Ciclismo
La generación que vino a cambiarlo todo
La irrupción de ciertos corredores ha convertido cada carrera en «La Carrera»
Hace unos diez años, un poco más, el Team Sky desembarcaba en el ciclismo para poner la moneda del éxito sobre la ciencia, tecnología y preparación.
Introdujeron cosas que sonaron marcianas en su momento, pero que, con el tiempo, todos hacen: ese rodillo para lavar lactato tras la etapa, los potenciómetros y el big data que generan, el concepto casi obsesivo de equipo, el Teide en el mapa de la preparación…
Todo aquello mejoró en muchas cosas el ciclismo, esas ganancias marginales sumadas eran un tesoro para técnicos y ciclistas, pues todos empezaron a competir con la sensación que le sacaban el jugo entero al limón.
Aquello tuvo una contrapartida, años de plomo y ciclismo control que, en especial en el Tour, acabaron por invitar a largas y brumosas siestas, con la cantinela de la carrera de fondo y el desánimo generalizado de que el ciclismo como lo habíamos conocido no iba a volver.
Sólo clásicas como Roubaix, terrenos inestables como el sterrato toscano y cuatro nombres muy concretos, Contador y Nibali especialmente, eran capaces de romper el irresistible sueño de la sobremesa
A diferencia de ese ciclismo, tenemos el que ha llegado estos días.
No sabemos si es cosa de la pandemia y las ganas que dejó en algunos en salir cada día como si fuera el último, pero las tornas, por suerte, han cambiado.
Lo vemos incluso en las clásicas, donde en circuitos en los que teníamos un ABC casi marcado, como Flandes, la carrera salta por los aires y deja al descubierto las debilidades de cada cual a una eternidad de meta.
Lo mismo decir, incluso de San Remo, que lleva unas ediciones evitando el sprint, por no hablar de la vuelta de magníficas ediciones que Lieja y Lombardía, tras el tedio de años en los que todo se dejaba para el final.
Y sí, en ellas incluyo las de Valverde, cuya estrategia en la grande de las Árdenas estaba clara: jugarlo todo en Ans.
La irrupción de dos figuras como Van Aert y Van der Poel lo ha podido todo, y eso, llevado a vueltas por etapas, lo juegan los eslovenos, Roglic y Pogacar
La presencia de estos nombres, sólo citarles, revoluciona el cartel.
Es obvio, lo vemos, que no siempre ganan, pero son como la primavera para las personas, que la sangre altera.
Los rivales les temen y les buscan a partes iguales, y aparecen outsiders que se igualan e incluso les baten.
Las vueltas de una semana de esta campaña están siendo la otra parte de la historia, de una historia en la que si Roglic o Pogacar aparecen en titulares, la cosa se revoluciona, no son infalibles, pero ruedan, cómo ruedan, que da la sensación que no tocan el suelo, uno o dos puntos por encima del resto.
La persecución que plantearon en la etapa final de Itzulia puso en danza al resto y no eran unos cualquiera, pasaban de un grupo a otro, y de éste más atrás de una forma que dio la sensación que los eslovenos iban en moto y los demás a salvar los muebles.
La estadística dice que no siempre ganan, pero casi, aunque en esta historia quien gana es el que les dedica dos o tres horas de su vida a pasar un buen rato delante de la televisión.
Imagen: @charlylopezph – Itzulia
Ciclismo de carretera
Por el norte de Gran Canaria, vol I
El ciclismo en el norte de Gran Canaria muda de color en cada paso
El norte de Gran Canaria guarda esencias del océano en el ambiente y en el paisaje como ninguna otra zona de la isla.
Una carretera que serpentea juguetona con el gran azul, con nieblas frecuentes y cambios de tiempo que nos recuerdan que estamos en la mitad más húmeda de la isla. Un sitio alejado del escenario del sur, pero también atractivo y con grandes rutas para disfrutar de la bicicleta, saliendo, en ocasiones de la propia capital, Las Palmas de Gran Canaria.
En ella ponemos el kilómetro cero Las Palmas de Gran Canaria para trazar ruta redonda, de cien kilómetros y 1700 metros de acumulado que abre la ventana a los matices de una zona menos frecuentada por los ciclistas, alternando subidas exigentes y bajadas técnicas, haciendo buena esa afirmación que en Gran Canaria conviven varios climas.
Desde Las Palmas de Gran Canaria vamos dirección Galdar, paralelos a la costa, siguiendo sus entradas y salidas hacia el océano hasta el cruce de Moya donde giramos a la izquierda, por la carretera del Barranco de Moya y seguimos pasando por delante del Cenobio de Valerón, dirección a Guía.
Una vez por Guía, entramos en el cruce del Albercón de La Virgen, y luego hacia Moya por una carretera es muy bonita, con un paisaje de media montaña poco transitado por coches.
Mientras avanzamos, por eso, el tiempo va cambiando, sobre todo en el punto que dejamos la costa y empezamos a subir hasta Montaña Alta, antiguamente llamada Piedra Molino, donde se va notando el fresquito.
El sitio es perfecto para hacer parada y tomar un café.
Luego, hacia Fagajesto, donde ya notamos un cambio en el paisaje, la arboleda toma la ladera, es todo más frondoso por ser zona de pinar, antes de virar por el cruce dirección a Juncalillo/ Artenara para rodar por el Pinar de Galeote, donde nos enfrentamos a unas rampas cortas pero exigentes.
Fontanales y Moya son nuestras referencias, pasando por El Lomo del Palo, sitio de queserías especializadas en queso de flor, de leche de oveja, cuyos ganados veremos por los márgenes de la ruta.
Guardar un rato para Fontanales y una parada para degustar el queso, antes de seguir hacia Moya con una bajada larga y de vértigo que nos lleva directos al Pagador en la costa Norte justo donde cogimos el primer cruce. Desde aquí volvemos a Las Palmas de Gran Canaria por la autovía del norte para redondear una salida de cien kilómetros para sacarle más partido a la zona.
Y es que el norte de Gran Canaria es la caja de sorpresas de la isla.
Ciclismo
El Indurain más apabullante estuvo en el Dauphiné
La exhibición de Indurain en el Dauphiné 96 su última gran obra en la montaña
La historia dice que el Dauphiné es uno de los bancos de pruebas más adecuados para el Tour de Francia, la historia habla de grandes nombres que dieron el primer paso hacia la carrera de julio aquí y entre otros, Miguel Indurain.
En 1994 el navarro topó con un ciclista como Eugeny Berzin, que le privó de su tercer Giro, abriendo la puerta a una nueva hojas de ruta de cara al Tour.
Se valoraron opciones y la vía Midi Libre -Dauphiné gustó a Indurain, quien si en la primera ya lograba algunos de los primeros triunfos de la campaña, en la segunda, ya apuntalaba la forma para el Tour.
Indurain ganó dos veces en el Dauphiné, si bien las diferencias entre una y otra victoria fueron importantes.
En la primera, que acabaría curiosamente con su quinto éxito en el Tour, el patrón fue más clásico, en la segunda año 1996, las cosas fueron diferentes, al punto que podemos decir, los que nos acordamos de aquellos días, que el mejor Miguel Indurain, el más espectacular que tenemos en mente, fue en aquel Dauphiné y en especial la etapa del Izoard.
Aquel día Indurain no quiso faltar a la cita con uno de los altos más vinculados a los grandes nombres de la historia, recordó que aquí Bobet construyó su primer gran acto, que aquí Coppi y Bartali dejaron huella de su inmortal rivalidad/amistad, que aquí Bottecchia tuvo que apearse de la bicicleta para darle la vuelta a la rueda y cambiar el desarrollo, que aquí Fignon se mostró débil frente a Lemond, que aquí Robic acabó con la resistencia de Brambilla.
El Miguel Indurain del Izoard, aquella tarde en Dauphiné, era el compendio de todo lo bueno que había trabajado durante tanto tiempo: el control y lectura de la carrera, un ascenso demoledor, un descenso incontestable y… llegando a meta, el ciclista que había perdonado mil veces en el Tour dio cuenta de sus rivales.
Nada hacía presagiar que Miguel estaba en el umbral de su dominio y puertas de no ganar su sexto Tour.
Lo que pasa en Dauphiné es importante, pero no decisivo.
Aquí los ensayos nunca fueron con gaseosa, pero tampoco concluyentes para el Tour.
Jacob Fuglsang, Richie Porte, Primoz Roglic y Daniel Martínez pueden dar fe de ello, de hecho el colombiano, el año pasado, tocó el suelo ya el primer día, recién llegado de ganar en el Delfinado.
La historia por eso deja testigo de grandes campeones que ganados en ambos sitios: Jacques Anquetil, Eddy Merckx, Luis Ocaña, Bernard Hinault, el mismo Indurain, Bradley Wiggins, Chris Froome hasta Geraint Thomas, hace cinco años.
Ciclismo
Probar el ciclismo de Flandes en Girona
La jornada de Flandes en Girona resultó un éxito
Niebla baja, mañana fresca, muros, algún adoquín y cervezas al acabar… el pasado 20 de mayo Girona fue un pedacito de Flandes para los casi 50 ciclistas que quisieron conocer un destino único para el amante de este deporte, una tierra prometida apta para todos los públicos, desde el aguerrido ciclista que quiere emular a los “flandriens”, esos que escriben la gran historia del ciclismo desde hace más de 100 años, a la persona que quiere sumergirse en un territorio hecho para ser conocido en bicicleta, en buena compañía y mejor entorno.
Todo esto fue, como contamos, el pasado sábado 20 de mayo en una jornada mañana en un marco tan ciclista como la cafetería Hors Catégorie, en el centro de una Girona inmersa en su tradicional celebración de “temps de flors”. La agencia Joanseguidor juntó casi medio centenar de ciclistas, entre medios y entusiastas de este deporte, para que Cycling in Flanders pudiera contar las bondades del lugar a los asistentes.
Ángeles Alonso-Misol, responsable de comunicación de la Oficina de Turismo de Bélgica: Flandes y Bruselas en España, tuvo toda la atención de los asistentes en un desayuno informal, en el que dio cuenta de los valores que el ciclista encuentra en una tierra volcada con el ciclismo.
Además de grandes retos, como el “Flandrien Challenge”, que da la opción de hacerse eterno en las todas las cotas de flamencas, se habló de otras opciones como la visita de museos e infraestructura ciclista, como cafeterías, monumentos, lugares, calles y todo tipo de entornos que evidencian el gran calado de la cultura ciclista en este lugar.
Tras coger fuerzas e imbuidos por la presentación, varios grupos salieron por los alrededores de Girona en una ruta organizada por Cycle Tours Catalunya que incluía los rasgos que hacen de Flandes una tierra tan querida por el ciclista: recorrido revirado, buenas cotas, algún adoquín y sorpresa final.
La jornada se cerró al calor de la charla sobre la ruta, regada por buenas cervezas flamencas al sonido del brindis de las botellas y la emoción de saber quién sería el agraciado con un vuelo y dos noches en Flandes para dos personas.
Con una foto de familia, el recuerdo de una jornada amena y entretenida y la promesa de visitar alguna vez Flandes, finalizaron las horas más flamencas jamás vividas en la capital del ciclismo, Girona.
Ciclismo
Abus es el patrocinador del Euro Mobility Festival
El Euro Mobility Festival será escenario de los productos de Abus
Abus presentará sus novedades y su amplia gama de cascos y antirrobos en su stand del Euro Mobility Festival, y además, como ya es habitual, será posible probar sus cascos en el test demobike.
La evolución del transporte ecológico y sostenible, las nuevas formas de desplazarse, sobre todo en ciudades, el auge del transporte eléctrico personal, las nuevas tecnologías y servicios que van apareciendo en paralelo a esta gran revolución, y su gran relación con el sector del ciclismo, llevaron a Sea Otter Europe a dar un paso más y a crear el pasado año este nuevo festival llamado Euro Mobility Festival, que aspira a convertirse en un referente internacional de la movilidad sostenible urbana. Abus, siempre en vanguardia y comprometidos con el medio ambiente y las nuevas tecnologías no ha dudado en dar un paso importante y apostar por este nuevo festival en forma de patrocinador oficial.
ABUS fabrica sus productos en sus propias instalaciones en Alemania e Italia, basándose en valores como el diseño innovador, calidad, sencillez de uso y fiabilidad, lo que les ha convertido en líderes mundiales en seguridad.
Antonio Pardo, responsable de marketing de Abus Iberia, comenta que “Abus ha vivido todas las ediciones de Sea Otter Europe. Nos gustan las apuestas a largo plazo, es algo que venimos practicando desde hace casi 100 años, y el festival lo tiene todo para ser una apuesta segura. Decir porque SOE es una experiencia única es muy difícil de resumir, pero para Abus el certamen reúne toda la magia y valores del ciclismo que pretendemos proteger con nuestros productos en todo el mundo a diario.
Hay muchos motivos para que Abus y Sea Otter Europe se asocien edición tras edición ¿Por qué no te pasas por el stand de Abus en septiembre y lo descubres?”
Del 22 al 24 de septiembre, Girona acogerá uno de los festivales ciclistas más importantes del continente y ABUS estará allí de nuevo para presentar todas las novedades 2023-24, esta vez en el marco del Euro Mobility Festival además de Sea Otter Europe Costa Brava Girona by Continental.
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