Ciclistas
Zdenek Stybar ya es exciclista
Muy guapo el recuerdo a Zdenek Stybar en el mundial de ciclocross
El epílogo del mundial de Tabor tuvo un momento para Zdenek Stybar.
No era un cualquiera, era el mejor ciclista checo que hemos visto nunca, una tierra en el centro de Europa, ideal para practicar ciclismo, para disfrutar de la bicicleta que sin embargo no ha dado muchas referencias.
Zdenek Stybar era el mejor del mundo sobre el barro hace diez años, en la antesala de su salto a la carretera.
Sí, ya lo sé, Wout Van Aert y Mathieu Van der Poel habrían acabado sí o sí, en algún momento de sus carreras deportivas, tentando la suerte en la carretera al máximo nivel, pues ambos siempre han tenido un pie en ella, pero que uno antes, llamado Zdenek Stybar, marcara el camino, seguro que algo les ha inspirado.
Cuando hablamos de la generación actual, de los fenómenos que todo lo disputan como si se fuera a acabar el mundo, nos olvidamos que antes de 2020 también había ciclismo y estrellas.
Cuando hablamos del carisma y brillo de Mathieu Van der Poel, Tadej Pogacar o Remco Evenepoel, no podemos obviar que Peter Sagan puso las vías de ese ciclista 360 que daba que hablar dentro y fuera de a propia competición.
Cuando hablamos de corredores que mezclan con éxito disciplinas en la actualidad, si miramos atrás veremos que hace unos diez años largos, el dominador del ciclocross quiso poner un pie en carretera para construir una historia llena de brillo personal pero también de contribución al colectivo.
Porque Stybar ha sido uno más de la manada, en los años dorados en los que los de Lefevere hacían de la primavera su coto.
De Zdenek Stybar me han gustado muchas cosas, su salto rápido y adaptación perfecta del barro a la ruta, casi sin transición, cuando los especialistas del invierno eran una excepción durante el calendario de carretera.
Mourey y Franzoi fueron dos antes que él, pero con mucho menos predicamento, mientras que su rival generacional de ciclocross Sven Nys, siempre tuvo claro que la modalidad de invierno era lo primer y luego, si eso, lo demás.
Stybar se hizo un hueco en el Quick Step, supongo que también ayudado por la propiedad checa del equipo y se ganó galones en un equipo donde no nunca se ha regalado nada.
Corrió y acabó diez veces Flandes y Roubaix, donde además se colgó dos medallas de plata, ojo, dejándonos para el recuerdo qué habría pasado aquella edición en la que un imbécil le desequilibró en un momento clave de la carrera.
Compitió bien, siempre con lo que tuvo, fue de cara, le dio el aire en los cortes y se integró a la perfección en un equipo lleno de estrellas, siendo core de los azules durante muchos años y marcando el camino de buenos elementos en estos terrenos.
Lo hizo todo, mientras era la excepción checa en un ciclocross copado por Países Bajos y Bélgica, siendo uno de los últimos campeones del mundo antes del dominio aplastante de Van der Poel y Van Aert.
Se va un buen ciclista, un corredor que nos dio uno de los mejores mundiales CX frente a Nys y a los pocos días estaba con Sagan. Van Avermaet y Geraint liderando las clásicas.
Él, como habéis visto, supo marcar bien el camino.
Ciclistas
Tirreno-Adriático: Juan Ayuso en hora y forma
Juan Ayuso puede añadir la Tirreno-Adriático a un inicio de 2025 inmejorable
No ganó de forma aplastante, quizá acostumbrados a ver exhibiciones brutales vestidas de UAE, pero la temporada de Juan Ayuso, hasta esta Tirreno-Adriático, está siendo de 10.
Los rivales los conocíamos, estaban marcados, incluso un Filippo Ganna, y eran buenos, Tom Pidcock, hiperactivo, Jai Hindley y el propio Mikel Landa.
Ninguno se lo puso fácil.
Pero Juan Ayuso, marcado desde la salida, vivo y con todas las opciones de cara a esta etapa reina, cumplió el pronóstico.
La etapa había arrancado muy movida, con Mathieu van der Poel atacando desde el kilómetro 0, lo que prometía emoción.
Después de un ritmo frenético, finalmente se escaparon ocho corredores: Gianni Vermeersch, Benjamin Thomas, Samuele Battistella, Jasper Stuyven, Chris Hamilton, Magnus Cort Nielsen, Andrea Vendrame y Andrea Pietrobon.
El pelotón no dejó que la fuga se distanciara demasiado, con equipos como Bahrain y UAE interesados en la etapa, ya que era la única montaña del Tirreno-Adriático.
La diferencia comenzó a reducirse en la subida final, donde primero Bahrain y luego UAE, excelso Del Todo, como el año pasado en esta misma carera, pusieron presión a Filippo Ganna.
Vendrame, que ya había ganado una etapa en esta carrera, se lanzó en solitario con 5 kilómetros para la meta. En esa misma subida, Ganna fue descolgado del grupo por Isaac del Toro, quien, como decimos, impuso un ritmo muy duro.
Poco después, Ayuso atacó y, tras él, se unieron Pidcock y Hindley.
Mikel Landa logró conectar con ellos, pero Ayuso no dejó de atacar. En los últimos 3 kilómetros, el español lanzó varios ataques hasta dejar atrás a sus rivales.
Fue una gran demostración de madurez de Ayuso, quien, pese a la presión y las expectativas sobre sus hombros, controló la situación y ganó con autoridad.
Pidcock fue segundo y Hindley tercero, y no se lo pusieron fácil.
Imagen: FB TirrenoAdriatico
Ciclismo
La caída y abandono de Vingegaard son una muy mala noticia
Ciclistas
La seguridad le quita el sueño a Vingegaard
La caída de Itzulia ha disparado los temores de Vingegaard sobre la seguridad
Para Jonas Vingegaard el accidente de la pasada Itzulia puede ser un antes y un después, lo admitió en su día y ahora lo refleja cada vez que habla de seguridad en el ciclismo.
Ciclistas
Jasper Philipsen va para MVP
Hay pocos ciclistas más valiosos que Jasper Philipsen
Podríamos decir que Jasper Philipsen aún no está en la mesa de los grandes, pero sin duda es uno de los ciclistas que más se acerca a reclamar su lugar.
Hoy en día, Philipsen es uno de los corredores más valiosos del pelotón, no solo porque tiene el nivel para competir y no desentonar al lado de ciclistas como Mathieu van der Poel, sino también porque ha demostrado ser capaz de asumir el mando en momentos cruciales y decidir las carreras a su favor cuando la situación lo requiere.
En las últimas temporadas, el belga ha dejado huella, especialmente con sus victorias en el Tour de Francia y en la Milano-San Remo.
Además, sus dos segundos puestos en el París-Roubaix resaltan la consistencia y el nivel de sus actuaciones.
Es impresionante la cantidad de victorias que ha logrado, muchas de ellas de gran calidad.
Su capacidad para adaptarse y brillar en diferentes escenarios lo ha consolidado como uno de los referentes del pelotón.
Es cierto que a veces se le ha señalado por su actitud algo «mafiosa», como aquella vez en el Tour de Francia, cuando mostró una ambición y control casi abusivos dentro del pelotón. Sin embargo, no se puede negar que Philipsen ha evolucionado hasta convertirse en un ciclista indispensable en la actualidad, un verdadero diferenciador en la carretera.
Su presencia, por ejemplo, ha elevado el nivel de su equipo, Alpecin, y le ha dado a la formación una dimensión competitiva que rivaliza con los grandes equipos.
Mientras que a Van der Poel no se le conoce tanto por sacrificarse por un compañero, Philipsen ha demostrado ser un corredor por quien Mathieu pone el equipo por delante cuando es necesario.
Además de su talento, Philipsen destaca por el buen ambiente que transmite en el pelotón, manteniendo una buena relación con otras grandes estrellas, como Tadej Pogacar y Michael Matthews.
A pesar de sus momentos de tensión, su carácter competitivo y su espíritu de equipo han sido clave para consolidarlo como uno de los ciclistas más completos.
En cuanto a su evolución como sprinter, Philipsen ha dejado atrás las críticas que alguna vez recibió, como cuando nuestro querido Adrián García lo apodaba «Jasper Disaster».
Hoy es uno de los sprinters más letales, habiendo superado las 50 victorias, muchas de ellas de gran nivel, como las nueve etapas del Tour de Francia y varias etapas en la Vuelta a España. Además, su victoria en Kuurne-Bruxelles-Kuurne este año ha sido una clara señal de su potencial, demostrando a Visma que en Alpecin tienen un rival formidable.
No solo es un hombre de victorias en el sprint, sino también un corredor versátil.
La victoria en el Gran Premio de Escalda de hace dos años, donde brilló rodando de manera sublime sobre los adoquines, lo consolidó como un gran especialista en terrenos difíciles, donde se mostró eficiente y competitivo, conectando con otros velocistas belgas que también dominaban las piedras.
Hoy, la presencia de Philipsen es uno de los principales alicientes para poner en aprietos a Pogacar en la Milan-San Remo.
Como es bien sabido, si Van der Poel no logra romper la carrera, Philipsen será uno de los hombres clave.
Este 2025 ya ha comenzado a demostrar cómo puede hacerle daño al mejor ciclista del mundo, reafirmando que está preparado para luchar por los títulos más prestigiosos.
Imagen: A.S.O.
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