Nairo Quintana
Nairo Quintana llegó a sus treinta
Lucho y Fabio dejaron de brillar pronto, ¿ocurrirá lo mismo con Nairo?
Estos días estamos con Nairo, dándole vueltas, hablando.
Pero recordemos un poco.
Cuando Herrera y Parra llegaron a Europa a mediados de los ochenta tenían poco más de veinte años y prometían carreras brillantes.
Parra fue el mejor joven del Tour y Herrera se coronó campeón de la montaña apenas en su segunda participación, ya con tres triunfos de etapa en el palmarés.
En Colombia los locutores sumaban minutos y descontaban segundos en meta, imaginaban que si Lucho perdía no sé cuanto con Hinault en la contrarreloj a lo mejor podría descontarle no sé tanto en la montaña, que si Fabio Parra corría no sé como, que si sobrevivían al pavé.
Lo demás se sabe de sobra: Lucho nunca fue un corredor que pudiera aspirar a la general en una grande, más allá de la Vuelta que ganó, Parra alcanzó a ser subcampeón en España y tercero en Francia, los demás se dedicaron a cazar etapas y triunfos en carreras menores.
Los corredores saben bien que la carretera pone a cada quien en su lugar, pero con frecuencia los periodistas olvidan esto y se dedican a vender humo, a sumar minutos y descontar segundos, a fantasear con que si Nairo pierde tanto en la crono podría recuperar no sé cuanto en la montaña, que si Rigoberto Urán se defiende mejor o peor, que si Egan Bernal sube a no sé cuántos vatios en no sé cuanto tiempo.
Las coincidencias entre Nairo, Lucho y Fabio
Tanto Lucho Herrera como Fabio Parra se retiraron de la ruta en 1992, cuando apenas rozaban los treinta y en teoría estaban a punto de alcanzar su mejor nivel.
Pero de la teoría a la cuneta hay un gran trecho y las carreras hace rato que trataban mal a ambos.
Lucho no volvió a brillar en Francia, donde se descolgaba pronto junto a Europeos robustos y grandototes que antes jamás le hubieran aguantado el paso, y si bien es verdad que ganó un par de etapas del Giro ya entrando a los noventa, ya no rompía los grupos con esos ataques lejanos a decenas de kilómetros de meta.
Los colombianos parecían ser precoces, pero se “desvanecían” pronto
Reservado y silencioso, como ha sido toda la vida, Lucho nunca explicó bien por qué dejó de ganar y prefirió retirarse cuando le quedaban por lo menos siete u ocho años de rendimiento por delante.
Gobik ya trabaja en el próximo catálogo
Siempre habló de lo difícil y desgastante que era para ellos competir en Europa y Colombia al mismo tiempo, de sus entrenamientos agotadores de ocho horas diarias, de que más bien se fue a sembrar flores y a cuidar de sus hijos cuando ya tenía una posición económica holgada.
Fabio Parra ha dicho más y ha dejado claro, ahora que está viejo y ya no sirve para nada, que a lo mejor él se merecía ese Tour de Francia donde los dos corredores que iban por delante dieron positivo.
Cada vez más la suerte de Nairo Quintana se parece a la de ambos.
Ahora que bordea sus treinta años ha dejado de ser esa promesa precoz que escalaba montañas como los ángeles.
Tal vez la carretera lo puso del todo en su lugar.
Nairo Quintana
Las contradicciones de Nairo Quintana
Nairo se vende fuera con un discurso para los de casa
Me alegro mucho que Nairo Quintana no se retire, aún, del ciclismo.
Lo digo de verdad, muy en serio, creo que es un corredor que tiene buen ciclismo por ofrecer en las piernas, y que su caso, aunque positivo al fin, ha estado lleno de muchas, demasiadas, lagunas, sin embargo no me ha gustado nada su discurso televisado en directo.
Pasando del escenario de a conferencia, eso es opinable, quiero ir al fondo de la charla que Nairo Quintana le ha ofrecido a los suyos, a su país y al mundo del ciclismo que tan expectantes nos tenía.
"Soy un ciclista que sigue disponible para vestir un jersey"
Nairo Quintana NO SE RETIRA pic.twitter.com/9EVrmeDU5i
— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) January 25, 2023
Ha sido un relato pobre, mucho, a mi entender, pobre y patriotero pero sobretodo contradictorio
Nairo tiene una atalaya para actualizar su linkedin de «ciclista en activo, gran palmarés pero sin equipo» y no se le ocurre otra cosa que lanzar una diatriba tras otra para contentar al público colombiano.
Que si la fuerza, que si es un luchador, que si los malos momentos… una sarta de obviedades en clave local para luego acabar diciendo que no volvería a correr en Colombia, como Miguel Ángel López, pues se ve con capacidad para competir entre los mejores del mundo.
La vida son actos y no palabras, y a Nairo la contradicción le ha quedado bonita.
Pero no sólo eso, busca empleo en los grandes equipos del mundo, lo dice abiertamente, en medio de un discurso completamente enfocado a contentar a los que tiene más cerca.
No creo que haya sido la mejor actuación de Nairo.
He leído algunos comentarios que estábamos ante el primer discurso del Nairo político.
Dos cosas, le falta un abismo para igualarse con Rigo, en esto es el as, y seguro que tendría recorrido, en Colombia sigue siendo Dios.
En todo caso, pase lo que pase, y a pesar del golpe de efecto seguimos donde siempre, en la casilla de salida y Nairo sigue, a día de hoy, casi mes de febrero, sin equipo para competir.
Nairo Quintana
Si Nairo deja el ciclismo, yo ya no entiendo nada
Que Nairo abandonara el ciclismo demostraría lo poco sabemos de lo que pasa
Cuando el control de Nairo pitó por tramadol tras el Tour de Francia, tuve la sensación que aquel positivo no era un positivo intrascendente por ser ajeno al dopaje, aunque nunca pude imaginar que esta historia pudiera acabar con su retirada del ciclismo.
La sucesión de hechos, desde julio hasta ahora, la tenemos clara.
Cuando saltó el positivo, todos se apresuraron a decir que nada, que no era dopaje, que una sanción menor y a seguir rodando.
Nairo se enrocó con el TAS y no sé si eso fue su perdición, aunque sí el principio del fin.
Que el corredor estuviera programado para la Vuelta y no pudiera tomar la salida me mosqueó, y desde entonces todo ha ido de mal en peor.
Se ha oído de todo, se ha escrito de todo, pero el final que barruntan para Nairo en el ciclismo es un golpe duro, otro, para la credibilidad del sistema.
Cierto es que, en 2020, el agua ya sonó alrededor del ciclista, pero de aquello poco o nada más se supo.
El positivo por tramadol ha podido ser la gota que colmó el vaso, pero han sido tantas las teorías, tantos los cazos entrando en esta sopa, que si amenazas de ASO a los equipos, que si el poder de la UCi, que si…. que no es posible sacar nada en claro.
Como otras tantas veces, el ciclismo es el peor enemigo del ciclismo, la opacidad de este caso lo demuestra y si Nairo abandona el profesionalismo, como se está dando por hecho ahora mismo, va a ser una noticia muy triste, desoncertante e injusta.
Al menos con los datos que tenemos sobre la mesa y se ha dejado saber.
Que la justicia entiende de clases y corredores es un hecho, pero en este caso se van a cargar a la leyenda más grande que ha dado el ciclismo colombiano quien ha despertado de su sueño ciclista de la forma más abrupta.
Cunde la sensación de arbitrariedad y desproporción, cunde la sensación de injusticia y cunde la sensación de que no nos enteramos de nada y que todo va al revés.
Una cosa tenía clara, a pesar de lo visto y escuchado, no veía al ciclista volviendo a Colombia a correr las carreras de casa, cuando uno ha estado con los mejores del mundo, el paso atrás que se imponía al ciclista era inaceptable para su pensamiento.
Si el miércoles se consuma la retirada del ciclismo de Nairo Quintana habremos asistido a otra de esas historias que nos reafirman en la sensación que estamos lejos de saber qué pasa realmente fuera de las carreteras.
Nairo Quintana
Nairo ¿vetado por ASO y el Tour?
Que ASO vete a Nairo me parece muy hipócrita
Ay el ciclismo, su mundillo, personajes y reglas no escritas, cada cierto tiempo, de forma recurrente, sabemos de cosas y cositas que explican una realidad mucho más triste de la que nos gustaría presenciar.
Leemos que Johan Bruyneel ha dicho en un podcast que Nairo Quintana está vetado por ASO y, por ende, por el mismo Tour de Francia.
Lo sabe a través de un equipo que, ante el sondeo de la estrella colombiana, recibió estas indicaciones de la organización más poderosa del ciclismo mundial, yo creo que incluso más que la propia UCI, que siempre irá a remolque de los franceses.
Ya sabemos que Bruyneel, desde hace mucho, poco o nada se calla o se reserva, intereses en el ciclismo sigue teniendo, pero ciertamente decir esto sin estar cargado de razón no creo que lo hiciera.
Más que nada, sabemos cómo funciona el negocio y que ASO moviera hilos en el veto a Nairo entra perfectamente en el «modus operandi» de este deporte, bueno, para ser sinceros, del deporte en general.
Quiero oír ahora a aquellos que decían eso que ya he comentado varias veces, que el positivo de tramadol de Nairo en el Tour era nada, una tontería sin importancia y que no estaba ni considerado dopaje.
Y no lo será, estrictamente hablando, pero aquí hay dos facturas, una el positivo en sí, como digo no es dopaje, y otra la imagen que se desliza del corredor, no deja de ser un positivo.
La imagen de Nairo queda descontado que ahora mismo no interesa, y ASO hace uso de su poder infinito para dejarlo claro.
Entonces ¿para qué tenemos una lista de sustancias prohibidas?
El movimiento es hipócrita a más no poder, una reedición de esa doble vara de medir que vemos en tantas cosas en la vida.
Nairo no ha dado un positivo por dopaje, ha sido por una sustancia que no entra en esa categoría ¿a qué tanto revuelo?
Me cuesta mucho creer que la imagen del Tour, y de carambola el negocio de ASO, se vea perjudicada por la presencia de Nairo cuando la historia de carrera siempre ha tenido positivos e, incluso, escándalos sonadísimos que nos hicieron temer por el futuro del ciclismo.
A estas alturas de la película…
Ahora bien, miramos a Nairo y pensamos qué va a ser de él, porque no es nada descabellado pensar en la retirada si ASO te cierra el paso en los equipos importantes y por tanto en las competiciones que te motivan.
El otro día, hablando con Goga, quedó claro que Nairo podría colgar perfectamente la bicicleta que no le iría mal en lo sucesivo.
No le veo al nivel de Rigo, en cuanto a estructura empresarial, pero como figura carismática Nairo es Dios en su país y eso, junto a lo que tiene, es más que suficiente para vivir de los restos.
Hace diez años por estas fechas estábamos ante la explosión de Nairo y hoy nos vemos así.
No me gustaría nada verle fuera del ciclismo de esta manera, pero las cosas no pintan, repito, nada bien.
Nairo Quintana
Pues sí que le está saliendo caro el «positivo light» a Nairo Quintana
La resolución del TAS sobre el positivo de tramadol de Nairo es un jarro de agua muy fría
A los pocos días de acabar el Tour de Francia, antes de saber sobre su positivo por tramadol, escribí una pieza sobre la carrera que había firmado Nairo Quintana.
Sinceramente, me gustó la carrera que realizó, consciente de sus posibilidades, dando la cara y buscando la fortuna.
No olvidéis que Nairo es el último ciclista que descuelga Vingegaard en su asalto al amarillo en el Col de Granon.
Creía entonces, y sigo creyendo, que el corredor había sido muy beneficioso para su equipo, el Arkea.
Una relación recíproca que pintaba bien para el futuro…
Cuando surgió el positivo por tramadol de Nairo, me sentí decepcionado, ¿cómo es posible que a sabiendas cómo están las cosas caigan en estos errores?
Sí, es un positivo light, pequeñito, nunca se llamó dopaje, pero positivo y eso en ciclismo es una cruz, más si eres una estrella reputada.
Se lloró mucho esos días, hasta se comparó con los analgésicos que tomaba Rafa Nadal en Rolland Garros, cuando creo que nada tienen que ver ambas cosas.
Se siguió insistiendo, es un positivo pequeño, una menudencia, pero madre el mía el coste que está implicando.
Hoy hemos sabido que el TAS le da la razón a la UCI y le cascan cincomil francos suizos de multa al corredor.
Ojo que Nairo ha ganado mucho dinero, pero la cuantía hace pupa sobre la factura mental.
Cinco millones que son la guinda a lo que llevamos viendo desde que se anunciara el positivo, desde su no participación en la Vuelta a la salida de su equipo.
El precio que está pagando es brutal, increíble y hablamos de un «positivo light»
Desconozco si Nairo hubiera zanjado de plano todo este laberinto admitiendo el error desde el inicio, que no hablamos de dopaje, pero sí de una sustancia prohibida por razones de peligro para el pelotón.
Ahora paga multa, costas y el descrédito es aún mayor.
Pero no sólo eso, sigue sin equipo y en noviembre, con el caché entiendo que tocado a la baja.
Le ha salido mal a Nairo, y no vale que Froome saliera o no adelante, cuando el colombiano abrió la senda del TAS sabía que esto podía salir bien o mal, pero que había antecedentes en su contra, y no eran pocos.
Deseo volver a ver Nairo en una bicicleta, pero salir de este trance no va a serle sencillo.
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