Alejandro Valverde
El error de pensar que Valverde era Indurain
Si Valverde no hubiera sido gestionado como Indurain su palmarés sería aún mas grande
Cuando se escriben ciertas cosas conviene aplicar eso de la venda antes de la herida, cuando se habla de Alejandro Valverde, hay que hacer uso del aviso preventivo.
Y no es otro que sí, que Alejandro Valverde es ahora mismo el mejor ciclista en activo, hablamos de historia, ranking y números, que se emplaza en la zona noble de los mejores de siempre, como hace unos días comentamos, cuando lo situamos segundo en nuestra lista de diez ciclistas españoles imprescindibles de hoy y de ayer.
En ese listado que no dejó indiferencia, emplazamos a Alejandro Valverde en segunda plaza, por delante de Contador, tras Miguel Indurain, por que incluso a día de hoy no hemos visto nada igual que el navarrao.
Y es que, como hablamos con Javier Mínguez en un podcast sobre el ciclismo español hoy y hace 40 años, un podcast que tendremos a punto para el próximo fin de semana, Indurain hubo uno, de hecho uno como Indurain, lo hay cada cierto tiempo, cada ciertas generaciones, diría yo.
No en vano en Bélgica siguen esperando al sucesor de Eddy Merckx, a Evenepoel le cabrea mucho que le comparen con el astro de Bruselas, y en Francia el nuevo Bernard Hinault.
Llevan décadas así, y parece que va para largo.
Pero volviendo sobre Alejandro Valveerde el problema parte del mismo momento que fichó por la estructura que hoy apadrina Movistar y las cosas se hicieron como si Miguel Indurain estuviera al mando…
Más te digo @JoanSeguidor: Un Valverde más ambicioso y dirigido y aconsejado por personas tb más ambiciosas, hubiera podido acercarse muy mucho a Miguel Induráin
— RAÚL ANSÓ ARROBARREN (@ranbarren) December 13, 2020
No tengo mayor problema en afirmarlo bien claro. La misma estructura que con Induráin acertó bastante (olvidémonos de los últimos años de la carrera deportiva de Miguel) a Valverde no ha sido capaz de extraerle todo su potencial
— RAÚL ANSÓ ARROBARREN (@ranbarren) December 14, 2020
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Quince años después vemos que lo que nos comentaba Raúl es una premisa cargada de razón.
Yo no sé si se vio a Indurain cuando ficharon a Valverde, pero que dirigirlos igual era un error de inicio estuvo claro, y no somos ventajistas, lo hemos dicho siempre.
De hecho recuerdo una entrevista que tuvimos con Valverde a finales de su convulso 2007, inquiriéndole por dejar de lado el improbable éxito en el Tour y centrarse en otras cosas, en clásicas, amasar etapas, ser el ciclista total que veíamos en él, sin necesidad de Tour, como en su día lo fueron grandes de siempre como Jalabert y Kelly.
«¿Para qué? -nos respondió- ¿para ganar más veces en Lieja? pero si ya he ganado allí»
Ante esto poco o nada se puede añadir, pero el tiempo nos dio la razón, y no es algo por lo que queramos sacar pecho.
El Tour se ha revelado imposible una vez y otra para Alejandro Valverde, incluso la Vuelta que gana la logra al limite de todo, y con el famoso incidente de Cadel Evans en Monachil ayudando.
Miguel Indurain se vio con claridad que iba para lo que acabó siendo con un libreto que funcionó entonces, lo que no significaba que fuera a funcionar siempre.
El navarro fue único en todo lo que competía a disputar una gran vuelta, al igual que las carreras de un día no se le dieron igual.
Pero la dirección de Caisse d´ Epargne y Movistar insistió e insistió en mantener el plan previsto
Hoy apreciamos como, con Valverde en su ocaso, las tornas cambian, hay otros ciclismos, menos mediáticos en este lado de los Pirineos, pero interesantes y completan su terna de clasicómanos y apuestan por el ciclismo femenino.
Eso es un hecho…
Y sí, lo sabemos, como muchas veces hemos hablado y comentado, a Alejandro Valverde poco o nada se le puede pedir, ha ganado mucho, todo lo que se propuso en cada momento, eso lo tenemos claro, pero hablamos de la excelencia, de la historia en letras enormes, gigantescas.
Sólo cabe con quién se juega los cuartos Alejandro Valverde en la historia del ciclismo y pone tenso pensar qué podría haber sido.
Él es muy ajeno a lo que se diga, nos consta, los estadísticos a lo suyo, pensará, pero la suya es una de esas trayectorias de entre un millón, por eso fue, es y será siempre objetivo de nuestros comentarios.
Alejandro Valverde
Valverde y el gravel, dos caminos que parecen cruzarse
Momparler: «Creo que Valverde va a ser uno de los que monten en gravel y va a sorprender»
Hemos recibido desde La Mussara, esta charla con el seleccionador nacional, buen amigo de este mal anillado cuaderno, Pascual Momparler, sobre su relación con el gravel contando, entre otras cosas, que ve a Alejandro Valverde metido en la modalidad.
Mucho antes de ser seleccionador nacional de ciclismo en ruta, Pascual Momparler fue una de las primeras personas que anticipó una palabra que iba a llegar como un terremoto al ciclismo: gravel.
Gran aficionado al cyclocross desde joven, compró su primera bicicleta de gravel hace casi una década. Desde entonces, ha vivido el imparable crecimiento de esta modalidad.
Cada vez más aficionados y también, por supuesto, cada vez más pruebas. Numerosas en el extranjero y, también, a nivel nacional, como la Mussara Hunting Dogs que se celebra desde hace tres ediciones en la Costa Brava de Girona.
¿Hace cuántos años que practicas gravel?
Más de 15. Yo corrí en cyclocross cuando era más joven. Recuerdo ir desde mi casa al circuito todos los días y volver. Me lo pasaba muy bien. Iba con la bici de cyclocross por los caminos. Hacía mis viajes y mis aventuras con esa bicicleta, buscando vías verdes cuando el gravel aún no existía. Cuando empezó el gravel en Estados Unidos, compré mi primera bicicleta hará unos 7-8 años. Desde entonces, salgo con ella siempre que puede porque me parece muy divertido.
La organización de Mussara vio cómo aumentaba la cantidad de usuarios en bicicleta de gravel y decidió empezar a organizar en 2021 la Mussara Hunting Dogs. ¿Tú notas que cada vez hay más usuarios de gravel en tus salidas?
Sí, sí, sí. El gravel es una disciplina que no es moda. Ha venido para quedarse. Yo creo que va a apartar a ese cicloturismo de carretera y a ese mountainbike que se practica por caminos. Esa gente se va a quedar en gravel. Unos porque utilizan una bicicleta que no es adecuada para el uso que le están dando y otros porque se van a dar cuenta de que con una bicicleta de gravel pueden hacer lo mismo, pero por caminos más tranquilos y huyendo un poco de los coches. Todo eso ya está llegando.
¿Qué tiene el gravel que engancha tanto?
En mi caso, fue una época que cogí un poco de peso y cuando salía con la grupeta era una tortura. Pero luego empecé con bicicleta de gravel y me divertía mucho. Vas a 20 por hora, concentrado, en las curvas aprietas la técnica… me pareció muy divertido. Creo que eso es lo que engancha a la gente. Con una hora u hora y media te diviertes aunque vayas tú solo.
¿Cuál es tu rincón favorito para salir?
Suelo salir mucho por donde discurre la Jaén Paraíso Interior, Úbeda o Baeza, por ejemplo. Aunque voy por toda España y llevo siempre la gravel en el coche. Me he ido fijando en que cada vez hay más diversidad entre las bicicletas gravel: más rápidas, más de aventura o con doble suspensión. Son pequeños cambios que hacen falta dependiendo de los caminos por los que salgas.
El año pasado fue el primer mundial de gravel organizado por la UCI. ¿Fue una sorpresa para vosotros este paso?
En la comisión europea de cyclocross, a la que pertenezco, se hablaba de la posibilidad de este mundial desde hace cuatro o cinco años. En países como Italia, Bélgica o en el norte de Francia estaba pegando muy fuerte el gravel. Así que tampoco ha sido una gran sorpresa. Lo que sí que me sorprendió fue que tantos corredores españoles acudieran.
¿Y cómo conformaste el equipo que acudió al Mundial?
Como era el primer año, la selección la llevó más el equipo que se encarga de la parte de mountainbike. El criterio que se siguió fue que la gente hubiera cumplido las ratios que pedía la UCI, haber completado el número de carreras necesarias y clasificarse. Entre todos estos, se hizo un pull y un equipo final.
¿Y hay algún corredor que veas que puede ser un fan del gravel cuando se retire?
Yo creo que Valverde va a ser uno de los que monten en gravel y va a sorprender a más de uno. En la Strade Bianche disfrutaba mucho, el año pasado se quedó con ganas de correr en Jaén. Yo sé que lo tiene en su cabeza. De los que vinieron al Mundial, Carlos Verona me sorprendió por su técnica. Sé que tenía su bicicleta de gravel para descargar, pero vi que tenía mucho nivel.
El gravel tiene esa doble vertiente, entre competición y hobby más relajado. ¿Cómo puede evolucionar el gravel de competición en el futuro?
Al final, a la gente le gusta competir y le gusta ganar. Por un lado, está el cicloturista al que le gusta ir por caminos, ver cuántas horas es capaz de echar sobre la bicicleta, retos de supervivencia… este grupo no irá a competir. Pero seguro que surge otro grupo de gente a la que sí le guste competir. Esa gente con ADN de desnivel, distancia y dureza que buscará pruebas para pelearse con otros y ver cuánto tardan en hacer una marcha.
Texto: La Mussara
Alejandro Valverde
Alejandro Valverde, el segundo mejor de siempre del ciclismo español
Motivos para poner tan arriba a Valverde en la historia del ciclismo español
Llueve sobre mojado en este mal anillado cuaderno, y una vez consumada su retirada, creo que es buen momento de retomar la plaza de Alejandro Valverde en la historia del ciclismo español.
Hace un tiempo, creo que en el tedio de la pandemia, hice un listado de mis 10 mejores ciclistas españoles de la historia, fue algo subjetivo, aunque en parte, pues en el medio puse y valoré ciertas estadísticas que contemplaban el conjunto de la carrera de cada ciclista, y no sólo lo más gordo.
En este sentido, si mirásemos la estadística, el termómetro de PCS es muy bueno, pues pone toda la carne en el asador, y en esta clasificación Alejandro Valverde sería el mejor ciclista de la historia del ciclismo español y sexto entre todos.
Pero hay matices, sentimientos y recuerdos.
Como he dicho en más de una ocasión, un tipo que ha ganado cinco Tours de Francia, haciéndolo como lo hizo Miguel Indurain, no puede pasar por otra plaza que no sea la primera.
El navarro no sólo conquistó la carretera, lo hizo con los aficionados, los estadísticos, los menos seguidores del ciclismo, completó un serie irrepetible, con una autoridad tan sólida como su sencillez.
Dicho esto, y con Indurain en otra esfera, para mí la segunda plaza se la disputan Alejandro Valverde y Alberto Contador.
En este desempate me quedo con Alejandro Valverde, por varios motivos
El primero y más obvio es la larguísima trayectoria deportiva que ha cuajado.
Dos décadas enteras en el pelotón, nunca corriendo a ver qué pasaba, siempre aspirando a lo máximo, volviendo de una sanción y esquivando lesiones y caídas de una manera «casi milagrosa»
Sólo tuvo una grave, cosa complicadísima en un trecho tan grande de tiempo, y se recuperó para ser campeón del mundo.
En esas veinte temporadas compitiendo -le quitamos la 2010 y 2011- Alejandro Valverde se ha destacado como uno de los ciclistas más originales del ciclismo español.
Apuntó maneras más allá de las grandes vueltas, carreras que nunca dejó de lado, y amasó un palmarés de clasicómano monstruoso, con especial cita a su etiqueta de ardenero y especialista en mundiales, hasta que lo logró, pisó el podio más veces que nadie, y eso que en el camino le quedaron algunas actuaciones sonadas, y no precisamente por lo bueno, dígase Salzburgo o Florencia.
Pero salvados momentos puntuales, lo que Valverde le ha dado al ciclismo español es una trayectoria de ciclista de otra época, tocando todos los palos, sacando la cabeza en cada sprint, en cada corte, donde fuera.
Todo eso lo logró con la eterna sensación de que podría haber escogido mejor sus objetivos.
Si Alberto Contador tuvo siempre claro que las grandes vueltas era su terreno, Valverde picoteó en ellas, en especial en el Tour, quizá más de lo debido, pues yo nunca le vi favorito a la ronda francesa.
Su obsesión por esta carrera no le quitó de construir un palmarés irrepetible, pero nos cabe la duda qué habría sido si se hubiera centrado más en lo que todos veíamos que mejor se le daba.
O incluso haber probado más dos clásicas que creo que entraban en su molde como San Remo y Flandes.
Sea como fuere él siempre tuvo claro que la opinión de los demás era como un hilo musical -tiene un palmarés abrumador en carreras como Murcia, Valencia, Andalucía y Mallorca- y los números le avalan, también en vueltas por etapas, en especial tres muy gordas: Volta, Itzulia y Dauphiné.
Valverde, a groso modo, es más longevo, más singular y más laureado que Contador, por eso le pongo en la posición de plata de los mejores de siempre.
Alejandro Valverde
Nibali ha sido el corredor que alguna vez quisimos ver en Valverde
Aunque el palmarés de Valverde sea mayor, el de Nibali tiene muchísimo valor
Por mucho que cueste decirlo y pensarlo, Vincenzo Nibali y Alejandro Valverde ya son exciclistas.
Les espera ahora una vida que, entiendo, será más tranquila, más familiar, aunque seguro seguirán siendo solicitados en mil sitios, pues la suya es una leyenda que ha hecho grande este deporte durante los últimos veinte años.
Evidentemente que entre las mil cosas y obviedades que hemos dicho de ambos durante el Giro de Lombardía, han surgido, como no, las comparaciones.
Yo le he dedicado un ratillo a la ficha de ambos en el PCS y os quiero dar unos datos que no son interpretables, pues son estadística.
Alejandro Valverde es el sexto mejor ciclista de siempre, habiendo logrado 133 victorias y corrido 32 grandes vueltas y 35 monumentos.
Por su parte, Vincenzo Nibali se ha situado entre los 35 mejores ciclistas de la historia con 27 grandes vueltas corridas y 44 monumentos.
Como veis, dos monstruos de su tiempo, que se han zurrado hasta la saciedad durante años, en mil paisajes y en mil circunstancias para completar un periodo que, sinceramente, considero imborrable.
Luego están, como digo, las comparaciones… y no digo nada descabellado si afirmo que Vincenzo Nibali es ese ciclista que muchas veces habría querido ver en Alejandro Valverde.
Sé que a lo que ha hecho el murciano es muy difícil ponerle un pero, que hay que situar en valor todo lo logrado, pero también es cierto que lo del italiano ha sido magia sobre ruedas, emociones a flor de piel y querencia por los grandes escenarios.
Valverde es imbatible por Nibali en cantidad pero ¿y en calidad?
El segundo atesora cuatro grandes y tres monumentos, por una grande y cuatro monumentos del primero.
La selección de títulos que Nibali ha sido capaz de reunir en sus estanterías habla de un concepto muy diferente del ciclismo.
Vincenzo ha tenido victorias que podríamos decir «menores» pero nunca ha desestimado carreras como Milán-San Remo o Lombardía, por correr en casa o cerca de casa.
El objetivo de Valverde en pruebas como el Indurain, Valencia, Murcia y Andalucía, por citar unos ejemplos, incluso por delante de clasicotes como San Remo o Amstel ha sido algo que aficionado medio, entre el que me incluyo, no ha sentado bien.
No sé si ha sido él o su entorno, si el huevo o la gallina, pero estoy seguro que alguno de esos 133 triunfos el admirador de Valverde los habría cambiado por otros de más prestigio.
Ojo que digo el aficionado, pues el corredor al final ha hecho, como corresponde, lo que le ha rotado.
La cultura ciclista italiana de la que ha mamado el siciliano se nota en ese palmarés por la variedad que alcanza y lo celoso que ha sido de brillar en el calendario patrio, de por sí un top tres en prestigio mundial, muy superior, sin duda al español.
Luego está la actitud en carrera.
Alejandro Valverde ha basado sus grandes éxitos en estrategias inteligentes, sí, pero conservadoras, también.
Sus cuadro Liejas y cinco Flechas se resuelven de forma similar, lo mismo que otros muchos triunfos, cosa que por ejemplo Nibali ha logrado variar más.
El siciliano tiene una San Remo fraguada en la coronilla del Poggio con los velocistas viéndole partir, o un par de Lombardías culminados con estrategias brillantes y descensos históricos.
Valverde nos ha hecho vibrar, pero esa punta de velocidad y ese instinto que siempre le han acompañado han dado con triunfos más contenidos que los fuegos artificiales de Vincenzo.
¿Cuántas veces nos habría gustado ver a Alejandro tomar riesgos?
Más de una y más de dos, por eso victorias como la del Tour de 2012 o aquella clásica llamada Roma Maxima -efímera sucesora del Giro del Lazio- son tan queridas por los especialistas en Alejandro Valverde, por fraguarse de forma diferente a tantas y tantas de esas más de ciento treinta dianas con las que deja el ciclismo.
Alejandro Valverde
Vuelta: La situación de Movistar aboca a Valverde a asegurar puesto
La última Vuelta de Valverde no será lo plácida que esperaba por los puntos del Movistar
Cuando hace dos años Alejandro Valverde abrazó la opción de alargar la carrera ciclista más bestial que hemos visto nunca un par de temporadas más, hasta esta Vuelta a España, nunca imaginó que llegaría a la carrera con tanta presión y responsabilidad a causa de la situación del Movistar.
Dicho en romano paladín, la Vuelta de los baños de masas que quería Valverde para su despedida será una lucha a cara perro por cada plaza en la general que asegure los puntos de la permanencia del equipo en el World Tour.
Del Tour a la Vuelta, la situación en «chez Unzué» no ha hecho más que empeorar, cada día un poquito más angustiosa, con el BikeExchange abriendo brecha, EF y Cofidis rascando puntos, pero sobretodo con el Lotto Soudal remontando a marchas forzadas, sacando provecho de su calendario y de todo su talento, sumando con más de un corredor, para estrechar el cerco.
Una vez más, las carencias de un equipo hecho para un objetivo que tiene lejos, la lucha por las generales de grandes vueltas, ha vuelto a quedar al descubierto.
Una situación que se complica con la confección de los calendarios de cada país.
Los amplios calendarios nacionales en Francia y Bélgica dan una ventaja competitiva a Lotto, Cofidis, Arkéa o Total respecto a Movistar.
El calendario continental español reparte más o menos la mitad de los puntos UCI que en esos países.
Análisis en el reportaje 👇
— Raúl Banqueri (@raulbanqueri) August 9, 2022
España no tiene muchas carreras para sumar puntos ante la bolsa en juego de Francia, Bélgica e Italia.
La victoria de Antonio Pedrero en el Tour de l´ Ain ha sido buena, pero insuficiente, al punto que todo queda a merced de la Vuelta a España y lo que pueda hacer el equipo de «clasicómanos» en las carreras paralelas.
Iván García Cortina y Alex Aranburu tienen la presión de sumar y sumar donde sea y como sea, en carreras que no tendrán el nombre de las grandes pruebas, pero que este sistema aportan muchos puntos.
Sí, ya sabemos que no es lo más justo, pero es el sistema aceptado y aplicado desde dos años y medio.
Pero el foco estará en la Vuelta a España y por ende en la suerte del de siempre, Alejandro Valverde, en su última grande con Movistar.
Si otras veces nos preguntábamos por los planteamientos de Valverde ante una grande, a sabiendas que haría lo de siempre, buscar un puesto por encima de cualquier otra opción, esta vez la hoja de ruta está clara: Valverde irá a la Vuelta con la obligación de sumar para su equipo con la mejor plaza posible en la general.
Como hablamos con nuestro numerólogo Raúl Banqueri, los puntos de un top ten del murciano serían muy bienvenidos, aunque acompañados por todo lo que pueda venir de otras carreras.
Las etapas en las grandes vueltas no se cotizan y sí de forma generosa una plaza que lleva tres semanas conseguir.
Todo esto lo decimos con la incógnita que Enric Mas haya recuperado el físico y la moral tras el palo del Tour de Francia.
Enric, en circunstancias normales, sería un candidato al top 5, ha sido dos veces segundo, pero no nos engañemos, su plaza final se condiciona mucho dependiendo quién acabe viniendo a la Vuelta.
Y este año la participación se prevé potente.
Es terrible, casi irónico, pero qué bien les habrían ido los más de 300 puntos que habría implicado que Miguel Angel López hubiera acabado hace un año.
Entonces nadie reparó en esto, nadie imaginó esta trampa… pero la horrible planificación deportiva de este equipo no está saliendo gratis.
Imagen: Luis Angel Gomez / Photo Gomez Sport
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Pablo Caldera
16 de diciembre, 2020 En 13:14
Buenos días, también hemos de tener en cuenta la cabezonería y el empecinamiento de Valverde con el Tour y las grandes vueltas. Eso no es todo responsabilidad del equipo. A él le gusta y le sigue gustando correr dos vueltas al año y dejarse la piel por quedar el décimo. Un saludo
Iban Vega
16 de diciembre, 2020 En 13:21
es cierto, todo confluye. Verle en el grupo, aguantando sin más… es desesperante
Piugdemont
16 de diciembre, 2020 En 16:16
Ni en broma se puede poner a Valverde por delante de contador… Si no hubieran id oa por el… Alguien duda de que posiblemente tendría un par de tours más???. Y si al igual que Valverde se hubiera centrado en clásicas seguramente le hubiera ido también muy bien.
Dudo
16 de diciembre, 2020 En 16:23
Bueno, es desesperante para ti, él lo pasa muy bien y se lo puede permitir…un ciclista con personalidad propia…
¿Mejorable su palmarés? Bueno, si el objetivo fuera Mercx…
Sergiete
16 de diciembre, 2020 En 21:08
Valverde siempre está en la incómoda zona donde ni comes ni te dejan comer, a pocos minutos del líder: lo suficientemente cerca como para que sufra un marcaje brutal por parte de sus rivales y no le dejen pillar la escapada; pero lo suficientemente lejos como para no disfrutar del podio (aunque a veces ha logrado unos meritorios podios, que ya quisieran muchos).
Quién sabe si se dejara 30 o 40 minutos en una etapa random, si hubiese logrado muchas más victorias de etapa, así como clasificaciones de regularidad o de montaña.
En cualquier caso, espero seguir viéndolo mientras siga corriendo, ojalá siga muchos años, pero también se ha ganado un merecido descanso. Cuando lo deje, se le echará de menos.
César
18 de diciembre, 2020 En 12:22
Induráin fue un monstruo en vueltas por etapas, mientras que Valverde ha sido un corredor completísimo, con una facilidad alucinante para las llegadas, con una gran regularidad en vueltas de 3 semanas, pero ni por asomo se acerca a lo de Induráin en las grandes vueltas. Valverde ha dado el máximo y siempre le ha ganado alguien que era mejor que él, a excepción de la Vuelta que ganó. Lo de Induráin era de otro planeta. La manera que tenía de pedalear, una complexión física privilegiada, y unos valores fisiológicos únicos. Induráin arrasaba en las contrarreloj (verle rodar en la cabra era impresionante), y en montaña imponía un ritmo que destrozaba a cualquiera (la etapa con llegada a La Plagne del Tour del 95…el que no sepa de ella, le recomiendo ver la última subida…y se hará una idea del tipo de corredor que era realmente Induráin…un monstruo).
Vicente Díez García
18 de diciembre, 2020 En 18:24
El campeón nace; no se hace
David
18 de diciembre, 2020 En 18:58
Eso se ha dicho cientos de veces, yo incluido. Tambien hay que decir que a Valverde siempre le ha fallado la cabeza, porque si no yo si creo que tenia capacidad para ganar un Tour.
De todos modos, como lo dicho, si Valverde se hubiera dedicado a clasicas, carreras de una semana y a ganar etapas por todos lados, y con otra mentalidad, tendria un palmares montruoso.