Ciclismo en pista
Ciclismo Tokio 2020: La persecución por equipos es la excelencia de la pista
En la persecución por equipos sale a flote todo el trabajo de país de cuatro años
Hablar de la persecución por equipos es la guinda del ciclismo en pista.
Ya rueda el ciclismo en pista en Tokio 2020 y ya están las cuartetas de persecución en la elipse.
A mí personalmente, la carrera más bonita me parece el pulso a dos que implica la velocidad, un cuadro, cruces y eliminatorias y sólo puede quedar uno, pero la persecución por equipos es otra cosa.
Team pursuit is the essence of cycling. Strenght , elegance , team , automatism , confidence in yourself and the mates.
Just enjoy so much watching— Matteo Trentin (@MATTEOTRENTIN) August 2, 2021
Es la excelencia, a prueba del algodón, el mejor termómetro del trabajo de los técnicos durante la olimpiada, ya sabéis, ese ciclo de cuatro años que va de Juegos a Juegos.
Son cuatro ciclistas al unísono rodando muy por encima de sesenta por hora, pues salen parados, buscando pelar el crono del rival que tienen el el otro lado del velódromo.
Son cuatro bólidos coordinados milimétricamente, son cuatro pero parecen uno, un eslabón de la cadena que sale de cabeza en un peralte, para situarse a cola, tomar resuello y a las cuatro vueltas volver a marcar el ritmo.
En ese rodillo hay precisión, mimo y trabajo, un trabajo ingente, bestial, demencial, que a veces excede a naciones
España un día pisó el podio, hace 17 años, fue empezar a perder plazas en la persecución por equipos y desaparecer del mapa de la pista.
El ciclismo en pista fue semillerno no hace tanto de medallas para la delegación española, hoy se reduce a la pareja de madison Albert Torres & Sebastián Mora.
Cuando un equipo quiere cambiar su suerte junta una buena cuarteta.
Mirad los resultados de Río y Londres, incluso los de Pekín y Atenas, duelos a muerte entre británicos y australianos -a vueltas con un manillar que se ha roto-, hoy ambos son cuartos y quintos en las previas, pues Dinamarca machaca el crono -les acusan de taping kinesico para mejorar la aerodinámica-, Italia se ha metido a codazos en la puja y Nueva Zelanda sigue ahí.
Every rider with the same injury on both legs requiring ‘medical tape’ down the front of their legs, coincidently exactly where it would be aerodynamically advantageous ??? https://t.co/l4mFuDFsww
— Chris Boardman (@Chris_Boardman) August 2, 2021
En fin que el trabajo de Italia en el ciclismo en pista, junto al compromiso de estrellas como Elia Viviani, abanderado en la inauguración de los Juegos Olímpicos, da sus frutos: récord del mundo para remontar a Nueva Zelanda y acceder a la final del miércoles.
¿Alguien en el aparato en España?
Queremos por último recuperar un post que sacamos a raíz de leer la biografía de Bradley Wiggins sobre una de las muchas carreras de persecución por equipos que hemos disfrutado, para que veais lo que implica…
Este jueves noche pudimos ver una excelente final de persecución por equipos que Nueva Zelanda acabó por ganarle a Gran Bretaña, tras un tira y afloja memorable en el que los “all blacks” sacaron lo mejor de sí mismos para remontar a una cuarteta, la británica, que aunque competitiva, dista de ser la memorable combinación de estrellas y “savoir faire” que le ha dado por ejemplo las dos últimas medallas de oro olímpicas en la especialidad.
La persecución por equipos es un arte de magia y equilibrio a más de sesenta kilómetros por hora. Necesitas talento, calidad y técnica a partes iguales. En España, Jaume Mas bebió la tradición de su padre en la preparación de esta modalidad, muy prestigiada pues es de las pocas del fondo que ha resistido la criba del programa olímpico. La clave está en entrenar, entrenar y entrenar para que, casi rozando la perfección y haciendo cuatro kilómetros por debajo de los cuatro minutos puedas optar a un top ten.
En su biografía, Brad Wiggins describe con detalle el entrenamiento y guion que llevaron a UK a firmar el doblete mundial-juegos en 2008 con un equipo cuyo sólo relato de nombres dejó huella: Ed Clancy –también presente en los mundiales de París-, Paul Manning, Brad Wiggins y Geraint Thomas –protagonista estos días en el Algarve-.
Precisamente por ese orden se dispusieron. Clancy, con background de velocista, tenía el mandato de arrancar. El hoy ya veterano pistard se puso al frente e incrementó hacia la velocidad de crucero tras unos 25 segundos al frente. Le tomó el relevo Manning y el ritmo ya rozó los 66 kilómetros por hora. Entró Wiggo con la consigna de que nada se fuera de las manos: tranquilidad y buenos alimentos. El mejor persecucionista individual del cuarteto fija la cadencia ante la entrada de Geraint, el cuarto y más joven.
El primer kilómetro se pasa en minuto tres segundos tras hacer la primera vuelta en veinte segundos. Shane Sutton, desde el interior de la elipse, recuerda: “Seguid la línea”. El tren es uno. Son cuatro ciclistas en un hilo de peralte. El manejo de la situación les lleva a rodar con centímetro y medio entre rueda y rueda. Una obra de arte a más de sesenta por hora.
Segundo kilómetro en 57 segundos, a razón de poco más de siete segundos la media vuelta. Se exige extra de concentración, quien tira no puede ceder ni un ápice. Prohibido bajar la velocidad. Tercer kilómetro en poco más de 57 segundos. El grupo de cuatro se hace tres y estos tres entran en zona roja. “El dolor es indescriptible” dice Wiggo. Nadie puede mirar hacia delante, nadie puede girar la mirada. Ajenos al dolor, pero también al jolgorio que resuena en la pista. Todo para rodar con holgura por debajo de los cuatro minutos. Todo para firmar un doblete al que sólo se aspira cada cuatro años y posiblemente no más de tres o cuatro veces en la vida.
Imagen: UCI Track Cycling
Ciclismo en pista
Emma Finucane: La igualdad de género se impone en la pista
Para Emma Finucane, el ciclismo en pista es un ejemplo a exportar en términos de género
Cuando en la previa de las carreras de pista de los Juegos Olímpicos, Luis Román pasó por nuestro podcast, la velocista británica Emma Finucane fue uno de los nombres destacados.
Pasados unos días de aquella predicción, Emma Finucane, ciclista galesa de 22 años, alcanzó el estrellato con su oro en velocidad por equipos para Gran Bretaña y ganó bronces en keirin y velocidad individual.
Además, obtuvo títulos mundiales y europeos, consolidando un año de éxito absoluto.
La ciclista comenzó en pista a los 16 años en Newport, a pesar de la distancia de su hogar.
Después de los Juegos, se enfrentó a un agotamiento emocional pero logró superar el desafío de competir en los Mundiales, donde volvió a destacar.
Finucane es consciente de ser parte de un deporte que ha progresado hacia la igualdad de género, dejando atrás problemas como los diseños de equipamiento inapropiados para mujeres.
El ciclismo femenino ha avanzado en aspectos como los «fondelli» específicos para mujeres, un problema que afectó a muchas atletas en el pasado.
Finucane agradece no haber enfrentado este obstáculo, reconociendo el esfuerzo de generaciones previas que abrieron el camino para mejorar las condiciones de las deportistas actuales. Aspira, además, a contribuir al progreso de futuras generaciones.
En cuanto a su desarrollo físico, Finucane compartió su lucha con los cambios corporales necesarios para competir al máximo nivel. Aprendió a aceptar su musculatura como una herramienta para el éxito, destacando la importancia de rodearse de personas positivas y mantener una perspectiva realista sobre los estándares de belleza. Subrayó que las redes sociales pueden ser una fuente de presión, pero confía en su fortaleza mental y en los modelos femeninos que inspiran a nuevas atletas.
De cara al futuro, Finucane aspira a ganar tres oros en los Juegos de Los Ángeles 2028
Aunque le apasiona el ciclismo en ruta, ha decidido centrarse en la pista, un ámbito que ya ofrece mayor igualdad entre hombres y mujeres.
Valora el crecimiento del ciclismo en ruta femenino, pero prefiere competir en un entorno donde se sienta plenamente respaldada y realizada.
Emma Finucane es un ejemplo de superación y compromiso, tanto dentro como fuera de la pista, promoviendo la igualdad, la aceptación personal y el empoderamiento femenino en el deporte.
Ciclismo en pista
Best wishes, Chris Hoy
La enfermedad terminal de Chris Hoy son esas cosas que nunca pudiste imaginar
Golpe tremendo al ciclismo escocés, británico y diría que mundial, y aunque no haya sido noticia de portada en muchos sitios: A Chris Hoy no le dan más de cuatro años de vida.
Un tumor extendido nos va a dejar prematuramente sin una de las mejores personalidades que tiene mi querido ciclismo en pista, una persona que ha sido inspiración para mucha gente allá en las islas y cuyo camino han seguido no pocos velocistas qe han hecho carrera en Juegos Olímpicos y otras citas importantes.
Las palabras de Chris Hoy, en el momento en el que le confirman algo tan terrible, son sin duda un asidero al que agarrarse cuando creemos que tenemos un mal dia.
Piensa que el tiempo que le ha sido calculado es un regalo para exprimir, más cuando su pareja también padece una enfermedad muy dura.
No vi venir esto, la verdad, esa cara de escocés bonachón, que distinguí en algunas de las tardes de velódromo olímpico hace un par de meses, nos va a dejar en poco tiempo
La vida es algo tan efímero que si tú te lo has jugado todo en lapsos de tiempo tan pequeños como Chris, seguro que aprendes a apreciarla como él está demostrando.
Para quienes os preguntáis por quién es Chris Hoy os diré que es uno de los mejores velocistas de la historia, con seis oros olímpicos y no sé cuántos mundiales.
Un ídolo en las islas que tocó techo en los días de velódromo de Londres 2012, firmando en el keirin la actuación colectiva más bestia vista jamás en un velódromo, la del Team GB.
En 2012, cuando hicimos un repaso a los mejores del año hablamos de Wiggins, de Froome, de Purito, de Contador, pero también de Chris Hoy, a ese nivel se situó.
Nuestro hombre es Chris Hoy. Escocés y bisagra de esta historia. Emergió en 1999 como integrante de la velocidad por equipos y desde entonces engarzó todos los capítulos del más dorado de los cuentos de fortuna de una nación en una disciplina en concreto. Sus logros deportivos dieron rumbo a una manera de entrenar revolucionaria pero cruel. Hoy se vació en discretas sesiones como lo hubiera hecho en cualquier gran evento.
Titulado Sir, la descripción de su palmarés es superflua respecto a lo que significa. Valgan sólo once campeonatos del mundo y seis títulos olímpicos. Su bagaje engloba mucho más. Lo vimos en Londres. Días antes de iniciar la competición en el fabuloso velódromo. Hoy fue el abanderado de la selección anfitriona. Un gesto, un detalle de calado. En un mundo donde estados que se sienten como tales hablan de separarse, el elemento supranacional que es el deporte burló las diferencias. Situaron a un escocés al frente de la delegación de la Gran Bretaña en el momento cumbre de la Olimpiada de Londres. Dimensionar tal momento es hacerlo sobre el apego de esta gente al velódromo, ese resuello de modernidad que reclamaban para amar la bicicleta. Ahora que lo tienen Hoy cuelga los hábitos. Cerró el círculo, su tremendo golpeo en el keirin se nos hizo eterno.
Que lo que venga, sea lo mejor posible, Chris.
Imagen: BBC
Ciclismo en pista
Albert Torres & Sebastián Mora, no ha podido ser pero….
La trayectoria de Albert Torres y Sebas Mora evidencia que el talento nunca ha dejado de existir en España
La americana de París se estaba complicando, pero por algunos momentos estaba yendo muy bien para Albert Torres y Sebastián Mora.
No coger vuelta se estaba convirtiendo en una condena, pero las opciones no estaban consumidas, de hecho Portugal así lo demostró.
Iba Albert Torres por la cuerda cuando un belga salió rebotado de en medio del peralte y lo llevó por delante.
Albert se levantó dolorido pero no le dejaron volver a pista, ¿el motivo? lo desconozco, pero ahí acabó todo.
Acabó una carrera a la que ambos, Albert y Sebastián, llegaban pletóricos de forma.
Habían golpeado con fuerza el pelotón en las primeras vueltas y hacían daño.
Hace unos días Albert Torres fue finalmente el ciclista español en el omnium donde las primeras pruebas le perjudicaron excesivamente ante una puntuación excelsa que le dejó cuarto, a un lamido de la medalla.
Eso es, la medalla, los Juegos Olímpicos, eso ha sido el motor de Albert Torres y Sebastián Mora estos años, una gota en el desierto que es la pista española merced a una gestión inexistente y descuidada.
La RFEC ha pasado olímpicamente del ciclismo en pista.
Ambos han demostrado que si se apuesta por ellos responden, que si se siembra, se recoge.
Los portugueses lo han dejado «clarinete», con dos medallas, pero Albert y Sebas no han podido llegar a ese podio olímpico.
En el camino, una trayectoria complicada, llena de fe, de malos momentos y otros buenos, pero sobretodo trufado de calidad.
El estado de forma que han lucido en París demuestra que cuando se pone los huevos en el cesto correcto, las cosas funcionan.
Ambos entraron en el Movistar justo antes de Tokio, se retrasaron los Juegos, pero siguieron en el equipo telefónico y fueron creciendo.
Mora no fue renovado, pero me consta que Albert es muy apreciado en el equipo telefónico, ha corrido varios Giros y ha mejorado lo suficiente para haber sido uno de los mejores en las carreras que ha tomado parte en París.
Ha llegado en un estado de forma brutal, suficiente para competir con otras figuras del World Tour.
Ojalá su ejemplo no caiga en el olvido.
Dado que para Los Ángeles 2028, la pista española va tarde, que miren a los que suben y triunfan en los europeos para ciclos a más largo plazo e igual que hicieron otros, la Real Federación Española de Ciclismo apueste de una vez en esto, que da medallas, que es espectacular y da salida a grandísimos atletas.
Imagen: RFEC
Ciclismo en pista
Juegos Olímpicos: España sigue sin encontrar el velódromo
El espectáculo del velódromo de los Juegos Olímpicos sigue ajeno a España
Este miércoles central en el programa de pista era día grande, se jugaban las dos persecuciones por equipos en el velódromo de París, el instante más potente del ciclismo en pista de unos Juegos Olímpicos.
Lamentablemente, Italia no ha logrado mantener el cetro de Tokio, digo lamentablemente porque los que azules lograron hace tres años fue algo especial, poner coto al dominio anglosajón en las carreras reinas de la pista.
Un paréntesis que ha durado poco, pues las aguas han vuelto a su cauce, con una finalísima que nos suena, un Australia vs Gran Bretaña, condicionado por el récord del mundo que firmaron los australianos, dejando el listón en 3´40´´largo.
Esto va para el infinito y más allá.
El ciclismo en pista encuentra en los Juegos Olímpicos el momento cumbre, en el velódromo se juega lo gordo e importante de una modalidad que depende mucho de esta cita, en especial los velocistas.
España fue, hace un tiempo, un referente en la pista.
Raros eran los Juegos Olímpicos que no finalizaban con una o varias preseas.
Desde el kilómetro de José Manuel Moreno en Barcelona 92, el podio se hizo familiar para corredores españoles, en especial en carreras de fondo, pero también con platas tan singulares como José Antonio Escuredo en un keirin.
Hay una prueba del algodón sobre el trabajo de un país en ciclismo en pista, se llama persecución por equipos, una carrera agónica que una vez describí tras leer el libro de Bradley Wiggins.
Es dolor en superlativo, sumado a una coordinación digna de un tango, del mejor baile que puedas desplegar sobre una madera, sólo que a casi 70 kilómetros a la hora.
Una fila de cuatro corredores, en la que se relevan con perfección, tomando la rueda de los compañeros sin perder ritmo.
España fue bronce hace veinte años, hoy está perdida.
Madre mía🙈… cualquier día despegan del suelo😅. El récord nacional🇪🇸a 10” del último equipo que pasa ronda. Hace un tiempo estábamos a 6” del récord mundial. Cuando veo esto recuerdo aquellas palabras del @deportegob “para que queréis más si con lo que tenéis hacéis medalla…” pic.twitter.com/5TJ7yEVrhU
— sergi escobar (@losergiescobar) August 5, 2024
Como en Tokio la selección española se ciñe al dúo Sebastián Mora y Albert Torres, dos talentos para la americana que se mantienen a flote merced a su apuesta personal.
La Real Federación Española de Ciclismo está para figurar en esta modalidad, escuchad a nuestro amigo Luis Román, el narrador de la pista olímpica en Eurosport, y buen conocedor del desastre de gestión que ha borrado la pista española del mapa mundial.
Albert Torres ha hecho un omniun de casi medalla -qué carrerón- y luego buscará la suerte de la americana con Sebastián, lo suyo tiene un mérito terrible, son una isla el medio del desierto y lo que es peor, la selección española de ciclismo en pista va muy tarde para Los Ángeles 2028.
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24 de agosto, 2021 En 23:19
Muy buena publicación
Me gusta como contáis y detalláis todos lo corrido.
Un saludo!