Noticias de ciclismo
La vuelta de Nairo, interesante pero insuficiente
El año de vuelta de Nairo se cierra con un protagonismo muy reducido del colombiano
¿Cuántas imágenes de Nairo Quintana recordáis este año en cabeza de un pelotón importante?
Yo más bien pocas, casi contadas con los dedos de las manos, aquella etapa que gana Pogacar en el Giro, en medio de la nueve, un poco en Lombardía, algún trabajo para Enric Mas en la Vuelta y ninguna más.
Hace un año, casi exacto, tuvimos ocasión de entrevistar a Nairo en la previa de su fichaje por Movistar.
El tío estuvo bien, callado y guardando la ropa, no soltó psita de lo que estaba apalabrando con Eusebio Unzué.
Siempre pensé que su sanción era una injusticia de libro, por no estar nada claro el marco en el que se movía el tema del tramadol.
Cuando le ficharon en Movistar, viendo las temporadas de las que venía el equipo, me vine arriba sobre las expectativas en Nairo Quintana, pensando que podría ser el mejor ciclista del conjunto azul, en especial me pregunté si sería de recibo ver al colombiano trabajar para Enric Mas.
Pues sí, ha sido de recibo verle trabajar, efímeramente en la Vuelta a España, en la base de un puerto, no recuerdo cuál con Einer Rubio, por cierto muy desaparecido también en la Vuelta.
Nairo Quintana perdió la forma de inicio de temporada en alguna caída, luego en el Giro estuvo cerca de ganar una etapa, pero Pogacar lo evitó y poco, muy poco más.
La ilusión, las ganas, la moral,… son importantes, pero insuficientes en un ciclismo cuyo tren creo ya partió para unos cuantos, entre ellos Nairo.
Sus rivales de siempre o se han ido o se están yendo, compañeros de generación como Peter Sagan, Thibaut Pinot, Vincenzo Nibali, Tom Dumoulin y hasta Romain Bardet, que lo deja ya.
No veo que esté renovado en Movistar, un equipo que creo hoy es mejor que el de hace un año, incluso con las bajas que va sufriendo y las que se anuncian, y no sé hasta qué punto, más allá del interés publicitario, les conviene extenderle el contrato,
Fichar un ciclista que viene de un parón así es complicado, quizá la única carta que podía jugar Movistar el año pasado con el dinero que tenía, pero al final el precio se ha cobrado en un rendimiento muy regular.
Noticias de ciclismo
Lo de Pogacar no es aburrido…
El ciclismo de Pogacar no es aburrido, sólo que necesita contestación
Cuántas vueltas le hemos dado este año a la misma escena, que no deja de ser la imagen del año, Pogacar partiendo a una distancia importante de meta para dejar la carrera sentenciada por anticipado.
Lo comentábamos cuando Montreal, cuando volvió a ganar casi dos meses después de coronarse por su tercer Tour de Francia en Niza.
Es la imagen del año, dos carreras en una, antes del ataque todos juntos y ritmo infernal, luego, que empiece la lucha por el podio.
Decir esto, por eso, no es criticar ni el hambre ni las ganas que le pone Tadej Pogacar, es un mero cuatro descriptivo de la realidad, la de un ciclista que, ahora mismo, es el mejor del mundo con mucha diferencia,
¿Es culpa de Tadej Pogacar ser tan bueno?
¿Te gustan los «solos» a los que nos ha acostumbrado Tadej Pogacar?#ILombardia #PodcastJS
— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) October 11, 2024
Evidentemente que no, más cuando pone toda esa calidad en el asador, al servicio de dar un espectáculo digno y mejorar, sin duda, todas las carreras en las que participa.
El problema viene a su alrededor, al tremendo poder de disuasión que imprime y que hemos visto de forma nítida este año, desde el minuto uno, desde ese ataque lejano en la Strade Bianche en el que la concurrencia se dio cuenta que intentar seguirle era tontería.
¿Quieres que Tadej Pogacar gane el Mundial?
¿Por qué?— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) September 26, 2024
Decir que nos gustaría más contestación en el ciclismo de Pogacar, no significa que lo que nos propone sea aburrido, sólo que se convierte una sucesión de «solos» donde el atractivo reside a veces en la impresión que nos cause las diferencias que logra, porque no sólo quiere ganar, busca dejar huella.
Quizá por que compita contra los mejores dela historia, también por que le sale de dentro, a Pogacar no le basta con ir a la Volta, ganar alguna etapa y la general, lo mismo en el Giro o en el Tour, no le vale con atacar en la vuelta final del Giro de la Emilia.
Todo eso que hasta ahora sería lo normal, a él no le cuadra, a él le gusta dejar huella.
Sólo Jonas Vingegaard y Mathieu Van der Poel le pueden proponer un duelo de tú a tú y en momentos determinados de la temporada, como el Tour de Francia y las clásicas de adoquines, más allá de esto, el vacío.
Un vacío sazonado por un equipo poderoso que le allana el camino y le pone autopista hacia la victoria, por si ésta no estuviera asegurada ya.
Es tremenda la seguridad que transmite, su nivel de acierto y efectividad, carreras inciertas sobre el papel, convertidas en soliloquios.
Y así hemos dado con la mejor temporada de la historia, cuando creíamos que nadie iba a igualar a los antiguos, llega y lo firma él, dejando atrás carreras plomizas, como aquellos Tour de Froome que no están tan lejos en el tiempo, a menos de una década.
Noticias de ciclismo
Enric Mas es ahora mismo el mejor ciclista español
La temporada que finaliza sitúa de nuevo a Enric Mas en la vanguardia del ciclismo español
Ya no es sólo una percepción, es una realidad estadística que mal que les pese a muchos Enric Mas es el mejor ciclista español de la actualidad.
El otro día, cuando hablábamos de Claudio Chiapucci, éste nos hablar de las estrellas españolas con cierta desazón.
En concreto se centró en Carlos Rodríguez, vino a decir algo como:»Estuvo muy bien ne la primera mitad, hasta ganó el Tour de Romandía, pero en el momento importante, en las grandes vueltas, no le hemos visto donde esperábamos«.
Lo decía con disgusto, como creo que lo diremos muchos de los aficionados españoles que tan enamorados estamos del ciclista del Ineos como de Juan Ayuso y los jóvenes que van creciendo.
Pero Claudio tenía razón, buenas primeras mitades de temporada y sin embargo, en el momento de las grandes vueltas y mundial, Enric Mas ha sido el mejor ciclista de los nuestros.
El mallorquín ha sido objetivo de todo tipo de críticas, aquí mismo también las vertemos, pero ello nunca nos ha hecho perder de vista que lo que ofrece es lo que hay y poco más se puede rascar.
Enric Mas es un ciclista top que, como el 99,9% del pelotón, no tose a los del big 6 cuando uno de estos esta en liza.
Lo vimos con Roglic en la Vuelta, donde pareció tenerlo a merced, pero no, lo mismo con Van der Poel en el Mundial y qué decir de las veces que ha corrido con Tadej Pogacar.
Lo que más lamentamos de Enric Mas es que con el estado de forma que le hemos visto esta temporada, con el punto que exhibió en la Vuelta, no fue capaz de sacar ni una mísera etapa ni algún día de líder.
Pudo haberlo sido, quizá, en alguna etapa, sin haber mediado Ben O´Connor, pero no fue así.
El de Movistar ha sido el gran baluarte en la Vuelta que ha finalizado por cuarta vez en el podio, un ciclista renovado en el Tour, buscando un triunfo parcial en la edición más cara de los últimos años, y uno de los más fuertes en Mundial y Lombardía.
¿Su problema?
Que le cuesta horrores ganar, cosa que Carlos Rodríguez y Juan Ayuso van logrando de vez en cuanto y en escenarios del máximo nivel.
Quizá los dos chavales sepan escoger mejor sus picos de forma y sus objetivos, no apuntan a ganar el Tour o a pisar el podio, pero se centran en aquellas épocas que mejor le pueden ir.
Ambos, creo, que en breve serán lo mejor que tiene nuestro ciclismo, pero ahora esta responsabilidad reposa sobre las espaldas de Enric Mas, también por delante de otros como Pello Bilbao -en un año complicado para él-, Roger Adrià, Marc Soler y el celebrado Mikel Landa.
Imagen: Unipublic/Cxcling/Toni Baixauli
Noticias de ciclismo
La Volta en el Berguedà: una buena noticia
El regreso de la Volta al Berguedà debería cambiar cosas del recorrido de la carrera
Estos días que se habla tanto de los solos de Tadej Pogacar, se nos queda un poco lejano en el tiempo aquel que protagonizó en la etapa de la Volta por el Berguedà.
Fueron poco más de 26 kilómetros en solitario, saltando en el puerto anterior a Queralt y llegando solo a la cima.
Pogacar ganó la general y cuatro etapas, de la Volta se sacó cinco de sus 25 triunfos de 2024.
Al calor de aquella jornada la Volta aborda de nuevo el Berguedà, otra vez llegando a Queralt, pero manteniendo la incógnita sobre el recorrido, si bien me parece que será muy similar.
Aquella etapa fue diferencial, sin duda, una etapa de gran vuelta en una de una semana, un ambiente de carrera única como siempre he considerado a mi querida Volta.
La apuesta fue redonda, el ruido tremendo y repetir éxito va a suponer un «retazo» porque la nota es alta, el público vino en masa, y no sólo de la zona, el día salió perfecto en el clima y luego el protagonista fue el mejor posible.
Que Pogacar venga o no a la Volta también marcará el éxito del Berguedà.
En todo caso, ya que la carrera se ha atrevido a salir de su zona de confort convendría recuperar ciertas costumbres que la Volta ha llevado a cabo en su más que centenaria historia.
Por ejemplo devolver la contrarreloj, con las dificultades que implica, pero con la necesitad de cierta equidad deportiva.
Dos llegadas en alto como las que propone Ferrocarrils de la Generalitat son un peaje alto para el balance de la carrera, montañosa no, lo siguiente, siendo además jornadas cuyo desenlace nos conocemos de antemano.
Y ya que la Volta se atreve con el Berguedà, a ver si otras zonas se suben al carro, ya se vistió Terres de l´Ebre el año pasado, pero por ejemplo, se me ocurren enclaves brutales para el ciclismo como el Penedès y sus caminos de viñas, el Solsonès y sus encerronas y volver a la Vall d´ Aran.
Sé que lo que digo no sólo depende del organizador, pero igual que todo se alineó para volver a Berga no sé cuántas décadas después, hay otra Catalunya que queremos ver en el paso de la Volta.
Noticias de ciclismo
¿Cuánto ciclismo ha visto Jakob Fuglsang?
El año que viene será el de la despedida a los 17 años de ciclista de Jakob Fuglsang
Con 39 primaveras y la carrera más que hecha, Jakob Fuglsang decide que 2025 será su último año de profesional y que lo hará con los colores del Israel.
La verdad es que uno tiene la sensación de haber visto al danés toda su vida sobre la bicicleta.
En pleno 2024 es un corredor que conecta con el ciclismo de hace quince años, nada menos, en un escenario completamente renovado del que sólo perduran él y alguno más a punto de retirarse como Rigoberto Urán.
Estos años, este corredor ha sido líder y gregario de lujo yo creo que a partes iguales.
Formó parte de aquellos Saxo Bank de los hermanos Schleck, cuando su gran rivalidad con Alberto Contador.
Luego pasó sus mejores años en el Astana firmando logros y prometiendo cosas que, llegado el Tour de Francia, nunca fue capaz de sostener.
Ahí están esas Dauphinés locas en las que emergía como posible candidato a la mejor carrera hasta que ésta le ponía en su sitio casi de salida, en la primera semana.
Sin embargo quedarse con los límites de este corredor sería injusto, en su haber reside un pequeño y selecto palmarés con dos monumentos.
Antes de Remco y Pogacar, antes de la pandemia, en las Ardenas rara vez fallaba Jakob Fuglsang, quien en 2019 completaba una primavera pletórica ganándole la Lieja al imbatido Alaphilippe.
Al año siguiente haría lo propio en el Giro de Lombardía versión de verano por la pandemia.
Esos dos monumentos y la medalla de plata en los Juegos de Río, en 2016, explican la variedad de registros de uno de los ciclistas más importantes de la última década y media, que no fue un top, pero que en ocasiones rodó como si lo fuera.
Ahora llega la recta final, y como cuando los Schleck, cumple labores de gregario con ese canadiense que nos cae tan bien, Derek Gee, podio en Dauphiné y top 10 en el Tour de Francia.
Es como volver a los orígenes, pero es un paso completamente lógico y razonado, al final un tío con la experiencia del nórdico es casi imposible encontrar.
Imagen: Israel- Premier Tech
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