El duelo de Rohan Dennis y Remco Evenepoel en Yorkshire es el preludio de grandes historias
Viendo lo que ha sucedido en Yorkshire, en la crono del mundial, la victoria de Rohan Dennis, la plata de un chaval diez años menor que el ganador, las historias paralelas, todo, volvemos a lo que dijimos hace unos días.
El mundial de ciclismo es el fondo, sí, es el gran día, la jornada que esperamos, la fiesta de horas y horas pululando por el mismo circuito, miles de banderas, gargantas rojas, lubricadas de cerveza,… pero la crono a veces se supera.
Y el segundo mundial de Rohan Dennis es prolífico en historias, cruces, interpretaciones, un mundial, el de Yorkshire, que hace justicia a aquella obra de arte que firmaron a tres manos Martin, Wiggins y Cancellara hace seis años en Florencia.
A saber por que la historia reciente de Rohan Dennis es tremenda, viene desde el día que sale pies en polvorosa del Tour y pone un pie en Yorkshire, la tierra ganada para el ciclismo.
Es una historia que tiene más interrogantes que respuestas.
¿Sigue Rohan Dennis en la nómina del Bahrain?
Esa pregunta que supondría un atropello a la razón, es la primera que sobreviene cuando ves todo el panel de corredores compitiendo con su material corriente, el rutinario de cada carrera, y Rohan Dennis sale con un casco y bicicleta que no son las de su equipo.
Sabiendo del poder de las marcas en el pelotón, al punto de poner nombre en las grandes estructuras, es impensable que Rohan Dennis haya toreado sin más, sin nada detrás la marca que le ha sostenido este año.
La historia reciente de Rohan Dennis es de renglones sin acabar, puntos suspensivos y la invitación a pensar en cualquier motivo.
Desairado, cabreado con su equipo, lo que sea, se ha preparado a conciencia para acabar doblando a Roglic, desmotivado o vacío ¿quién sabe?, y Campenaerts, hastiado por tanta desgracia.
Rohan Dennis ha sido el de Innsbruck, el mismo que no dio opción a Tom Dumoulin, el que ha puesto al chaval Evenepoel en su sitio.
Una crono de esas de las de siempre, más de cincuenta kilómetros y una hora larga de esfuerzo.
Se extrañaba algo así, un ejercicio de rodar como un poseso por la suave orografía que llevaba a Harrogate, con el tiempo de ver todos los matices, saborear cada momento.
La contrarreloj: ese noble ejercicio que pone cada uno en su sitio.
Una lección que se lleva escrita a fuego Remco Evenepoel, un ciclista que es un crío airado, con unas miras que no entienden de los topes que le atribuimos, ciegamente, por sus diecinueve años.
Cold Season 2020 by Gobik…
Dennis compacto, afilado, aerodinámico, no pestañeaba.
Evenepoel es bilis, rabia, cada pedalada es dada como si fuera la última, única, como si no hubiera una siguiente.
Son dos estilos, dos cuerpos, sólo hay que verlos en el podio, son el punto y la I, pero dos mentalidades ganadoras.
Que Remco Evenepoel frunciera el ceño en el “hot seat” indica a qué ha venido este crío.
Remco Evenepoel vs Rohan Dennis, ha sido el duelo en una tarde como otra cualquiera en Yorkshire, con ciclistas circulando a la velocidad de las nubes que remojan el sitio con generosidad.
Una tarde en la que hubo un ciclista, Primoz Roglic, que no actuó de ley, situándose al lado del renovado campeón del mundo, una foto que nunca debió estropear.
Roglic ni siquiera ahondó en la mucha y buena clase media que se concitó tras Rohan Dennis y Remco Evenepoel en la crono de Yorkshire.
Un pañuelo del que sale ganador, bronce en el cuelo, Filippo Ganna, la clase sobre la bicicleta, otra muesca a favor de la pista, el trabajo de base y la competitividad italiana.
Ganna puede decir que voló tras esos dos fenómenos, e incluso sacar pecho ante una nómina de excelsos rodadores que nos consta llegaban muy fuertes.
Si una vez la crono del mundial nos dio motivos para mirar ojipláticos la tele, Yorkshire, Rohan Dennis y el niño mofletudo tienen su cuota de culpa.
Imagen: FB de Yorkshire 2019