Ciclismo
A Antonio Tiberi le recordarán siempre por el gato
Mucho habrá de ganar Antonio Tiberi para que no le saquen el tema del gato en cada cruce
A veces es increíble lo poco que cuesta cagarla en la vida, un mal paso, un mala prensa y te colgarán una etiqueta que te acompañará de por vida, todo por la noticia de Antonio Tiberi y el gato que ha matado.
Al italiano del Trek le conocíamos por el mundial de contrarreloj que ganó de juvenil en Yorkshire y también por esa caída en el UAE Tour cruzando la meta, por la rotura del manillar, creo recordar.
En fin que ahora leemos, en la posiblemente noticia ciclista más disparatada de lo que llevamos de año, que Antonio Tiberi ha matado un gato ensayando con su rifle de aire comprimido.
Lo ha hecho en San Marino y tiene tela, porque cualquiera que haya visitado la ciudad, sabrá de la cantidad de tiendas de armas que hay por el lugar.
Ha sido como cerrar el círculo.
Para más inri, el gato era de un ministro de la pequeña República cercana a Rimini, un sitio tan bello como irreal.
Antonio Tiberi ha descubierto en primera persona que sí, que una carabina de aire comprimido puede ser mortal, como comprobó con el pobre gato.
Increíble pero cierto, ha tenido que cargarse un animal para saber de ello, cosa que me lleva a un par de reflexiones.
Ni los deportistas deben ser ejemplo de nada, más allá de sus prestaciones atléticas, ni se les supone un coeficiente muy elevado.
Ir en bicicleta, aprender todo lo que tienen que aprender y plasmarlo en carrera es una cosa, que luego sean o no ejemplares, otra muy diferente.
Trek ahora tiene otro caso como el de Quinn Simmons hace un par de años.
Curiosamente también campeón del mundo en Yorkshire, aunque de ruta, al americano le gustó hablar más de la cuenta sobre Donald Trump, además algún emoji comprometido por twitter.
Le costó salir del equipo Trek un tiempo.
A Tiberi le han cascado una multa, a ver qué hace su escuadra, en todo caso la gente siempre le señalará como el que mató un gato, eso lo llevará de por vida.
Imagen: Trek Race Shop
Ciclismo
Van der Poel- Pogacar: El tríptico de la primavera
La mejor primavera ciclista de nuestras vidas
Este fin de semana de Pascua llega la primera gran clásica sin la presencia conjunta de los dos grandes cocos de la primavera: Tadej Pogačar y Mathieu van der Poel. Al menos no estarán ambos en la misma carrera, ya que la Amstel Gold Race sí contará con el esloveno, que ya la ganó hace dos años.
Eso no evita que sigamos con la cabeza puesta en las tres carreras monumentales que nos ha regalado esta primavera: un auténtico tríptico verde que quedará marcado en nuestras memorias.
Sin duda, la mejor primavera que hemos vivido como aficionados al ciclismo.
Y no solo para los fans de siempre: el duelo entre estas dos leyendas ha trascendido las fronteras del ciclismo, captando la atención de muchos que no son seguidores habituales del deporte más bonito del año.
Todo comenzó un sábado por la tarde, camino a San Remo, con la Milán-San Remo más loca de los últimos 30 o 40 años.
Tadej Pogačar rompió todos los pronósticos atacando desde lejos, buscando sorprender con su potencia arrolladora.
Pero aquella tarde se encontró con un Mathieu van der Poel simplemente colosal, en estado de gracia. Ya no es ese corredor que iba a todas las carreras a dar espectáculo, ahora elige bien sus objetivos.
Y cuando se enfoca, es imparable.
En San Remo, Van der Poel aguantó cada uno de los ataques de Pogačar, para luego rematar en la cima del Poggio y consolidar su victoria en la mítica Via Roma.
Una victoria que lo coloca entre los grandes, no solo por el terreno, sino por haber vencido al mejor del mundo sin reservas.
Dos semanas después, llegó Flandes, el segundo acto de esta primavera dorada.
Era sabido que los desniveles del recorrido podían favorecer a Pogačar, incluso estando en el territorio natural de Van der Poel. Y así fue.
El esloveno castigó en cada cota camino a Oudenaarde, hasta romper la resistencia de su rival y llevarse un triunfo histórico en terreno ajeno.
Este segundo triunfo en Flandes refuerza su leyenda y eleva aún más esta rivalidad épica. Cabe destacar que Flandes es la única clásica que ambos comparten en su palmarés.
Los otros cinco monumentos se los reparten de forma exclusiva.
La guinda del pastel llegó con la París-Roubaix, donde de nuevo se enfrentaron, aunque esta vez el duelo no se resolvió tan al límite como esperábamos.
Como en San Remo, Pogačar corrió con pura fuerza, pero Van der Poel lo hizo con todo lo demás… y ese “todo lo demás” fue sencillamente inapelable.
Hoy por hoy, el neerlandés es prácticamente imbatible en Roubaix. Ni siquiera Pogačar parece capaz de ganarle si Mathieu llega en forma.
El momento decisivo fue aquella curva mal trazada por el esloveno, que le costó unos metros… suficientes para que Van der Poel hiciera lo que mejor sabe: castigar sin piedad cuando se abre un hueco.
Su estado de forma asombra incluso a quienes ya lo conocen bien, porque no deja de mejorar año tras año, y eso que ya roza los 30 y lleva muchas temporadas al más alto nivel.
Con las imágenes aún frescas en la memoria, podemos afirmar sin dudar: esta ha sido la mejor primavera ciclista de nuestras vidas.
Ahora se vienen las Ardenas, aunque nadie puede ignorar que la ausencia de rivales a la altura del “coco” esloveno podría ser decisiva en lo que veremos en las próximas semanas.
Ciclismo
¿Por qué pienso que Wout van Aert está roto?
Este Van Aert es bueno, le queremos, pero no es del antes
Claro que Wout van Aert sigue siendo uno de los mejores ciclistas del momento, ¿cómo dudarlo? Solo hay que mirar las estadísticas de este 2025 para confirmarlo.
Se ha quedado a las puertas de dos monumentos, ha sido segundo en otras dos clásicas, la cámara lo busca, los aficionados se preguntan dónde está, porque Wout es un grande.
Es uno de esos nobles del pelotón, un ciclista de los que marcan época, de los que hemos tenido la suerte de ver en su plenitud.
Pero también es evidente que está teniendo más problemas de los esperados para volver a sumar victorias importantes.
No ha ganado, y eso es un hecho. Pero lo que realmente preocupa son las sensaciones.
Decir que está “roto” no significa que no compita, ni que no pueda volver a su mejor nivel. Pero ojo, el tiempo pasa… y lo que transmite no es precisamente positivo.
Y no hablo solo de podios o estadísticas, hablo de algo más intangible.
De esas “vibras” que muchos mencionan, esas que te muestran a un corredor que siempre fue capo, líder natural, y que ahora parece no encontrar su lugar.
Tras esto podemos decir que van Aert es un ciclista roto
— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) April 18, 2025
En un tweetque publicamos hace poco, más allá de los que creen que ya lo damos por perdido, hubo una respuesta que nos hizo pensar: alguien lo comparó con Tom Dumoulin.
Y es inevitable ver ciertos paralelismos. Dumoulin nunca volvió a ser el mismo tras aquella caída en el Giro 2019 que le dejó tocada la rodilla.
Desde entonces, pasó de ser un ganador del Giro, segundo en el Tour y en otra grande italiana, a un “quiero y no puedo”.
Seguía siendo vigilado, pero ya no rendía como antes.
Y el ciclismo es así: un mal paso después de miles de kilómetros, y todo cambia. Justo esa sensación es la que transmite ahora Van Aert tras sendas caídas que te dejan seco.
Últimamente se le conoce más por sus declaraciones sobre seguridad y por estar en escenarios algo alejados de aquel Van Aert imponente, dominante.
Y no es algo necesariamente malo. A veces simplemente hay que aceptar que las cosas cambian, que ya no se rueda al mismo nivel, que no es posible mantener ese pico de forma eternamente. Un solo tropiezo puede sacarte de la foto.
¿Puede acabar como Dumoulin? No lo sé. Pero ahora mismo, como también deja entrever Vingegaard, hay un perfil bajo, cierta inseguridad, un alejamiento de los puestos de honor que solía frecuentar.
No sé si las clásicas que vienen serán terreno propicio para que recupere su mejor versión. Lleva muchos golpes, muchas averías, y parece necesitar una “reparación” profunda.
Esa es la impresión que deja cuando lo superan, en mano a mano, corredores como Evenepoel o Powless, a los que en otro momento habría ganado con claridad.
Ojalá el Giro le sirva para volver a ser ese ciclista descomunal que conocemos. No será fácil. Yo también creo que está roto, pero eso no significa que esté acabado.
No quiere decir que no pueda volver a ganar. Aunque muchos pensemos que su versión actual no es la mejor… incluso así, ese casillero aún puede seguir creciendo.
Ciclismo
Amstel Gold Race ¿Quién va?
Son varios los nombres que pueden estar delante en la Amstel Gold Race, pero claro si está Pogacar…
La temporada de clásicas de adoquines ya quedó atrás y ahora es el turno de las Ardenas, con la Amstel Gold Race como punto de partida.
Aunque técnicamente no se corre en las Ardenas, sino en Maastricht, Limburgo (Países Bajos), el recorrido con sus 34 subidas cortas y explosivas es perfecto para escaladores, puncheurs y especialistas en clásicas.
Y como no podía ser de otra forma, el gran favorito es Tadej Pogačar, el actual campeón del mundo, que viene de ganar Flandes y hacer podio en París-Roubaix.
El esloveno corre ahora la parte de las clásicas que mejor se le da, hay que joderse.
Esperamos que varios nombres puedan hacerle frente.
El primero en la lista es Tom Pidcock, defensor del título. El británico ya ganó en 2024, fue segundo en 2021 -aquel sprint tan mal fallado a favor de Van Aert- y tercero en 2023.
Conoce bien la carrera y llega fresco, después de tomarse un descanso tras su buen papel en Strade Bianche y Tirreno-Adriático.
Sabe cómo moverse en este terreno.
Otro que vuelve a escena es Remco Evenepoel, campeón olímpico y doble ganador de Lieja. El belga tuvo una pretemporada accidentada por una caída, y aunque su forma es una incógnita, nunca se lo puede descartar.
Es uno de los pocos que ha logrado plantarle cara a Pogačar en carreras de fondo.
También hay que mencionar a Marc Hirschi, que fue segundo el año pasado y ahora lidera el Tudor Pro Cycling Team.
El suizo es perfecto para este tipo de recorrido.
Por su parte, el irlandés Ben Healy (EF Education-EasyPost) es un outsider con legión tras él.
Fue segundo en 2023 y llega con victorias recientes, como su ataque de 56 km en la Itzulia.
Es de esos que no esperan, y en una carrera tan abierta como Amstel, puede ser clave.
Otros posibles tapados: Tiesj Benoot, Michael Matthews, Benoît Cosnefroy y Julian Alaphilippe.
Todos con experiencia y piernas para dar una sorpresa que mucho me temo que UAE no va a permitir..
Por eso, si Pogačar está fino, va a ser muy difícil que alguien le quite la gloria. Pero en ciclismo, nunca se sabe…
Ciclismo
Remco Evenepoel vuelve a donde lo dejó
Primera carrera y primer éxito de Remco Evenepoel
No le veíamos desde aquella persecución imposible de Pogacar en Lombardía, pero qué regreso de Remco Evenepoel: una victoria contundente en la Flecha Brabanzona.
La carrera fue un 100% Remco, antes, durante y después de su éxito.
Todo tras su periplo más duro de siempre, pensando incluso en dejar todo esto.
Se ha despachado superando nada menos que a Wout van Aert, en sprint que no ha tenido historia, como nunca hubiéramos esperado.
La carrera comenzó con una escapada temprana de seis corredores, pero todo cambió a 48 kilómetros de meta. Ahí fue cuando Remco decidió que era su momento.
Junto a Van Aert, destrozaron la carera y sólo un ciclista pudo seguirles: el británico Joseph Blackmore, quien se unió a ellos para formar un trío de lujo al frente.
Con un ritmo casi de contrarreloj por equipos, se fueron alejando del pelotón, que no lograba recortar la diferencia.
A medida que se acercaba el final, Remco volvió a mover ficha en la subida adoquinada de Hertstraat y soltó a Blackmore. De ahí en adelante, fue un mano a mano con Van Aert.
Aunque el grupo perseguidor seguía a unos 40 segundos, nunca pudieron acercarse lo suficiente.
Ya en los últimos kilómetros, Van Aert dejó de colaborar en los relevos, guardando fuerzas para el sprint. Pero Remco Evenepoel estuvo a lo suyo, como antes, como siempre, sin perder la calma esta vez, sion aspavientos para pedir el relevo, tiró hasta el final… y en la recta definitiva fue simplemente más fuerte.
Con esta victoria, Evenepoel no solo se llevó una clásica importante, sino que dejó claro que su regreso es serio.
Volvió con ambición, piernas fuertes y la mentalidad ganadora de siempre.
La Flecha Brabanzona fue el escenario perfecto para recordar que cuando Remco está en forma, pero la duda que nos asalta ya sabéis cuál es.
¿Le será suficiente en Amstel y Lieja contra Pogacar?
Lo dudo, pero sin duda excelente noticia, y de paso una alegría efímera para el Soudal, otrora el bloque que copaba la primavera.
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