Noticias de ciclismo
El ciclismo esloveno está en el filo de todo
El ciclismo esloveno triunfa mientras explota un escándalo de dopaje en su país
El ciclismo en ciertos países es un fenómeno reciente, al menos en lo que a la élite se refiere.
La explosión de corredores como Peter Sagan o Michal Kwiatkowski han puesto Eslovaquia y Polonia en escalones poco previstos hace un tiempo y al mismo tiempo han removido las aguas del lugar.
Y por esas zonas, hay un país verde, preñado de montañas, que comparte Dolomitas con Italia que es Eslovenia, un país que ahora mismo es una de las potencias ciclistas mundiales…
… y al mismo tiempo uno de los focos de dopaje que están bajo la lupa.
Un sentimiento agridulce, un sabor raro que deja sobre la mesa la situación más curiosa que hemos visto en mucho tiempo.
El ciclismo esloveno reúne él solito un palmarés demencial este año
Primoz Roglic les da la mayor cantidad de victorias, con Tirreno, UAE Tour y Romandía, las etapas en el Giro, pero no es sólo eso Tadeg Pogacar no ha esperado ni un mes para estrenarse en el World Tour ganando Algarve, en febrero, y California hace unos días.
Sumadle eso a Matej Mohoric, omnipresente y no siempre afortunado con la victoria, aunque ojo, dejadle que ya va ganando cosas -su agosto del año pasado fue eso «hacer el agosto»-, el «dominio suizo» de Simon Spilak, el corredor que no corre grandes vueltas porque prefiere ganar las pequeñas del país helvético…
En Pinerolo, Jan Polanc tomó la maglia rosa de su compañero Valerio Conti -tiempos contradictorios también para el UAE, con algún ciclista suspendido, Gaviria que no gana y carrusel de maglias rosas en el Giro-
Jan Polanc es un valioso ciclista de 27 años que ya tiene dos etapas en el Giro que ahora adorna con una maglia rosa perdida por el valle de Aosta.
Eso viste en la sala de estar.
Se ve que en la rueda de prensa Polanc fue inquirido por la operación Aderlass, una operación contra el dopaje sanguíneo que tiene en Eslovenia su kilómetro cero.
«Un sueño hecho realidad que lucharé por alargar lo más posible» vino a decir en general.
«Soy esloveno, vivo en Eslovenia y estoy orgulloso de eso. Es triste todo lo que está pasando» añadió sobre lo otro.
Lo cierto es que el ciclismo esloveno está viviendo una situación muy similar a aquella que en España tuvimos en los tiempos de la Operación Puerto.
Porque el estallido de la OP, tristísima e ineficaz acción contra el dopaje en este lado de los Pirineos, pilló al ciclismo español con Valverde, Contador, Samuel, Sastre y Freire, entre otros, amasando victorias y victorias, mientras en casa los trapos se lavaban a gritos.
Un panorama complejo en el que lo sencillo sería decir que el ciclismo esloveno triunfa por estas cuestiones.
De hecho Roglic, el tipo más vigilado del Giro en todos los campos, ya soporta ciertas insinuaciones, fuego amigo podríamos decir, porque Stef Clement ha lanzado la sonda.
Sea como fuere que Janez Brajkovic acabara su trayectoria profesional como la finiquitó hace unos meses anunciaba un año de cuchillos largos para el ciclismo esloveno, en un escenario feo para el técnico del Bahrain y algún corredor.
Si correr y competir un Giro es complicado, imaginaros con este peso sobre la espalda.
Imagen: FB Giro d´ Italia
Noticias de ciclismo
Lance Armstrong: ¿Qué problema que los 3 del podio sean amigos?
El comentario de Armstrong sobre el podio de Milán-San Remo me pareció ridículo
Así se despachó Lance Armstrong al finalizar la Milán-San Remo…
I’m impressed with this generation of cyclists. In many ways, they are more talented. But they do not compete like we did.
Hugs and high fives? This would have been totally foreign to me.
(via @DannyDuncan69) pic.twitter.com/rXJyB5rvPX
— Lance Armstrong (@lancearmstrong) March 14, 2024
No soy muy amigo de mirar actitudes de los deportistas fuera de la competición, sobretodo porque corremos el riesgo de decepcionarnos casi seguro, pues al final el motivo por el que les admiramos nada tiene que ver con que sean buenas personas, simpáticas con la gente o ciudadanos ejemplares.
Sin embargo, admito que la imagen de buen rollo y camaradería de Jasper Philipsen, Michael Matthews y Tadej Pogacar nada más cruzar la meta de la Milán-San Remo me pareció muy bonita, por mucho que Lance Armstrong dijera no entender tanta deportividad.
Felicitaciones sinceras y alegría evidente, eso es lo que aprecié entre el ganador y los dos compañeros de podio.
Una escena que se complementó con el selfie que Pogacar se hizo con ellos en el podio.
Bravo, porque esto es deporte también, en un mundillo de competitividad y rendimientos horribles, con una exigencia tan grande y tantos días fuera de casa que es interesante ver que en el pelotón se generan estas complicidades más allá del equipo al que te debas.
Luisle Sánchez, entre otros, nos habló no hace tanto que le apenaba ver cómo se habían enfriado las relaciones entre los ciclistas, con una especie de guetos entre los equipos en los comedores y a veces en el pelotón, donde sólo se consiente ir entre los tuyos.
Pogacar y Philipsen habían sido compis en UAE y Michael Matthews me parece un tipo que se lleva bien con mucha gente en el pelotón, incluidos estos babys que entraron en el ciclismo cuando él ya llevaba unos años en el negocio.
Su buen rollo tras una carrera disputada a cuchillo nos lleva a ese ciclismo que va más alla del ratio, la performance y el resultado, cosa que parece no entender Lance Armstrong, como evidenció tras la Milán-San Remo.
No voy a decir que si es tóxico y todas esas cosas, el daño que le hizo al ciclismo todos los sabemos, pero sí que es cierto que cuando él fue corredor, e incluso durante el tiempo, nunca ha escondido su afinidad con Jan Ullrich, su rival más enconado, e incluso con Ivan Basso.
Al final, hasta el desalmado tejano, todos tenemos un corazonzito.
Noticias de ciclismo
El Roglic en Bora también necesita tiempo
El debut a contrapié de Roglic con Bora no es habitual pero tampoco imposible
Lo más destacado de Roglic en su estreno con los colores de Bora en la París-Niza se resume en la imagen que ilustra el artículo.
Su contra cuando McNulty, Jorgenson y Skjelmose estaban escapados fue el instante más destacado de Roglic en toda la semana.
No fue su carrera, sin duda que no.
Acostumbrado a ser protagonista de inicio, a veces hasta casi sin querer, como el año pasado en la Tirreno, Roglic no ha tenido el brillo que se esperaba en su primera competición con Bora.
Sin protagonismo en la carrera, descartado en la crono por equipos, Roglic no ha podido defender el dorsal uno que portaba, entiendo que por ser el último ganador de la carrera en liza.
La impaciencia de los tiempos actuales, en los que si no destacas de inicio, las cosas ya van mal, ha sido la vara de medir para el esloveno.
Es obvio que el proyecto Bora no tiene la enjundia de Visma, tampoco la del Jumbo, pero tiempo al tiempo, Roglic, necesita días, semanas para ir cogiendo el ritmo.
A diferencia de Pogacar, Vingegaard o Remco, Roglic tiene 34 años, y hará los 35 este 2024.
Se bate con corredores una media diez años más jóvenes que él.
Roglic lleva tiempo en el negocio, se ha construido un palmarés de leyenda pero no tiene un interruptor.
Ahora mismo Roglic podría pasar con más pena que gloria por donde compita que no añadiría nada nuevo a su palmarés hasta el mismísimo Tour.
Es obvio que fuera de Visma hace frío, pero Bora no es cualquier cosa, y el esloveno crecerá en forma y presencia, si bien todos le vemos un peldaño por debajo de los dos grandes favoritos al Tour, los dos que llevan tres años copando las plazas más nobles de la mejor carrera.
Pero que no le subestimen, porque corre sin otra servidumbre que valerse por y para sí mismo y conseguir su gran objetivo, ese Tour que yo creo que tiene muy complicado, pero siendo él, nunca le descartaría.
Imagen: A.S.O./Billy Ceusters
Noticias de ciclismo
Los ataques más icónicos de Mathieu Van der Poel
En San Remo sale el arcoíris, debuta Mathieu Van der Poel
¿Cuál es el ataque más icónico de Mathieu Van der Poel?
Para mí el que ilustra este tweet.
¿Qué te sugiere esta imagen? pic.twitter.com/n3L9QfjSjj
— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) February 29, 2024
Aquella Strade Bianche, la de 2021 fue para un servidor la primera gran carrera del ciclismo que estamos viviendo y disfrutando, una escapada top llevada hasta el final y desenlace atómico en el centro de Siena.
La estampa, el vértigo de la calle, los rivales retorcidos a lo lejos y Mathieu Van der Poel maltratando la bicicleta, en un equilibrio que sería imposible si no fuera que va a mil por hora.
La palabra es belleza.
Pero ojo, no fue el ataque más icónico en una breve encuesta que realicé hace unos días.
A raíz de este tweet 👇👇👇 de Mathieu Van der Poel en Strade 2021, y a sugerencia de @RBrugue…
¿Cuál es la burrada + icónica del neerlandés?
— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) March 1, 2024
El primer golpe es el que queda y a Mathieu Van der Poel se le sigue recordando aquel desenlace de la Amstel Gold Race de hace cinco años, el final imposible ante la parsimonia de Alaphilippe y Fuglsang y el ímpetu del neerlandés del culotte blanco.
Aquellos días se habló de ciclismo hasta en los telediarios, gentileza del amigo Mathieu.
Desde entonces nos ha dejado ataques icónicos, algunos que me vienen a la mente, el de Harelbeke del año pasado que Iván García Cortina describe tan bien en nuestro podcast.
Sólo le siguieron Van Aert, a duras penas por momentos, y Pogacar.
Otros que le recuerdo, sus primeras clásicas de 2019 era un constante martilleo sobre los rivales, en lo que se ha convertido un síntoma de su evolución, pues aquel Mathieu Van der Poel pluriactivo y omnipresente ha pasado a ser un ciclista más certero y eficaz en los movimientos.
Y aquí vamos al que protagonizó el año pasado en el Poggio, tras una subida a bloque, tuvo el diferencial de sacarle unos metros a Pogacar y cía que fueron imposibles de remontar.
Si bien, el último gran golpe se produjo en Glasgow, antes de la caída, de la zapatilla rota, del drama, cuando estaban a punto de cazar a Alberto Bettiol, en una pequeña loma, tuvo el cambio suficiente para irse y vestirse el irisado, el arcoíris que este finde volverá a salir con motivo de la Primavera, de la Milán-San Remo.
Noticias de ciclismo
Una Sea Otter y Euro Mobility más grandes y ocupadas
Sea Otter Europe y Euro Mobility amplían espacio en un 15% respecto a 2023 y alcanzan ya el 80% de reserva
Sea Otter Europe Costa Brava Girona by Continental y Euro Mobility Festival siguen creciendo. Desde que empezara esta aventura en 2017, en Girona, y que en la edición de 2022 se incorporara el Euro Mobility Festival, el crecimiento ha sido continuo, excepto por el paso del Covid 19.
Para la edición 2024 se amplió, una vez más, el espacio disponible en un 15% respecto a la edición de 2023, esto significa que se superarán los 40.000 metros cuadrados de exposición. En estos momentos, las reservas de espacios en las zonas Expo del festival están avanzando a muy buen ritmo y se prevé el lleno total de nuevo para la edición de 2024 a celebrarse del 20 al 22 de septiembre. En este momento ya se ha alcanzado la reserva del 80% del total del espacio disponible del festival.
En la séptima edición de 2023 más de 400 marcas estuvieron presentes, en estos momentos, más de 330 de las mismas ya han confirmado y reservado su espacio para la edición de 2024, por lo que se prevé que prácticamente todos repitan. En algunos casos las marcas están contratando más espacio para exponer por lo que se está trabajando para dar cabida a esta gran demanda.
A partir del 1 de febrero se ha abierto la opción de reservar espacios para aquellas marcas que deseen estar presentes por primera vez o que no hubieran estado en la edición de 2023. La lista de espera para empezar a reservar a partir del 1 de febrero es larga y las muestras de interés y petición de información es muy grande por lo que se intuye lleno total de los espacios previstos para exposición.
Todo ello denota un gran interés y positivismo de cara al futuro por parte del sector y a su vez, una muestra de la consolidación de Sea Otter Europe Costa Brava Girona by Continental y Euro Mobility Festival como eventos a los que no se puede faltar.
+ INFO Sea Otter Europe y Euromobility
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