Tadej Pogacar
Tirreno: Hay gente que quiere que Pogacar pite
Publicado
5 meses atrásen
Por
Iban Vega

Cada exhibición de Pogacar viene con torrente de comentarios poniendo el duda su rendimiento
Es cierto que el ciclismo arrastra un merecido estigma, cincelado por años oscuros e historias para no dormir, es cierto que sospechar es algo común entre todos los que seguimos este deporte… todo eso es cierto, pero airear ciertos comentarios, cuando vemos a Pogacar brillar de esa manera en la Tirreno, no nos parece de recibo.
Pero es así, y lo vemos cada vez que el esloveno tiene un día memorable, cosa que cada vez es más frecuente.
Cada exhibición de Pogacar, sea asegurando el UAE Tour o ganando Tirreno y Strade, va seguida de un torrente comentarios que hablan de Armstrong, de USADA, de sus directores, del «milagro esloveno»…
En fin, lo de siempre.
Y lamentar esto no significa que seamos unos crédulos, significa creer mínimamente en cómo está el sistema montado y ser coherente con la realidad.
Si todo está podrido, si todo es corrupto es tan sencillo como dejar de ver ciclismo.
Pues espero que su techo no sea una investigación de la USADA
— kiko (@kikoremon) March 10, 2022
Comentarios hablando de sustancias y tal, por si no ha quedado claro el por qué había récord.
— Dany Pro Cycling (@DanyProCycling) March 11, 2022
La explosión de Tadej Pogacar y todo lo que lleva con ella son cosas que ya hemos visto, y lamentado, por ejemplo, cuando Chris Froome ejercía tiranía sobre el pelotón.
Vamos camino de los diez años del primer Tour del Team Sky, y sigue sin haber noticia de todo aquello que se les atribuía a los ingleses.
Esto no quita que en el camin0 hayamos tenido sustos que hablan de ese sistema imperfecto, pero el ciclismo sigue pasando páginas y mirando hacia adelante.
Y lo hace con un ciclista que es imposible no querer, aunque su sola presencia signifique que los grados de emoción y competitividad sean más bien bajos, pues, ya lo vemos, le da por sentenciar las carreras a cincuenta kilómetros de meta.
23 añitos y ahí tenemos a Pogacar afrontando la #tirrenoadriatico2022 para prolongar su brutal efectividad en vueltas por etapas tras ganar 9 de 16 y quedar en el podio de 12. pic.twitter.com/zRh96B30FO
— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) March 8, 2022
Anotadle otra vuelta por etapas: ya ha ganado 10 de 17 competidas, va a por una efectividad de dos tercios, una barbaridad en este ciclismo tan igualado.
Y ninguna otra carrera ejemplifica el dominio de Pogacar como la Tirreno, tanto este año, como el pasado, se ha preciado de ganarla con diferencias propias de gran vuelta.
Sabemos que la espada de Damocles siempre estará sobre su cabeza, sabemos que el susto siempre estará ahí, pero no disfrutar del ciclismo de Pogacar debería estar prohibido.
Luego la historia, si se tuerce, ya veremos por dónde acaba.
Imagen: Dario Belingheri – FB Tirreno Adriático
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Ciclistas
Tadej Pogacar ha sido el ombligo del Tour
Publicado
4 semanas atrásen
26 de julio, 2022Por
Iban Vega

Casi todo lo bueno que ha ocurrido en el Tour ha sido por Pogacar
La cosa es sencilla, ningún recorrido es bueno, ningún encadenado, ninguna propuesta, si no hay ciclistas que incendien la carrera y los ánimos, ciclistas como Tadej Pogacar que no deja indiferencia por el camino y todo lo revoluciona: para muestra este Tour de Francia.
Sólo un talento de leyenda, de época, como el esloveno ha sido capaz de salvar, con el concurso de otros, una carrera abocada al bloqueo y conservadurismo.
Parece mentira que hablemos del Tour de Francia, la misma carrera que, con todo el cariño del mundo Froome y los suyos nos arrebataron.
Con Pogacar el Tour recupera las grandes tardes de julio, las tardes pegados al televisor con la imaginación saltando de montaña a montaña, a miles de kilómetros allá en el norte.
¿Por qué Pogacar no ha ganado su tercer Tour?
Por dos motivos, que combinados, han sido demoledores.
De inicio, posiblemente por su forma de correr, tan bonita para el aficionado, no siempre la adecuada sobre la ruta.
Pogacar no se esconde, ni siquiera en la neutralizada, da la cara, toma el aire de inicio a fin, con ese motor y calidad que le han sido dados, como si el combustible nunca tocara techo.
Se ve fuerte, yo no diría que sobrado, pues eso en este ciclismo creo que nadie se puede permitir, y corre valiente, casi siempre en exceso.
Eso pasa factura, y le obligará a cambiar el plan, casi seguro, de hecho ya no estará en la Vuelta.
Le ha ido bien hasta la fecha, le ha granjeado un nombre y acuñado una marca en la que se le distingue como lo que es ahora mismo: el mejor ciclista del mundo.
Acudió al Tour de Francia con un calendario contenido y enfocado, no creo que podamos decir que su preparación ha sido mala, pues no dista a la de otros años, y sí quizás que sus rivales se armaron muy bien.
Lo dijimos de Jonas Vingegaard: qué bien ha hecho los deberes el danés, él y los que le rodean, juntando un equipo de leyenda que actuando junto y a bloque es una puta maravilla.
Un concierto tan afinado y poderoso que fue capaz de minar la resistencia del, repito, mejor ciclista del mundo.
El día del Granon fue, a la vista de todos, el primer mal día de Tadej Pogacar en el ciclismo profesional, como bien vimos.
Le dejaron seco en el Galibier y en el Granon le dieron matarile, pasando página a un libro inédito, la de verle gestionando la derrota y la frustración.
Dije que el mal paso del Granon tenía una derivada positiva para el esloveno, la gente ha visto que falla y es «humano».
Perder tiene un punto de atractivo y empatía por parte de la gente que hasta mola, pero perder con una sonrisa perenne y sin excusas estúpidas, sienta aún mejor.
Larga vida a este prodigio, larga vida al ciclismo de ida y vuelta, en el que nada es seguro y todo se gana en el día a día, Pogacar no ganó su tercer Tour, pero no por ello queda fuera del sitio que le corresponde, la del mejor ciclista del mundo.
Imagen: A.S.O./Charly Lopez
Tadej Pogacar
La sentencia del Tour de Pogacar sigue en la Planche des Belles Filles
Publicado
1 mes atrásen
8 de julio, 2022Por
Iban Vega

No veo otro ganador moral y real que Pogacar en la Planche des Belles Filles
Estas son las sensaciones antes que Pogacar ponga en juego su amarillo en Planche des Belles Filles…
A ver, a diferencia de los dos otros Tours, la sentencia del que creo va a ser tercer triunfo de Tadej Pogacar en Francia no será algo tan brusco como hace un año, cuando salió de la primera semana con la carrera decantada en dos actos, crono y primera etapa de montaña.
En este Tour, según está planteado, las cosas serán más sutiles, menos traumáticas, la sentencia llega poco a poco, de forma suave, pero como esa lluvia que cala pero no empapa aunque acaba mojando.
Si algo veo en este Tour, y con el margen de error que seguro me daréis, es que la conquista de Tadel Pogacar es paulatina, en capítulos mordisqueando cada uno de los resortes de la resistencia de los rivales, sabiendo que cada gesto y pequeño triunfo cuenta.
Desde la crono de Copenhague, Tadej Pogacar ha ido dejando señales.
Ha corrido bien situado siempre, con ese maillot blanco que da risa verle puesto, pues no es el mejor de los jóvenes, es el mejor de todo y de todos.
Sólo tuvo un momento de debilidad en el final de Calais, cuando Jumbo armó el taco que sirvió para el deleite de Van Aert, la confirmación del gran estado de Vingegaard y las dudas que vuelan sobre Roglic.
Le pillaron a contrapié, algo impropio en un aspirante top, pero creo que habrá tomado nota.
Fue eso, sólo eso, lo que se le puede achacar a Tadej, porque el resto ya lo habéis visto.
Es casi imposible encontrarle defectos.
En la crono inicial salió en medio de la lluvia, como otros favoritos, corrió los riesgos justos en las curvas pero marcó un tiempazo, evidenciando el ritmo que alcanzaría en los tramos donde había que meter tuerca.
El pavés no fue problema, salvado el susto del día anterior, se puso a ello y se alió con un especialista como Stuyven para sacar unos segundillos, sí, pero transmitir la sensación de que es complicado, casi imposible encontrarle un defecto.
La llegada a Longwy vino precedida de un frenético inicio de etapa, en la que él, en primera persona, le hizo saber a Van Aert que eso de irse solo y con margen, nada de nada.
Ahora llega al lugar de autos, a la Planche des Belles Filles, el muro en el que dio la vuelta a un Tour que todos veíamos en la mano de Primoz Roglic.
Diría que Pogacar podría sentenciar la carrera hoy mismo, en la Planche des Belles Filles, si la etapa no presentase ese perfil, si hubiera alguna suerte de encadenado en el que el esloveno pudiera desplegar la magia que el año pasado sacó a relucir en los Alpes, pero la jornada será rápida, por terreno pestoso y patapúm para arriba.
Eso puede salvar a los rivales de una sentencia tipo la de Froome en la Pierre de Saint Martin.
Todo lo que no sea un golpe en la mesa de Tadej Pogacar en la Planche des Belles Filles sería una sorpresa mayúscula.
Imagen: A.S.O./Pauline Ballet
Tadej Pogacar
Tadej Pogacar fue un marciano en Flandes
Publicado
5 meses atrásen
4 de abril, 2022Por
Iban Vega

El primer Tour Flandes de Tadej Pogacar marca un ciclista sin límites
Tras lo de Flandes ayer, ¿cuál es el límite de Tadej Pogacar?
Roubaix, un mundial contrarreloj,.. ¿qué? ¿nos atrevemos a ponerle techo?
Estamos, sin duda, ante un ciclista, como varias veces me han venido diciendo, de época, uno entre un millón, que surge cada ciertas décadas
Tadej Pogacar en el Tour de Flandes, lo dijo nuestro amigo Adrián de Eurosport, y lo vimos coherente, parecía, a priori, un «ciclista eliminable» tras lo visto en A través de Flandes.
Pero una cosa es lo que creamos o pronostiquemos nosotros y otra la realidad que día a día se empeña de escribir un corredor que ha hecho de la zona de confort algo prescindible.
Tadej Pogacar es un doble ganador de Tour de Francia que está cuajando una primavera loca en la que ha seguido dos caminos, el primero, el convencional, resuelto con nota pues renovó UAE y Tirreno junto a su estreno en Strade, y el segundo por aquellas novedades que anunció a finales de año y que tanto interés nos despertaron.
Ahora mismo, tras verle en el Tour de Flandes y, dos semanas antes, en Milán-San Remo, tenemos claro que Tadej Pogacar puede ganar, perfectísimamente ambas carreras.
En una actuación contra toda lógica, fue el factor determinante de sendas carreras, en San Remo fundió, entre otros, a Van Aert en el Poggio, y dejó las fuerzas tocadísimas hasta el final, mientras que en Flandes fue el elemento desestabilizador, desde el instante que puso a su equipo a controlar y dejarle franca la entrada y salida de los primeros tramos de adoquín.
Tadej Pogacar ha escrito su manual para correr Flandes, el suyo propio, adaptado a su forma de correr y competir, dando la cara en todo momento, mermando rivales, cuando no dejándolos en cada cota, abordando cada muro a full desde abajo, sabedor que era su única manera de hacer daño a corredores más hechos y explosivos que él…
Ha sido un espectáculo, una bendición, una carrera de esas que guardaremos para siempre, desde la óptica de afrontarla y desde el momento que un doble ganador del Tour pone en riesgo su corona en la más grande, por hacer aún más tremendo su legado.
Como leímos en más de una ocasión, su actuación fue tan brutal que hizo pequeño a un gigante como Mathieu Van der Poel, en una carrera en la que, lo dijimosdijimos, el neerlandés tiró de todo el oficio del mundo para salir vivo de cada tortura a la que era sometido.
Compitiendo en Flandes ha renunciado a competir, por ejemplo, una carrera que le va perfecta como es la misma Itzulia y en la que dejó un tema pendiente con Roglic.
Porque ya no sabemos qué decir de este corredor, si es un clasicómano que gana el Tour o un vueltómano que gana monumentos.
Sin tanto ruido como otros -ayer se quejó lo justo de la forma que salió del podio-, sin tanto titular de inicio, ni «nuevo Merckx» en la etiqueta, este ciclista ha venido a romper lo establecido y lo tremendo es que,… no se le adivina el techo.
Imagen: UAE Team Emirates
Tadej Pogacar
Pues claro que Tadej Pogacar ganar la Milán-San Remo
Publicado
5 meses atrásen
18 de marzo, 2022Por
Iban Vega

Tadej Pogacar cumple todos casi todos los requisitos para la Milán-San Remo
Cuando Tadej Pogacar anunció su calendario para 2022, todos salivamos ante la ocasión de verle disputar el Tour de Flandes, pero tampoco pasamos por alto la Milán-San Remo.
Lo cierto es que, como ya dijo el otro día al acabar Tirreno, Pogacar no está lejos de su «best», una forma excepcional, que podría guardarse para el Tour, pero que, como las tierras fértiles, se puede permitir dos picos de forma brutales en otra temporada de exigencia máxima.
Leo muchos comentarios sobre si Pogacar puede o no ganar la Milán-San Remo, cuando la pregunta idónea sería ¿qué no puede ganar este monstruo?
Hablamos de una carrera de casi 300 kilómetros, la etapa más larga del año, en la que la velocidad y el fondo juegan su fórmula para hacer la criba de los mejores.
Ya sabemos que el recorrido no es el más duro, pero es tanto y tan largo lo que hay que recorrer, que el desgaste al final siempre es la clave.
Aquí, la situación juega a favor del esloveno.
Descartado un ataque de largo radio, como aquel de Chiapucci, entre los capos y la Cipressa podría estar el primer tramo de sorpresa que UAE y su líder podrían buscar, se necesita gente buena para rodar en las rectas hacia el Poggio y unas piernas de caramelo, si se quiere mantener un corte.
Los grandes trenos de la actualidad evitan este tipo de sorpresas, pero siempre cabe la incertidumbre de quién puede o no entrar en los cortes.
No obstante, si la carrera llega como se prevé, toda junta al Poggio, me cuesta mucho creer que Pogacar tras siete horas de esfuerzo no esté lucido para saltar en la subida, aguantar en el descenso e incluso sentenciar en un sprint, con la punta de velocidad que exhibe.
Yo veo totalmente factible que este corredor gane en la Via Roma e incluya el primer nombre de ganador del Tour en San Remo desde Vincenzo Nibali.
Por cierto, que el «tiburón» bien podría servirle de inspiración a Tadej.
Sea como fuere, grande este ciclista que ha venido a cumplir una de las grandes demandas del público, el corredor total, aquel que es capaz de salir a competir y ganar el Tour, sin obviar escenarios que quedan muy lejos de Francia y julio, pero que también prestigian al personaje y el deporte.
Ojo que el año pasado, Pogacar ganó dos monumentos, ya sabemos que eran más duros, pero también tenemos la certeza de que a éste no le hemos visto hacer ni la mitad de lo que un día sabrá crear.


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Amig@s que el que se ha equivocado es el corredor, y además él paga las consecuencias.
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https://joanseguidor.com/nairo-quintana-comparacion-rafa-nadal/
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