Mikel landa
Si Mikel Landa está jodido, nosotros también
Es el momento perfecto para acordarnos de Mikel Landa
Todo el ciclismo está con la mirada puesta en el enigmático Monte Fuji, el esperado Mikuni Pass y una selección de navajeros que va a tratar de luchar contra los extraterrestres eslovenos y belgas.
La última bala de Valverde y un grupo de confianza de Pascual Momparler.
Pero falta uno…
Mikel Landa Meana era el gran líder para Tokio 2020 y lo tendrá que ver desde casa, recuperándose de las heridas acumuladas año tras año.
El landismo sufre porque Landa sufre.
El landismo, erre que erre con landismo pero, ¿qué es el landismo?
Aquí mismo ya se ha explicado de manera más que correcta qué es este movimiento y cuándo surgió.
El propio Mikel Landa es el mayor abanderado y defensor.
“Nunca me cansaré”, dice.
Hemos preguntado a @MikelLandaMeana en la rueda de prensa del @giroditalia si está cansado del landismo.
Respuesta:
???? "NO, nunca me cansaré."
No hay más preguntas señoría. pic.twitter.com/sCfA9OsT7y
— A la Cola del Pelotón (@ACDPeloton) May 7, 2021
Si hay que quedarse con una palabra que defina a Mikel Landa y este movimiento que le acompaña yo me quedo con la palabra carisma.
Una faceta tan necesitada en el ciclismo hoy en día, sobre todo, en el español.
El cielo azul cada día es más gris en nuestro ciclismo y, sin duda alguna, el sol tiene nombre: Mikel Landa Meana
Sí, sí, hay buenos mimbres que vienen dando gritos desde abajo, pero seamos sinceros el único de casa capaz de llenar carpetas hoy en día (más bien fondos de pantalla) es de Álava.
Pero los días de gloria se acaban y la vitrina no se llena con victorias morales. Y eso, duele.
Hace una semana, en el podcast de A la Cola del Pelotón (un podcast muy majo con gente más que saludable), el seleccionador Pascual Momparler respondió a la pregunta que todos nos hacemos: ¿Cómo está Mikel Landa anímicamente?
Lo último que hemos visto de él es una imagen de derrota total física y mentalmente en el Giro.
Momparler, otra cosa no, pero directo es. “Landa está jodido, muy jodido”
Y claro, si enumeramos lesiones, accidentes, fracasos, Carapaces y demás… pues sí, es para estar jodido.
No es la primera vez que vemos al buen ciclista de Murgia resignarse.
Recordemos la última cena de celebración en el Giro 19’ donde nos emocionó a todos con el “no sé si ganaré grandes carreras pero me llevo grandes experiencias”.
También lo vimos responder a los periodistas con un triple “I don’t know” a la pregunta de si cree que se le están acabando las oportunidades.
Lo de Landa…????#TDF2019???????? pic.twitter.com/X1AV9iuov1
— Albert Rivera Rabal▲ (@AlbertRiveraR) July 15, 2019
En este 2021, todo parecía que podía ser distinto. Buena preparación (cerró pronto la temporada pasada), un recorrido en Italia asumible pese a las dos CRI y un equipo de nivel, 100% a su disposición.
El arranque del Giro de Italia fue esperanzador lo que hizo que el golpe fuese todavía más grande
Entendemos que esté jodido, ¿no?
El dolor de la clavícula rota le dejó en el suelo en la 5ª etapa de su (otra vez) Giro.
Pero es el dolor de otro sueño roto el que le tiene jodido.
Estamos seguros que se levantará, porque si tenemos una certeza sobre Landa es que sabe levantarse.
Cuando se suba a la bicicleta en Burgos volverá a sonreír y tratará de ganar.
Porque Mikel Landa es un ganador que no gana.
Hasta que gane.
Por Albert Rivera
Mikel landa
El Giro es la grande que mejor se le da a Mikel Landa
La decisión de ir al Giro por parte de Mikel Landa tiene mucho sentido
Tres años después de aquel tercer puesto y diez desde su primer podio en el Giro, Mikel Landa vuelve a la carrera que parece hecha para él.
En esta ocasión además en una edición que anuncia cronos las justas.
En sus primeros años como profesional, destacó en entornos italianos, especialmente cuando compartió equipo con Fabio Aru y Martinelli.
El estilo de correr en Italia, donde todavía se premia competir por sensaciones en lugar de depender completamente de la tecnología, encaja perfectamente con el carácter romántico de Mikel Landa.
Además, los perfiles de las etapas del Giro, con subidas largas y exigentes, favorecen su condición de fondista.
Suele brillar especialmente en las etapas más duras de la última semana, cuando otros corredores comienzan a flaquear.
Este año, todo indica que Mikel tendrá libertad para ser el líder de su equipo, ya que Remco Evenepoel no llegará a tiempo para la cita italiana.
Cuando Landa fichó por Soudal lo comentamos, al margen de estar al lado del belga, seguramente tendría sus opciones.
La experiencia también está de su lado.
No sería la primera vez que combina Giro y Tour con éxito: en 2017, cuando corría para el Team Sky, ganó una etapa del Giro, se llevó el premio de la montaña y luego fue clave en la victoria de Chris Froome en el Tour, donde además terminó cuarto.
El Giro de Italia es, sin duda, la carrera que más alegrías le ha dado a Landa.
En la Vuelta a España nunca ha logrado pisar el podio, y en el Tour de Francia, aunque ha sumado dos cuartos puestos (uno de ellos por apenas unos segundos), nunca ha mostrado la misma ilusión que siente por la carrera italiana.
Es imposible no recordar el Giro de 2015, cuando Mikel volaba sobre la bicicleta, siendo incluso más fuerte que su propio líder en aquel entonces.
Fue un factor determinante que complicó la victoria de Alberto Contador.
Además, ese Giro sigue siendo histórico: fue la última gran vuelta ganada por un español, hace ya una década, y Landa fue una pieza clave en aquella edición.
Aunque no lo veo como un favorito absoluto para ganar este Giro, sí lo considero un «outsider», un corredor que puede sorprender.
Por su carisma, su conexión con la afición y su capacidad para rendir en los momentos más difíciles, seguro que dará de qué hablar.
Imagen: A.S.O. Unipublic
Mikel landa
Vuelta España: ¿La última opción de Mikel Landa?
Esta Vuelta nos recuerda que Mikel Landa es la opción que siempre vuelve
En la imagen, vemos a Mikel Landa, ya de Soudal, pero lejos en el tiempo de la Vuelta a España.
Está en la Volta stá en la jornada final, en Barcelona, feliz y sonriente tras haber sido el último reducto de la resistencia ante el ciclón Pogacar.
Landa, el gran escudero de Remco Evenepoel, corriendo ante uno de sus grandes rivales.
La Volta fue una carrera que podemos tomar para medir el año del alavés.
A ver, no nos hagamos trampas, ha sido una temporada muy de su corte, pero que está saliendo perfecta.
No ha movido el casillero de victorias de donde estaba, pero eso no le hace falta a Mikel Lada para dar gasolina a sus seguidores, para prender la llama de la fe entre sus adeptos, que ya no le descartan para la Vuelta.
Yo, sinceramente, no le veo ganando, deberían darse varias carambolas, la primera y más importante que complete la carrera sin incidente alguno, pero también que dé el paso adelante ante rivales que no serán top, pero que de media acostumbran a ganarle.
La Vuelta presenta un recorrido bueno para Mikel Landa.
No es su grande favorita en resultados, ha estado en el podio del Giro y muy cerca del mismo en el Tour, pero en la Vuelta, salvo aquella etapa de Andorra y el ser decisivo en la victoria de Fabio Aru, hace nueve años, poco o nada le ha sonreído la carrera a Mikel Landa.
Cuando comenté que su salto a Soudal le ha venido al pelo, incluso le ha sentado bien hasta en los tiempos.
Ha tenido su cuota de protagonismo al margen de Remco y cuando le ha necesito, le ha tenido cerca, como en el Tour, pero tampoco necesitando un trabajo muy exigente para el alavés.
Ahora en la Vuelta, Mikel Landa lidera el Soudal con la misma ilusión de siempre, en una llama de pasión que uno no se explica pero que existe.
Landa no es favorito, pero motiva como nadie a la parroquia, quienes esperan, en cierta medida, que un día u otro pinche, tenga un percance o le dejen cortado.
Es cierto que Landa no ha perdido muchas carreras por circunstancias ajenas, pero nadie como él para trasladar la sensación de peligro y de que te puede pasar algo que arruine un buen momento.
La Vuelta 2025 es buena para Landa, incluso con crono final, ahora que se alineen los astros como cada vez que ha concurrido con la presión justa.
Imagen: Volta Catalunya
Mikel landa
Volta: La enésima reinvención de Mikel Landa funciona
Una segunda plaza en la Volta es un resultado mayúsculo para Mikel Landa
Esto no es un alegato de Landismo, ni agitar el eterno fantasma de que Mikel Landa un día ganará una gran vuelta, esto es el retrato de una segunda plaza en toda una Volta a Catalunya, que cabe valorar como merece.
Porque la semana que finalizó ayer ha sido el referendo de que el tema de Landa, lo que implica y mueve, lo que genera, sigue tan vigente como años atrás, si no más, y lo sigue porque detrás de esta prestación hay trabajo, fe, sacrificio y sobretodo una capacidad para reinventarse brutal.
Sí, lo sé, voy a recordar aquel post en el que dijimos que el vasco en Soudal podía volver a brillar de la forma menos esperada.
La historia nos dice que Landa cuando tiene un gran líder a su lado, como se suelta, se quita presión y rinde como ha rendido en esta Volta.
Ha sido el primero de los humanos, a una interesante minutada de Pogacar, per es que ha competido contra gente muy buena que lleva semanas sonando, dígase Egan Bernal, Alexander Vlasov, Lenny Martinez, Sepp Kuss, Cian Uijtdebroeks, Enric Mas… y los ha superado desde minuto uno.
Lo ha hecho además siendo proactivo.
Si en Vallter 2000 fue un sálvese quien pueda, en Port Ainé alteró el ritmo del grupo a sabiendas que Pogacar podía rematarle, como bien hizo, y sentenció una segunda plaza que le deja muy bien parado.
Por un lado, porque sigue demostrándose que está competitivo, que está entre los mejores del mundo y que cuando Remco no esté, tiene cartas de jugar,
Por el otro, la corriente que le venera permanece on fire, no sé cuántas veces habrá escrito «Landismo» el comunity manager del Soudal durante la semana.
Con todo, la Volta es un premio tan inesperado como dulce para Mikel Landa, quien casi diez años después de explotar en aquel Giro de Contador y Aru, se reinventa para seguir dando qué hablar, cosa nada sencilla, con los cambios que este deporte ha experimentado esta década.
Hay que valorar las cosas cuando vienen, y este es un resultado dulce que conviene saborear.
Imagen: Volta a Catalunya
Mikel landa
Pues Landa se ve para ganar una gran vuelta
La llama de Mikel Landa en una gran vuelta parece aún viva
«Stil alive» aún posible, Mikel Landa no descarta estar en una la lucha de una gran vuelta.
Es sueño, es legítimo, aunque no creo que realista.
🇪🇸 Mikel Landa
🗣️ "Supporting the team will be the main focus, whether it's for Remco or someone else. Besides that I can set my own goals in certain races. I'll target GC at La Vuelta. It's still my dream to win a Grand Tour."
(Sporza)#LaVuelta24 pic.twitter.com/7ZTXT6Ozm2
— Domestique (@Domestique___) January 15, 2024
El razonamiento que hace por eso me parece correcto, se hace mayor, pasan los años, las oportunidades y por medio entra gente nueva, una ley de vida que admite y asimila, pero recuerda, y en eso estoy de acuerdo, que a veces las cosas suceden cuando menos te lo puedes esperar.
Incluso hablando de las opciones de Primoz Roglic en el Tour, lo habíamos barruntado.
Algunos ganadores del Tour fueron completamente inesperados y a destiempo.
Esa sensación la tuve con Carlos Sastre y Cadel Evans, que se llevaron el premio de una gran vuelta cuando menos se pudo esperar y en medio de una generación que parecía se iba a comer el mundo, como fue el antagonismo Contador vs Andy Schleck, que parecía se iba a alargar en el tiempo, pero duró más bien poco.
Las rendijas por las que Landa puede ganar una gran vuelta, pero el escenario que plantea lo hemos visto otras veces en ciclismo, favoritos que se caen del cartel, que no vienen, que dan un mal paso, una caída….
Lo que sí es cierto es que la cosa ya no depende tanto de él como podríamos haber esperado hace unos años cuando lo tuvo en la mano.
La Vuelta a España 2024 podría ser una de las sus últimas opciones de ganar una grande, aunque si va Vingegaard a poco que mantenga la forma del año pasado, poco veo que pueda hacer.
A Landa por eso le tiene que valer de motivación el buen rendimiento que tuvo en la edición del año pasado, cuando fue el que más cerca quedó de los Jumbo del podio.
Si en Soudal le contagian un poco de ese gen ganador, igual hasta tenemos epílogo feliz del Landismo.
Imagen: @Domestique
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