Ciclismo
Valonia, ciclismo entre leyendas
Flecha Valona y Lieja-Bastogne-Lieja, las dos carreras que ponen Valonia en el mapa mundial del ciclismo
Recorrer Valonia como cicloturista puede ser un gran atractivo para los amantes de la bicicleta y el ciclismo.
En esta región se puede pedalear para contemplar y conocer un territorio impregnado de historia. No es de extrañar en un destino que es el anfitrión de dos de las pruebas más esperadas del calendario ciclista internacional: La Flecha Valona y La Lieja-Bastogne-Lieja.
Esta región de marcado carácter ciclista, en primavera, ofrece dos grandes acontecimientos:
La Flecha Valona, que se celebra hoy 19 de abril, atrae a ciclistas de toda Europa y se caracteriza por un trazado de 194 Km con sus temidos desniveles de entre un 15 y un 26 % siendo el Mur de Huy el tramo más duro.
La Flecha Valona forma parte de las llamadas Clásicas de las Ardenas, los tres recorridos ciclistas que cada mes de abril se disputan en Bélgica, Luxemburgo y una parte de Francia.
Haciendo referencia a la historia cabe destacar que a lo largo del recorrido hay siete icónicas capillas, por lo que también se conoce como le Chemin des Chapelles.
Por su parte, la Lieja-Bastogne-Lieja, que tendrá lugar el 23 de abril, transcurre por las colinas del sur de Lieja. En esta etapa, de un trazado de 255 km hay más de 4.000 metros de desnivel.
Es considerada una etapa de alta montaña que tiene como escenario los muros de Valonia, aunque la modalidad BTT no es la más practicable para los visitantes que desean conocer la región valona.
Al lado de tota esta tradición ciclista centenaria, Valonia ofrece una variada red de itinerarios cicloturistas para los enamorados de este deporte que no quieren emular a los mejores ciclistas del mundo y desafiar tales desniveles.
Estos recorridos son válidos tanto para dar un paseo en familia como para realizar un periplo de varios días. Destacan las antiguas vías ferroviarias reconvertidas en carriles bici y la Red de Vías Lentas (RAVEL), conocidas como las Vías Verdes de Valonia.
Ciclismo
Giro, cuando los equipos le hicieron el trabajo al UAE
Los intereses de otros equipos relajan las necesidades del UAE en el Giro
En el momento de las previas del Giro de Italia, el ocho que el UAE presentaba de salida era, en teoría, uno de los puntos flacos que minaba la candidatura de Tadej Pogacar.
No es que todos los equipos vinieran con lo mejorcito al Giro, pero había alguno, tipo Ineos, Decathlon o Bora, que habían alineado gente muy buena para poder buscarle las cosquillas al favorito y los suyos.
Pensamos vagamente que eso podría ser posible, pero no.
El Giro de Italia se ha convertido en lo que muchas veces se convierte una gran vuelta cuando entramos en la tercera semana, un baile de intereses cruzados que mete a equipos que no podríamos pensar nunca que entrarían en el trabajo que pensábamos correspondía en exclusiva al equipo del líder.
Estoy seguro que en UAE tuvieron clara esta consigna y la manejaron desde el inicio.
El plan, visto ahora, tiene todo el sentido: Tadej Pogacar abrió hueco desde el inicio, martilleando la moral y la diferencia con los rivales para luego entrar en una primera fase de control -UAE ha tenido alguna jornada en la que ha tenido que currar de lo lindo- y posteriormente ver cómo otros equipos entraban a la caza de diferentes objetivos en el Giro.
Sólo en la jornada de Grappa han echado el resto, de inicio a final, pues a Tadej la etapa le emocionaba.
De esta manera por la primera fila del pelotón han entrado diferentes escuadras que han aliviado mucho el trabajo del equipo del líder.
Bahrain por ejemplo se vació en la defensa del puesto de Antonio Tiberi cuando Romain Bardet se metió en fuga.
Camino del Passo Brocon, por ejemplo, los DSM se vaciaron por su líder francés, echando abajo una fuga de gran calidad, para luego dejar ir a Steinhauser porque no tenían ya mucho más.
La reacción de Majka pidiendo explicaciones fue muy gráfica: «Tiráis abajo una fuga para luego dejar marchar a uno de sus integrantes«.
Decathlon también ha chupado aire en alguna ocasión, e incluso el Movistar el martes, alimentado por las opciones de Nairo.
Así las coas, a UAE no le ha salido barata la apuesta, pero está claro que defender la maglia de Pogacar ha sido un trabajo más coral de lo inicialmente previsto, dándose una circunstancia, con el control de ciertos equipos se ha puesto en bandeja que el esloveno fuera engrosando la cuenta de etapas por llegar al final con todas las opciones a disputar.
Capítulo aparte merece el Ineos, terrible en el planteamiento de un etapón como el de este miércoles.
Los ingleses han traído el mejor grupo, sobre el papel, pero poco o nada han ejecutado esa calidad sobre la ruta.
Es más, la comidilla entre Geraint y Arensman, con inesperados giros de guión, ha sido más comentado que botín que, por cierto, no ha sido malo: dos etapas y tercera plaza en el podio.
Imagen: FB Giro d´Italia
Ciclismo
Giro, nos sobran idiotas en las cunetas
Otra vez el peligro ha merodeado las figuras en en las cunetas de la última subida del Giro
Uno de esos post que son un déjá vû en este mal anillado cuaderno, el de la gente haciendo el imbécil en las cunetas del Giro, Tour o cualquier otra carrera que pueda morir de éxito.
Os voy a decir un nombre Francesco Manuel Bongiorno.
Hace justo diez años, en el Giro 2014, fue desequilibrado por un imbécil que corrió a su lado, cuando iba a rueda de Michael Rogers en la disputa de la cotizada etapa con final en el Monte Zoncolan.
Esa fue una, pero los episodios se repite, como aquel de Vincenzo Nibali caído en medio de la niebla de una bengala por Alpe d´Huez, teniendo que retirarse del Tour por una fractura en una costilla, creo recordar.
El ciclismo vice varios episodios así cada año, y suceden en días señalados, de largo y gala, como esta doble subida al Monte Grappa.
No era complicado imaginar que Pogacar tendría esta etapa marcada en la agenda, quizá por darse un homenaje, quizá por disfrutar de la maglia en solitario o para dejar su huella.
Ganar seis etapas en una misma carrera, adornando el triunfo final, eso es un lujo que sólo este ciclista tan superior se puede proporcionar.
Ya en el primer paso al Grappa, el gentío allí desplazado impresionaba, llenando las cuentas de una grande como el Giro que se distingue por el conocimiento y cariño que la gente le tiene a la carrera y a sus protagonistas.
Pero en medio de esa ingente masa de afición noble y apasionada, se esconde una fauna de individuos que no respetan las normas básicas, que desprecian el esfuerzo de los protagonistas y frivolizan con la situación.
Tadej Pogacar, el ciclista que siempre parece de buen humor, tuvo que reprender a unos cuantos por su mano larga en el momento de dar la palmada, tocar o dar un empujón a los ciclistas.
Eso cuando no veíamos a un par móvil en mano corriendo tras él, poniendo en peligro tanto trabajo y talento por cualquier traspiés o tropezón que pudiera ocurrir.
Es una vergüenza, y tendría que haber mano libre entre los responsables de la seguridad de la carrera para ser expeditivos y dar ejemplo al resto de lo que le pasa a quienes se les va la euforia de las manos.
Las cunetas del Giro habían estado concurridas esta edición y no habíamos visto tanto desmadre como en el Monte Grappa, un sitio sagrado e histórico para la nación italiana, que merecería más respeto por los que allí se dan cita.
Al final, habrá que hacerle un psicotécnico a todo aquel que quiera acceder a ver la carrera en medio de una subida.
Imagen: FB de Giro d´Italia
Ciclismo
El Giro en el Grappa, batallas menores, pero batallas al fin
La segunda plaza entre Dani y Geraint es lo más sustancial a jugar en el Monte Grappa
En una bella plaza de Bassano di Grappa, el lugar de donde surge esa fortísima bebida que limpia espíritu y abrasa esófago, con el monolito y el león veneciano recordando que este sitio fue conquista de mercaderes y comerciante,s arranca la escalada del Monte Grappa, la última gran colina de este Giro.
No es éste un sitio más en el raso paisaje del Véneto que rompe en los vecinos Dolomitas.
El Monte Grappa es un amasijo de heridas, zanjas y trincheras, como las de Verdun, pues aquí perecieron miles de soldados italianos conteniendo el empuje de las tropas de los imperios centrales en la primera Guerra Mundial.
Si el Stelvio fue un coloso zanjado para unir Italia con el corazón europeo, un puerto imperial, el Grappa fue un tapón al avance germánico sobre la bota itálica.
Le llamaron las “Termópilas del Grappa”, un sitio donde yace un enorme osario de 22.000 esqueletos que en su día vistieron los uniformes militares del rey Víctor Manuel, cuando Italia se desangró en la feroz defensa de su territorio frente a quienes, paradójicamente, fueron sus aliados en la siguiente guerra mundial.
La subida al Grappa abre la veda a la parte final, muy final de este Giro y la lucha se presume interesante, en especial por la segunda plaza de la general.
Dani Martínez y Geraint Thomas, codo con codo, lejos de un líder que como el de hace diez años, llega con los deberes «muy» hechos.
Tadej Pogacar como Nairo Quintana una década atrás lo tiene hecho, salvo accidente o percance.
En su momento Nairo retrató en esta subida uno de los instantes más dulces de la historiad el ciclismo colombiano, cuando ganó de rosa la cronoescalda al Monte Grappa secundado por Rigoberto Urán.
Un doblete mágico
Esta vez Nairo querrá volver a estar delante, una etapa le bastaría, o la maglia azzurra, los tiempos han cambiado, pero el colombiano sigue ahí y tiene mérito.
Imagen: Eurosport
Ciclismo
5 rasgos que definen la estética del Giro de Italia
En el Giro de Italia cada imagen parece ser «La Imagen»
Recuerdo aquella frase de hace unos año, que no sé si aún hoy se sigue utilizando: «El Giro de Italia la carrera más bella en el país más bonito del mundo«.
Claro que ese reclamo en italiano suena más sugerente si bien no pierde un ápice de razón y lucidez una vez ves la carrera, pero que gana muchos enteros, cuando la conoces desde dentro y, cómo no, has pedaleado por Italia.
En fin, que hablamos de una prueba mágica, una conjunción perfecta de ciclismo, ciclistas, cultura, paisaje, montaña y clima para explicar lo que es el Giro de Italia y la estética que nos transfiere a través de sus elementos.
Pueblos que escribieron el Renacimiento
La etapa que ganó Pelayo fue un tránsito épico por los paisajes del Renacimiento, esos caminos blancos, esas colinas retocadas por el hombre, salpicadas de cipreses marcando la ruta y casonas en medio del paisaje.
Sin embargo, la jornada atravesó varios pueblos que fueron una delicia, como el final de la primera crono en Perugia o el de la carrera en general en los Foros Imperiales de Roma.
Eso es Giro.
La piedra y la nieve de los Dolomitas
Cuando Tadej Pogacar decidió volar hacia Livigno emergió la nieve en la montaña, a los lados, encima, por todos los lados, recordando que el Giro se corre en tiempo de primavera y que a ciertas alturas puede sobrevenir el caos.
La afición incondicional
El Giro de Italia es muchas veces la grande que peor inscripción ofrecer.
Quizá por estar delante del Tour, por su exigencia, al ser la primera de las tres, lo que es una realidad es que la Vuelta y Tour le superan en caché.
Ello ni quita un ápice de interés doméstico sobre la carrera, pues el Giro es algo intrínseco en la cultura italiana, un hecho transversal que llena las páginas de los diarios locales al ritmo del calambre que recorre la bota.
La afición entendida
Otra característica, la afición que te anima por tu nombre que no olvida lo que ha ganado cada ciclista, lo que ha dejado atrás y a lo que aspira.
Todos me lo han dicho, nadie anima como el italiano, tan pasional como entendido, tan caliente como respetuoso.
Giro e Italia: Todo rosa
Decía el otro día el CM del Giro que con eso de las auroras boreales, al de marketing se le había ido la mano.
Lo pudimos tomar como chanza y broma, pero no es que el rosa es trepe por los cielos del norte, es que lo cubre todo hasta el agua de las fuentes,
Es indiferente pases por un pueblo, por una casa en medio de la nada, un globo, una guirnalda, un algo rosa recibe el paso del pelotón.
Si hablamos del municipio de salida o llegada la cosa pasa hasta los escaparates de las tiendas.
Esto es el Giro de Italia, y podríamos volver a lo del principio, la carrera más bella en el país más bonito, no exageran, os lo prometo.
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