al Tour, en 2012, hace diez años por estas fechas, la cosa empezó a rular y bien.
Porque hubo una fecha clave en el ciclismo moderno fue ese 7 de julio dese ese olímpico 2012.
La caravana del Tour de Francia se aprestaba a subir a La Planche des Belles Filles, casi seis kilómetros de ascensión salvaje en los Vosgos que abría la puerta a la parte decisiva de la carrera.
Era la primera vez de La Planche en el Tour.
Rápido asomó la imagen que sería un clásico en los años venideros.
El negro del Team Sky tomó la punta.
Boasson Hagen, primero, Michael Rogers, segundo, Richie Porte, tercero, Chris Froome, cuarto,… ese era el «treno» de Dave Brailsford, la perfección de la pista plasmada en la carretera.
Rivales aturdidos que aguantaban el chaparrón como pudieron.
Cadel Evans, en posesión del dorsal uno, entendió que reeditar el éxito sería una quimera, Vincenzo Nibali, contento con seguir la rueda, Alejandro Valverde, descolgado.
La etapa la ganó Froome, su primera en el Tour, pero Bradley Wiggins accedió a un liderato que ya no soltaría hasta el final, incluso con su compañero de origen keniata cuestionándole galones en cada subida.
Lo que viene a partir de ahí lo tenemos claro.
El equipo británico en sus dos denominaciones desde entonces, Sky e Ineos, acabaría ganando otros seis Tours de Francia hasta 2019, cuatro con Froome y sendos con Geraint y Egan Bernal, aunque siendo objetivo, el triunfo del colombiano no fue como los otros, pues se produjo en una edición muy confusa, y aburrida, durante la etapa del Iseran.
En todo caso, para comprender el poderío del ciclismo del trenecito dar algunos nombres, pues Geraint tuvo al mismo Egan poniendo orden en el corral en Alpe d´Huez y Froome contó con gente como Landa, Poels y Kyrienka en las labores de control.
Un ciclismo de vatios y ritmo sostenido que nos ha robado casi una década de ciclismo, entre bostezos y desesperación.
Por suerte hubo un año que el plan de trenecito no funcionó: Jumbo en 2020.
La Planche des Belles Filles asistió hace más de diez años a esa realidad por primera vez, crucemos los dedos para que la generación que ataca donde nadie espera que se haga, siga incorporando miembros que nos den lo que buscamos del ciclismo: pasar un buen rato.
Ciclismo
Iban Mayo, ¿clásicas o vueltas?, potenciómetros y geles de Flandes
Hace veinte años Iban Mayo era el ciclista más seguido del mundo
Hablando con Iban Mayo uno toma conciencia del tiempo que ha pasado.
Como decía, dos décadas atrás Iban Mayo era una de las principales atracciones del ciclismo mundial.
Venía de ganar en Alpe d´Huez, logró aquella estratosférica victoria en el Ventoux, por delante de Lance Armstrong, en Dauphiné, nos la prometíamos felices en el Tour hasta que llegó el adoquín y arruinó el sueño.
Esos meses de 2003 y 2004, el de Igorre era la bomba en la carretera en medio de una de as generaciones más polémicas de la historia, con positivos, escándalos y demás que llevaron a ciclismo al borde de todo.
De esto hablamos con Iban, que no se esconde y entra a cada pregunta que le hacemos, cosa que además agradecemos.
En A cuchillo propusimos una pregunta tópica, pero adecuada en el tiempo que estamos, con las clásicas frescas en la memoria y las grandes vueltas emergiendo en el horizonte.
❓❓ Sencillo
¿Clásicas o grandes vueltas?
Una, otra y por qué— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) April 22, 2024
Hablamos además de lo que es Pogacar, tan polivalente que le da igual que sea una vuelta o una clásica lo que afronta.
Seguimos con una charla sobre el potenciómetro en ciclismo, una historia que parece reciente pero que tiene más de una década y finalizamos con una inédita propuesta de gel para el ciclista: la carbonara flamenca.
En este capítulo:
0:20 Presentación
0:58 Iban Mayo recién llegado de una salida en bicicleta
24:04 A cuchillo: ¿Vueltas o clásicas?
44:17 Charla Rotor sobre los potenciómetros
54:02 En Flandes nos presentan sus nuevos geles
Ciclismo de carretera
3 opciones para descubrir la propuesta ciclista de Cambrils
La profundidad ciclista de Cambrils marida con todos los terrenos
El marco ciclista de Cambrils, en medio de la Costa Daurada, una marca turística que también incluye las montañas del interior, es un cuadro perfecto para el aficionado a la bicicleta.
Enclavada en una zona con una gran tradición turística, pionera podíamos decir, la oferta del lugar marida perfectamente con quien quiera pasar unos días de asueto, tranquilos y relajados en rutas sencillas, medias o complicadas, a su elección, a lomos de la bicicleta.
Hablamos con Juan Sánchez, mecánico de bicicletas que gestiona desde Rodabike el turoperador Cycling Holidays, trayendo a Cambrils ciclistas alemanes, canadienses, ingleses y también del resto de España desde hace dos años.
«Son carreteras variadas y tranquilas, con tráfico reducido en muchas de ellas, buen clima casi todo el año y una población con servicios de primera» comenta Juan sobre Cambrils y su entorno.
Aquí tenemos variedad, con el Baix y Alt Camp como enclaves más cercanos, la dureza y singularidad del Priorat y Montsant, tierras consagradas al vino pero de paisajes muy cuidados, y no lejos el Delta de l´ Ebre, un privilegio entre arrozales para rodar sin más pretensión que disfrutar de la ruta.
«Si quieres desniveles hay que ir hacia el interior -precisa-, en la costa las rutas son suaves y poco exigentes, aunque eso también depende de la velocidad a la que quieras ir. Tenemos carreteras infinitas«.
Cambrils, ciudad ciclista y de turismo
Eso, como decimos en un entorno de gran tradición turística, con una planta hotelera de todos los tipos, adaptada al ciclista, pero también al acompañante que pueda viajar con él, con establecimientos que llevan ya tiempo trabajando un perfil muy apetecible, pues el ciclista acostumbra a ser un cliente muy respetuoso con el entorno, que quiere disfrutar del lugar y asegura un buen nivel de gasto.
La gastronomía del lugar es perfecta para quien quiera sacarle rendimiento a la bicicleta, son abundantes los frutos secos, pero también para quien pretenda cerrar la jornada con una rica cena basada en pescados y vinos de la zona.
Tres salidas recomendadas…
Para gustos, colores, y Juan nos da tres rutas que hablan de la profundidad ciclista de la zona.
Si salimos de Cambrils al sur, paralelos a la costa, por la antigua N340, donde el tráfico es menor, podemos tener una primer experiencia ciclista de unos 70 kilómetros de ida y vuelta hasta El Perelló.
Ruta suave, con el mar apareciendo y desapareciendo de nuestra mirada, que si alargamos un poco más puede llevarnos hacia L´ Ampolla, puerta del Delta de l´ Ebre.
A nivel medio, tenemos una salida de unos 90 kilómetros dirección Montroig para llegar a Colldejou, seguir por Torre de Fontaubella y vuelta por Pradell de Teixeta.
Aquí ya hay más desnivel, unos 800 metros y el paisaje es un anticipo de lo que hay al otro lado de la faja de montañas que se aprecia de Cambrils.
Eso es el Priorat, por donde trazamos la tercera ruta, pasando por el pantano de Riudecanyes y subida hacia Duesaigües antes de entrar en Priorat y bajar a Porrera.
El paisaje cambia, es de interior, la línea de costa queda oculta ante la primera línea de montaña, aquí las opciones son varias, se puede ir hacia Mussara o al Col d´ Alforja para completar unos 125 kilómetros y un desnivel que se va a los 1500 metros, cosa más seria.
Son sólo tres propuestas, pero sobre un mapa que ofrece todas las combinaciones que se necesiten, no en vano aquí hizo su stage hace unos años el Bahrain con Vincenzo Nibali dando fe de las bondades del lugar.
Ciclismo
5 conexiones de Pogacar con los más grandes
A Tadej Pogacar se le está poniendo cara de un grande de siempre
Cómo crece el niño, cinco años y pico en el máximo circuito, desde que descorchara los primeros «champagnes» en el podio en aquel Algarve, y vemos a Tadej Pogacar firmando registros que le sitúan entre los mejores de siempre.
No hace muchos días, hice un pequeño recopilatorio de ciclistas que he podido ver y se le han aproximado, y ahora quiero hacer un pequeño paralelismo entre el campeón presente y los grandes nombres de la historia.
Es una conexión sencilla, basada en cada una de las características que definen a Pogacar, a ver qué os parece.
El carisma de Fausto Coppi
Leí en su día que cuando Coppi murió la multitud que se congregó en su funeral no se ha vuelto a ver en su pueblo piamontés.
Más o menos querido, en especial por su rivalidad con Gino Bartali, Coppi arrastró masas y sacudió corazones como pocos campeones.
Hoy Pogacar abre surcos por donde pasa, es un ciclista que causa unanimidad, cae bien a todos y su sola presencia justifica irse a la carretera o echar el rato en el sofá para verle correr.
Es disfrutón como Jacques Anquetil
Al normando se le conoció por su cátedra sobre la bicicleta, pero también por sus interesantes festorros fuera de ella.
Aquella jornada de reposo en Andorra, en la que se le fue la mano con el champagne y algunos mariscos para que al día siguiente sus rivales salieran en tromba durante la ascensión en Envalira.
Es posiblemente el más conocido de muchos otros episodios del astro francés ajenos a la competición.
A Pogacar también se le ve disfrutón, no sé si como Jacques en la mesa, pero sí de la vida, haciendo esas cosas que pensábamos prohibidas para un ciclista de su nivel como aquella voltereta en la piscina el día de descanso del pasado Tour.
El hambre de Eddy Merckx
A Merckx no se le conoció por su bondad y cercanía.
Más bien todo lo contrario, el belga se distinguió por no dejar ni las migas, en una forma de hacer que muchas veces ejecuta Pogacar, quien no vacila en disputarlo todo, absolutamente todo, cosa que además me parece perfecto.
Con 25 años ya tiene 70 victorias.
Pogacar tiene un poco de cada uno de los más grandes de la historia
La polivalencia de Bernard Hinault
Para mí es el referente más próximo, porque ambos lo disputan todo, siendo buenos en todos los terrenos, incluido el pavé.
Hinault ganó una Roubaix y juró no volver y Pogacar ha logrado ganar Flandes y brillar en el adoquín del Tour de Francia, que no es el de la París-Roubaix pero… se le aproxima.
¿Qué es Poogacar?
Clasicómano que gana vueltas
Vueltómano que colecciona monumentos
El corredor total que estábamos esperando desde Bernard Hinault https://t.co/iNW02PVTvh— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) April 22, 2024
Eso añadido a la colección de monumentos, contrarrelojes, sprints en grupos pequeños y todo tamaño de generales que ganó el bretón y que el esloveno va calcando.
La planificación de Miguel Indurain
De todos los grandes de siempre, Miguel Indurain se ha distinguido por ser el más racional de todos, con un plan medido hasta el mismo Tour.
Pogacar va por esa senda y aunque parezca que corre mucho, no lo hace tanto, lo que pasa es que cuando lo hace brilla tanto y lo consigue de forma tan abrumadora que el triunfo cuenta por tres.
Ciclismo
¿Será Romandía el momento de Enric Mas?
Enric Mas sale como el mejor favorito de la 1ª llegada en alto de Romandía
El Tour de Romandía ha pasado por su primera llegada en alto con una general que ahora mismo cae del lado de Thibaut Nys, líder que parece circunstancial, y con Enric Mas por delante de Lenny Martínez, Juan Ayuso, Alexandr Vlasov y Adam Yates.
Las diferencias son escasas, pero la plaza de Enric Mas, tan arriba, nos hace peguntarnos si es el momento, si este Tour de Romandía 2024 puede ser la carrera que tuerza su suerte.
Por recorrido y participación, todos teníamos cierta esperanza en ver a Enric muy arriba al final de la carrera que abre el ciclo de grandes vueltas.
A ello también añadidle un estado de forma que tiene que ir a más, con el mes de mayo llamando a puerta.
Tras la cortísima crono de inicio, mañana viene otra de unos 14 kilómetros que hará la primera criba seria y obligará a movimientos más serios en la jornada del sábado.
Ayer Enric se mostró delante del grupo al final, mostrando pero no quemando, hoy no se ha prodigado en la ascensión final, sólo lo ha hecho Carlos Rodríguez entre los nombres gruesos.
Espero no le resulte una bala perdida ante la crono de mañana.
Pero más allá de la coyuntura de estos días de carrera, lo que se plantea es si Romandía puede ser el punto de inflexión para Enric Mas.
Llevamos tiempo diciendo que, más allá de las grandes vueltas que tiene tan complicado ganar, hay otros objetivos, también loables y apetecibles, objetivos como la carrera suiza que se corre en la parte francófona.
El palmarés de Enric Mas es muy pequeño en resultados absolutos, más allá de los podios en la Vuelta y Lombardía.
Antes de Movistar, hace cinco años sumaba algunas victorias interesantes, como La Gallina en la Vuelta y Arrate en la Itzulia.
Centrado en generales que tiene imposibles con Roglic, Remco, Pogacar y Vingegaard, quizá esta carrera le cambie el chip, aunque en el corto plazo le va a tocar moverse, porque no sé cómo saldrá parado de la segunda crono de Romandía.
Que ya es curioso que opte a ganar una vuelta con dos contrarrelojes.
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David
11 de julio, 2022 En 17:00
No se dice «Han Habido» se dice «Ha Habido…hace daño a la vista…
Iban Vega
11 de julio, 2022 En 18:07
lamento haberte hecho daño a la vista, ya lo he cambiado
Andres
13 de julio, 2022 En 17:11
Muy buen artículo. Totalmente cierto, ahora no es lo mismo ver estas etapas, porque todas son iguales. Llevamos años viendo lo mismo
Galego mindoniense
18 de julio, 2022 En 23:03
«[…] Un ciclismo de vatios y ritmo sostenido que nos ha robado casi una década de ciclismo […]»
Regalado, no robado.
Esas exhibiciones de Chris Froome en las subidas en 2013 y 2015, o en el plano y en la bajada de 2016; se quedaron grabados a fuego en las páginas de los libros de historia.
Juan Pablo
1 de agosto, 2022 En 12:41
Primero los equipos Armstromg y después Sky/Ineos hicieron muchísimo daño al ciclismo, también el Jumbo del Tour 2020. Ciclismo aburridísimo que no daba ni para la siesta.