Enric Mas
Nadie pregunta por Enric Mas
Es muy difícil identificarse con la forma de correr de Enric Mas
Escuchaba el otro día, en uno de los episodios semanales de los amigos de A Cola de pelotón, hablar sobre algo que ya comentamos aquí con la excusa de la actitud y el cariño de la gente por la forma de correr de Mikel Landa y Enric Mas.
Decían que en la televisión italiana hablaban de vasco como de uno de ellos, mientras que a Enric Mas, el micro sólo se acercó para cumplir el trámite.
Está claro que lo visto en Tirreno, al margen de la marcianada de Pogacar, volvió a poner de relieve lo alejado que parece Enric Mas del mundanal ruido.
Incluso en un equipo en el que acertamos a ver un cambio de actitud, buscan más escapadas y por tanto tener presencia en carrera, el mallorquín sigue trasladando a imagen fría en carrera de siempre.
Todo lo que vimos en el Carpegna fue lo mismo que habíamos visto en Volta a Valencia y lo que ya apreciamos el año pasado, salvo alguna excepción como Velefique y Valdepeñas.
A Enric Mas no le da el aire ni que le soplen a la cara
Y no lo decimos con intención de herir, ni atacar, lo contamos lamentando que estamos hablando de un excepcional ciclista que, en lo poco que hemos visto de él en ámbitos como los famosos documentales del Movistar, nos parece un profesional que se toma muy en serio su trabajo y «sufre» para que las cosas salgan bien.
Esa fue nuestra impresión, que nos corrobora gente que le conoce de forma más cercana.
Sin embargo, el chaval no engancha, es más, causa hasta recelo hablar de él o verle competir, tan hierático, tan quieto y frío, tan conservador.
Al inicio del año prometió más compromiso a lo largo de la temporada y más riesgos: ha cumplido a medias
Hablamos de un ciclista aún joven, que puede cambiar, aunque la experiencia nos dice que con la edad te haces más conservador.
De lo que no cabe duda es que, de seguir así, la suya será una historia con un renglón en el que se hable de un muy buen ciclista que corrió a hacer puestos.
Eso, si un día no es capaz de ganar sin dar un solo ataque, que ya los hubo en el pasado.
El aficionado medio no quiere ciclistas inmolándose -pues sabe que no es algo sostenible ni real-, quiere actitud, cierto riesgo, crear incertidumbre, demostrar algo diferente.
¿Por qué un equipo como el Kern Pharma es tan apreciado?
Porque propone y arriesga, puede hacerlo, sí, pues aún son pequeñitos, pero les cunde al punto de seguir creciendo y pisar cada vez plazas mayores.
Cuando hablas con los viejos del lugar, te cuentan cosas de Ocaña y el Tarangu, de Ángel Arroyo y Álvaro Pino, te das cuenta que incluso con todo lo que ha evolucionado este deporte, la gente sigue queriendo ser feliz viendo ciclismo, pasarlo bien, entretenerse, por eso el cálculo diario que hace Enric Mas en cada carrera que toma la salida lejos de enganchar, pasa sin pena ni gloria.
Por eso, ya nadie pregunta por él.
Enric Mas
Enric Mas en Andalucía, esa es la actitud
Aunque la victoria se resista, el Enric Mas de Andalucía sólo puede gustar
En el análisis de ciertos pasajes del año pasado fui muchas veces critico con Enric Mas porque siempre daba la sensación de ir con el freno de mano echado, como con miedo y excesiva prudencia.
También es cierto que en la misma crítica iba una admisión que a este ciclista le tocaba correr en muchas ocasiones contra gigantes.
Enric Mas compite en las mejores carreras y eso muchas veces propicia que en tu camino se te crucen cocos como Evenepoel en la Vuelta o Pogacar en Lombardía o ahora en Andalucía.
Competir contra esta gente no es sencillo, todos en la vida nos hemos cruzado con un abusón, con un carpanta, y en ocasiones lo mejor que puedes hacer es mirar para otro lado.
Pero aquí no, aquí son pros, se ganan la vida en esto y lo que quieres es verles mano a mano hasta dónde dé el tiro.
Desde finales del año pasado, e incluyendo lo que estamos viendo en la Vuelta a Andalucía, a Enric Mas no le tiemblan las piernas ante Tadej Pogacar y eso es mucho.
El mano a mano de Lombardía y la salida por la tangente del Giro de la Emilia han tenido continuidad en la primera ocasión que se han cruzado de verdad en Andalucía.
Si en la primera etapa no hubo color a favor del esloveno, añadido a la avería de Enric, en Alcalá la Real, pero qué llegada más bonita en un paraje brutal, las cosas han estado donde lo dejamos en las montañas que circundan el lago de Como.
Mas buscó a Pogacar y a éste lo encuentras siempre
No pudo con él, sabe que es favorito el de amarillo, pero lo probó e intentó y bravo por ello, en su ataque va nuestra fe que un día, quizá, pueda pasar lo de la subida a San Luca.
Sabemos que para Enric Mas el año 2023 no es una temporada más, lleva tiempo ahí, llamando a las puertas, pero el salto que busca, optar a mejorar la segunda plaza en la Vuelta o acceder al podio del Tour, requiere algo más que aguantar.
Y no sólo eso, estar tan bien, tan temprano no es cosa menor.
El círculo vicioso de Enric y su equipo es hoy virtuoso, así sólo pueden llegar más buenas noticias
Imagen: FB Movistar Team – @photogomezsport / @sprintcycling
Enric Mas
Enric Mas, a cambiar el paso
El año que acaba puede ser el punto de inflexión para Enric Mas
Lo digo de verdad, incluso tras haberlo criticado no pocas veces, pero de los famosos documentales de Movistar, en especial en el de 2020, si una figura me despierta empatía es la de Enric Mas.
Me comentan en privado que su problema, en apariencia, puede ser ese carácter reservado, introvertido, pero que en esencia es «buena gente», un apasionado del ciclismo…
Yo añadiría que un metódico del ciclismo que se toma su trabajo en serio no, lo siguiente, consciente que las cosas no son nada sencillas, que le tocó emigrar, buscarse el hueco desde fuera y aterrizar en el siempre complicado pelotón patrio.
El Enric Mas que se retrata en la segunda entrega de «El Día menos pensado» se ve un corredor preocupado por el rendimiento y la percepción que se tiene de él, centrado en rendir y mejorar, en tomar la mayor cantidad de lecciones de Alejandro Valverde.
Quiero pensar que es ese el Enric Mas que queremos para el futuro, no tanto el que no queda tan bien reflejado en la entrega que comparte con Miguel Ángel López.
En todo caso, dejando apariencias al margen, centrándonos en la carretera, 2022 ha sido una lección acelerada de ciclismo doce meses.
Dos cursos en un uno, sin duda, con un punto de inflexión que muchos ubican en esa tarde que le llamaron «paquete» -hay que tener poco que hacer para ir a una carrera a increpar a un ciclista.
Yo no me atrevería a situarlo ahí con contundencia, pero… más o menos por ahí.
De la primera parte del año de Enric Mas, admito que las caídas han jugado un papel tan decisivo como desmoralizante.
Tres caídas seguidas en otras tantas carreras objetivo me parecen un lastre brutal, más cuando el corredor había admitido abrir las miras a otras carreras más allá de las grandes vueltas.
Enric Mas se va al suelo en la Itzulia en un momento en el que parecía entre los más grandes, semanas antes en Tirreno, estaba con Vingegaard y Landa en el Carpegna,… en Dauphiné no pudo mostrar mucho.
Con ese argumento, seguir insistiendo en el Tour puede tener cierto pase para el futuro pero…
Como dijimos con Mikel Landa, persistir en puestos de la general conlleva un peaje en términos de espectáculo, pero en el caso de Enric, sigue siendo joven y por tanto seguir rascando es posible.
Otra cosa, es la forma cómo enfoque ese objetivo y ya sabemos que salir del molde de resistir y remar no es sencillo.
Eso, que al estadístico le mola, al aficionado medio no le atrae.
Pero Enric Mas es tipo de generales y así querrá seguir corriendo.
Le cabe por eso la opción de valorar la segunda mitad del año y cómo le ha ido.
En especial en la Vuelta y en las clásicas italianas, en las que su paso adelante ha sido muy apreciado por la gente.
El Enric Mas que no le pierde la cara a Pogacar en Emilia o Lombardía, en subidas llenas de leyenda e historias, es la versión que anhelábamos hace tiempo del mallorquín, esa que le recordábamos en ciertos pasajes del Quick Step.
Se ganó en tres carreras todo el cariño negado durante meses y semanas
Sé que es sencillo, desde el sofá, decir que tiene que correr de otra manera, pero al final, la marca qué busca, ¿sólo resultados o complicidad y empatía del respetable?
En ese difícil equilibrio está la alquimia, sólo espero que a Enric lo último que le ha tocado vivir del 2022 competitivo le valga para saber que si apuesta a monumentos, que si quiere asaltar de forma decidida y valiente los dos mares en un ciclismo complicadísimo en la cumbre, seguro que tendrá a la hinchada de su lado.
Enric Mas
Enric Mas en Lombardía: «Mis dieses»
Enric Mas cierra en Lombardía una temporada en la que sale muy reforzado
No os miento si os digo que Enric Mas siempre me ha caído bien, pues, al margen de ser un buen ciclista y hace cosas que ni en mis sueños yo podría, me ha parecido un chaval, y lo comenté en más de una ocasión, que se toma muy en serio su profesión y la percepción que el aficionado tiene de su trabajo por mucho que en el último documental del equipo no salga muy bien parado.
Vaya esto por delante, pues este artículo viene a reconocer el magnífico final de temporada de Enric Mas con guinda en el Giro de Lombardia.
Si decimos que Enric está corriendo como hemos dicho que debía correr parecera ventajista, pero es que está corriendo como queríamos que corriera #Illombardia
— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) October 8, 2022
Porque, si empezamos por el final, por lo visto en las inmediaciones de Como, admito que Enric Mas me ha encantado.
Sabíamos que venía de dulce, hace una semana ganaba Emilia, una carrera preciosa, y durante las carreras italianas ya se le veía bien, muy cerca cuando no superior a Pogacar.
Lombardía era otro estadio, otra cosa, primero, es un monumento, terreno en el que Enric Mas, muy vueltómano, no se había prodigado casi nada, luego por los rivales que concurrían y la dureza que había por delante.
Enric ha cumplido con creces lo que esperábamos de él, y ojo que no ha ganado, pero ha tenido actitud, rabia y carácter, todo eso que no le hemos visto durante tanto tiempo.
Como dije durante la carrera, no quiero parecer ventajista, pero en Como, Enric ha corrido como queríamos que corriera, quedándose con el mejor del mundo y atacándole, cuando no relevando con todo, y eso que hoy quizá la habría interesado que Mikel Landa hubiera estado con ellos para darle más zozobra a la llegada.
No lo ha hecho y puedo entender el motivo: Enric ha acabado el año cargadísimo de moral, con una seguridad en sí mismo que le ha demostrado que, si se pone, es capaz de cualquier cosa, hasta de mirar de tú a tú a Pogacar en un sprint final a dos.
Y tiene mérito, se ha reconstruido de su miseria del Tour, con el tema de las bajadas coleando, tras una campaña con tres caídas feísimas en los momentos más dolorosos para él, cuando se jugaban puestos importantes en pruebas como Tirreno, Itzulia y Dauphiné.
Enric salió antes del tiempo del Tour, con la cercanía de la Vuelta y la presión del equipo por lograr puntos para salvar el descenso.
En la Vuelta encajó los golpes de Evenepoel en la primera semana y acabó francamente bien, no acabó de intentarlo, al menos eso me parece, a fondo contra el ganador, pero se ganó otra plaza de plata que en puntos fue muy importante para Movistar.
Luego ha venido este fin de fiesta, junto a Alejandro Valverde, por Italia.
Todo lo que he despotricado sobre Enric es un camino que deshago para decir «mis dieses», por fin ha sido el ciclista que tiene que ser, el que quiere la gente y admita el aficionado: valiente, confiado y proactivo.
Luego saldrá o no, pero ha estado ahí y no con un cualquiera delante, que hay que tenerlos gordos para atacar a Pogacar.
Lo que son las cosas, el año que peor pintaba para él, acaba en lo alto, muy en lo alto, ahora sólo esperar que este buen momento no haya tocado tope, Enric Mas tiene que aferrarse a Emilia y Lombardía para creer que lo mejores no están tan lejos y que si lo intenta de verdad, nadie le va a reprochar nunca nada aunque no acabe ganando.
Imagen: FB Movistar Team – Sprint Cycling
Enric Mas
Giro dell´Emilia: Enric Mas puede ser un anotador
El Giro dell´ Emilia demuestra que Enric Mas puede contribuir más allá de las grandes vueltas
Que agarre, que agarre muy fuerte y se lo guarde en el ADN, Enric Mas el momento decisivo del Giro dell´Emilia 2022.
Se ha enfrentado nada menos que al coco de los cocos, Tadej Pogacar, en la misma rampa que ha coronado a Primoz Roglic varias veces, y ha salido victorioso.
Un triunfo que habla de del ciclista, del equipo y del potencial que manejan
El año pasado, cuando Enric se coronó subcampeón de la Vuelta en Santiago de Compostela, ya no le volvimos a ver.
Esta vez es, por suerte, diferente, ha sabido alargar la forma y verse delante en el carrusel de clásicas italianas de final de curso.
El otro día ayudó a Valverde a ser segundo en la Coppa Agostoni, y en la cima de San Luca, la meta del Giro dell´Emilia, Enric Mas ha dado en la diana.
Haciéndolo delante uno de sus demonios, y el de cualquiera.
Es decir, que sí, que Enric puede ser estilete más allá de la general de una gran vuelta, y que, con un compañero como Valverde, puede dar un palmeo de cómo correr una clásica.
Oí el otro día a David de A pie de Puerto que Enric no le descartara para sumar un monumento este mismo año, desde luego que una victoria en Emilia es una carta de intenciones para Lombardía.
Cuando miro la estadística de Enric Mas en Movistar, compruebo que el Giro dell´ Emilia es su segundo triunfo en el equipo azul, tras una etapa de esa Volta a Valencia que perdió ante Küng.
Desde que dejara el Quick Step, el mallorquín sólo ha ganado dos veces.
Su manejo en los alrededores de Bolonia y cómo culmina a la sombra de San Luca son evidencias de lo que pensamos de él, que debe soltarse, que debe confiar en sí mismo y tomar riesgos alguna vez, pues sin estos no hay opción al triunfo.
Lo ha hecho esta tarde y ha demostrado que, como otros ciclistas del máximo nivel, puede hacerlo como cualquier otro, abriendo el foco a dos cosas, una a otras carreras que no sean las grandes en las que los cocos centran y centrarán el tiro, y dos que para pescar hay que mojarse el culo.
Si a Enric Mas le cuentan en agosto, antes de la Vuelta cómo iba a ser su final de campaña no habría dado crédito, pero sí, se ha rehecho del Tour, se ha levantado y atrevido a cosas que no imaginaba para él.
Sólo puedo decir que bravo…
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