Ciclistas
Van Aert no le pierde la cara a Van der Poel
Publicado
2 semanas atrásen
Por
Iban Vega

Ahora mismo no veo a Van der Poel por delante de Van Aert
Hay un artículo que viene recurrente a este mal anillado cuaderno, que no falla cada cierto tiempo, y no es otro que el que habla de Mathieu Van der Poel y Wout Van Aert.
Hay que admitirles a ambos que es una gozada, un premio, tener una rivalidad así en los tiempos que corren, que haya irrumpido además en un ciclo en el que el ciclismo para muchos, para mí también, había caído en el tedio de la ciencia y los números como única forma de resolver finales que, hubo un tiempo, que nos emocionaban.
Entre Van Aert y Van der Poel, ya lo he escrito muchas veces, me quedo siempre con el primero, pero ojo, eso no quita que el otro no me guste, al contrario, si hubo un momento para adorarlo fue hace poco, en la tercera semana del Giro, en la que, con toda la tostada a las espaldas, se pasó todo el día escapado.
Ya lo dijimos, de hecho entonces…
¿Qué sucede pues?
Pues que a raíz de la semana final de Van der Poel en el Giro, he podido leer algún comentario sobre cómo el neerlandés le había tomado la delantera al belga, tanto en concepto de espectáculo como en palmarés.
Sobre el papel, a primera impresión, así podría parecerlo, si escarbamos un poco, yo los veo a la par.
Primero hay que valorar el entorno, Van Aert está en uno de los World Tour más potentes.
El diario @lequipe se hace eco hoy de la incontestable consistencia de @WoutvanAert Los 5 triunfos del año son del WT. Ha logrado un 74% de podiums en todas la carreras que ha participado; Desde el Tour de Dinamarca 2018 ha ganado al menos una etapa en todas la vueltas disputadas
— Blog Ciclismo (@Biolaster) June 10, 2022
Jumbo va a la par de Ineos, UAE y Quick Step y eso tiene costes, servidumbres que, durante el año, se dan, como el Tour en el que seguramente Wout esté condicionado por Roglic.
VDP, por su parte, tiene completa libertad de movimientos, surcando la anarquía en muchos instantes, menos de los que nos parecen en una primera impresión, y corriendo de cara a la galería.
Sabe que su marca está hecha y hay que cuidarla, cuando él está en carrera, pasan cosas y la gente quiere verlas.
Pero es que con Wout también suceden, en otro nivel, pero suceden, pues el belga firmó tres triunfos, por ejemplo, en el pasado Tour tan diferentes que el solo concepto de lograrlos es magia y emoción.
Sobre el palmarés de ambos, yo lo veo muy equilibrado.
VDP le ha adelantado en monumentos con sus dos Flandes pero es que ninguno de los dos está anotando con la facilidad que presumíamos.
Son ruedas a vigilar, muy marcados y algunos, lo vimos en las dos últimas Roubaix, les anticipan pero que muy bien.
Es cierto que el palmarés de VDP, sumando todas las modalidades, es algo mejor, pero sólo eso, algo, lo que sí tengo claro es que no se explican por separado sin mencionar a los dos.
Esto, al menos a mí, me parece algo único en el ciclismo.
Y ¿por qué me gusta más Wout?
Porque es como un tractor, que parece lento, pero va seguro, sin pararse ni tenerle miedo a nada, sin vértigo, siempre adelante, parece firme y recto, sabe su rol en cada momento, y cuida la historia que escribe y cómo la escribe -aunar esas tres etapas en un mismo Tour-.
Todo eso me parece ciclismo con mayúsculas: mirad sus puestos en Dauphiné, gana y pierde sprints, encima a Ganna en una crono, es líder a la entrada de la montaña…, es un homenaje tan brutal que no desmerece a Mathieu sus éxitos y fuegos artificiales.
Llamadme raro… es la sensación que tengo.
Imagen: A.S.O./Aurélien Vialatte
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Ciclistas
David de la Cruz: «He crecido en el cambio»
Publicado
2 días atrásen
24 de junio, 2022Por
Iban Vega

David de la Cruz desgrana las enseñanzas de correr en 5 equipos durante 10 años
Podemos decir que conocemos a David de la Cruz desde hace mucho tiempo, desde categorías tempranas en ciclismo, y eso que él no pasó por todas porque empezó a competir más tarde.
En este tiempo, hemos visto al ciclista ilusionado con el debut y al corredor que fue cultivando resultados hasta lo que es hoy, un profesional del ciclismo con todas las palabras con el que da gusto mantener un rato de charla.
En su camino, David de la Cruz ha demostrado que si a una cosa no le tiene miedo es al cambio, en pocos años ha competido en varias estructuras con formas de ver el ciclismo muy diferentes entre ellas, pero complementarias.
Tanto que el salir ahí fuera le ha dado un bagaje que ahora mismo aprecian mucho en Astana, pues tienen un ciclista conocedor de sus servidumbres, objetivos e ilusiones.
Gracias a la marca de cascos Limar, hemos pasado media horita con él, para ver que en este ciclismo son tantos los detalles que entran en juego que a veces, cuando corremos para coronar un campeón precoz, nos estamos equivocando de cabo a rabo.
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Imagen: FB Astana Qazakstan Team


Para Rohan Dennis el Tour se ha convertido en carrera maldita
Si hablamos de Rohan Dennis en el Tour tendremos que irnos unos años atrás.
Su debut no fue sencillo, aterrizó en el mismo jovencísimo, con un efímero maillot de líder en Dauphiné que había alimentado alguna esperanza de hacerlo bien.
Pero el joven Rohan no pudo estar donde quería y acabó abandonando aquella carrera, roto en una esquina de la salida, un periodista amigo de este mal anillado cuaderno nos habló de él en su momento.
De eso hace ocho años.
Por medio, tuvo días felices como la salida de Utrech en 2015, cuando fue el primer líder en una crono en la que se batía como gente como Tony Martin o Tom Dumoulin, siendo éste además el anfitrión de la jornada.
Recordaréis su extraña salida de la carrera hace tres años, cuando se debía a Bahrain y se negó a competir con la bicicleta del equipo en aquella crono que acabó en manos de Julian Alaphilippe.
Desde entonces, Rohan Dennis no ha vuelto al Tour, y desde entonces no han sido pocas las veces que nos ha hecho hablar.
El australiano es, directamente, un escándalo de corredor, un motor privilegiado.
Cuando asoma por la cabeza de cualquier pelotón, el goteo de ciclistas por detrás es brutal, uno a uno.
Rohan Dennis ha demostrado un poder de alinear el grupo que pocos atesoran, por eso esperábamos verle en este Tour, más cuando en carreras como París-Niza ya se le vio delante y bien alienado con Roglic y Van Aert.
Leo que tiene problemas físicos tras Dauphiné, otros apuntan directamente a su atribulada mentalidad.
Sea como fuere Jumbo ha prescindido de él para el Tour.
Nada queda del ciclista que un día dijo que le gustaría seguir los pasos de Bradley Wiggins y asaltar la victoria en una gran vuelta.
Lo intentó, yo creo, sin convencimiento y el resultado lo vimos todo.
Ha desistido de tal empeño, al tiempo que ha ganado un valor incalculable como trotón de lujo.
Ahí Dennis ha encontrado su vocación fuera de las cronos en las que sigue brillando como siempre.
Su ausencia en el Tour me llama mucho la atención, pues tratamos sobre un corredor perfecto para labores de control y tempo que tanto se estilan en los Tours de tiempos modernos.
Éste es capaz de zamparse dos puertos, él sólo manteniendo el ritmo alto, lo suficiente para que nadie se vaya del redil, como lo hacían Landa o Kiryenka en los plomizos años del Team Sky.
Si su ausencia sirve para librar un poco la carrera, dar margen a la emoción y los giros de guión, merecerá la pena.
Sobre el papel, no podemos otra cosa que lamentar que un talento así no entre en nuestra pantalla este verano.
Imagen: ASO
Romain Bardet
Mucho interés por ver a Bardet en el Tour
Publicado
4 días atrásen
22 de junio, 2022Por
Iban Vega

Sin optar a ganar el Tour, Bardet seguro que escribirá titulares en Francia
Ya sabéis que con Romain Bardet la objetividad no es norma de la casa y esta vez, al calor del Tour, tampoco a va ser una excepción.
A pocos días del Tour, leemos que Bardet será de la partida.
Hace unos años que el francés no es aspirante al trono que un día le discutió al propio Chris Froome..
De hecho creo, que nunca estuvo en disposición de ganar el Tour, por muchas ganas que hubiera en «la France» tuviera en verle suceder a Hinault.
El 2016, asaltó la segunda plaza en el tramo final con un ataque bajo la lluvia que fue de lo mejorcito de aquella edición.
Al año siguiente, tuvo a Froome siempre ha tiro, gozaba de un gran equipo, pero nunca inquietó al inglés, al extremo que casi le quita el podio Landa.
Esas dos opciones que tuvo Bardet de subir al cajón parisino se resumen rápido pues desde entonces nunca más ha estado en él.
La presión que Bardet debió gestionar los días de miel os la podéis imaginar.
Estaba entonces Francia buscando sucesor al tejón más de treinta años, y sobre Bardet y Pinot se depositaron grandes esperanzas de devolver el Tour a su anfitrión.
Ahora, que vamos camino de los cuarenta años del Tour de 1985, Bardet vuelve a Francia con ideas renovadas.
Hace tiempo que se percató que el Tour no entraba en su molde, pero descubrió que había más terreno para brillar.
Apostó al Giro, cosa que no le ha salido nada bien: en 2020 quería correrlo pero la pandemia removió el calendario, el año pasado estuvo cerca de ganar alguna etapa, pero nunca le vimos para la general y esta vez, dejó la carrera cuando estaba entre los que acabaría en el podio, lo hizo vomitando.
Luego están las clásicas, una opción poco divulgada para Bardet que ha sido podio en Lieja y Strade e incluso medalla de plata en un mundial, el que ganó Valverde.
Como veis, registros no le faltan y este corredor que un día optó a ganarlo, vuelve al Tour con idea, seguramente, de sacarle brillo a la pizarra de su equipo, un DSM que gana poco, pero que cuando lo hace lo logra en base a un buen trabajo colectivo y una estrategia brillante.
Bardet en el Tour ya no cuenta como ganador potencial -nos gustaría haber visto dónde habría llegado hace dos años- pero eso no le quita atractivo por ver cómo sabe reformularse y luchar por otras opciones que también embellecen una trayectoria deportiva.
Tras él y Pinot, no veo a nadie en Francia con hechuras de ganar el Tour a modo inmediato, pero ello no le va a quitar un ápice de ganas al bueno de Romain, el mismo que en 2015, tras descolgarse de la lucha por el podio, maravilló en el descubrimiento de los Lacets de Montvernier y nos obsequió con un descenso para enmarcar.
Porque este tipo tan flaco y repeinado siempre vuelve, es un tesoro, uno de esos ciclistas de clase top que echamos de menos en este lado de los Pirineos, un tipo que ademas protagoniza portadas porque en el albur de un terraplén es capaz de olvidarse de la carrera y ayudar a su compañero a volver a la carretera.
Tenemos interés por ver qué le depara el Tour…
Ciclistas
¿Carlos Rodríguez al Movistar? no por favor
Publicado
6 días atrásen
21 de junio, 2022Por
Iban Vega

La opción que Carlos Rodríguez vaya a Movistar es remota pero…
Bueno, bueno, bueno, de lo que se entera uno tras unos días desconectados, pues ¿no me comentan ayer en el podcast de Biciescapa que Carlos Rodríguez suena para Movistar?
Aunque hace tiempo que el nombre suena, como el de cualquier ciclista español que destaque y no este en el redil, la cosa no la veo nada sencilla.
En el entorno del ciclista, dicen que alguna posibilidad hay, si no este año, el próximo.
Fiarlo en Movistar a 2024 me parece mucho fiarlo, según están las cosas.
En todo caso, la situación no es sólo que Movistar fiche a Carlos Rodríguez, es que tiene que hacer una batida brutal y total de la plantilla.
Si hasta Max Kanter en Occitania se vio sorprendido por Roger Adrià, uno un ciclista World Tour cuyas bondades nos llevan vendiendo todo el año y el segundo, un corredor del Kern Pharma, que ahora mismo levanta más simpatía y curiosidad que los telefónicos.
Hace unos días hice el ejercicio de ver quién podría tomar el relevo de Valverde en Movistar y la respuesta la podéis imaginar: entre varios corredores y aún y así, sin garantía de éxito.
Es la realidad cruda de una plantilla que se ha ido empequeñeciendo y que no puede ilusionar con el fichaje de un nombre que genere expectación, porque lo que hay debajo lo estamos viendo.
No sé si Carlos Rodríguez acabará en Movistar, lo que es cierto es que ahora su posición negociadora en «chez Unzue» no es la del chavalín que hizo las maletas y se fue a Ineos.
Yo es que no veo sitio mejor para un ciclista como él, con progresión física evidente por delante, pero sobretodo con inquietudes que le hacen ser feliz en una estructura internacional.
Ineos seguro que no será la casa perfecta que nos venden, pero es una universidad impagable para Carlos, como lo fue para Enric Mas el Quick Step o para Ivan García Cortina, el Bahrain, por mucho que Lastras pueda decir lo contrario.
Para venir a Movistar siempre hay tiempo, para crecer en estructuras internacionales y perfectamente acomodadas en el ciclismo top no tanto, por eso todo lo que rasque un tipo encantador como Carlos de Ineos siempre será poco.
Luego está la mentalidad del equipo ¿qué hemos decir?
A sabiendas de lo que vimos en el documental y recordando la Strade, por ejemplo, nos podemos imaginar a Txente desincentivando la caza de Carlos Rodríguez por Pogacar camino de Siena.
Que ¿dónde vas? que si da el aire…
No lo logró, pero ahí estuvo, en una carrera mundial, mostrándose y exhibiendo un ciclismo que, aunque no te dé el resultado inmediato, te mejora, seguro.
Leo que Aranburu no está haciendo mala campaña, pero ni le hemos visto como cuando Astana, ni numéricamente se iguala a la del año pasado.
Lo mismo decir de Iván Garía Cortina, un ciclista que nos trata de puta madre en las previas de Roubaix pero que, lamentablemente no da más de sí.
De Enric Mas, los puestos en las grandes sí que le avalan, pero poco o nada queda de ese ciclista del Quick Step que hacía buenas cronos y atacaba en Arrate.
Son tres ejemplos que ponen la luz sobre el paso atrás que experimenta todo aquel que ficha por Movistar, una realidad que no quisiéramos ver nunca con Carlos.


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