Ciclistas
No todos los regalos tienen su contraprestación
Cuando Indurain flaqueó en Les Arcs, nadie pensó en esperarle, igual que a Roglic
El año pasado, en la parte inicial del confinamiento, en esas tardes de Teledeporte y ciclismo enlatado, recuerdo que dieron el replay de Isola 2000, en el Tour de 1993.
Para quienes no recuerden la jornada, fue aquella en la que, tras estar todo el día juntos en el pelotón, Rominger e Indurain se fueron solos a un kilómetro de meta -dicen que el pancartazo es de ahora- marcando la distancia real que había entre ambos y el resto.
En el tramo final, navarro y suizo iniciaron un sprint en el que siempre tuvimos la sensación que Indurain deja de pedalear primero, como si no quisiera entrar en la pugna por la etapa, hablando en plata como si le estuviera regalando la pieza a Rominger.
Aquella es una etapa de la que muchos echamos mano cuando surge la legendaria e interesada «generosidad» de Miguel Indurain.
Es cierto, aunque en su entorno nieguen la mayor, la lista de etapas que el quíntuple ganador del Tour podía tener en su palmarés es menor de lo que habría de ser, pero de ahí a decir que regalaba etapas alegremente, hay un trecho.
Veo que se está creando otra leyenda urbana: Indurain ganó carreras gracias a sus regalos. El único retorno que obtuvo fue que Banesto se ahorrase sobornos en Mende… que es un Tour que hubiera ganado igualmente si Jalabert ese día coge 5 minutos más.
— Miguel González (@gzlz11) March 15, 2021
Pudo haber mirado para otro lado en alguna ocasión, la famosa etapa de Mende se resolvió a favor suyo por los favores ajenos que supo granjearse con anterioridad, pero no os llevéis a engaño, la devolución de aquel favor se hizo por que Miguel estaba fuerte y en carrera.
Cabe recordar que el día que flaquea en Les Arcs, las ratas, como no podía ser de otra manera, abandonaron en masa el barco.
Aquella jornada Dufaux iba escapado y luego saltó Leblanc, en la antesala del derrumbe de Indurain, era el mismo Leblanc que para muchos había ganado en Hautacam por magnificencia del navarro.
Indurain dio lo que consideró hasta dónde sólo él sabe, pero pensar que regaló alegremente no es fiel con la realidad y creer que todo «regalo» era devuelto, muy ingenuo.
No todo se devolvía, ni dejar ganar implicaba un favor de vuelta.
Comentamos esto por todos los mensajes que vincularon la París-Niza que pierde Roglic con no dejar ganar a Mader un día antes.
El esloveno era el más fuerte y en su derecho estaba demostrarlo, sin esperar nada de nadie, pues si algo tiene este ciclismo es que los favores, de hacerse, no resultan tan obvios y que las ayudas sólo se dan si son en beneficio propio.
Pensar en conjuras por ese lado lo veo alejado de la realidad que se masca en las carreras y al final todos persiguen lo suyo, incluso Cofidis e Ineos que no se guardaron de tirar con Bora cuando Roglic iba por detrás.
Roglic perdió por que flaqueó, como fuera, pero flaqueó, ya fuera en forma de caída, de equipo que no está a la altura… si hubiera dejado ganar a Mader, habría pasado exactamente lo mismo.
Nadie espera a nadie.
Que el esloveno admita estas cosas con esa naturalidad y sin malos gestos de cara a la cámara es la mejor muestra de que él, mejor que nadie, comprende cómo funciona este negocio.
Ciclistas
Las lecciones de Héctor Álvarez en el Mundial
A pesar de caerse del podio, Héctor Álvarez puede estar muy orgulloso de lo hecho
Qué impresión ver a Héctor Álvarez a unos veintipico de meta escapado con Lorenzo Finn y Albert Philipsen, bajo el diluvio zuriqués en el mundial juvenil.
Estaba en el límite de todo, en la cima, con dos de los grandes favoritos y a punto de griparle el motor.
Leed esta crónica-literatura de Carlos Arribas para más detalle.
Ese trío saltaría por los aires fruto de una carrera durísima, Phlipsen, estampado en una curva, Héctor con problemas en la subida anterior, dejaría que Finn se fuera solo a por su medalla de oro.
Me encantaron las declaraciones de Héctor Álvarez pasado un rato de su desplome en meta.
Cuando Finn le dejó, algo me decía que por atrás le iban a meter mucha presión, y el corredor español iba vacío, ciego, aprendiendo que a estos niveles las cosas son complicadas no, lo siguiente.
Estamos aquí para aprender, que somos juveniles todavía https://t.co/yUsQic8SLy
— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) September 27, 2024
La humildad con la que se explica es terrible, abrumadora, estaba flipando con sus compañeros de carrera, emocionado por el desarrollo de la misma, y se olvidó de comer y beber lo necesario.
Él, como dice Arribas, hijo de la preparación milimétrica, ejemplo del salto que los preparadores españoles se han visto obligados a experimentar en su trabajo, se había olvidado de llenar el tanque.
Acabó sexto, pero grande, muy grande, porque cayó de las plazas del podio en el tramo final, pero se lleva una experiencia mucho más valiosa que una medalla, siempre golosa pero que a estas alturas no es decisiva para el futuro.
Pues no han de pasarle cosas a Héctor y a todos sus rivales en lo que viene por delante.
El ciclismo español está brillando en Zúrich, además en categorías en las que históricamente poco o nada se había hecho, en juveniles y sub 23.
Lo avisábamos el otro día en el podcast, al título de Iván Romero en la crono sub 23, se le suma el subcampeonato mundial de Paula Oskiz en la carrera juvenil femenina.
Hablamos de gente muy joven, algunos ni mayores de edad, que brilla en un entorno hipercompetetivo, aprendiendo a hacer las cosas muy bien y sacrificarse un huevo desde muy pequeños.
Son máquinas, dignos de admiración y su irrupción, desde hace unos cinco años, no todos la comparten, los hay quienes prefieren darle aire, más margen, como cuando nos lo explicó José Luis Arrieta hace un tiempo.
«No quiero que me pregunten por juveniles» vino a decir.
Hérctor estuvo a punto de sumar una medalla mundial a su título europeo en omnium. hace pocas semanas.
Él, con los otros mentados, y otros que no salen en este artículo, es el motivo para que la RFEC se ponga las pilas realmente con la base, porque hay mimbres, muy buenos además, y vienen con todas las ganas del mundo.
Imagen: FB RFEC
Ciclistas
Mundial contrarreloj: Evenepoel, hasta en los días malos
Remco Evenepoel ya está entre los mejores de siempre en el Mundial contrarreloj
Cuando Remco Evenepoel cruzaba el cartel de kilómetro final del Mundial contrarreloj las cuentas salían ajustadas, pero a su favor.
Manteniendo el ritmo imposible de 60 por hora tenía su segunda corona mundialista.
Menos de un minuto después firmaba la que podemos considerar, y él mismo lo admite, la contrarreloj más loca de su joven historia, que sí, es joven, por edad, pero que ya empieza a acumular capítulos y capítulos.
Todo por ese giro hacia atrás del pedal y la cadena que saltaba, todo por un gesto automático, de puesta a punto, de descarga ante la gran explosión que ahora seguro que no hará igual pues le vendrán a la mente las emociones y los miedos de la rampa de salida de Zúrich.
Correr a este nivel, la medida de todo, la exactitud que se impone esta gente y que te suceda esto, siendo el vigente campeón, con el mundo pendiente, es un monstruo difícil de domar.
Pero este Remco puede con todo.
Es así, un hecho que se viene repitiendo en todas las situaciones que se le plantean, es un ciclista único que se reinventa en medio de la adversidad y los problemas, pero lo hace de una forma icónica, inspirando y logrando sacar siempre la cabeza.
No creímos que fuera a ser podio del Tour, ahí está, no creímos que ganara un monumento, tiene dos Liejas, y ayer le vimos en el filo, y ganó.
Además a ciegas, en este ciclismo actual de cruce de datos y números en la nube, por ese potenciómetro que se le «cayó» por una salida precipitada.
En la meta, leí que admitió correr a pelo, por sensaciones, algo que sin duda, para un fiel seguidor de este deporte hace más de 30 años, es una noticia que suena a música celestial, pues vuelve a poner al ciclista y la conexión con su cuerpo, en el centro de todo.
Quedamos por eso, pendientes de lo que haya que venir, más allá incluso del espectáculo que se anuncia para el domingo.
Hablo del Mundial de contrarreloj y su historia, pues Remco Evenepoel ya pone un pie cerca de los grandes nombres, se ha igualado con Pippo Ganna en la doble corona, igual que con Rohan Dennis y Jan Ullrich, se queda a un paso de coger a Michael Rogers y a dos de Fabian Cancellara y Tony Martin.
Al doblete olímpico, al hecho de haber sido con Abraham Olano, el único en tener los dos mundiales de carretera en el palmarés, le añade este segundo título el año de su doblete olímpico y podio en el Tour de Francia.
Ya quisiera yo tener los días malos de Remco Evenepoel.
Imagen: FB UCI Ed Sykes/SWpix.com
Ciclistas
El gran salto de Roger Adrià
La victoria en Valonia, la Vuelta… el termómetro de la progresión de Roger Adrià
Hace dos años por estas fechas charlábamos con Roger Adrià por estas fechas.
Integrado en la primera de Vuelta a España del Kern Pharma, vivió una situación muy dura para cualquier profesional que se precie, teniendo que dejar la carrera por culpa de un positivo del Covid sin notar síntoma alguno.
En aquel entonces, Roger sólo conocía el ciclismo profesional en época Covid, había dado el salto en 2020 y a las cuatro carreras: cerrojazo.
Eso fue entonces, hoy la realidad de Roger Adrià es la de un ciclista que empieza a dar sus mejores resultados con 26-27 años, algo que ahora mismo podríamos considerar excepcional, pero que demuestra que las cosas bien hechas, con tiento y despacio siguen funcionando.
Y lo evidencia él, que venía de un mundo competitivo y rápido como el fútbol, empezando algo más tarde que la media, primero en BTT y luego probando la carretera.
Esta mañana leía a Juanjo Oroz alegrase por la victoria de Roger Adrià en el Gran Premio de Valonia.
Es indirectamente una victoria del Kern Pharma, como las que puedan lograr Raúl García Pierna, muy bien en el Tour, Igor Arrieta o Pablo Castrillo.
Todos comparten ese elemento verde en común.
Nos comentaba en el último podcast, David García, que le había impresionado Roger Adrià ganando en el castillo de Namur delante de Alex Aranburu.
«Me lo esperaba más ardenero en su final» admitió, pero lo cierto es que si miramos su victoria hace dos años en la Ruta Occitaine fue capaz de batir a gente como Max Kanter, Julien Simon y Michael Valgren.
Es mu complicado encontrar un ciclista a este lado de los Pirineos con esa capacidad de remate en finales en los que el ciclismo español no acostumbra a moverse, pero el catalán tiene ese punch.
Pero no sólo eso, crece en todos los terrenos y crece bien.
Se ganó una plaza en el ocho de Red Bull en la Vuelta y ha sido uno de los mejores apoyos de Primoz Roglic en su cuarta victoria y no sólo por lo que hizo en Moncalvillo.
El equipo alemán tiene aquí un ciclista que hace equipo, que valora el equipo, pero que tiene mimbres para rematar como en Valonia, y seguro que sigue creciendo, porque en estos equipos muy mal se ha de dar para no seguir mejorando.
«Soy competitivo en diferentes carreras, pero nada en específico» se definió, incluso pareciendo un flaco escalador.
Se conoce bien y además le ha sentado bien el cambio, veremos qué tal le va a Oier Lazkano.
Imagen: © SprintCycling
Ciclistas
Mundial: El éxito de Pogacar pasa por la selección eslovena
Si Eslovenia se aproxima a UAE, Pogacar tendría mucho ganado en el Mundial
Pogacar de verde Eslovenia, esa es la imagen que todos queremos ver en el próximo mundial.
Delante o detrás, es indiferente, pero seguro que le veremos, seguro que tendrá tiro de cámara para él.
Es la estrella rutilante de este deporte, su embajador máximo, el foco de miradas y apuestas y tras lo de Montreal favorito top, al punto que sólo Remco Evenepoel puede mirarle en la mesa de igual a igual si la carrera se decide entre los más fuertes.
Pero sabéis que esta carrera, la más bonita del año, no es matemática y que, si bien nunca la gana un don nadie, siempre puede dar pie a sorpresas.
Por eso Pogacar va a depender mucho de la selección que presenta Eslovenia en el Mundial de Zúrich.
Sobre el papel no es un equipo grande, pero tiene una calidad infinita como para controlar y llevar la carrera a donde su líder necesita.
A día de hoy el equipo titular de Eslovenia para el Mundial está formado por Tadej Pogacar, Primoz Roglic -que dobla crono.y fondo- Matej Mohoric -quien este finde vemos en las UCI Gravel Series de Girona-, Domen Noval, Jan Tranik, Luca Mezgec y Matevz Govekar.
Nombres y hombres en esa selección y una estrategia que yo veo relativamente sencilla, si hay sintonía en las partes.
Sin entrar al trapo de lejos, lo suyo sería dejar hacer y a cierta distancia de meta empezar a poner el trantrán al que UAE se ha acostumbrado para que Pogacar remate en los tramos finales, preferiblemente a dos o más vueltas de meta, por si quedan flecos por solventar en el camino.
Novak y Tratnik en forma se basan y sobran para esa labor, eso sí Mohoric o Roglic no han cazado un corte bueno que deje sin obligaciones a los eslovenos y las cargue sobre terceros.
Eslovenia tiene una oportunidad histórica de tener su primer campeón del mundo, una opción que les va a exigir lo mejor de sí, en todos los aspectos además.
La relación entre las estrellas eslovenas parece cordial, desde fuera, pero los egos tienen que pesar cuando en el horizonte sale el arcoíris.
Lo que está claro es que para que Pogacar cumpla su favoritismo necesita de los compañeros más que otros de él, eso si no se lía la manta a la cabeza y convierte la carrera en un infierno a 100 de meta, como haría el mismísimo Mathieu Van der Poel.
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Zúrich: ¿Por qué fue el perfecto escenario para el mundial de ciclismo?
Paco
15 de marzo, 2021 En 20:11
Siento ser el «tocanarices» oficial (desde el cariño), pero creo que os estáis dejando llevar por el «blanco o negro» una vez más. Mi reflexión sobre lo de Mader no tiene nada que ver con lo que pasó ayer. Ganase o perdiese Niza, ¿de verdad que alguien se cree que Mader no va a tener en cuenta lo de la 7ª etapa? ¿Que si un día Roglic se ve con el agua el cuello y pide un relevo a un Bahrein nadie va a entrar (salvo que le beneficie en algo)? Eso sí es ser iluso.
Recuerdo a Astaná, sin nada en juego, tirar de Froome (sólo, sin equipo, hundido) camino de Formigal por la sencilla razón de fastidiar a Movistar. A Marc Soler tirar de Roglic para fastidiar a Carapaz, por las maneras de su salida del equipo (y parece que eso está reconocido por Movistar). De nuevo, ¿Mader, si puede, se la va a guardar? Claro que sí.
Y además, Roglic, por la experiencia, es un tío que juega con fuego muchísimo (ya lo dije en otro post: un Giro perdido con muchas idioteces, un Tour por no saber aprovechar sus ventajas cuando podía, dos Vueltas que gana de milagro). A diferencia de Ineos, o de US Postal en su momento, va a necesitar una mano de otra gente a veces. Y cada vez que hace algo como lo del sábado no pierde un aliado, gana un enemigo, que es peor.
Todo eso no quita que es un grandísimo ciclista, un competidor nato, un caballero (ojalá todo el mundo supiese perder como él, sin excusas). Por cierto, Indurain no ganó carreras por sus regalos, las ganó porque era el mejor. Pero además, era el más listo: con él este debate no hubiera existido.
Iban Vega
15 de marzo, 2021 En 20:15
lo que comentas es cierto en gran parte, pero sigo pensando que en este ciclismo puedes dar con la certeza que no vas a recibir nada a cambio. Esto no es sota, caballo y rey. A por Roglic iban a ir regalase o no la etapa, por que el premio era enorme.
Alegrarse de su derrota argumentando que el día anterior debió regalar un triunfo no es argumento sólido.
Gracias por comentar 😉
Josan
15 de marzo, 2021 En 22:04
Hola Iban.
Muchos dirán que lo de Roglic fue «justicia poetica» por lo del día anterior con Mader.
Pero, lo cierto es que Roglic compite para ganar y, lo da todo y honra cada carrera que corre sin esconderse.
Por otro lado, lo de Roglic con Mader, le hubiera pasado a MVP con Pogacar si la etapa dura unos kms más.
Y, que yo recuerde, corredores como Hinault o Merckx también hicieron estas cosas.
Un saludo.
ASIER
15 de marzo, 2021 En 23:54
Ayer Roglic, una vez mas dio una auténtica lección de compromiso y profesionalismo.
Se cayo dos veces. Como consecuencia, avería mecánica + muslos «calentitos» al rojo vivo + hombro dislocado.
Su equipo no estuvo a la altura en ese momento y se quedo solo. Cualquier otro, hubiese hecho el teatrillo, meterse al coche de equipo y para casa.
Pues no, lo dio todo hasta meta, ni teatrillos, ni aspavientos, ni chorradas. Cuando sabia que no tenia opciones de nada.
Además, nada mas llegar a meta felicitó al ganador.
Esto es competición y deporte de élite, donde las victorias a veces son por segundos, décimas de segundo o puestos, no se puede desaprovechar nada y menos en vueltas con pocas etapas. Lo de regalar son cuentos de Navidad.
Fignon!!!…..8sg y rey del Tour París 1989, no pudo ser.
Landa!!!…..1sg y podium en Paris 2017, tampoco.
Cuantas situaciones de estas podrían contarse…..
Actualmente creo que Roglic es el vueltomano que mejor sabe optimizar sus virtudes para ganar carreras, aunque haya ciclistas con mejores condiciones para vueltas grandes.
Va limando segundo a segundo donde y cuando puede, contrarreloj, bonificaciones, sprint en cuesta, km final en montaña,…etc. Da igual que sea principio o final de temporada.
Por eso lleva desde la Itzulia 2018 si bajar de un top5 en vueltas por etapas, exceptuando Dauphine 2020 (caída y retirada yendo líder ) y esta ultima Paris-Niza, puesto15°.
Mientras, algunos de sus rivales nos seguiran vendiendo que van a ganar no se que….. y al final con un top10 en una grande, el han movido la carrera, se le ha visto activo, que gran esfuerzo, lo han intentado,…etc. Pero sin ganar nada, justificaran otra temporada mas.
Seguirán siendo idolatrados por un grupo de forofos-futboleros, comentaristas enchufados e ignorantes del ciclismo.
Paco
16 de marzo, 2021 En 10:33
Creo que me explico mal. Precisamente quiero disociar lo que pasó en las etapas 7 y 8 de Niza. Iban a ir a por Roglic en la última etapa independientemente de lo que pasó en la anterior. Y Roglic iba a ganar o perder Niza independientemente de lo ocurrido en la etapa anterior.
Pero pensando a largo plazo, creo que lo de la 7ª etapa fue un error. Ganó 10 segundos y un enemigo. A veces es más rentable ganar 6 segundos siendo segundo (que también hubiera tenido bonificación) y no un enemigo. Si un día necesita una mano de Bahrein está fastidiado. Y como dije, Roglic va a necesitar manos a menudo, porque si depende de su equipo (o del premio nobel de su director, lo de Jumbo con la gestión de las carreras es de traca).
Y desde luego, alegrarse de la derrota de alguien es la cosa más fea del mundo, con y sin argumentos.
Pablo Caldera
16 de marzo, 2021 En 15:59
En mi opinión, y viví toda la época de Indurain, viendo y siguiendo todas las carreras, Indurain no ganó ni la mitad de etapas/carreras de un día que por fuerzas, podía haber ganado y debería haber ganado. No pasa nada por ganar todo lo que puedas y si un día tus rivales te revientan o te machacan, como a Roglic el otro día, no pasa nada, la vida sigue. Un saludo Iván
Un Ciclista Contra el Sistema
16 de marzo, 2021 En 16:42
Las carreras ciclistas son eso, carreras, no marchas cicloturistas…
Nunca se debe esperar al que se cae, ya existe un equipo médico imparcial y el propio equipo de quien se cae para ayudar y paliar…aparte que, hoy se cae fulanito, mañana (o dos kms.más allá) te puedes caer tú…