Ciclismo
El público en el Tour o morir de éxito
La cantidad de público supone un peligro añadido al Tour
Ayer por la tarde era momento de lamentos, instantes de recapitular bajas, accidentes, percances y rasponazos, el Tour había empezado, como dijo Antonio Alix con el cupo de golpes cubierto en una jornada inaugural, por carreteras bretonas, cuyo peligro estaba descontado, peligro al que se sumó la cantidad de público congregado.
Estaba claro que los nervios iban a aforar, siempre afloran, c´ est le Tour, es la mejor carrera de mundo, los mejores en lo suyo, en una forma sublime, todo en carreteras más estrechas, llenas de público y todos los equipos queriendo estar delante, con sus trenos, en fila india, por rutas cuya anchura permiten cinco o seis ciclistas de izquierda a derecha.
¿Qué puede salir mal?
#Superesports | ???? Avui ha començat el Tour de França!
Julian Alaphilippe s'ha imposat en una primera etapa d'allò més accidentada. La repassem i analitzem tota la prova fent tertúlia amb @robert_marce, @olga_abalos i @JoanSeguidor.
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— Esports RAC1 (@EsportsRAC1) June 26, 2021
Pues salió mal, ya lo creo que salió mal.
Casi doscientos tíos en el mismo tiempo, sin criba inicial entre ellos y gente, mucha gente en la cuenta, gente de todos los colores, condición e intención, cada uno ahí, al pie de la ruta con su idea de Tour y de ciclismo, gente que va de corazón, a ver con sus propios ojos la prueba, a aplaudir y distinguir las estrellas y los ciclistas de la región, y otra que va a figurar, a poner algo que les identifique en la televisión entre la muchedumbre.
Nada que objetar, es legítimo, ir al Tour a lo que le plazca cada uno, pero mirar los ciclistas con el móvil es peligroso, pues engaña la sensación de distancia, no mirarlos, darles la espalda y escudriñar dónde está mi cámara, es sencillamente temerario.
El peligro en la cuneta siempre ha existido, no es nuevo y se hizo patente, sobre todo en las propias subidas, desde los inicios de los tiempos.
Aquel fotógrafo que tira a Guerini hacia Alpe d´ Huez, los tontos que corrían al lado de Perico, y acababan recibiendo un manotazo, los de las jeringas gigantes que seguían a Armstrong…
Pero si miramos en tiempos mas recientes, vemos que no falla, que cada año haya algo que venga del borde la carretera y acabe liándola.
Las bengalas y humareda de Alpe d´ Huez que acaba con la mejor versión en años de Nibali en 2018, el colapso de público apelotonado en la mitad del Ventoux el día de la fiesta nacional hace cinco años, la salida inglesa de hace siete.
El Tour y el ciclismo deben estar cerca de la gente, pero un poco de por favor, un poco de cabeza, respeto y empatía, que ir al Tour sea una fiesta no significa que todo valga.
Sur sa page Facebook, la gendarmerie du Finistère a lancé un appel à témoin dans le cadre de l'ouverture d'une enquête judiciaire à l'encontre de la spectatrice qui a provoqué la chute de Tony Martin. La personne a quitté les lieux avant l'arrivée des enquêteurs. #TDF2021 pic.twitter.com/M9Z2Q59Urg
— Le Gruppetto (@LeGruppetto) June 26, 2021
Ahora piden por la persona que armó el pollo, me cuesta creer que con los miles de cámaras y personas presentes allí no se la pueda localizar.
Otra cosa será el escarmiento, si la localizan, mucho me temo que quedará en anécdota.
Esto no va de comparar aficiones, si es mejor la bretona, la vasca o la flamenca.
Recuerdo la crono final del Tour de hace tres años, que se celebró en Iparralde, ¿cuántos tweets leí de si era la mejor o peor afición? todo por que en las fotos no se veía a gente con móviles y sí mirando la carrera directamente.
Aquel día fue un día fantástico de ciclismo, pero como nos han regalado otras muchas aficiones, en otros sitios, en otras carreras.
Lo que no es de recibido es la completa despreocupación de algunos respecto al esfuerzo y trabajo de unos profesionales que se han dejado la vida para llegar perfectos a la mejor carrera del mundo y ahora están con fracturas camino de sus domicilios, rotos en lo físico y emocional.
El Tour es la gran carrera de año, allí donde concurren todos, pero a la dificultad extrema de la carrera hay que encontrarle una solución a la gente que supone un peligro, pues sólo hace falta uno para arruinar la fiesta, como si reúnes a cientos de miles del mismo talante.
Imagen: ©Christof Kreutzer – Bora Hansgrohe
Ciclismo
Ciclista: El casco, siempre el casco
El casco está hecho para un sólo uso del ciclista, pero decisivo para salvar una vida
Aunque hoy lo tengamos como normalizado, el casco con el ciclista en competición no era la imagen cuando empecé a ver ciclismo.
Entonces, finales de los ochenta, los ciclistas corrían con esas gorras por las que matamos en cada salida, o en cada web, viserillas ciclistas, pequeñas, elegantes que nos llevan a esos tiempos.
Con los años, el ciclismo tuvo varios sustos y trágicos desenlaces por la ausencia del casco en las competiciones.
La gota que colmó el vaso fue aquella caída trágica de Andrei Kivilev en la París-Niza de 2003.
A partir de entonces el casco empezó a ganar enteros en la escena ciclista, dándose incluso desarrollos curiosos como en 2004, creo recordar, cuando en una etapa de montaña del Tour los corredores debían llevarlo toda la carrera salvo en la subida final.
Aún recuerdo a Jan Ullrich persiguiendo a Basso y Armstrong en Plateau de Beille con los surcos del casco recién sacado en el cabello.
El casco sólo tiene un uso, uno hábil para el que está hecho.
Un impacto y listo.
Hace dos semanas exactas, en una salida en bicicleta por Italia, una compañera tuvo una caída tonta pero peligrosísima, accionó en la bajada a no mucha velocidad el freno equivocado y salió volando.
Cuando la retiraron del asfalto, le vimos el casco, lo tenía rajado por detrás.
Terrible.
El casco le acaba de salvar de una buena avería a Chris Harper… Casco siempre!!! #TotA pic.twitter.com/tmPv4pzv2F
— Null (@Errigx) April 18, 2024
Le había salvado la vida, como ayer a Chris Harper en esta caída en el Tour de los Alpes.
No quiero imaginar qué hubiera pasado si el ciclista no hubiera llevado casco, terrible el golpe que se da contra la base de la farola.
El casco siempre, a donde vayáis, aunque sea para el pan, para un paseo sin mas, el mal paso siempre aguarda al ciclista.
En esta eliminatoria no siempre hay partido de vuelta.
Imagen: A.S.O./Billy Ceusters
Ciclismo
Flecha Valona: Cuando el frío rompe al ciclista
El frío de esta Flecha Valona es de los que se recordará por muchos años
Las caras, los gestos, la cantidad de ropa, incluso en la subida final,… todo en esta Flecha Valona de ganador inesperado transmitía un frío infernal.
La guinda del pastel fue la secuencia de Mattias Skjelmose llevado en volandas por sus auxiliares al coche…
Des Conditions météorologiques dantesques.
Abandon du Leader de la @LidlTrek
M.Skeljmose 🇩🇰. pic.twitter.com/9T2LR8YeL9— William LALA 💜 (@willoo31) April 17, 2024
La imagen es tristísima pero lleva a preguntarnos por la previsión de ropa que hizo el ciclista, porque otros, ni siquiera en los momentos más determinantes, se quitaron la ropa de abrigo, cuando lo normal es que las prendas vuelen una vez se acerca el tramo final de carrera.
La Flecha Valona de 2024 ha sido un ejercicio infernal de eso que cada cierto tiempo sucede en las Árdenas, terreno abonado a jornadas de frío extremo de forma aleatoria.
Correr con mucho frío es un horror, te haces torpe total, no frenas buen, no cambias bien, la sensación te envuelve y te neutraliza.
No quiero pensar qué eran estas jornadas aquellos años en los que las prendas lejos de ser técnicas se convertían en plomos heladores una vez se empapaban.
Esta Flecha Valona entra directamente a un listado de frío en el que podía estar perfectamente aquella que ganó Michele Bartoli en 1999…
Etapa del Monte Bondone en Giro 1956…
…una inmensa tormenta de nieve dificultó la marcha hacia la montaña vecina de Trento. En estas que un ángel luxemburgués surgió de aquel infierno helado.
Su nombre Charly Gaul, y su objetivo mantener la cadencia con el único propósito de no quedar congelado. Llegó solo y al poco, una vez cruzada la meta, desfalleció.
Lieja-Bastogne-Lieja de 1980…
…el gran día de Hinault en la Doyenne fue apocalíptico. Ganó en medio de pasillos de nieve por las Árdenas.
El tejó sacó una minutada a uno de los 21 ciclistas que concluyeron la clásica después de partir más de 170.
Etapa del Gavia del Giro de 1988…
…la jornada siempre recordada cuando de ambos conceptos hablamos. Una dantesca nevada cayó sobre el pelotón el día que este coloso dolomítico alcanzó el estatus legendario.
Breukink granó una etapa que aupó a Hampsten, pertrechado en gafas de esquiador, al liderato rosa.
Tour de Flandes de 1985…
….un Eric Vanderearden irreconocible pasaba revista ante la TV flamenca después de ganar una edición heladora.
Le acompañaronn en el podio Phil Anderson y Hennie Kuiper en la más terrible Ronde de los tiempos modernos.
Etapa de Les Arcs del Tour de 1996…
….el Tour por su condición de veraniego rara vez vive en medio ambientes gélidos.
La etapa que vio el crash de Indurain fue un terrible escenario de frío y lluvia a mediados de julio que derivó en la suspensión del ascenso al Galibier por nieve al día siguiente.
Vuelta a Valencia de 2005…
…tras la suspensión de una etapa por la nieve, el pelotón se enfiló en una jornada dantesca donde llegan muchos fuera de control.
Flecha demuestró que navegar en tan hostil ambiente le resultó sencillo en un día en el que muchos ciclistas casi dejan el oficio.
Imagen:
A.S.O./Gaëtan Flamme
Ciclismo
Stephen Williams en una Flecha Valona de supervivencia
Pocas veces he visto tanto sufrimiento en un ganador como Stephen Williams en esta Flecha Valona
No sé cómo nos sentará en unos años cuando miremos el palmarés de la Flecha Valona y veamos el nombre de Stephen Williams.
Y no es por que el galés sea un ciclista desconocido, ganador hace unos meses en el Tour Down Under, pero sí por no contar en los pronósticos previos.
Aunque para ser sinceros, los pronósticos previos de esta Flecha Valona incluían tantos nombres, que el de Stephen Williams tenía que entrar sí o sí.
Decíamos ayer que la carrera valona es una de las más previsibles del año, que no recordábamos una fuga triunfal desde aquella de Igor Astaloa, hace más de viente años
La carrera nos ha contrariado el vaticinio, la carrera y el clima, qué frío, qué lluvia, qué horror de condiciones para cambiarlo todo de raíz.
Hemos asistido posiblemente a la competición más atípica del calendario 2024 del World Tour y una de las más raras de los últimos tiempos.
La descarga de lluvia y posterior frío helador han hecho maravillas en el pelotón, dando pábulo a alternativas muy poco contempladas.
Con los UAE KO, con los Ineos fuera, con equipos como el Intermaché abandonando a bloque, la carrera ha sido un ejercicio de supervivencia en el que han emergido equipos como el Uno X, que hoy parecía el Visma en Tirreno.
Sobre el ganador, Stephen Willians ha firmado una carrera increíble, desde ya el anterior paso por Huy, que hizo destacado y con el convencimiento de que su ataque final, a poco mas de 250 metros de meta, le iba a valer una Flecha Valona.
Un triunfo épico e insólito, el primero de un británico aquí, como el de Tom Pidcock en la Amstel.
Un triunfo que le aúpa muy alto a un coste extremo: ganó con varias capas, cosa que contradice los manuales del rendimiento, y con una cara que era la viva expresión del dolor.
Como aquella Flecha que ganó Bartoli, días antes que Vandenbroucke le diera bien en La Redoute, esta carrera si se disputa en condiciones extremas destroza el guión.
Me quedo con la imagen final de Maxim Van Gils sin poder disimular la tiritona en el podio como reflejo de esos días que marcan.
El domingo Lieja-Bastogne-Lieja con la casi seguridad de lluvia y temperatura por debajo de los diez grados.
Imagen: A.S.O./Gaëtan Flamme
Ciclismo
Tenways, principal patrocinador del Euro Mobility Festival
El Euro Mobility Festival será del 20 al 22 de septiembre
Por primera vez, la marca de bicicletas TENWAYS firma como sponsor en categoría GOLD del festival de movilidad urbana sostenible con más visitantes de Europa con más de 60.000 visitantes: el Euro Mobility Festival de Girona, que se celebra del 20 al 22 de septiembre de 2024 junto a Sea Otter Europe Costa Brava Girona by Continental. TENWAYS es una marca nacida y ubicada en uno de los países con más tradición ciclista como son los Países Bajos.
TENWAYS es una marca que no solo está revolucionando las bicicletas eléctricas, sino que también lidera los desplazamientos sostenibles. TENWAYS se fundó con la misión de hacer que los desplazamientos diarios sean sencillos, rápidos, ecológicos y divertidos. Su visión es hacer que las bicicletas eléctricas de alta calidad sean accesibles para todos. En TENWAYS no se trata solo de vender bicicletas eléctricas; se trata de construir una comunidad. Valorar los comentarios de los clientes y esforzarse por crecer junto con ellos. TENWAYS es más que una marca; es un movimiento hacia un futuro más sostenible, inclusivo y alegre en los desplazamientos.
Sus responsables comentan que: “Con este objetivo no podíamos dejar de ser Sponsor de Sea Otter Europe, una de las ferias más representativas del sector, y que como vemos cada año apuesta por el mundo de la bicicleta eléctrica urbana y más sostenible para el planeta.”
“Tras 2 participaciones como exhibidores en Sea Otter Europe nuestra apuesta ha sido ampliar el espacio de exposición, el emplazamiento y sobre todo ser Sponsor de una Feria que ayudará a TENWAYS a tener una posición de liderazgo en el sector de la bicicleta eléctrica urbana en la Península Ibérica.”
Desde Euro Mobility Festival y Sea Otter Europe Costa Brava Girona by Continental estamos muy contentos y orgullosos que marcas del prestigio y calidad de TENWAYS deseen unirse al festival de Girona.
+ INFO Euro Mobility Festival y Sea Otter Europe
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