Ciclistas
Tour: Enric Mas y Movistar le han sabido dar la vuelta
El balance final del Tour para Enric Mas se salvó cuando cambió el chip
Leo alguna crónica sobre un nuevo Movistar, e incluso Enric Mas tras estas tres semanas de Tour de Francia.
Que el cambio se prolongue o no en el futuro, lo veremos, lo que sí creo, es que se ha demostrado como necesario e imprescindible.
Movistar hace diez años era uno de los mejores equipos del mundo, lo fue de la UCI varios años, con las victorias y los podios de Nairo en las grandes, más éxitos de Alejandro Valverde.
Una historia, la de la década pasada, que vivió el enconado duelo Movistar- Team Sky especialmente en el Tour.
Los síntomas de agotamiento del modelo de Unzué llegaron a partir de 2019, con la excepción el triunfo de Carapaz en el Giro, y se acentuaron con la pandemia.
Desde entonces los telefónicos sólo han sabido correr para generales, planteando Vuelta y Tour, principalmente, como si Enric Mas fuera uno de los grandes favoritos.
El tiempo ha dicho que no, que el balear no está a la altura de quienes dominan hoy las grandes vueltas y que incluso tiene problemas para disputar las plazas que siguen a las del podio.
No es una crítica, es una constatación, desde que Enric fuera quinto en el Tour 2020 no ha vuelto a estar a ese nivel y en la Vuelta sus tres segundas plazas no han podido ser mejoradas.
Con este panorama, Movistar ya planteó, de inicio, cambios en el guión, con un equipo de «jugones» en el que se ha dado una imagen muy mejorada respecto a otras ediciones.
No se ha logrado la victoria, pero se ha porfiado por ella y no lejos de lograrla.
Fernando Gaviria, el mejor Gaviria en mucho tiempo, debería haber tenido ayuda en alguna de las llegadas, desconozco el motivo, pero quizá ni en su equipo imaginaban que iba a caminar tanto desde el inicio.
Oier Lazkano y Alex Aranburu lo intentaron pero no tuvieron ni el olfato y a veces la picardía, como admitió el propio Lazkano, de estar en el corte bueno.
Nelson Oliveira es un ejemplo en toda la amplitud de la palabra, Gregor Mühlberger fue el «comodín» del público y Javier Romo ha demostrado que tiene motor para seguir creciendo.
Tiene sólo 25 años.
Por cierto, irreconocible, Davide Formolo, quien sabemos que corrió por estar en la startlist.
Luego está Enric Mas quien, a diferencia de otras veces, ha sabido darle la vuelta al Tour, vengar el mal momento y acabar con un buen sabor de boca.
Si hace diez días nos dicen que Enric Mas acabaría contento el Tour no daríamos crédito, pero bien, bien de verdad, con ambición y siendo valiente, hasta la penúltima etapa.
La desgracia de Enrc Mas en la tercera semana del Tour es que los grandes nombres de la general no perdonan una, es como si la inercia asesina de la carrera segara cualquier opción de todo aquel que no esté en el top 3, dando siempre con el mismo resultado, los fugados siempre son cazados, antes o después, pero cazados.
Sin embargo, la imagen es otra, la actitud va en el pack, Enric Mas le ha sabido encontrar motivación a la recta final del Tour y con esa inercia quiere aterrizar en su carrera, la Vuelta.
Ojalá dure.
Imagen: A.S.O./Billy Ceusters
Ciclistas
Tirreno-Adriático: Juan Ayuso en hora y forma
Juan Ayuso puede añadir la Tirreno-Adriático a un inicio de 2025 inmejorable
No ganó de forma aplastante, quizá acostumbrados a ver exhibiciones brutales vestidas de UAE, pero la temporada de Juan Ayuso, hasta esta Tirreno-Adriático, está siendo de 10.
Los rivales los conocíamos, estaban marcados, incluso un Filippo Ganna, y eran buenos, Tom Pidcock, hiperactivo, Jai Hindley y el propio Mikel Landa.
Ninguno se lo puso fácil.
Pero Juan Ayuso, marcado desde la salida, vivo y con todas las opciones de cara a esta etapa reina, cumplió el pronóstico.
La etapa había arrancado muy movida, con Mathieu van der Poel atacando desde el kilómetro 0, lo que prometía emoción.
Después de un ritmo frenético, finalmente se escaparon ocho corredores: Gianni Vermeersch, Benjamin Thomas, Samuele Battistella, Jasper Stuyven, Chris Hamilton, Magnus Cort Nielsen, Andrea Vendrame y Andrea Pietrobon.
El pelotón no dejó que la fuga se distanciara demasiado, con equipos como Bahrain y UAE interesados en la etapa, ya que era la única montaña del Tirreno-Adriático.
La diferencia comenzó a reducirse en la subida final, donde primero Bahrain y luego UAE, excelso Del Todo, como el año pasado en esta misma carera, pusieron presión a Filippo Ganna.
Vendrame, que ya había ganado una etapa en esta carrera, se lanzó en solitario con 5 kilómetros para la meta. En esa misma subida, Ganna fue descolgado del grupo por Isaac del Toro, quien, como decimos, impuso un ritmo muy duro.
Poco después, Ayuso atacó y, tras él, se unieron Pidcock y Hindley.
Mikel Landa logró conectar con ellos, pero Ayuso no dejó de atacar. En los últimos 3 kilómetros, el español lanzó varios ataques hasta dejar atrás a sus rivales.
Fue una gran demostración de madurez de Ayuso, quien, pese a la presión y las expectativas sobre sus hombros, controló la situación y ganó con autoridad.
Pidcock fue segundo y Hindley tercero, y no se lo pusieron fácil.
Imagen: FB TirrenoAdriatico
Ciclismo
La caída y abandono de Vingegaard son una muy mala noticia
Ciclistas
La seguridad le quita el sueño a Vingegaard
La caída de Itzulia ha disparado los temores de Vingegaard sobre la seguridad
Para Jonas Vingegaard el accidente de la pasada Itzulia puede ser un antes y un después, lo admitió en su día y ahora lo refleja cada vez que habla de seguridad en el ciclismo.
Ciclistas
Jasper Philipsen va para MVP
Hay pocos ciclistas más valiosos que Jasper Philipsen
Podríamos decir que Jasper Philipsen aún no está en la mesa de los grandes, pero sin duda es uno de los ciclistas que más se acerca a reclamar su lugar.
Hoy en día, Philipsen es uno de los corredores más valiosos del pelotón, no solo porque tiene el nivel para competir y no desentonar al lado de ciclistas como Mathieu van der Poel, sino también porque ha demostrado ser capaz de asumir el mando en momentos cruciales y decidir las carreras a su favor cuando la situación lo requiere.
En las últimas temporadas, el belga ha dejado huella, especialmente con sus victorias en el Tour de Francia y en la Milano-San Remo.
Además, sus dos segundos puestos en el París-Roubaix resaltan la consistencia y el nivel de sus actuaciones.
Es impresionante la cantidad de victorias que ha logrado, muchas de ellas de gran calidad.
Su capacidad para adaptarse y brillar en diferentes escenarios lo ha consolidado como uno de los referentes del pelotón.
Es cierto que a veces se le ha señalado por su actitud algo «mafiosa», como aquella vez en el Tour de Francia, cuando mostró una ambición y control casi abusivos dentro del pelotón. Sin embargo, no se puede negar que Philipsen ha evolucionado hasta convertirse en un ciclista indispensable en la actualidad, un verdadero diferenciador en la carretera.
Su presencia, por ejemplo, ha elevado el nivel de su equipo, Alpecin, y le ha dado a la formación una dimensión competitiva que rivaliza con los grandes equipos.
Mientras que a Van der Poel no se le conoce tanto por sacrificarse por un compañero, Philipsen ha demostrado ser un corredor por quien Mathieu pone el equipo por delante cuando es necesario.
Además de su talento, Philipsen destaca por el buen ambiente que transmite en el pelotón, manteniendo una buena relación con otras grandes estrellas, como Tadej Pogacar y Michael Matthews.
A pesar de sus momentos de tensión, su carácter competitivo y su espíritu de equipo han sido clave para consolidarlo como uno de los ciclistas más completos.
En cuanto a su evolución como sprinter, Philipsen ha dejado atrás las críticas que alguna vez recibió, como cuando nuestro querido Adrián García lo apodaba «Jasper Disaster».
Hoy es uno de los sprinters más letales, habiendo superado las 50 victorias, muchas de ellas de gran nivel, como las nueve etapas del Tour de Francia y varias etapas en la Vuelta a España. Además, su victoria en Kuurne-Bruxelles-Kuurne este año ha sido una clara señal de su potencial, demostrando a Visma que en Alpecin tienen un rival formidable.
No solo es un hombre de victorias en el sprint, sino también un corredor versátil.
La victoria en el Gran Premio de Escalda de hace dos años, donde brilló rodando de manera sublime sobre los adoquines, lo consolidó como un gran especialista en terrenos difíciles, donde se mostró eficiente y competitivo, conectando con otros velocistas belgas que también dominaban las piedras.
Hoy, la presencia de Philipsen es uno de los principales alicientes para poner en aprietos a Pogacar en la Milan-San Remo.
Como es bien sabido, si Van der Poel no logra romper la carrera, Philipsen será uno de los hombres clave.
Este 2025 ya ha comenzado a demostrar cómo puede hacerle daño al mejor ciclista del mundo, reafirmando que está preparado para luchar por los títulos más prestigiosos.
Imagen: A.S.O.
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Esta Tirreno es muy importante para Juan Ayuso