Ciclismo
No te preguntes qué puede hacer el Giro 2023 por Evenepoel
El recorrido del Giro 2023 recupera eso que llamamos «justicia poética»
Hay un runrún en la presentación del Giro de Italia 2023 que suena de fondo, aunque posiblemente en el acto en sí no se haya dicho sobre si Remco Evenepoel volverá o no a la grande italiana.
Está claro que el belga tiene un «unfinished business» con Italia, pero no sé yo hasta qué punto una carrera se puede hacer pensando o no en alguien.
Presentado el #Giro 2023 🇮🇹
Necesito bucear en los perfiles porque no me he enterado de casi nada. Hay 3 CRI (70,3 kms en total) y una última semana durísima como señas de identidad.
Invitación descarada a Remco y lo disfrutaremos 😍
¿Opiniones? pic.twitter.com/Z6vDHT2vBx
— A Pie de Puerto (@apiedepuerto) October 17, 2022
Es cierto que la historia nos deja ejemplos en los que una grande ha modulado su recorrido para atraer ciertos nombres, pero de ahí a hablar de traje a medida -como a veces se ha dicho del Tour para los franceses- me parece exagerado.
En todo caso, como nos decía el otro día Saúl Miguel sobre los recorridos «anti Van Vleuten», orientar un recorrido es una mala idea y, en cierto modo, un ciclista dominador debe dominar todos los matices del ciclismo, indistintamente le favorezca o no un trazado.
Volviendo sobre Remco Evenepoel y el Giro de 2023, hay una cosa que debemos admitir: la proliferación de ciclistas como él, de perfil más clásico, atletas completos, que no deprecian modalidad alguna del ciclismo, lleva a las grandes vueltas a replantearse esos recorridos bochornosos que alguna vez nos estaban ofreciendo.
Es decir, no hay que preguntarse qué puede hacer el Giro 2023 por Remco y sí al revés, ¿qué está haciendo bien el corredor para que una grande cambie en cierto modo las tornas de sus tres semanas?
Porque el Giro que viene es un poco como el Tour pasado, una vuelta a la esencia de las tres semanas, la dureza acumulada, el desnivel, los kilómetros y las cronos.
Eso sí, las cronos, en este caso tres para sumar más de 70 kilómetros con novedades en cada una de ellas.
Una inaugural con final en Ortona a las puertas de los veinte kilómetros, es decir triplicando la distancia acostumbrada en algunos prólogos, una de 30 kilómetros en la Romagna completamente llana y la final con dos tramos muy diferenciados, el primero completamente llano, y el segundo por la pared del Monte Lussari, un enclave italiano entre Eslovenia y Austria que ofrece cinco kilómetros de pared a más de 14%.
Querid@s
Monte Lussari espera al #Giro2023
Esta finura pone escenario a la crono decisiva pic.twitter.com/M9zCH3lEfY— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) October 17, 2022
Las imágenes de Ézaro en la Vuelta 2020 con los cambios de bicicleta tendrán lugar.
La carrera ofrece más, jornadas típicamente de primera semana como paisajes que hipnotizan tipo Lago Laciano y Gran Sasso, media montaña, me gusta mucho la incursión a Bérgamo, entre otras, y ocho previsibles llegadas al sprint, retomando el noble ejercicio de la «volata».
La última se prevé en Roma, donde el circuito final con Piazza del Popolo y Foros Imperiales ya lo conocéis, quizá haya una «pax romana» dejando ir a los velocistas por delante y los «patricios» llegarán tranquilos por detrás.
Añadido a lo que decíamos de las cronos, el Giro 2023 devuelve la esencia inherente a la montaña italiana.
Tres etapas de kilometraje de 180 o más y superando los 5000 metros van a reventar la semana final
Capítulo aparte tiene el maratón hacia Tres Cimas de Lavaredo, donde Nibali llegó en medio de una nevada, hará diez años la próxima primavera, en un encadenado final infernal, pues antes habrán subido a Crans Montana y Monte Bondone en jornadas de alta, altísima, montaña.
Todo esto que hemos comentado está muy bien, el recorrido apetece y mejora mucho lo visto en temporadas recientes, pero no os olvidéis, esto lo hacen los corredores, el Giro de este año fue con diferencia la peor grande de las tres, si la gente no apunta alto, poco o nada puede hacer el organizador.
Ciclismo
Estrenamos podcast con el ciclista más peleón, Sergio Higuita
Sergio Higuita nos acompaña en la primera entrega de El Velódromo, el nuevo podcast de JoanSeguidor
Teníamos una sorpresa bien guardada y es esta nueva versión de El Velódromo, el nuevo podcast de JoanSeguidor en un estreno en el que hemos invitado a Sergio Higuita, un ciclista que está de celebración, hace un año que ganó la Volta a Catalunya.
Nuestro compañero Guillem Riera conduce esta nueva temporada de podcast en JoanSeguidor, repasando una charla que hemos tenido con Sergio Higuita velando armas para nueva temporada, hablando en un entorno relajado de cómo le supo ganar la Volta, sus inicios en ciclismo con una bicicleta de BMX, el salto a Europa, su casa de la Fundación Euskadi, la victoria de etapa en la Vuelta 2019…
No os perdáis cuando Sergio habla de las broncas que le caían en las escapadas que reventaba a ataques.
Además se incorpora nuestra «Pelotona», Paula, una ciclista advenediza pero con buenas e interesantes cosas qe contarnos suyas y de las chicas que van en bicicleta.
Aquí nos cuenta su primera vez en bicicleta y esas cosillas que siempre ocurren en los estrenos.
Tras repasar qué nos dice la gente sobre nuestro tweet de la semana, en este caso sobre Wout Van Aert, hemos recordado un poco qué sucede en las carreras y hablamos de lo que nos visto en Milán-SanRemo y Volta a Catalunya.
Ciclismo
Ciclismo y maquinitas, diez años después seguimos en lo mismo
A veces nos rodeamos de tantas maquinitas, que omitimos la esencia del ciclismo
Recuerdo que hace diez años por estas fechas Libros de Ruta empezaba su andadura con un libro muy celebrado, el del Team Sky, en el que se daba cuenta de la entrada del equipo británico en el ciclismo.
Un libro que detalla la revolución que supuso su irrupción en este deporte de centenarias competiciones y arraigadas costumbres.
Es curioso cómo hablan de los marginal gains tan de moda desde entonces, de los rodillos al final de las etapas, de maquinitas y como todo eso era muy nuevo para el ciclismo
Un libreto de estilo que tuvo contestación de inmediato y no de gente cualquiera.
Ahí estaban algunos como Vincenzo Nibali o Paolo Bettini, ya retirado, hablando del ciclismo de sensaciones de toda la vida, de la intuición en carrera y esas cosas con las crecimos algunos, entre otros Luisle, que ve un deporte completamente diferente al que él practicaba hace quince años.
La foto que ilustra este artículo es de la primera llegada en alto de la Volta a Catalunya, una instantánea que Ciccone deberá guardarse en la salida de su casa por el valor de un triunfo ante dos cocos del nivel de Primoz Roglic y Remco Evenepoel.
La imagen del tweet por eso da la medida…
El que gana renuncia a la precisión de parar el Garmin en el momento M https://t.co/hFzZGRCbtG
— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) March 22, 2023
Mientras el italiano celebra el triunfo, Roglic y Evenepoel paran su Garmin nada más cruzar la meta.
Me dicen, no lo sabía, que luego de la meta se pueden recortar esos segundos de lapso con el mismo computador, pero ajenos a esa posibilidad, ambos corredores paran el aparatito.
El ciclismo de maquinitas en su máxima expresión, como cuando vemos cunetas en las que casi nadie mira la carrera con sus ojos y sí a través del móvil.
Yo no veo mal que esto suceda, cada uno es muy libre de hacerlo, pero sí me refresca la forma en la que crecí en el ciclismo, más real, más sensorial, alejada de maquinitas y otras historias.
No es ni mejor ni peor, pero sí que me sugiere una cosa, entre tanto número, vatio, carbohidrato y demás creo que nos perdemos buena parte del placer de la bicicleta y el ciclismo.
Y no lo puedo decir por Roglic y Remco, ellos son pros y lo que digan esos Garmins va a misa, lo digo por mucha gente que veo que, sin comerlo ni beberlo, fía demasiadas cosas a la tecnología, cuando la experiencia de ir en bicicleta es una, personal e intransferible.
Imagen: Guillem Riera
Ciclismo
Para mí siempre será Harelbeke
Conocí este carrerón como Harelbeke y lo siento por Saxo Bank, pero seguirá siendo Harelbeke
Ya sé que sonara a historia de abuelo cebolleta, pero hay cosas que cuesta aceptar, incluso con el paso de los años y siempre tan necesaria entrada de patrocinadores como el caso de uno conocido, Saxo Bank, en el E3 de Harelbeke de toda la vida.
Corre por las redes el nombre con el mecenas, obviando que la carrera es ahí, en Harelbeke, una pequeña localidad cerca de Francia, por donde también pasa la Kuurne-Bruselas-Kuurne, que para mí es la apertura de la parte guapa de las clásicas flamencas, con todo lo que nos queda por delante, desde la Gante-Wevelgem, el domingo y por otra parte de la región, al Tour de Flandes, en una semana.
Por suerte el ciclismo mantiene en gran medida casi todos los nombres de las carreras que le han traído hasta el presente.
Quizá algún cambio, como el notorio de la Het Nieuwsbald, la Het Volk de toda la vida, pero no muchos más.
Pero en este caso me gusta el nombre del pueblo que acoge la carrera, más allá que el de la carretera alrededor de la cual se desarrolla.
Harelbeke es como esos impronunciables pueblos del ciclocross en invierno, como Oudenaarde, Brujas, Gante o Wevelgem, por mucho que la carrera salga y llegue a Ypres.
Sólo verlo escrito eriza el bello, por ser una de las grandes previas de De Ronde, que no tiene el peso específico de Wevelgem, pero que deja hojas brutales de ciclismo por estos parajes que tan bien conocemos.
Y por mucho que en las carpas y espacios VIP de la carrera importen un pimiento, recorre o roza todos nuestros iconos de Flandes, si bien el Kapelmuur no lo sube, pero sí pasa por Geraardsbergen, cosa que no hace De Ronde en la actualidad.
Ciclismo
La Volta sin Fontpineda, una cancelación que da mala espina
Que la Volta quite Fontpineda en la sexta etapa sin mayor explicación…
Ayer, tras el final de etapa de Sabadell, la Volta sacaba este tweet sobre la no subida de Fontpineda mañana sábado…
ℹ️ Per motius de seguretat, s'ha acordat un canvi en el recorregut de l'etapa 6 de #VoltaCatalunya102, eliminant el pas per l'Alt de Fontpineda. Aquest és el nou rutòmetre oficial.
🚴♂️Cambio en el recorrido de la etapa 6 / Change in the route of stage 6
👇https://t.co/AlCpSARzpj pic.twitter.com/soqAKReJ1X
— Volta a Catalunya (@VoltaCatalunya) March 23, 2023
Quienes vivimos en el Baix Llobregat, sabemos que, por desgracia, no hay lluvia ni fenómeno meteorológico peligroso a la vista.
Como aficionados al ciclismo, sabemos que el repecho de Fontopineda era uno de los atractivos de la penúltima etapa de la Volta 2023, una subidita para hacer limpia antes de encarar la llegada Molins de Rei.
Era de hecho, lo más nuevo, junto a Mont Caro, respecto a ediciones anteriores, cuyo recorrido la Volta tiene escrito en piedra.
Pues bien, la organización ha decidido sacar la subida de Fontpineda, arguyendo «motivos» de seguridad, cuestión tan amplia como ambigua, abriendo la puerta a mil interpretaciones.
Como digo no se prevé mal tiempo, y el recorrido era por todos conocido desde hace semanas ¿qué ha sucedido?
Pues eso nos preguntamos muchos, temiéndonos que los mentores de la carrera hayan tenido que sucumbir a recomendaciones de terceros, es decir los equipos, como otras veces ya hemos visto que ha sucedido.
Ojo que esto es importante, no voy a decir que grave, pues al final el organizador -como en las invitaciones de la Vuelta- hace y deshace a su conveniencia, pero sí que es notorio que al aficionado se le prive de un final de etapa que pintaba interesante, más en una carrera cuyo patrón es un corsé férreo y casi inamovible.
Volvemos a eso que muchas veces hemos hablado de la épica que tiene este deporte y el riesgo que nunca va a poder esquivar, porque al desarrollarse en el territorio va a estar expuesto como ningún otro.
Hace unas semanas hablamos con Peio Ruiz Cabestany y nuestro querido Sergio Román Martín, a quien deseo la mejor recuperación del mundo, sobre la épica en el ciclismo a raíz de lo sucedido en O Gran Camiño y si la decisión de cancelar la primera etapa había sido de organizador o equipos.
Pues bien, aquí sospecho que tenemos otro caso similar.
Sé que ningún organizador quiere que un ciclista acabe en el hospital y el buen aficionado al ciclismo nunca desea un circo peligroso para los ciclistas, pero cuando las decisiones se toman así, de esta manera, uno no piensa bien.
Imagen: Guillem Riera
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