Ciclistas
Movistar sin Miguel Ángel López: los dos pierden
Movistar sin resultados inmediatos y López en un equipo que le fue «hostil»
Cuando Miguel Ángel López empezó a sonar para Movistar, hace un año, ya comentamos que nos íbamos a divertir.
Aquello era ponerle sal y pimienta a partes iguales una ensalada, la azul, que se caracterizaba por cosas muy lejanas al explosivo ciclista colombiano.
En «chez Unzue» todo era, y sigue siendo, prudencia y calma.
Otra vez, ya con la temporada comenzada y las primeras carreras de López en Movistar apuntamos, de cara a las grandes…
Al margen de esa duda, creo que Miguel Ángel López le dará cosas buenas a Movistar, hemos barruntado hasta tres.
Por un lado, sangre, pasión e incertidumbre en un bloque que se caracteriza por trabajar a largo, fiarlo al paso de los días para emerger, López puede ser un revulsivo de dentro hacia fuera.
Eso fue en mayo, en vísperas de la primera gran carrera con Valverde y Mas, el Dauphiné.
Aquí el tridente, admitimos, funcionó bien, se complementaban en los movimientos, el colombiano es uno de los ciclistas que más desestabiliza en el pelotón, con capacidad para atacar y hacer daño, para mantenerse cerca de los mejores y ser una pieza de gran valor táctico.
Exactamente lo que sucedió en la Vuelta a España, hasta que la cabeza del ciclista explotó.
Ya sabéis que, aunque la situación de López se ha granjeado él más que nadie, somos de la opinión que en estas cosas no sólo hay un único responsable, y Movistar seguramente tenga algo que ver en el cabreo en tiempo récord del ciclista.
Lo que sucedió en la penúltima etapa de la Vuelta, la maravilla de Mos, no podía caer en saco roto
Primero por la seriedad del corredor y la imagen del equipo, luego por que eso no podía quedar impune.
Llegados a ese punto, la resolución del contrato, por impensable que nos pareciera en un primer momento, era inevitable.
Cuando hace un año hablábamos de los comentarios que López le había dedicado a Movistar en la Vuelta de 2019, nunca imaginamos que la relación se iba a consumir de forma tan radical.
Ha sido como una colilla apurada de una calada en tiempo récord.
Ahí dentro han pasado cosas que nunca sabremos, ni siquiera se contarán en el célebre documental de Netflix, son cuestiones tan gruesas que rompieron la confianza y la discreción en un escenario pintiparado para los azules, con dos en el podio y muy serias opciones de estar en el cajón de Santiago.
La salida es pues la única opción.
¿Quién pierde más?
Sobre el papel, el equipo, que lo fiará todo, si no hay cambios, a un líder claro y marcado en grandes, Enric Mas, la baza más clara para las grandes vueltas, aunque lo que Movistar está fichando para el año que viene tiene buena pinta, junto a lo que ya tienen en materia de juventud y progresión para próximos años.
Pero Miguel Ángel López era sinónimo de resultados inmediatos, una necesidad que en Movistar es acuciante, con todas las miradas fijadas en ellos y lo que consiguen.
De hecho el mejor triunfo azul ha sido de este colombiano que ahora vuelve a Astana, con Vinokourov tomando las riendas.
Es curioso, el año pasado era López quien apuraba, cabreado con el equipo kazajo, sus últimos días en la celeste.
Recordaréis el epílogo de Tour que tuvo López el año pasado, «puteado», así lo dijo Goga en El Podcast de El Cuaderno de JoanSeguidor, por el equipo.
Movistar se empequeñece sin la pegada del colombiano y López vuelve al equipo que dejó quemado… aquí todos pierden.
Ciclistas
Los niveles de Egan Bernal
El Egan Bernal de 2019 no habría estado al nivel de los capos actuales, pero no habría estado lejos
Entre las parejas del pelotón hay una que me gusta mucho, la de Carlos Rodríguez con Egan Bernal.
No sé, hablamos de dos ciclistas tremendos, en diferentes épocas, Carlos más joven, y Egan, en plan mentor.
Comparten muchas cosas, pero una muy importante, son dos ciclistas espectaculares, que no se esconden, que toman el mando, les da el aire y son de fiar.
Por eso posiblemente se lleven tan bien, por eso en el pasado Tour, Egan Bernal no vaciló en echarle un cable al andaluz porque veía en él el ciclista que un día fue el colombiano.
Uno de los mejores del mundo.
Y por eso en Romandía, en el momento clave no dudó ponerse a su servicio para ayudarle en la conquista de una carrera que sin duda es un antes y un después para Carlos.
Valorad, por eso, que este Egan es el mismo que pisó el podio de la Volta y O Gran Camiño, que es un ciclista completamente recuperado de aquel horrible accidente.
Día redondo en #TDR2024
✅ Vuelve a ganar Carapaz
✅ Carlos Rodríguez sentencia la general
✅ Egan Bernal, excelente en favor de su compañero
Para Ayuso queda la asignatura pendiente de este tipo de etapas y de Enric pensé, ilusamente, que podía estar en una carrera propicia— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) April 27, 2024
Leí el otro día a Egan Bernal hablar del cambio de nivel en el ciclismo estos últimos años.
Entiendo que el paso es brutal, lo hemos visto todos.
Dice el colombiano que su nivel de antes del accidente, el que le valió para ganar un Giro, no sería suficiente ante Vingegaard, Pogacar y cía.
Él lo sabe mejor que nadie, pero a diferencia de lo que pasó en ese Giro, creo que el Egan Bernal de 2019 estaba en otro nivel.
Posiblemente intermedio.
En este ciclismo de maravillas que estamos viviendo creo que Egan Bernal fue uno de los primeros en destapar la caja mágica.
Su forma de correr en 2019 fue un anticipo de lo que habría de venir.
Un ciclista presto a correrlo todo, agresivo y eficaz, aunando un tridente como París-Niza, Vuelta a Suiza y Tour de Francia, dando la cara y ofreciendo espectáculo.
Egan Bernal tanto reventaba cuesta arriba como en abanicos, siendo el cabeza de cartel del primer Ineos post Froome.
Ese Egan Bernal de 2019 superaba al de 2021 y creo que no habría estado lejos de los cocos actuales.
Ojalá un día le recuperemos.
Ciclistas
El balance agridulce de Juan Ayuso
Juan Ayuso ha pasado por los tres estados de ánimo esta primavera
Sota, caballo y rey, Juan Ayuso concluye la primavera 2024 con las tres sensaciones en el balance.
Si tomamos como termómetro las tres vueltas del World Tour que ha realizado, el ciclista ha pisado los tres peldaños de un podio imaginario.
Sin embargo a nadie se le escapa que ceder el liderato en la etapa reina del Tour de Romandía es un palo.
Desconozco si estaba cansado, si estaba enfermo o similar.
A diferencia del año pasado, cuando ganó la crono casi sin haber competido y luego cedió el amarillo, esta vez llegaba rodado y con kilómetros, quizá demasiados.
Lo que todos vimos fue un corredor que cuando Carlos Rodríguez se puso a tope empezó a sufrir, una imagen que nos remonta al Romandía del año pasado, igual que a la Vuelta a Suiza.
Son jornadas de similar perfil y resultado que se repite.
Parecen la piedra en el zapato de Juan Ayuso.
Sigo pensando que en etapas como las de hoy tiene una piedra en el zapato, aunque le quiten lo bailado
— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) April 27, 2024
Esta vez llegaba a la vuelta suiza con buen bagaje, demostrando que cuando los grandes nombres no concurren, él está presto para ganar una carrera del nivel de la Itzulia.
Incluso, cuando coincide con un grande como Jonas Vingegaard, se erige como principal alternativa.
Lo vimos en Tirreno.
Lo que en cualquier otro equipo sería fruto de la normal evolución de un ciclista, Juan Ayuso sigue siendo muy joven, en el UAE Team Emirates hay otras prioridades.
El equipo es un pelotón en sí, una competencia real y desmedida entre grandísimos ciclistas que buscan hacerse un hueco a la sombra del incuestionable Tadej Pogacar.
Porque el esloveno es lo único inalterable en este equipo, todo lo demás está por hacer y lograr.
En esa carrera asoman nombres incluso más jóvenes que Juan Ayuso, el mil veces mentado Isaac Del Toro en especial.
Por eso cada resultado que se logre, cada victoria que se sume, cuenta doble, dentro y fuera del equipo emirat´.
Ahora, descanso y a pesanr en el Tour.
Imagen: UAE Team Emirates
Ciclistas
Los 5 mejores gregarios
Sepp Kuss encabeza con solvencia la lista de gregarios top
Grandes vueltas en el horizonte y clásicas recién concluidas, hicimos una pequeña encuesta sobre el estado del mundo de los gregarios, quizá impresionados por la increíble última etapa que se cascó Marc Soler en la Itzulia.
Hemos sacado los cinco nombres más relevantes, pero una conclusión ante las respuestas, sigue pesando mucho el ciclo de Chris Froome, pues no son pocos los que se acuerdan de nombres como Landa, Kwiatkowski, Poels o el mismo Castroviejo.
Pero vamos con los cinco más significados….
Sepp Kuss
El americano es el más repetido entre los nombres que van surgiendo.
Gregarios muchos, pero como Sepp sólo él, a la vista del 2023 que se marcó.
Ganó la Vuelta, pero antes había sido decisivo para la victoria de Roglic en el Giro y de Vingegaard en el Tour.
Cuando Kuss se ponía al frente, Pogacar sabía que el danés le iba a complicar mucho las cosas.
Las imágenes del Marie Blanque me parecen más que significativas, ese día el Tour empezó a decantarse.
Marc Soler
Sin duda que suscita controversia.
Aún pesa aquella etapa de la Vuelta 2019, en Andorra, pero negarle a Marc Soler la capacidad de trabajo por terceros es de ciegos.
Cuando el catalán tiene el día, camina como los rivales del líder, llevando el arte de los gregarios a otro nivel.
❓❓❓Una pregunta rápida…
¿Mejor o mejores gregarios actuales?— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) April 9, 2024
Michael Morkov
El conseguidor en los sprints.
Nadie que quiera brillar en una volata puede prescindir de él.
El danés, que no se si se centrará de nuevo en el objetivo olímpico, está de último servicio para Mark Cavendish en el Tour, pero anteriormente ha sentado cátedra cómo moverse en el pelotón cuando éste va lanzado hacia el sprint, siendo clave en el treno azul de los Soudal y Quick Step.
Wout Van Aert
El multiherrmaienta sin duda.
Como Sepp Kuss un ganador que Visma viste de gregario cuando le interesa.
Sus servicios a Vingegaard en el Tour han sido decisivos, pero no sólo eso también ha sido útil a Roglic e incluso cedido ese tipo de victorias que muchos le reprochan no haber disputado para sí.
Jonathan Castroviejo
Un clásico que no viene de la época de Froome, habría que remontarse a Movistar, incluso a esos Juegos Olímpicos de Londres en los que remó y remó para Luisle y Valverde.
Desde entonces tres ciclistas le han disfrutado: Nairo Quintana, Chris Froome -lo que decíamos al principio- y Egan Bernal.
Gregarios, sin ellos no habría ciclismo, sin ellos las victorias no tendrían lugar.
Nunca bien ponderados, pues no salen en la estadística, ni en el palmarés, por eso es importante dejar algo escrito sobre ellos, para que lo suyo no quede en el olvido.
Richard Carapaz
Carapaz en Romandía: La insistencia tiene premio
La victoria de Carapaz en la etapa reina de Romandía pone fin a una injusta sequía
Tiempo, demasiado tiempo ha pasado desde que Richard Carapaz lograra su último triunfo antes de esta etapa en el Tour de Romandía.
Con año y pico en un equipo que se distingue por ser coral, imaginativo y proactivo, Carapaz poco le había podido ofrecer al EF hasta esta jornada.
Destellos de lo que es un gran corredor, pero gafado por caídas o enfermedad, mermado en un pelotón en el que o eres muy muy bueno, o pasas sin pena ni gloria.
Siempre he pensado que Richard Carapaz nunca ha sido el mejor en nada, unos cuantos le superan con creces, pero a su favor tiene dos cosas: olfato y ambición, que mezclados en justa medida dan como resultado el ciclista que tanto nos gusta, el de los pocos pero buenísimos triunfos.
A todo lo dicho añadidle esa pizca de valentía que a veces roza la inconsciencia de salir, por ejemplo, a por Pogacar en La Redoute a sabiendas que puedes hacerte daño.
Pero Richard Carapaz siempre lo intenta, siempre propone, como en la jornada reina del Tour de Romandía, jugando a ganar desde el primer momento.
Supo leer la necesidad de Ineos de tumbar al líder Juan Ayuso y trabajar para Carlos Rodríguez, Egan Bernal incluido.
Luego se soldó a la rueda de Carlos y atacó en el momento justo de la mejor manera que sabe hacerlo: sacando mucho de golpe y luego sufriendo hasta el final.
Aunque la justicia deportiva da y quita como le place, no me habría gustado nada que Florian Lipowitz le hubiera dado caza en la recta final.
Cuando Carapaz le vio venir redobló el esfuerzo y dio con la llave del triunfo.
Aunque ha ganado algunas cosas con el EF, nada es comparable a una victoria en el World Tour, el circuito de los mejores.
Tened por seguro que este ciclista en forma y con moral es posible que no vaya a ganar una gran vuelta, pero nos dará que hablar y será un gustazo verlo, y quién sabe, igual hasta decanta la balanza cuando menos lo imaginemos.
Imagen: FB EF Pro Cycling
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JESÚS EGUIZÁBAL
19 de septiembre, 2021 En 11:58
Hola Iban, a mi lo que verdaderamente me tiene preocupado es toda la inquina colombiana hacia Movistar, como si una lucha entre países estaría en ciernes. Es como si el equipo telefónico actuase en contra de los latinoamericanos, verdaderamente me preocupa toda la xenofobia que circula entre las redes, creando un odio hacia España brutal, parece que no se acuerdan de los triunfos de Nairo, Richie y de todos los latinoamericanos que han triunfado en España. Será porque yo no tengo banderas en ciclismo, nunca las he tenido admiro a los ciclistas por valía deportiva, es una pena los patriotismos en éste deporte. A mi también me gusta el ciclismo Colombiano, pues lo sigo desde los chavales de desarrollo, como a todos los juniors europeos, pues es mi gran pasión desde chico. Espero no vaya a más, pues en Colombia es una religión, y se dicen cosas terribles en los foros.
Pedro
21 de septiembre, 2021 En 14:21
Cuando se va cabreado de todos los equipos y golpea hasta a los aficionados me da que el problema lo tiene el.
Iban Vega
21 de septiembre, 2021 En 14:37
cierto, pero no olvides que MAL ha estado muchos años en Astana, de hecho había sido su único equipo hasta entrar en Movistar
Sí que es verdad que el año pasado salió de mala manera de Astana.
Sobre pegar al aficionado, lo siento, pero el momento y la tensión invitan a que ciertos personajes no aparezcan por la carretera. MAL estaba al límite de todo, tercera semana, cerca del final de un Giro y un subnormal le molesta, no son de piedra.
Eso lo veo diferente al cruce de cables que tuvo en la Vuelta y le sacó de Movistar