Ciclismo antiguo
Greg Lemond dormía con el peligro
Un documental recién sacado retrata la complicada vida de Greg Lemond
La foto que ilustra este artículo es de una de las tres etapas que Greg Lemond ganó en el Tour de 1989.
Fue en la única que triunfo levantando los brazos, pues las otras dos fueron sendas cronos, la primera en Rennes tras 70 kilómetros y por delante de Pedro Delgado y la otra en el mismísimo París delante de Laurent Fignon.
Conocéis bien aquel final, por cierto el último en contarreloj antes de lo que veremos en menos de un año entre Mónaco y Niza.
Pero a lo que vamos, esa imagen es de una de esas etapas en las que Lemond jugaba al gato y el ratón con el mismísimo Fignon, en un duelo memorable resuelto en 8 segundos.
La tensión que se debió vivir esos días en la carretera debió ser demencial, entre dos grandes astros, con Perico siempre amenazando, aunque neutralizado casi de inicio por el desastre de arranque luxemburgués
Pues bien, incluso con aquel clima tan brutal, Greg Lemond disfrutó el Tour de 1989 como nunca logró hacerlo del de 1986.
Todo se cuenta un nuevo documental de hora y media larga que, admito, me he tragado tan rápido como he sabido de él.
La historia que se narra es la de un superviviente superlativo, un ciclista que, de no haber mediado aquel accidente de caza, habría sido el mejor de su generación con diferencia y que sin embargo comparte cuota con los Fignon, Perico y Roche, como miembros más destacados de esa hornada.
Greg Lemond no sólo sobrevivió a las mentiras y órdago de Bernard Hinault, también a temas de su infancia -si veis el documental lo explica- y a ese accidente cazando que le tuvo más allá que acá.
Incuso salió ileso de los casos de dopaje que empezaban a saltar del seno del PDM, equipo en el que estuvo lo justo para no verse vinculado a la lacra que se venía encima.
Mirad el documental, es la historia sobre bicicleta de un hombre que se hizo grande en ella por huir de sus fantasmas.
Si Greg Lemond siempre ha sido un tema magnético en este mal anillado cuaderno, ahora quizá lo sea con más motivo.
Imagen: Cityview
Ciclismo antiguo
Eddy Merckx en el Giro: cinco triunfos y enormes polémicas
La corona de Merckx en el Giro tiene cinco joyas
Eddy Merckx, para muchos el mejor ciclista de la historia y del Giro, por ende, nació en 1945 en Meensel-Kiezegem, Bélgica.
Dicen que desde los ocho años ya andaba en bici y tenía como ídolo a Stan Ockers, una figura del Tour de Francia.
“El Tour lo era todo para mí”, diría años después.
Su verdadero nombre es Edouard Louis Joseph Merckx y fue ciclista profesional entre 1961 y 1978.
Durante esos años se ganó el apodo de “El Caníbal” porque quería ganarlo todo, y casi lo logró: 525 victorias en su carrera, incluyendo cinco Tours de Francia, cinco Giros de Italia y una Vuelta a España.
También ganó tres mundiales, casi todas las clásicas (menos la París-Tours) y batió el récord de la hora.
Un monstruo en vida.
Merckx y e Giro, binomio lleno de aristas
Su relación con el Giro fue especial: lo ganó cinco veces y dejó huella en cada participación.
En Italia lo adoran casi tanto como en Bélgica.
Eso sí, su carrera no estuvo libre de polémicas.
En tres ocasiones dio positivo en controles antidopaje (fencamfamina, norefedrina y pemolina), aunque él siempre defendió su inocencia.
A pesar de eso, su legado sigue siendo enorme.
Se retiró en 1978 y desde entonces ha recibido todos los honores:
Barón en Bélgica, Comandante de la Legión de Honor en Francia, y el trofeo UCI al mejor ciclista del siglo XX.
Hay velódromos, calles, estatuas, libros, cómics y hasta una marca de bicicletas con su nombre.
De vez en cuando, aún aparece como comentarista en carreras o sólo se deja ver para revuelo del personal.
“El Ogro de Tervueren” no solo está en lo más alto de la lista de los mejores ciclistas de todos los tiempos: es una leyenda viva.