Mikel landa
Cosas para ver 2023: Mikel Landa más allá del Tour
Veo muy optimista pensar que Landa opta al podio del Tour de Francia
He escuchado y leído en varios sitios que Mikel Landa está en la terna de aspirantes al podio final del Tour de Francia.
En nuestro podcast nos lo soltó el amigo de A Cola de pelotón, Albert Rivera, quien a veces pierde un poco el norte cuando habla de Mikel Landa…
A mí todo esto me suena a déjà vû.
Yo creo que Mikel Landa tuvo ocasión de pisar el podio del Tour hace tres años, cuando la carrera se fue a septiembre por la pandemia.
Se quedó cerca, aunque no tanto como cuando le tocó correr para Froome y Bardet le rebañó la plaza en el último suspiro, por bien poco.
Pensar que en 2023, opta a esa plaza, sin embargo, me parece muy optimista.
Hay varios mejor posicionados que él, entre ellos sus dos compañeros de podio en el Giro, Carapaz y Hindley, pero no sólo eso, creo que Mikel Landa tocó techo hace un tiempo y esperar la mejora necesaria para dar ese salto es algo iluso.
Digo todo eso, centro el tiro tanto en el Tour, porque me temo que Francia y el mes de julio van a estar muy presentes en todo lo que haga.
Me gustaría ver a Landa brillar más allá del Tour y calendario tiene.
Ya ha buscado la suerte en Valencia y Andalucía parece de su perfil, ambas además sin crono, pero especialmente Tirreno-Ariático, en cuyo podio si que ha estado las dos últimas ediciones.
Italia se le da bien y la Tirreno le gusta y la conoce, lo mismo que sacar algo diferente de su paso por las clásicas de las Árdenas, a las que llega con la tercera plaza en Lombardía como aval que las clásicas duras pueden ser una oportunidad para él.
Por medio la Itzulia, baño de masas y un trazado en el que va a tener buenas opciones para hacer algo bonito.
Somos conscientes que en el Tour se juega todo lo gordo, que sale de casa y que marca la línea entre un gran corredor y un campeón, pero cifrar objetivos tangibles es la clave para no caer en la decepción.
Landa podría pisar el podio, pero sus registros y opciones por el camino son tantos que el Tour no puede copar todas sus miras, espero que así sea.
Su palmarés está lleno de grandes plazas y pocas victorias, nunca será un anotador, pero de ahí a tener sólo 16 triunfos con esa calidad hay muchos matices.
Mikel landa
Hace tiempo que Mikel Landa perdió ese brillo
Si Mikel Landa no anticipa nada puede hacer contra Remco y Roglic
Sinceramente, esperaba más, mucho más de Mikel Landa hoy en la primera llegada en alto de la Volta.
En un contexto en el que la chispa de antaño no es la que era, y los rivales te sacan de punto cuando la carrera entra en zona roja, esperar como lo ha hecho Mikel Landa en Vallter2000 a poco más de dos kilómetros para ver qué sucedía, ha sido decepcionante.
Cada día de estos es un día de la marmota.
Se calienta el ambiente en redes, en televisión apuntan al vasco y luego, esto.
Para entender lo que podemos esperar de Mikel Landa, sólo hay que mirar lo que ha hecho Esteban Chaves hoy, anticiparse, probar y tomar riesgo para morir a medio kilómetro, pero morir con las botas puestas.
No olvidemos que Esteban Chaves fue el mejor hace dos años en Port Ainé, y esta vez ha estado cerca de repetir en Vallter 2000.
No le salió, per tuvo en jaque a los favoritos y se ganó el cariño de todo buen aficionado al ciclismo que en el fondo deseó verle ganar en la cima.
Chaves hace mucho tiempo que no recupera aquella versión exitosa de 2016, cuando fue podio en dos grandes y ganó Lombardía.
Sin embargo, consciente de sus límites se ha ido resituando en el pelotón hasta ser el tipo que es hoy, un ciclista peleón que exprime sus opciones hasta donde le da y, a veces, le sale bien.
Mikel Landa tenía una opción clara de al menos hacer lo que ha hecho el colombiano ante la certeza, repito, que si espera al final Remco y Roglic son superiores a él y al 99,9% del pelotón.
Más cuando dos caballos como Jack Haig y Wouter Poels le realizan un trabajo fino y limpio que le dejaron al colombiano a medio minuto.
Landa saca a paseo el mismo argumentario a cada carrera que va, se dedica a remar y remar, poco o nada queda de ese ciclista brillante que si una cosa lograba era crear incertidumbre.
Centrado en las plazas por la general, desprecia victorias parciales y muchas veces se queda sin lo uno ni lo otro.
Ojalá nos dé donde más duele en esta Volta, pero ahora mismo cuesta ver a Landa más arriba en la general si no toma los riesgos que exigen los grandes triunfos.
Sé que competir contra estos monstruos debe intimidar, por ello es imprescindible que Landa pruebe esas cosas que le han hecho tan querido, arriesgar y todo eso, o de lo contrario, va a estar siempre cerrando huecos.
Imagen: FB Team Bahrain Victorious
Mikel landa
Mikel Landa habría sido un ciclista brillantísimo en otro tiempo
Con cronos maratonianas, Mikel Landa podría haber sido un ciclista de culto
Muchas veces me he preguntado, estos últimos años, qué habría pasado con un ciclista tipo Mikel Landa o Nairo Quintana en aquellos tiempos en los que la suma de las cronos del Tour superaba 100 kilómetros.
Es obvio que esperar, en el corto plazo, que vuelvan aquellas cronos a las grandes vueltas es mucho esperar, pero entre aquello y la actualidad hay matices.
En todo caso, sí que es cierto, que ciertos corredores de la actualidad se han beneficiado de esta tendencia de una manera más que evidente.
Entre otros, como dije, Mikel Landa.
Esta misma semana, en la rueda de prensa previa a la vuelta al cole del Bahrain, Mikel, junto a Pello Bilbao, ya han dicho que el Tour de Francia entra en la lista de prioridades de 2023.
La casi total ausencia de kilómetros contra el reloj de la carrera francesa juega a favor de obra frente a la elección por el Giro de Italia.
Mikel Landa sigue en las mismas que cuando fue podio en el Giro de 2015, centrando su suerte en generales y buenos puestos al final de las tres semanas.
En su relación de deseos para el año nuevo pide, por eso, otra cosa: «Volver a ganar«.
Y ahí es donde yo quiero entrar.
¿Qué tipo de ciclista habría sido Mikel Landa de no haberse centrando en generales?
En caso que las cronos fueran las de hace 20 ó 30 años, habría sido complicado verle disputar una plaza en la general, pero ello nos hubiera descubierto otro perfil de ciclista.
Gafas de Shimano, tres opciones para las rutas que nos esperan
Yo me voy al Landa que acaba de fichar por el Team Sky y gana una etapa de la Itzulia o al mismo que debuta en Movistar alzando los brazos en Tirreno.
Un corredor con una clase brutal sobre la bicicleta, que por postura y movimiento en la misma, asombra por la facilidad que transmite y la solvencia con la que ejecuta el objetivo.
Sin esa obsesión por el puesto en la general, Mikel Landa podría haber sido un ciclista brillantísimo, aún más, si cabe.
En el ciclismo actual, salvo que seas Pogacar o Vingegaard, es muy complicado centrarse en la lucha por el podio en una grande sin renunciar a todo lo demás.
Así lo vemos en cada grande que disfrutamos, así nos lo dijo en su día Pello Bilbao: «Hay que ser muy muy muy bueno para ir a por etapas y al mismo tiempo disputar la general«.
Landa fue tercero en el Giro 22 y cuarto en el Tour 20 después de tres semanas midiendo cada esfuerzo, sin pensar en el día ni en el objetivo puntual, al tiempo que gratificante, de la etapa.
¿Cuántos ataques agarrado de abajo nos hemos perdido por seguir centrado en generales?
Todo parece indicar que seguirá en las mismas el año que viene, aunque espero que esa tarde de Lombardía que tan buen recuerdo le trae, juegue su papel y se líe la manta a la cabeza.
No son muchos los ciclistas que aúnan carisma y clase como él, twitter ciclismo acabaría en brasas…
Mikel landa
Los caminos de Mikel Landa son inescrutables
Con tres podios en carreras top es complicado definir el año Mikel Landa
Este Mikel Landa, hay quien dice que sólo puedes quererlo, otros que merece fe ciega y algunos que lo consideran un bluff.
¿Quién se habría jugado los cuartos a su podio en el Giro de Lombardía?
Desaparecido durante grandes tramos de la campaña, tras una Vuelta a España muy mala, llega al último monumento del año para disputarle la corona, con Remco de boda, a los dos tíos más en forma del pelotón.
La foto lo dice todo, Enric Mas, Tadej Pogacar y semiescondido Mikel Landa, tras aguantarles en Civiglio, cazarles antes de San Fermo y entrar tercero.
FB Il Lombardia
Había euforia entre los defensores de lo español en el ciclismo el sábado por la tarde, pues se metieron cuatro entre los seis primeros ,en un resultado que siendo muy bueno no es significativo de lo que es el ciclismo español ahora mismo, pues abriendo el foco, si algo tiene el ciclismo ahora mismo en este lado de los Pirineos es que no es de cantidad y sí de calidad.
Son pocos los nombres que veo ahora mismo en el máximo nivel, y Lombardía, sin ser un espejismo, fue también una confluencia de factores.
También es cierto que Pogacar, que le disputa y gana sprints a Van Aert, tuvo dos excelentes compañeros de aventura para acabar ganando su segundo Lombardía.
Si Enric Mas no destaca por ser rápido, lo de Mikel roza la tragedia en llegadas de grupo
No obstante, creo que a Enric le habría interesado soldarse a la rueda de Pogacar, dejar que entrara Landa y luego ya veríamos cómo hubiera gestionado el esloveno a dos tíos a rebufo hasta la meta.
Pero vuelvo a Mikel Landa y la temporada que acaba de finalizar.
¿Cómo valoramos el 2022 de Mikel?
Ha vuelto al podio de una gran vuelta, tercero en el Giro, siete años después de acompañar a Contador y Aru, también en la grande italiana.
Curiosamente ha sido también tercero en otras «grandes» del calendario de la bota, como Tirreno y Lombardía, ambas ganadas por el mismo, Tadej Pogacar, y en ambas con la sensación instalada de que más allá del tercero tenía muy complicado subir,
Más allá de estos tres resultados, pobre el balance global de Landa quien en la Vuelta completó una actuación tan gris que me sorprende que nadie comentara nada.
Se criticó mucho, por ejemplo, a Carapaz por no poder disputar la general, pero al menos el ecuatoriano cambió el chip sobre la marcha y se hinchó a etapas hasta el final.
Esperar algo similar de Landa habría sido deseable: pilló dos o tres fugas, pero nunca entró en la quiniela de culminar la escapada.
Y mira que la Vuelta es una carrera a la que si llegas en un estado de forma bueno tienes opciones de ganar hasta varias etapas, pues en ciertos momentos la prueba parece entre unos pocos nombres.
Mirad el ejemplo de Carapaz, pero también el de Mads Pedersen o Jay Vine, en la primera semana.
Mikel Landa nos sigue pareciendo un cilcistazo, eso no lo podemos negar, pero ese valor en carrera se da a microdosis, tan pequeñas, que nos sabe a poco.
No le vemos en la Vuelta y se mete en la puja por un monumento, eso es el mundo al revés, eso es landismo puro y duro.
Yo creo que hace tiempo que es consciente de sus limitaciones en los grandes objetivos -como el ganar una grande-
Para lograr uno de ellos cabría una alineación de muchos factores, más con la chavalada que crece y los rivales del presente que le demuestran que siempre hay uno o varios mejores.
Sin embargo, me apena que haya fiado todo a plazas en la general (que tiene unas cuantas y muy buenas) y no ha darle palique a ese palmarés que de otra manera podría tener, entre otras cosas, etapas en las tres grandes y una buena colección de cimas.
Si quiere seguir disputando generales que tome nota del ciclismo que viene, con más kilómetros contrarreloj, como los que deja entrever el Giro.
Mikel Landa ha pasado años muy buenos en las grandes vueltas sin cronos que le molestaran pero ahora las tornas pueden cambiar, no será lo de hace treinta años, pero una grande que se vaya a los 60 kilómetros entre cronos no sería de su perfil.
Quizá deba contemplar otros objetivos…
Imagen: @Sprintcycling @TeamBahrainVictorious
Mikel landa
Los mejores años de Mikel Landa ya pasaron
Hay que tirar varios años atrás para ver al mejor Mikel Landa
Es curioso que este artículo llegue pocos días después del segundo podio del Mikel Landa en el Giro en siete años.
Pero como ya dijimos el otro día, creo que el éxito del podio del Giro, porque un podio es un éxito, más cuando dices que es tu primer objetivo, esconde una segunda cara, la de un techo de cristal que me temo Mikel no va a romper.
Durante este Giro, Landa ha sacado a relucir lo mejor que tenía y en ningún caso logró despegarse de sus rivales
Jugó todo, legítimamente, al podio, pues para la general creo que no le quedaba mucho más, pero en ese camino demostró que estaba con los mejores pero nunca fue capaz de dejarlos atrás.
Y lo intento varias veces, como Carapaz, aunque con idéntico resultado.
Si a eso le añadimos que etapas como Turín le van a contrapié, por ser cortas y explosivas, y no hace ademán de mejorar en la crono, creo que Mikel Landa debería darse cuenta que sus mejores años en las grandes vueltas quedan lejos.
A Landa le pasó lo que a otros muchos corredores, se me ocurre, por ejemplo, Roberto Heras, quien creo que tuvo sus mejores días sobre la bicicleta en instantes incorrectos, pues, como se vio, se debía a terceros.
Igual que el salmantino quemó sus mejores piernas en alguna de las etapas clave del Tour de hace veinte años en favor de Lance Armstrong, Mikel Landa dejó selló en dos carreras: Giro de 2015 y Tour de 2017.
Obviando que en el Giro de 2017 tuvo aquel percance en el pie del Blockhais con Geraint, y que un año antes había abandonado justo cuando acababa de firmar su mejor crono de siempre, aquella del Chianti, creo que esas dos grandes vueltas pudieron ser de Mikel Landa.
No es la primera vez que decimos abiertamente que Alberto Contador salió muy vivo de situaciones complicadas en el segundo Giro que gana porque a Mikel Landa, literalmente le atan a Fabio Aru, a todas luces inferior al vasco.
Landa en ese Giro tenía dinamita, con duelos directos con el ganador que solventa a su favor y cortes que provoca de lejos.
Pero le mandaron someterse a Aru, Astana prefirió a dos en el podio, aunque fueran segundo y tercero, que optar al primero.
Tan respetable, como triste.
El Tour de 2017 es otra pieza de colección
Enrolado en un equipo que no permite alegrías a quien no se apellide Froome, Landa tira y tira de su líder, del pelotón, se mete en fugas, cierra huecos y tiene suficiente para llegar con los mejores, o muy cerca de ellos.
En una carrera que aburridísima, él puso la única nota de color camino de Foix con Contador y casi arrebaña el podio a Bardet en ¡una crono! en Marsella.
Yo, desde aquellos tiempos, le he vuelto a ver tan fuerte: ni siquiera en Movistar, ni si quiera cuando queda cuarto en el Giro que gana Carapaz, más fuerte que él esos días, ni siquiera cuando queda cuarto en el Tour, desplazado del podio por Richie Porte.
Por eso, mis queridos landistas quizá convenga recalibrar y apuntar a otros objetivos, que son bonitos y engrandecen, un poco como supo hacer. en el Giro 2017, ir a por etapas, KOM´s y esas cosas que aderezan el palmarés y el cariño de la gente.
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